España bajo Alfonso XIII: Crisis de la Restauración, Conflictos Sociales y Desafíos Políticos (1902-1923)

Alfonso XIII y la Crisis del Sistema Político de la Restauración: Partidos Dinásticos y Oposición

El primer tercio del siglo XX en España coincidió con la mayoría de edad de Alfonso XIII (1902) y estuvo marcado por la crisis definitiva del sistema de la Restauración. Se caracterizó por los siguientes aspectos:

  • Relevo generacional en el liderazgo de los partidos. Las pugnas y divisiones internas entre los partidos del turno provocaron constantes cambios de gobierno.
  • Insuficiente y muy desigual industrialización del país, que generó grandes desigualdades sociales y un aumento de la conflictividad social.
  • Incremento y desarrollo de la oposición política.
  • Intervencionismo de Alfonso XIII, lo que incrementó su desprestigio.
  • Reaparición del intervencionismo del ejército.

Intentos de Reforma o Regeneración

Los primeros años del reinado de Alfonso XIII estuvieron marcados por los intentos de reforma o regeneración. Dentro de las corrientes reformistas pueden diferenciarse varias tendencias:

  • Desde el propio sistema de la Restauración: Antonio Maura, del Partido Conservador, trataba de hacer una «revolución desde arriba», desde el poder, para evitar que se produjera una revolución desde abajo.
  • Desde los partidos marginados del sistema: Su objetivo era movilizar a la opinión pública para desbancar definitivamente a los partidos del turno.
  • Desde el regeneracionismo intelectual: Proponía reformas económicas y educativas para modernizar la sociedad.

Primeros Intentos Modernizadores y el Proyecto de Maura

El primer intento modernizador fue de Francisco Silvela, del Partido Conservador, y dejó paso a un nuevo líder conservador, Antonio Maura. Intentó configurar un Estado fuerte y eficaz. Su proyecto pretendía poner fin al caciquismo con la Ley de Administración Local y la Ley Electoral. También pretendió integrar el catalanismo a partir de la concesión de una mayor autonomía a ayuntamientos y diputaciones. Por otra parte, se adoptaron medidas proteccionistas para impulsar la actividad industrial española y se mejoró la legislación laboral.

El talante autoritario de Maura, su falta de entendimiento con el Partido Liberal y, sobre todo, la dura represión de la Semana Trágica en 1909 supusieron el fin de su principal etapa al frente del Gobierno. La Semana Trágica se produjo tras el embarque de reservistas a Marruecos, que derivó en una fuerte represión con ejecuciones; su principal consecuencia fue la disolución de las Cortes y la caída del Gobierno.

El Reformismo Liberal de Canalejas

El Partido Liberal, bajo el liderazgo de José Canalejas, también intentó llevar a cabo su programa regeneracionista. Planteó la separación de la Iglesia y el Estado, y promovió la denominada Ley del Candado, que prohibía temporalmente la implantación de nuevas órdenes religiosas. La Ley de Mancomunidades, que permitía que varias diputaciones provinciales se unieran para la gestión de servicios públicos, fue aprobada por el gobierno de Eduardo Dato. Canalejas se mostró inflexible ante las huelgas y conflictos laborales. Su asesinato en un atentado anarquista en 1912 marcó el final de la etapa regeneracionista promovida desde el propio sistema.

Las Fuerzas Políticas de Oposición a la Restauración

La oposición a la Restauración estuvo representada por el republicanismo, el carlismo, los nacionalismos y el movimiento obrero.

Republicanismo

El republicanismo constituyó la minoría parlamentaria de oposición más numerosa. La Unión Republicana intentaba agrupar a los diferentes grupos republicanos alrededor de Salmerón. El acercamiento entre Unión Republicana y el catalanismo dio lugar a la fundación del Partido Republicano Radical, liderado por Alejandro Lerroux.

Nacionalismos

En Cataluña, los partidos nacionalistas aumentaron su influencia. Destacó la Lliga Regionalista, liderada por Prat de la Riba y Francesc Cambó. Una coalición electoral, Solidaritat Catalana, consiguió una clara victoria electoral frente a los partidos del turno. En el País Vasco, el Partido Nacionalista Vasco (PNV) pasó a denominarse temporalmente Comunión Nacionalista Vasca.

Movimiento Obrero

El nuevo siglo comenzó con un intenso ciclo de agitaciones obreras. El anarquismo promovió la fundación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), que se convirtió en la principal organización obrera del país. El anarquismo vivió unos años de enfrentamientos con las fuerzas del orden público (época del pistolerismo). El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) entró en el juego parlamentario, y sus principales líderes eran Pablo Iglesias, Julián Besteiro y Largo Caballero, quien estaba al frente del sindicato socialista, la Unión General de Trabajadores (UGT). Su rechazo a integrarse en la Internacional Comunista provocó una escisión que dio lugar al Partido Comunista de España (PCE).

Intervención en Marruecos, Impacto de la I Guerra Mundial y Crisis Sistémicas (1917, Trienio Bolchevique)

El Protectorado Español en Marruecos y los Conflictos Iniciales

La Conferencia de Algeciras (1906) y el posterior Tratado Hispano-Francés (1912) supusieron el establecimiento de un protectorado franco-español en Marruecos. A España se le concedió una franja en el norte, el Rif, y un enclave en la costa atlántica (Ifni y Río de Oro). La presencia española en esta área fue contestada por las tribus bereberes (cabilas). Los continuos ataques obligaron a mantener una fuerte presencia militar. Una importante derrota en el Barranco del Lobo (1909) llevó a la decisión de incrementar el número de soldados españoles.

La Semana Trágica (Julio de 1909)

El envío de un contingente de fuerzas reservistas a Marruecos provocó un importante movimiento de protesta popular en Barcelona, conocido como la Semana Trágica. Los incidentes comenzaron durante el embarque de las tropas en el puerto barcelonés. La revuelta se prolongó durante una semana, dando lugar a un movimiento que adquirió un fuerte componente antimilitarista y de rechazo a la Iglesia. Se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del orden y se incendiaron edificios religiosos. Las autoridades respondieron declarando el estado de guerra. El balance de los enfrentamientos fue de más de 100 muertos. La represión posterior fue muy dura y se dictaron condenas de muerte, siendo el caso más conocido el de Francisco Ferrer Guardia. La Semana Trágica tuvo consecuencias políticas, como la caída del gobierno de Maura. El rey disolvió las Cortes y entregó el gobierno al líder liberal José Canalejas, hasta su asesinato en 1912. En el Partido Conservador tomó el mando Eduardo Dato, quien murió víctima de un atentado en 1921.

El Problema de Marruecos: El Desastre de Annual (1921)

El dominio del protectorado de Marruecos era fuertemente sostenido por una parte del ejército, los llamados africanistas, y por el propio Alfonso XIII. Empresas españolas también mostraron su interés por la construcción de ferrocarriles y la explotación de los recursos mineros de la zona. Hubo un momento crítico en 1921, cuando las tropas españolas, al mando del general Silvestre, iniciaron un avance desde Melilla que finalizó con una estrepitosa derrota en Annual, la cual ocasionó más de 13.000 muertos.

El desastre de Annual provocó una terrible impresión en una opinión pública que ya era contraria a la guerra. Los diputados republicanos y socialistas reclamaron en el Parlamento el abandono de Marruecos. La comisión militar de investigación, presidida por el general Picasso, puso de manifiesto grandes irregularidades, corrupción e ineficacia. Poco antes de que el Congreso emitiera su dictamen sobre el informe (Expediente Picasso), el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera (1923) impidió conocer las conclusiones.

La «Solución» de Primo de Rivera a la Cuestión Marroquí

Primo de Rivera instauró una política de orden público muy represiva, que se dirigió especialmente hacia la CNT. La represión redujo drásticamente los conflictos laborales y puso fin a la violencia social y al pistolerismo. Intentó resolver la cuestión de Marruecos e intervino militarmente en el Rif. Los ataques dirigidos por el líder rifeño Abd el-Krim propiciaron la colaboración militar entre España y Francia, que se concretó en el desembarco español en la bahía de Alhucemas (1925). Estas acciones militares conjuntas supusieron la derrota definitiva de Abd el-Krim y el final de la guerra de Marruecos.

Repercusiones de la Primera Guerra Mundial en España

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), España se declaró neutral. Las principales repercusiones fueron:

  • Fuerte demanda exterior y aumento de las exportaciones.
  • Subida de precios y escasez de productos básicos.
  • Enriquecimiento de empresarios y empobrecimiento de las clases populares, lo que generó protestas.

El fin de la Primera Guerra Mundial supuso la reducción de las exportaciones y una profunda crisis económica, en la que miles de personas perdieron su empleo. La crisis tuvo un especial impacto en Cataluña. El movimiento huelguístico más importante tuvo lugar en 1919 en La Canadiense, la empresa que abastecía de electricidad a Barcelona; una radicalización de las posturas que derivó en el pistolerismo.

La Crisis de 1917

A comienzos de 1917, en España existía una situación de descontento social que se vio agravada por la coyuntura de la Primera Guerra Mundial, que supuso un empeoramiento del nivel de vida de las clases populares. La crisis estalló en marzo de 1917, cuando la CNT y la UGT convocaron una huelga. Durante el verano, el Gobierno tuvo que hacer frente a una crisis generalizada con tres componentes:

  • Conflicto obrero: Las organizaciones sindicales convocaron una huelga general.
  • Conflicto militar: Los militares, en desacuerdo con el sistema de ascensos de los oficiales (que beneficiaba a los militares africanistas), se organizaron en las llamadas Juntas de Defensa.
  • Conflicto político: Los partidos opositores se reunieron en la Asamblea de Parlamentarios, convocada por la Lliga Regionalista en Barcelona.

La reacción del Gobierno fue represiva: la huelga obrera fue duramente sofocada por el ejército. Las Juntas de Defensa militares fueron disueltas y el Gobierno prohibió la reunión de diputados y senadores que conformaban la Asamblea.

El Trienio Bolchevique (1918-1921)

Entre 1918 y 1921 se produjeron intensas movilizaciones en el sur de España (Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura). Se exigía el reparto de tierras por los campesinos, siguiendo el ejemplo de la Revolución Rusa, por lo que este periodo se conoce como el Trienio Bolchevique. Promovidas fundamentalmente por grupos anarquistas, las revueltas incluían la ocupación de tierras, la toma de ayuntamientos y la formación de comités de huelga. El Gobierno reaccionó declarando el estado de guerra, encarcelando a los líderes campesinos e ilegalizando las organizaciones obreras.