Complejos de Biopatología Estructural Citotisular Básicos
En el nivel de integración citotisular, en el contexto del propio organismo e implicando al sistema inmune (SI), se identifican 13 o 14 procesos estructurales “básicos” existentes en los procesos de enfermedad. Estos son comunes a todos los órganos, aparatos y sistemas. En un mismo individuo pueden coexistir distintos procesos en una misma estructura o en diferentes, lo que complica sus manifestaciones fisiopatológicas y clínicas. Aparecen como biopatología estructural “congénita” (presente en el momento del nacimiento) y “no congénita” (adquirida en la vida extrauterina). Los 13 o 14 procesos aludidos pueden ser agrupados en tres grandes complejos de biopatología estructural citotisular básica:
A) Complejo del Maldesarrollo Citotisular (5%)
Son congénitos. Es el grupo de procesos cuantitativa y cualitativamente más importante en la vida intrauterina. Su existencia está determinada desde el primer trimestre de vida intrauterina, independientemente de cuándo se expresen clínicamente y de si depende de otros factores etiológicos. En la interferencia del desarrollo embrionario existen tres fenómenos “básicos” de maldesarrollo:
- Agenesia: ausencia total o parcial, uni o bilateral, de estructura citotisular.
- Maldiferenciación morfoarquitectural: adoptando carácter tumoral o no.
- Variante del desarrollo normal / maldesarrollos sin maldiferenciación: variación en posición, forma, número o volumen.
De esta forma, existen tres procesos estructurales básicos independientes entre sí, englobados bajo el término de maldesarrollo o embriopatías:
Malformación Congénita
Origen en la lesión celular. Es un proceso “no tumoral” detectable macroscópicamente en el momento del nacimiento. Factores especialmente exógenos.
Maldiferenciación Tumoral
Origen en el cambio celular proliferativo no neoplásico. Representado por el hamartoma (factores hereditarios) y los coristomas o heterotopías. Son detectables macroscópicamente, pero en la vida extrauterina se expresan como tumores.
Organopatía Congénita no Malformativa Hereditaria (OCNMH)
Origen en la lesión celular. Son enfermedades hereditarias monogénicas de transmisión hereditaria mendeliana y no mendeliana. Son estructuras más sutiles que, para ser detectadas, requieren análisis a niveles subcelulares y moleculares. Hay algunos procesos neoplásicos minoritarios expresados en la vida intrauterina (neoplasias embrionario-fetales y hereditarias) incluidos en el decimotercer proceso (13º).
B) Complejo de Lesión, Necrosis, Inflamación y Reparación Citotisular (70%)
Supone el 70% de la base estructural de los procesos de enfermedad, en su mayor parte no congénita y, de forma muy limitada, congénita (fetal tardía: segundo o tercer trimestre de la vida intrauterina). Incluye los siguientes complejos que están relacionados entre sí y ocurren de forma secuencial, coexistiendo en una misma estructura o encontrándose uno de ellos en situación dominante (la secuencia no siempre ocurre; por ejemplo, si la lesión es reversible):
Lesión Citotisular
Es el punto de partida del complejo, imprescindible para que aparezcan los siguientes componentes. Puede ser reversible o irreversible. Aparece raramente en la fase fetal; puede ser postembrionaria, pero es más frecuente a nivel extrauterino. Predominan los factores etiológicos endógenos y exógenos. No depende directamente de factores hereditarios, pero estos pueden actuar como factores endógenos e intervenir en la génesis de la lesión o participar como factores combinados, facilitando la acción de otros factores etiológicos causantes de la lesión, como ocurre con los polimorfismos genéticos. Algunas OCNMH alteran selectivamente las funciones del genoma y son capaces de originar nuevas lesiones no congénitas (consideradas como un factor endógeno secundario a estados fisiopatológicos selectivos del genoma).
El sistema inmune (SI) integra la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa, y está implicado en la secuencia de este complejo. Mantiene la biología normal del cuerpo humano mediante una función defensiva específica contra agentes microbiológicos y el rechazo a todo lo extraño. Puede intervenir en la etiopatogenia de la lesión citotisular al ser afectado por procesos de maldesarrollo, dando lugar a inmunodeficiencias primarias; de tal forma, tendría una implicación permisiva, tolerando a los agentes microbiológicos causantes de enfermedad. Igualmente, tiene una implicación permisiva en las lesiones-necrosis citotisulares no congénitas, como en el caso del SIDA, alterando sus componentes y generando inmunodeficiencia. Por otro lado, el SI puede desarrollar reacciones de hipersensibilidad (tipos I a IV) con mecanismos inmunopatológicos, teniendo así una implicación agresiva o lesional.
Necrosis Citotisular
Es una variante de la lesión citotisular que entra en la esfera de la irreversibilidad; por tanto, ambas tienen la misma etiología. La diferencia debe radicar en los mecanismos patogénicos que conducen la lesión al estado irreversible.
Reacción Inflamatoria Citotisular
Implica una respuesta defensiva del SI, que reacciona fisiológicamente a una agresión a nuestras estructuras citotisulares como parte de la inmunidad innata. No es un proceso de enfermedad en sí mismo (idea aportada por John Hunter).
Reparación Citotisular
Depende de la capacidad de adaptación intrínseca de las estructuras para sobrevivir y recuperar su normalidad después de la secuencia lesión-necrosis-inflamación (aunque esta secuencia no necesariamente ocurre siempre; puede ser, por ejemplo, lesión-estado postlesión).
C) Complejo del Cambio Citotisular (25%)
Corresponde mayoritariamente a la biopatología humana no congénita. Algunos procesos limitados pueden ser congénitos. Tiene su base en el cambio celular, que puede ser:
Cambios Reversibles
No neoplásicos:
- Atrófico
- Hipertrófico
- Proliferativo no neoplásico o hiperplásico (con el problema de la diferenciación de las proliferaciones)
- Metaplásico o dismadurativo
Cambios Irreversibles
- Displásico
- Neoplásico: Su identificación a nivel estructural (mediante microscopía óptica, MO) sigue siendo el punto de partida. Sin embargo, persisten problemas como la definición total de los fenotipos morfoestructurales de las neoplasias y la discriminación exacta entre ellos; la definición de qué es una neoplasia en términos de genética molecular; y si existen las neoplasias benignas y cómo se deben definir (algunas son consideradas hamartomas, otras como cambios proliferativos no neoplásicos y otras como fases iniciales de neoplasias malignas). Su conocimiento científico, diagnóstico, terapéutico y preventivo ha avanzado, aunque la cuestión dista de encontrarse solucionada.
- ¿Apoptótico?
El sistema inmune (SI) está implicado en los procesos 10 (proliferativo no neoplásico), 12 (displásico) y 13 (neoplásico).