Introducción al Psicoanálisis
Es una teoría sobre el desarrollo y el funcionamiento de la vida psíquica, un método de explicación de la conducta humana y una psicoterapia a través de la interpretación de los sueños, las asociaciones libres, los actos fallidos, etc. Subyace la idea de que el hombre es un sistema de energía, movido por instintos o impulsos.
Defiende un modelo estructural de la personalidad compuesto por el Yo, el Ello y el Superyó. Los seres humanos ya no podemos concebirnos como animales racionales, sino como criaturas sexuales y agresivas.
Durante la terapia, Freud observó la influencia de las experiencias infantiles en la vida adulta, la importancia del desarrollo psicosexual, la relevancia de los sueños y que muchos actos de nuestra vida no son conscientes.
Obras Importantes de Freud
- Introducción al psicoanálisis (1895)
- La interpretación de los sueños (1898)
- Psicopatología de la vida cotidiana
- Tres ensayos sobre la teoría sexual
- El Yo y el Ello
- Más allá del principio del Placer, etc.
Postulados Básicos del Psicoanálisis sobre la Personalidad
- La personalidad es como un iceberg. La parte que sobresale es el consciente y la sumergida el inconsciente. El inconsciente es dinámico y ejerce presiones e influencias sobre lo que una persona piensa y hace.
- La personalidad es interacción de fuerzas y mecanismos intrapsíquicos y juega un papel relevante el impulso sexual (libido).
- Los elementos estructurales de la personalidad son el Ello, el Yo y el Superyó.
- La infancia es un período muy significativo en el desarrollo de la personalidad. Freud estableció estadios del desarrollo.
- La terapia se basa en la asociación libre, para que el paciente pueda recuperar y liberarse de recuerdos y experiencias dolorosas, originadas en la infancia. Si expone el drama de la propia vida, el paciente puede terminar aceptando su propio yo.
Aportaciones de Freud
a) Descubrimiento del Inconsciente
Freud advirtió que muchos pacientes ignoran las causas de sus traumas y que algunos fenómenos mentales permanecen ocultos para su protagonista. A partir de estas averiguaciones, Freud estableció distintos niveles de conciencia:
- El nivel consciente está formado por percepciones, pensamientos y recuerdos de los que somos conscientes en todo momento. Esta instancia psíquica se rige por el «principio de realidad».
- El preconsciente está constituido por pensamientos, recuerdos y aprendizajes no conscientes, a los que podemos acceder con facilidad.
- El inconsciente, compuesto de experiencias desagradables y peligrosas que han sido reprimidas, rara vez acceden a la conciencia y cuando lo hacen es de forma encubierta o simbólica. El inconsciente, según Freud, es dinámico y se basa en el «principio de placer». En él pueden permanecer acontecimientos correspondientes a distintas etapas de la vida.
Freud situó entre el preconsciente y el inconsciente la censura, que reprime los deseos e impulsos agresivos y sexuales. La censura sólo se relaja durante el sueño y los deseos reprimidos se expresan de forma simbólica. Por eso, el psicoanálisis concede gran importancia a la interpretación de los sueños.
b) Estructura de la Personalidad: Ello, Yo y Superyó
El Ello
Es el polo pulsional, conecta con lo biológico. Todo el Ello es inconsciente. Es la parte más oscura. Sus contenidos son, en parte hereditarios, en parte reprimidos y adquiridos. Su función es el papel pulsional del aparato psíquico. Gestiona la energía por su vinculación con la fuente pulsional. Trata de satisfacer los impulsos inconscientes de supervivencia, reproducción y agresión, que requieren una satisfacción inmediata.
El Yo
Es el polo defensivo, está entre el Ello, el mundo exterior y el Superyó. Al estar en medio de los tres, tiene que defenderse:
- Del Ello por ser el polo pulsional, regido por el Principio del Placer.
- Del mundo exterior por estar en él los principios de socialización, adaptación a ellos, al medio, a la cultura, etc.
- Del Superyó, por estar en él la tiranía de los principios de comportamiento, asimilados inconscientemente a partir de modelos de identificación.
El Yo es el mediador, el que se encarga de la totalidad de la persona. Su función es la conservación del individuo y le permite adaptarse a las normas sociales del mundo externo. Se rige por el Principio de la Realidad.
El Superyó
Surge a partir del Yo en un proceso de interiorización de las normas sociales y culturales. La necesidad de afecto y reconocimiento y el miedo al castigo obliga al niño a aceptar las normas paternas y las normas sociales que este encarna, en contra de sus íntimos deseos. Origina los sentimientos de culpa, complejos de inferioridad, etc.
c) Pulsiones y Principios
Tradicionalmente se creía que el ser humano se comportaba de manera racional, movido por deseos y creencias que se proponía de manera reflexiva y consciente. Freud acabó con esta convicción y estableció que nuestros pensamientos, reacciones y decisiones están determinados por las pulsiones o impulsos inconscientes.
Al principio de su carrera, Freud creía que había dos pulsiones fundamentales: la autoconservación del Yo (relacionada con necesidades fisiológicas básicas como el comer y el beber) y la sexualidad. A partir de 1920, Freud modificó ligeramente su teoría y estableció dos tipos de pulsiones:
- Eros o pulsiones de vida: determinan los comportamientos que tienden a unir lo que está disperso y armonizar aquello que es diferente. Inducen a las personas a buscar compañía, reconocimiento, comprensión.
- Thanatos o pulsión de muerte: determinan los comportamientos que tienden a dispersar y disgregar lo que está unido. Son los impulsos de agresividad y destrucción que enfrentan a los seres humanos.
Estas pulsiones se rigen por dos principios fundamentales:
- El principio de placer: que trata de conseguir el placer y evitar el dolor.
- El principio de realidad: que lleva al Yo a regular los deseos en función de la cultura para poder adaptarse al ambiente.