Generación del 27 y del 98: Movimientos Clave de la Literatura Española

La Generación del 27: Renovación y Compromiso Poético

La Generación del 27 es uno de los movimientos literarios más destacados de la literatura española del siglo XX. Está compuesta, principalmente, por poetas que lograron una profunda renovación estética, combinando la tradición literaria con las corrientes vanguardistas de su época. Su nombre se debe al homenaje que varios de estos escritores rindieron en 1927 a Luis de Góngora en el Ateneo de Sevilla, conmemorando los 300 años de su muerte. Este evento marcó simbólicamente el nacimiento del grupo.

Entre sus miembros más conocidos se encuentran Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Pedro Salinas y Gerardo Diego. Todos ellos compartieron una intensa vida intelectual y personal, ya que eran amigos cercanos, mantenían tertulias en cafés y colaboraban en revistas como Revista de Occidente, dirigida por José Ortega y Gasset, que fue un importante vehículo de difusión de sus ideas y creaciones.

La Generación del 27 se caracteriza por una poesía que busca el equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Recuperan elementos del Siglo de Oro español —como la pureza formal y el rigor estilístico—, pero también se inspiran en las vanguardias europeas, como el simbolismo, el futurismo y, especialmente, el surrealismo. La metáfora se convierte en el recurso principal, con el objetivo de expresar la complejidad del ser humano y los conflictos de su tiempo. Su poesía aborda temas como el amor, la muerte, el paso del tiempo y las tensiones sociales y políticas, reflejando una profunda sensibilidad artística y un compromiso con la realidad.

Etapas de la Generación del 27

La Generación del 27 atraviesa tres etapas claramente diferenciadas a lo largo de su evolución literaria.

Primera Etapa (Hasta 1927): La Poesía Pura

La primera, hasta 1927, se caracteriza por el cultivo de la poesía pura, influida por la obra de Juan Ramón Jiménez, especialmente por su ideal de una poesía depurada, sin ornamentos ni sentimentalismos. En esta fase, los autores muestran una gran admiración por la poesía clásica, especialmente por Luis de Góngora, cuyo estilo buscan recuperar tanto en el lenguaje como en la forma. También se inspira en las estructuras de la poesía popular, como el romance o la canción.

Segunda Etapa (1927-1936): Compromiso y Surrealismo

La segunda etapa, desde 1927 hasta el inicio de la Guerra Civil en 1936, supone una transición hacia una poesía más comprometida y humana. Influenciados por Pablo Neruda y su Caballo verde para la poesía, los escritores del 27 empiezan a crear una “poesía impura”, más cercana a la vida real y a los problemas del ser humano. El surrealismo cobra fuerza en esta etapa, permitiendo a los autores explorar el subconsciente y abordar temas existenciales. Además, la poesía se convierte en un medio de protesta social y política, en un contexto cada vez más convulso que desemboca en la Guerra Civil.

Tercera Etapa (Posguerra): Dispersión y Nostalgia

Tras la guerra, en la tercera etapa, el grupo se dispersa. Muchos escritores se exilian, mientras que otros pocos permanecen en España, como Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. La poesía de estos años se tiñe de nostalgia, dolor y sentimiento de pérdida. Los exiliados escriben desde la distancia, marcados por el desarraigo, la soledad y la memoria de una España que ya no existe, mientras cada autor sigue su camino poético de forma más individual.

La Generación del 98: Reflexión y Crítica Nacional

La Generación del 98 fue un grupo de escritores españoles nacidos en las décadas de 1860 y 1870, cuya obra estuvo marcada por el impacto moral, político y cultural del llamado Desastre del 98, cuando España perdió sus últimas colonias: Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Aunque no formaron un grupo homogéneo, todos compartieron una fuerte preocupación por el estado de decadencia del país y una actitud crítica frente a la realidad social, política y cultural de la España de su tiempo. Uno de los principales referentes ideológicos del grupo fue Joaquín Costa, representante del regeneracionismo, una corriente que proponía una transformación profunda del país a través de la educación y la cultura.

Entre los autores más destacados de esta generación se encuentran Miguel de Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Ramón María del Valle-Inclán y Antonio Machado. Todos ellos manifestaron un profundo interés por la identidad española, explorando sus raíces en la historia, la literatura, las costumbres populares y la vida rural. También buscaron nuevas formas de expresión literaria, alejándose de las fórmulas tradicionales. Azorín, por ejemplo, desarrolló una novela de estilo impresionista; Valle-Inclán creó el esperpento, una forma teatral deformada y crítica; y Antonio Machado escribió una poesía introspectiva y simbólica.