Geografía de España: Hidrografía, Cuencas Fluviales y Biogeografía de la Península Ibérica

ACTIVIDADES TEMA 4: HIDROGRAFÍA DE ESPAÑA

Actividad 2: Identificación y Características de Cuencas Fluviales

a) Identificación de Cuencas Principales

  1. Miño
  2. Duero
  3. Ebro
  4. Tajo
  5. Guadiana

b) Cuencas con Déficit Hídrico (Júcar, Segura y Mediterráneas Andaluzas)

La cuenca número 6 es la cuenca del Júcar (que incluye al Turia), la número 7 la del Segura y la número 9 se corresponden con los ríos andaluces mediterráneos (Guadalhorce, Andarax y Almanzora, entre otros). En los tres casos, son cuencas con déficit hídrico y presentan un balance hídrico negativo anual debido a la irregularidad y escasez de las precipitaciones. Es por ello que los aportes de agua superficial son insuficientes y el consumo de agua de procedencia subterránea, especialmente para la actividad agrícola, se encuentra muy por encima del resto de las cuencas españolas. En la cuenca del Júcar, prácticamente la mitad del consumo es de procedencia subterránea, y las otras dos cuencas se encuentran en una situación similar.

Esta circunstancia nos lleva a recordar que uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos es la sobreexplotación de los acuíferos, que comienzan a dar síntomas de agotamiento. A pesar de la eficiencia en el riego en los últimos años, el consumo no para de incrementarse; es lo que se conoce como la ***“paradoja del regadío”***. La mejora en las técnicas de riego no frena o estabiliza el consumo, pues los agricultores, lejos de reducirlo, lo aumentan, bien incrementando el número de hectáreas de terreno cultivado o sembrando plantas con mayor necesidad de agua.

c) Contrastes entre Cuencas Fluviales

Los contrastes se deben a la distinta extensión de las cuencas, al número e importancia de los sistemas montañosos que aportan agua a la cuenca y a las condiciones climáticas.

  • La cuenca número 1 es la del Miño, con excedentes y predominio del consumo de aguas superficiales debido a la abundancia de lluvias propias del clima oceánico. En los usos del suelo existe cierto equilibrio entre la agricultura, la ganadería y la explotación forestal. El porcentaje de aguas superficiales ronda el 60% y el de las subterráneas el 20%, y la agricultura de regadío es menor gracias a la regularidad de las precipitaciones.
  • La cuenca número 3 es la del Ebro, con una gran extensión de su cuenca (la segunda de la península). Presenta claros excedentes de aguas superficiales (más del 90%), debido a que recibe los aportes de la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y los Pirineos. Tal volumen hídrico explica que, a pesar del alto índice de aridez de la zona, tenga amplias e importantes áreas de regadío.
  • La cuenca número 7 es la del Guadalquivir, una demarcación de gran tamaño que aprovecha los aportes de Sierra Morena y de los Sistemas Béticos. Las aportaciones de estos sistemas montañosos son inferiores respecto a los dos casos anteriores debido al clima mediterráneo continental predominante en las cabeceras de sus afluentes (salvo el Genil). La cuenca presenta un caudal irregular con notables crecidas, pero también con fuertes estiajes. Para mantener el regadío resulta preciso recurrir a las aguas subterráneas.

Actividad 3: Régimen Fluvial y Morfología Peninsular

a) Ríos Principales de la Vertiente Atlántica

Duero, Tajo, Guadiana, Guadalquivir y Ebro.

b) Definición de Régimen Fluvial

Por régimen fluvial entendemos el comportamiento del caudal medio de un río a lo largo del año. Hablamos de régimen pluvial cuando el agua del caudal procede directamente del agua de lluvia, y de régimen nival cuando su agua procede de la fusión de la nieve. Entre uno y otro modelo existen modelos intermedios según predomine la cantidad de agua o nieve en su cabecera. La mayoría de los ríos españoles son de régimen pluvial, por lo que el caudal se rige por la cantidad de precipitaciones que se producen a lo largo del año.

c) Dirección Predominante de los Ríos Españoles

La dirección predominante es la Este-Oeste, por ello la mayor parte de los ríos españoles desembocan en la vertiente atlántica o cantábrica.

Las causas de esta disimetría se remontan a la formación del relieve peninsular durante el plegamiento alpino a lo largo de la Era Terciaria y principios de la Cuaternaria. Con anterioridad, la orientación de la Meseta era de Oeste a Este, justo al contrario que en la actualidad. Al modificarse su orientación, las cuencas fluviales se reestructuraron hacia el Atlántico. La nueva divisoria de aguas se estableció en la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y los Sistemas Béticos.

Actividad 4: Hidrografía Insular y Vertiente Mediterránea

a) Identificación de Cuencas

  1. Miño
  2. Tajo
  3. Guadalquivir
  4. Júcar
  5. Ebro

b) Ausencia de Cursos de Agua Permanentes en Islas

Las condiciones litológicas y climatológicas impiden la existencia de cursos de agua permanentes. Tanto el roquedo calizo en Baleares como el volcánico en Canarias son permeables, lo que favorece la infiltración. Los climas se caracterizan por la escasez e irregularidad de las precipitaciones, especialmente en Canarias, lo que no favorece las escorrentías. Por último, el tamaño del territorio no permite la existencia de una cuenca hidrográfica lo suficientemente grande como para nutrir a un colector principal (río principal).

No obstante, el caudal de las aguas subterráneas es importante. Sin embargo, proliferan cauces que se llenan esporádicamente con las lluvias, dando lugar a torrentes. En Ibiza se encuentra el río Santa Eulalia, el único curso que puede llamarse propiamente río (porque casualmente atraviesa terrenos impermeables).

c) Características de los Ríos de la Vertiente Mediterránea

Los ríos de la vertiente mediterránea recorren las áreas más áridas del territorio español y se encuentran lejos de la influencia de los frentes atlánticos. Por otro lado, sus cuencas son de reducida extensión con pocos afluentes que aporten agua al colector principal. Estas circunstancias explican que, con la excepción del Ebro, todos presenten un balance hídrico negativo.

Todos, salvo el Ebro, forman parte del denominado régimen pluvial mediterráneo, que se caracteriza por tener unas precipitaciones irregulares, con un pronunciado estiaje en verano y con una importante evapotranspiración generada por la intensa insolación. En no pocas ocasiones, la torrencialidad de las precipitaciones, especialmente durante el otoño, puede producir crecidas espectaculares.

El estiaje de los ríos mediterráneos andaluces es más pronunciado porque sus nacimientos parten, en la mayoría de los casos, de la cara sur de los sistemas montañosos (ladera de solana) con una menor incidencia de precipitaciones.

El Ebro tiene unas características completamente distintas. Su régimen es de los denominados complejos, pues recibe aportes de aguas procedentes de la Cordillera Cantábrica, los Pirineos y del Sistema Ibérico.

ACTIVIDADES TEMA 5: BIOGEOGRAFÍA Y VEGETACIÓN

Actividad 1: El Alcornoque y la Dehesa

a) Provincias con Presencia de Alcornoque

Las provincias son: Cáceres, Badajoz, Toledo, Ciudad Real, Huelva, Sevilla y Córdoba.

b) Adaptación del Alcornoque al Suelo

El alcornoque es una especie que se adapta especialmente a los suelos silíceos. Su distribución coincide con la denominada Iberia silícea: el oeste peninsular donde aparecen restos del zócalo paleozoico de la Meseta y en los plegamientos donde afloran materiales silíceos como la Penibética y la Costero Catalana o en otras zonas no silíceas. Sin embargo, en la provincia de Cádiz, con predominio de calizas compactas con poco calcio, también se adapta adecuadamente.

c) Usos Económicos del Alcornoque

El alcornoque es un árbol vinculado a las explotaciones ganaderas extensivas típicas de nuestra zona Mediterránea. En la dehesa, un bosque aclarado para el uso ganadero, se utiliza la bellota como engorde del cerdo ibérico. Por otro lado, su corteza es utilizada para la obtención del corcho. Su madera, que es bastante dura, se utiliza para hacer toneles y en construcción naval, ya que aguanta bien sumergida en el agua. Por último, es un buen combustible.

Actividad 2: Distribución y Requerimientos de Especies Forestales

a) Distribución Geográfica de los Hayedos

Los hayedos se encuentran distribuidos principalmente por el norte peninsular: zona este de Lugo, Asturias, Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, Burgos, La Rioja, Navarra, Huesca, Lleida, Girona y Norte de Barcelona.

b) Comparativa de Especies (Haya, Roble, Alcornoque y Encina)

El roble y el haya forman parte de los llamados bosques atlánticos. El haya exige un mayor grado de humedad y resiste mejor el frío que el roble, por ello es frecuente encontrarla en cotas superiores a los robledales, tanto en suelos calizos como silíceos. El roble se encuentra siempre en zonas inferiores a los 800 m y en suelos silíceos.

El alcornoque no soporta temperaturas extremas, en especial las frías, y necesita cierto grado de humedad, por lo que siempre lo encontraremos en las zonas más húmedas de nuestro clima mediterráneo. Se desarrolla mejor en suelos silíceos, aunque lo podemos encontrar en otro tipo de suelos.

Por último, la encina es la especie mejor adaptada al clima peninsular, ya que soporta bien las temperaturas extremas (tanto frías como cálidas) y tolera bien todo tipo de suelos. Es la especie más extendida a lo largo de toda la península.

c) Usos de la Encina y el Alcornoque

El alcornoque es un árbol vinculado a las explotaciones ganaderas extensivas típicas de nuestra zona Mediterránea. En la dehesa, un bosque aclarado para el uso ganadero, se utiliza la bellota como engorde del cerdo ibérico. Por otro lado, su corteza es utilizada para la obtención del corcho y su madera, que es bastante dura, es óptima para el aprovechamiento de la madera.

La encina está asociada al alcornoque y forma igualmente parte de las dehesas del suroeste peninsular. Su madera es muy dura, apta para la leña o para hacer carbón vegetal y para la industria de la madera. Es rica en una sustancia orgánica (taninos) utilizada para producir cuero. Su dureza es ideal para distintas actividades industriales.

Actividad 3: Las Regiones Biogeográficas Españolas

a) Provincias de Transición Biogeográfica

Palencia, Burgos, Álava (territorio muy reducido), La Rioja, Navarra, Soria (territorio muy reducido), Zaragoza, Huesca, Teruel, Lérida, Barcelona, Tarragona.

b) La Región Macaronésica (Islas Canarias)

La islas Canarias pertenecen a la región macaronésica. En ella, se suelen distinguir dos subprovincias o sectores: las islas occidentales y las orientales. Ambos conjuntos responden a diferencias geomorfológicas y climáticas (mayor elevación y humedad en la zona occidental respecto a la oriental).

Las islas Canarias constituyen una unidad biogeográfica de primer orden gracias al desarrollo de formaciones muy singulares y, en consecuencia, con un elevado número de endemismos.

Los factores que determinan ese carácter especial desde el punto biogeográfico son:

  • Su carácter insular, que ha permitido la evolución de las especies vegetales de manera autónoma a las existentes tanto en los continentes africano y europeo.
  • El clima. Las islas están situadas en un área de transición entre las zonas templada y cálida del planeta, de tal manera que se ven afectadas, climatológicamente hablando, por ambas zonas.
  • El relieve de las islas junto con los vientos alisios y la formación del denominado ***“mar de nubes”*** (en las islas más montañosas). En función de la temperatura, humedad y altura, la vegetación se distribuye por zonas altitudinales, llamados pisos de vegetación.

c) Factores Determinantes y Regiones Biogeográficas

La distribución de las regiones biogeográficas y de las formaciones vegetales que las caracterizan dependen de los siguientes factores: el clima, el relieve, la situación geográfica, los suelos y la acción del hombre o acción antrópica. De todos estos factores, el que condiciona en más alto grado la vegetación es el clima.

La región eurosiberiana ocupa en España la mitad norte de la fachada atlántica, el litoral cantábrico y el macizo pirenaico. Viene a coincidir con la distribución del clima oceánico. Se caracteriza por una vegetación exuberante, como corresponde a un clima de temperaturas templadas (inviernos moderados y veranos frescos) y precipitaciones abundantes y bien distribuidas, que permiten la existencia de un bosque caducifolio y de landas y prados como paisajes arbustivos y herbáceos.

La región mediterránea se extiende en nuestro país por el interior, la mitad sur de la fachada atlántica, la costa mediterránea y las islas Baleares. Guarda correspondencia con el clima mediterráneo, y por ello la vegetación se ha adaptado a la escasez de precipitaciones, a la prolongada sequía que coincide estacionalmente con veranos calurosos o muy calurosos. Predomina un bosque perennifolio y matorral de tipo mediterráneo.

La región macaronésica se extiende por las Islas Canarias y otros archipiélagos atlánticos. Está adaptada tanto al clima del archipiélago como al variado relieve de las islas que condiciona su distribución en distintos pisos o niveles (como ya comentamos en el punto anterior), lo que favorece un elevado número de endemismos.