Impacto de la Actividad Humana en el Medio Ambiente
El ser humano interactúa con el medio ambiente de diversas maneras, generando tanto impactos negativos como esfuerzos de conservación. Los principales problemas medioambientales son la destrucción del medio, la sobreexplotación de los recursos y la contaminación.
A. La Contaminación Atmosférica
Es causada por sustancias vertidas directamente a la atmósfera (contaminantes primarios) o por contaminantes secundarios, generados por reacciones químicas de los primarios. Entre los contaminantes más destacados se encuentran el monóxido de carbono y el dióxido de carbono. Sus principales consecuencias son:
- La lluvia ácida: Se produce por la emisión de gases contaminantes que, al reaccionar en la atmósfera, transforman las precipitaciones en ácidos. Esto provoca deforestación, contaminación de aguas y daños en edificios.
- La disminución del espesor de la capa de ozono: La capa de ozono filtra los rayos ultravioleta, pero su capacidad de filtración ha disminuido. La principal problemática asociada es el aumento del riesgo de cáncer de piel.
- El efecto invernadero: Provocado por la emisión de gases a la atmósfera que permiten el paso de la radiación solar, pero impiden que escape al espacio exterior una vez que llega a la Tierra. El aumento de estos gases eleva la temperatura global, generando el calentamiento global del planeta.
- La capa de polvo y contaminación: Es una acumulación de partículas de polvo en suspensión. Suele desaparecer con fuertes vientos o lluvias. Afecta a plantas, edificios y seres humanos, causando enfermedades pulmonares.
B. La Contaminación Acústica
Sus causas principales son el tráfico, las actividades industriales y los establecimientos de ocio. Todo esto afecta a la salud tanto física como psicológicamente. Se estima que una parte significativa de la población está sometida a la contaminación acústica.
C. La Deforestación
Se refiere a la destrucción de la cubierta vegetal debido a diversas causas:
- La expansión de la agricultura y la ganadería.
- La ocupación urbana, incluyendo instalaciones industriales, residencias y grandes infraestructuras.
- Los incendios forestales: Afectan a grandes superficies arboladas y se producen con mayor frecuencia en verano, cuando las temperaturas son más altas. Se estima que un alto porcentaje de los incendios son provocados, a menudo de forma intencionada por ganaderos que buscan nuevas zonas de pasto o para urbanizar. Los incendios se ven favorecidos por la acumulación de sotobosque y por la repoblación con especies que arden con facilidad. Las zonas de mayor riesgo en España son Galicia, los Montes de León, la Cornisa Cantábrica y el Mediterráneo.
D. La Contaminación, Erosión y Desertificación del Suelo
- Contaminación del suelo: Es causada por vertidos industriales, residuos ganaderos y el uso de fertilizantes y pesticidas en actividades agrícolas, que con el tiempo pueden volverse tóxicos para el suelo.
- La erosión del suelo: Influenciada por las pendientes y el carácter torrencial de las precipitaciones. Una vez que el suelo se ha erosionado, es difícil que la cubierta vegetal vuelva a crecer.
- La deforestación: La tala o los incendios eliminan la vegetación, lo que expone el suelo directamente a la lluvia y al viento, aumentando la erosión.
- El pastoreo excesivo: Aumenta la erosión al no permitir que el suelo descanse y se regenere. La erosión del suelo en España es un problema muy serio. Las principales áreas que más la padecen son Murcia, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
- La desertificación: Es la pérdida de la capa fértil de la tierra y es el resultado de la erosión extrema. La cuenca del Guadalquivir y gran parte del litoral levantino son las áreas más afectadas. Para disminuir la desertificación, es fundamental la reforestación. Es importante distinguir que la desertización se refiere a un proceso natural de aridez, mientras que la desertificación se debe a la acción humana.
E. La Sobreexplotación y Contaminación de las Aguas
- La sobreexplotación: Se debe al abuso del consumo de agua para usos agrarios, urbanos e industriales. Para satisfacer esta demanda, se han creado embalses, pozos, etc. Estas obras han modificado significativamente el cauce y el caudal de los ríos.
- La contaminación de las aguas: Proviene de la gran cantidad de desechos que el ser humano vierte en los cuerpos de agua. Llega un momento en que el exceso de volumen de contaminantes impide la oxigenación y la purificación natural del agua. La contaminación puede ser de varios tipos:
- Contaminación rural: Originada por la limpieza de establos y cuadras, y por el uso de fertilizantes e insecticidas en la agricultura. La construcción de pozos negros para evacuar aguas fecales también puede contaminar las aguas subterráneas.
- Contaminación industrial: Causada por la cantidad de vertidos sin depurar que las fábricas expulsan a mares y ríos, provocando la muerte de la fauna acuática. Las zonas de España más afectadas incluyen el Estrecho de Gibraltar y el Golfo de Cádiz.
- Contaminación urbana: Se debe al vertido de aguas fecales sin depurar, que contienen virus y bacterias, y a la cantidad de basura depositada en vertederos.
F. Los Residuos Sólidos Urbanos
Los residuos sólidos urbanos tienen un papel contaminante significativo. El incremento constante de su producción ha provocado un aumento en la creación de vertederos en las periferias de ciudades y pueblos. Aunque muchos de estos vertederos son incontrolados, la mayoría son controlados, si bien también generan problemas. Para abordar esta problemática, el Plan Nacional de Residuos Urbanos (PNRU) propone:
- Reducir, reutilizar y reciclar.
- Valorización de los residuos (aprovechamiento energético o material).
- Mayor seguridad en los vertidos.
La Protección del Medio Natural en España y Castilla-La Mancha
La destrucción de los paisajes naturales, provocada por la acción humana, pone en peligro la rica biodiversidad del planeta. La creciente valoración de la naturaleza ha impulsado el desarrollo de medidas de protección de los espacios naturales y de las especies silvestres.
En España, el interés por la conservación comenzó con la creación de la Ley de Parques Nacionales en 1916, declarándose en 1918 los dos primeros parques nacionales: la Montaña de Covadonga y el Valle de Ordesa. En 1971 se creó el ICONA (Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza), un organismo clave en la gestión ambiental.
Actualmente, la política ambiental española está marcada por acuerdos internacionales, directrices de la Unión Europea (UE) y la labor del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Sus objetivos incluyen:
- Fomento del desarrollo sostenible.
- Prevención de la degradación ambiental.
- Corrección de problemas mediante normas y sanciones.
- Corrección de problemas medioambientales globales.
- Conservación de los espacios naturales mediante la creación de áreas protegidas.
La Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad establece las normas de conservación. Según esta ley, se consideran espacios naturales protegidos todos aquellos que contengan sistemas o elementos naturales dignos de conservar. Se diferencian cinco categorías principales de espacios naturales protegidos:
- Los Parques: Áreas naturales poco transformadas por la ocupación o actividad humana. Dentro de esta categoría se distinguen:
- Parques Nacionales: Actualmente hay 16 en España. Su conservación es de interés general para la nación. Son gestionados conjuntamente por la Administración del Estado y las Comunidades Autónomas. Ejemplos: Doñana, Picos de Europa, Sierra Nevada.
- Parques Naturales: De menor dimensión que los nacionales, son gestionados en exclusiva por las Comunidades Autónomas. En ellos se permite la explotación controlada de recursos primarios, culturales y de ocio. Ejemplo: Sierra de Cazorla.
A estas cinco figuras se incorporan otros espacios protegidos reconocidos internacionalmente, como los de la Red Natura 2000 (que incluye Zonas de Especial Protección para las Aves – ZEPA y Lugares de Importancia Comunitaria – LIC), las Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), los Geoparques, las Reservas de la Biosfera y los Humedales de Importancia Internacional del Convenio de Ramsar.
Castilla-La Mancha: Un Patrimonio Natural Rico
Castilla-La Mancha ofrece una amplia diversidad de paisajes con un gran valor y riqueza natural. La Comunidad supera los 3.200 km². Cuenta con 2 parques nacionales, 22 reservas naturales y un número elevado de microrreservas, reservas fluviales y monumentos naturales. Además, la Red Natura 2000 incluye 36 ZEPA y 82 LIC en su territorio.
Los lugares más importantes son sus dos Parques Nacionales:
- Las Tablas de Daimiel: Conserva el ecosistema de tablas fluviales característico de La Mancha, formado por la confluencia de los ríos Cigüela y el Alto Guadiana, en una zona de escasa pendiente donde afloran aguas subterráneas. Alberga una vegetación singular y una fauna muy variada, tanto avícola como de mamíferos.
- Cabañeros: Representa el ecosistema de bosque mediterráneo en un espacio montañoso de interior, los Montes de Toledo. Presenta dos tipos de paisajes: el apalachense de las sierras paleozoicas de cuarcitas y pizarras, y las rañas en las depresiones intramontanas. La vegetación incluye bosques de encinas, alcornoques y quejigos. Su fauna es muy variada y de alto valor, con especies como el buitre negro, el águila imperial y el lince ibérico.
Entre los parques naturales de la región destacan el del Alto Tajo, las Lagunas de Ruidera o la Serranía de Cuenca.
La Población Española: Movimiento Natural y Migratorio
3. El Movimiento Natural de la Población
3.1. El Crecimiento Natural de la Población: Natalidad y Mortalidad
El movimiento natural de la población es el crecimiento o decrecimiento resultante de la diferencia entre la natalidad (número de nacimientos en un año) y la mortalidad (número de defunciones). Si la tasa de natalidad supera a la de mortalidad, la población de un país aumenta; si la tasa de mortalidad supera a la de natalidad, la población desciende.
3.1.1. La Natalidad
Es el número total de nacimientos registrados en un territorio durante un año. España presenta una tasa de natalidad inferior al 10‰ (diez por mil).
El descenso de la natalidad española se inicia a comienzos del siglo XX. La tasa de natalidad ha experimentado un declive con algunos momentos destacados:
- Caída con la crisis de los años 30 y la Segunda República.
- Subnatalidad durante la Guerra Civil y la posguerra.
- Un baby boom en los años 60 y principios de los 70.
Sin embargo, el descenso más pronunciado de la natalidad en España se ha producido en las últimas décadas. Desde 1999 hubo un ligero repunte de la tasa bruta de natalidad hasta la crisis de 2008. Este descenso se comprende al analizar la evolución del índice de fecundidad: el número de hijos por mujer, que era de 2,8, cayó a 1,16 en 1998.
Este descenso de la natalidad es el resultado de decisiones individuales y está ligado a un cambio de mentalidad. En el control de natalidad, confluyen varias causas:
- El retraso en la edad de contraer matrimonio.
- El incremento de la población urbana y el mayor consumo.
- La incorporación de la mujer al mercado laboral.
- La generalización de los métodos anticonceptivos.
- Los periodos de alta incertidumbre política y económica.
- Se ha comprobado que a mayor nivel de instrucción, menor número de hijos.
- Cambio de mentalidad y valores sociales.
3.1.2. La Mortalidad
Es el número total de fallecidos durante un año en un territorio. En España, la mortalidad también es inferior al 10‰.
La disminución de la mortalidad se inicia a fines del siglo XIX y la tendencia a la baja fue continua a lo largo del siglo XX, salvo episodios como la “gripe española” de 1918 y la Guerra Civil. A partir de 1951, la tasa de mortalidad desciende por debajo del 10‰. Desde entonces, se observa un ligero aumento de la mortalidad, consecuencia del envejecimiento de la población. En el siglo XXI, la tasa de mortalidad vuelve a descender por efecto del rejuvenecimiento provocado por la inmigración.
Destaca la drástica caída de la tasa de mortalidad infantil, que ha seguido una tendencia descendente en los últimos años en España, pasando de tasas elevadas a cifras muy bajas. Esto es fruto de los avances en medicina, vacunas, higiene, alimentación y educación.
La mejora de las condiciones de vida se evidencia en la evolución de la esperanza de vida, que ha pasado de los 70 años a más de 80 en la actualidad. La diferencia entre la esperanza de vida para mujeres y hombres ronda los 5,5 años, atribuible a factores como:
- El tipo de trabajo.
- El consumo de tabaco y alcohol.
- Hábitos alimenticios.
- Estrés.
Este elevado incremento en las expectativas de vida y el retroceso de la mortalidad se deben a la mejora de las condiciones sanitarias, alimentarias e higiénicas. La disminución de la mortalidad viene acompañada por un cambio en las causas de muerte, predominando ahora las enfermedades crónicas y degenerativas.
3.1.3. Distribución Territorial de la Natalidad y la Mortalidad
Las Comunidades Autónomas con mayor dinamismo demográfico (mayor natalidad y/o menor mortalidad) o con fuerte inmigración son:
- Navarra, Andalucía, Murcia, Ceuta y Melilla.
- Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Baleares.
Las Comunidades Autónomas en declive demográfico (con altas tasas de mortalidad y bajas de natalidad) son:
- Zonas de emigración histórica y poca inmigración (Galicia e interior).
- Zonas afectadas por la crisis industrial (Cornisa Cantábrica).
3.2. Los Regímenes Demográficos: El Modelo de Transición Demográfica
El modelo de transición demográfica describe la evolución de las poblaciones a través de cuatro fases:
- Fase 1: Régimen demográfico antiguo. Típica de las sociedades preindustriales, con altas tasas de natalidad y mortalidad, lo que resultaba en un crecimiento natural muy reducido. Las causas de las altas tasas de mortalidad eran la mala alimentación, la falta de higiene y medicina, y la frecuencia de guerras. En España, esta fase se prolongó durante todo el siglo XIX.
- Fase 2: Fase de crecimiento demográfico. A comienzos del siglo XX se inicia en España el régimen de transición demográfica, caracterizado por una aceleración en el crecimiento de la población debido a la disminución de la mortalidad. La Guerra Civil y la posguerra supusieron un aumento de la mortalidad y un descenso de la natalidad. En los años 60 y principios de los 70, se registró un fuerte crecimiento natural como consecuencia del baby boom y las mejoras sanitarias. Este crecimiento fue parcialmente regulado por la intensa emigración a Europa.
- Fase 3: Régimen demográfico moderno (actualidad). Caracterizado por tasas de natalidad y mortalidad reducidas y un escaso crecimiento natural. Cuando la crisis económica de 2008 comenzó a mostrar sus efectos, las tasas descendieron, situando el crecimiento anual de la población en las cifras más bajas. A principios del siglo XXI, el efecto de la inmigración y el crecimiento económico provocó un repunte de la natalidad, pero a partir de 2008 y la crisis económica, se produjo una reducción de la natalidad, lo que ha llevado a un crecimiento natural negativo desde 2016.
4. Los Movimientos Migratorios
Los movimientos migratorios son los desplazamientos de población desde un territorio a otro, implicando un cambio de residencia temporal o permanente.
Para medir el movimiento migratorio en números absolutos se utiliza el Saldo Migratorio, que puede ser negativo (más emigrantes que inmigrantes) o positivo (más inmigrantes que emigrantes). Para conocer el Crecimiento Real de la población, se calcula la suma del Crecimiento Natural (nacimientos – defunciones) y el Saldo Migratorio (inmigrantes – emigrantes).
Las migraciones son interiores cuando el desplazamiento se realiza dentro de un mismo Estado, o exteriores cuando se realizan a otro país o Estado.
Los efectos de la crisis económica en España a partir de 2008 provocaron un descenso de la población total debido a la disminución de nacimientos y a un saldo migratorio negativo.
4.1. Movimientos Migratorios Interiores
Se producen desde una región a otra dentro de España, siendo el más destacado históricamente el desplazamiento del campo a la ciudad, conocido como éxodo rural.
4.1.1. Etapas Históricas del Éxodo Rural
- Hasta la Guerra Civil: El retraso de la industrialización en España provocó que el éxodo rural comenzara más tarde que en otros países europeos.
- Durante la Guerra Civil y posguerra: La economía se estancó y la oferta de trabajo disminuyó, frenando el éxodo rural.
- 1950-1975: Intensificación del éxodo rural, impulsado por las mejoras económicas y el crecimiento demográfico.
- 1975-1990: La crisis de finales de los 70 provocó una desaceleración de las migraciones.
- Actualidad: La mayoría de los movimientos migratorios son interurbanos. Las grandes ciudades han perdido población en sus centros y el éxodo rural ha disminuido su intensidad.
4.2. Movimientos Migratorios Actuales
Las migraciones son los movimientos de población en el espacio. Se distingue entre emigración (salida de población de su lugar de origen) e inmigración (llegada de población a un lugar de destino). Existen migraciones temporales, definitivas, pendulares, interiores, exteriores, etc. El saldo migratorio es el balance entre inmigración y emigración: positivo si la inmigración es mayoritaria, negativo si lo es la emigración.
España, un país tradicionalmente emigrante, se ha convertido en las últimas décadas en un país receptor de inmigrantes.
4.2.1. Migraciones Interiores Actuales
En la actualidad, la economía ha entrado en una fase de terciarización importante, y el éxodo rural ha perdido relevancia, siendo sustituido por otros tipos de movimientos migratorios:
- Trasvase de población de grandes a medianas ciudades o áreas suburbanas: Motivado por el problema del precio de la vivienda en los centros urbanos, dando lugar al fenómeno de las ciudades dormitorio.
- Migraciones de carácter económico hacia provincias litorales o islas: Relacionadas con el auge del sector turístico y de la construcción, suelen ser de carácter temporal o pendular.
- Movilidad laboral de puestos de trabajo muy cualificados: El sector cuaternario y los sectores secundario y terciario altamente cualificados están sujetos a una movilidad laboral creciente.
- Retorno de antiguos emigrantes: Se ha producido y se sigue produciendo una vuelta de antiguos emigrantes a sus lugares de origen al jubilarse o prejubilarse por la reconversión industrial.
4.2.2. La Inmigración Actual en España
Características Generales:
El fenómeno de la inmigración es relativamente reciente en España, donde se ha producido, como en el resto de Europa, pero con un retraso de varias décadas. El gran desarrollo económico de España desde finales de los años 90 hasta 2008 fue la clave fundamental que explica la llegada masiva de inmigrantes, además de ser la puerta de Europa para muchos de ellos.
Es un fenómeno de gran importancia, con múltiples consecuencias. Hasta el comienzo de la crisis actual, suponía la mayor parte del crecimiento real de España, alcanzando algunos años de principios del milenio los 700.000 inmigrantes anuales. Actualmente, representan en torno al 12% de la población española. En los últimos años, el flujo ha disminuido considerablemente, e incluso en 2013 el saldo migratorio fue negativo, tanto por el retorno de inmigrantes a sus países como por jóvenes españoles (cualificados) que buscan trabajo en Europa debido a la situación económica. Desde 2016, el saldo migratorio ha vuelto a ser positivo como consecuencia del repunte de la inmigración.
Los inmigrantes se pueden clasificar en tres categorías:
- Aquellos que consiguen la nacionalidad.
- Los que tienen regularizadas sus condiciones laborales y de residencia.
- Los inmigrantes ilegales o irregulares.
En cuanto a la procedencia, tienen un origen muy diverso: el Magreb, Iberoamérica, Europa del Este, asiáticos y africanos. Un grupo diferente está representado por los europeos que residen en España en la costa (Málaga, Alicante, Mallorca), como ingleses o alemanes, y que no son emigrantes económicos.
En cuanto a su localización, se han asentado fundamentalmente en Madrid y Barcelona, el arco levantino del sureste agrícola, el campo catalán y el valle del Ebro. En lo que se refiere al tipo de trabajo, destacan las tareas agrícolas, la construcción y los servicios no cualificados.
Consecuencias de la Inmigración:
La inmigración tiene bastantes aspectos positivos, entre los que destacan:
- El rejuvenecimiento y aumento de la población (aumenta las cotizaciones de la Seguridad Social y la natalidad).
- Contribuyen al crecimiento económico del país (aumenta la tasa de actividad y ocupan puestos de trabajo de escasa demanda).
- Los beneficios de un posible mestizaje cultural.
Los problemas pueden generarse cuando no hay una buena integración social o se crean bolsas de pobreza en torno a ellos.
La Ciudad y el Paisaje Urbano
2. Etapas del Proceso de Urbanización en España
La tasa de urbanización se calcula como: (población que vive en ciudades / población total) × 100.
2.1. La Ciudad Preindustrial (Hasta el Siglo XIX)
Hasta el inicio de la industrialización en el siglo XIX, el tamaño de las ciudades oscilaba en torno a 5.000-10.000 habitantes. Los factores que favorecían la urbanización eran de tipo:
- Estratégico-militar.
- Político-administrativos.
- Económicos.
- Religiosos.
Pueden distinguirse varias etapas:
- La ciudad en época antigua: La colonización fenicia y griega supuso la creación de factorías comerciales en la costa. El Imperio Romano dio lugar a la fundación de numerosas ciudades, cuyas funciones eran político-militares, administrativas o económicas. La decadencia del poder romano y las invasiones germánicas condujeron a una fase de desurbanización a partir del siglo III.
- Edad Media: En el espacio musulmán, que comprendía casi toda la Península, se fundaron ciudades nuevas (como Madrid). La ciudad islámica se caracterizaba por un conjunto apretado de edificios rodeados por una muralla, con calles estrechas y sinuosas. En el espacio cristiano, las ciudades eran escasas y desempeñaban una función militar y estratégica, con calles estrechas y la Iglesia como centro.
- La urbanización en la Edad Moderna: En el siglo XVI hubo un crecimiento urbano gracias a la expansión económica y al poderío de los Austrias. En el siglo XVII, el crecimiento urbano se estancó. Hubo una mejora de las infraestructuras urbanas y la introducción de elementos nuevos como la plaza mayor. Durante el siglo XVIII, el proceso de urbanización se reanimó, llevándose a cabo importantes reformas urbanas para mejorar las condiciones estéticas e higiénico-sanitarias de las ciudades: puertas monumentales, avenidas, puentes e infraestructuras urbanísticas como el alumbrado y el alcantarillado.
2.2. La Ciudad Industrial (Finales del Siglo XIX hasta la Crisis Económica de 1975)
2.2.1. La Urbanización en el Siglo XIX
Experimentó un gran crecimiento debido a la división de España en provincias y al desarrollo industrial en el País Vasco, Cataluña, Asturias y Málaga. Las ciudades tuvieron que planificar su crecimiento, que se concretó en los planes de reforma interior y en los de ensanche.
- Los proyectos de reforma interior buscaban adaptar las calles a las nuevas necesidades con la destrucción de murallas y la apertura de grandes vías, así como mejorar las condiciones de vida de la población y los servicios urbanos (construcción de cementerios y viviendas).
- Los planes de ensanche pretendían facilitar la construcción de viviendas, el crecimiento de la ciudad y el aumento de las rentas del suelo urbano. Se caracterizaban por calles alineadas en las que se levantaban edificios, destinados principalmente a la clase burguesa. Destaca el ensanche de la Ciudad de Barcelona.
2.2.2. La Urbanización en el Siglo XX
Se caracterizó por un gran crecimiento urbano, continuo hasta la Guerra Civil (1936). La industria fue el principal motor de este incremento. La etapa de mayor desarrollo urbano se extiende entre 1960 y 1975. Las causas fueron:
- El desarrollo industrial, que atrajo mano de obra del campo a las grandes ciudades.
- El elevado crecimiento natural, impulsado por el baby boom.
- El desarrollo del turismo.
Las consecuencias de este rápido crecimiento fueron:
- Un fuerte crecimiento de la población debido al éxodo rural y a las corrientes migratorias.
- La expansión de las ciudades originó la creación de áreas metropolitanas.
- Especialización funcional en las áreas metropolitanas: surgimiento de ciudades dormitorio, polígonos industriales, etc.
2.3. La Urbanización Postindustrial (Desde 1975)
Desde 1975, la crisis económica e industrial, el freno en el crecimiento demográfico y el descenso del éxodo rural provocaron cambios en el proceso de urbanización y en la estructura de la ciudad, entre los que destacan los siguientes:
- El ritmo de crecimiento urbano desciende, volviéndose más lento, e incluso en las grandes metrópolis se produce un fenómeno de desurbanización.
- Transformación de los centros urbanos a través de rehabilitaciones de los cascos antiguos, creación de grandes zonas peatonales, ampliación de plazas y jardines y mejora de las infraestructuras y servicios.
- Desarrollo de los espacios centrales (CBD – Central Business District) con concentración de funciones financieras, administrativas y comerciales, y un crecimiento vertical de la ciudad.
- Cambian los factores de la urbanización. La industria pierde importancia como factor de crecimiento, especialmente en aquellas ciudades donde sus sectores industriales se vieron afectados por la crisis. A la vez, aparece la tendencia a la dispersión industrial y la aparición de polígonos tecnológicos en las grandes ciudades.
- Las actividades terciarias ganan relevancia como factor urbanizador, tanto en los grandes centros administrativos y financieros (Madrid y Barcelona) como en las regiones turísticas (Baleares o Canarias).
- En las grandes ciudades se frena el proceso de crecimiento a favor de ciudades más pequeñas y medianas, e incluso hacia núcleos rurales cercanos. Este proceso se debe a la saturación y a la tendencia a la descentralización de las actividades económicas. El resultado es la llamada urbanización difusa, que extiende la ciudad hacia espacios cada vez más amplios, surgiendo áreas periurbanas o suburbanas de límites imprecisos entre el campo y la ciudad, junto con la constitución de diversos tipos de aglomeraciones urbanas. Este hecho no significa una pérdida de primacía de las grandes ciudades, sino, al contrario, una acentuación de la concentración de las funciones más relevantes y el control de las actividades del espacio circundante.
Las periferias actuales se estructuran en diversas áreas caracterizadas por sus contrastes morfológicos, funcionales y sociales:
- Los barrios residenciales.
- Las áreas industriales (polígonos industriales).
- Las áreas de equipamiento (grandes superficies comerciales, centros sanitarios, educativos, de ocio, etc.).
Las áreas residenciales de la periferia presentan una gran variedad de tipologías y una homogeneidad social derivada del precio del suelo y de la distancia al centro. Podemos distinguir las siguientes:
- Los barrios marginales de infravivienda o chabolas.
- Los barrios de vivienda de promoción oficial.
- Los polígonos de vivienda de promoción privada.
- Áreas de vivienda unifamiliar.
Algunas ciudades han crecido hasta conectar con otros núcleos de población, dando lugar a aglomeraciones urbanas como:
- El área metropolitana: Gran extensión urbana que rodea a una ciudad importante (ciudad central) y abarca administrativamente varios municipios entre los que existen importantes relaciones económicas y sociales. Ejemplos: Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia o Málaga.
- La conurbación: Área urbana continua formada por el crecimiento de dos o más ciudades hasta unirse, sin un centro rector claro. Ejemplo: Málaga-Marbella.
4. La Estructura de la Ciudad
4.1. El Centro Urbano
Se distinguen dos sectores principales:
4.1.1. El Casco Antiguo
Es la zona más antigua de la ciudad y suele tener las siguientes características:
- Solían estar rodeadas de murallas.
- Presentan un plano irregular y una trama urbana cerrada.
- En muchas ciudades han sufrido una fuerte degradación, y se ha intentado recuperar estos espacios urbanos mediante la rehabilitación de edificios, la creación de espacios culturales o de ocio, o la ubicación de dependencias de la administración. Estos planes a menudo generan una segregación social, ya que en los nuevos espacios rehabilitados se asienta una población de clase media.
4.1.2. El Centro de Negocios (CBD)
Se trata del área comercial y de negocios de la ciudad. Es una zona de alta actividad laboral, donde la demanda de oficinas y locales comerciales eleva el precio del suelo y los alquileres. Es crucial la facilidad de accesos, mediante metro, ferrocarril de cercanías y amplias avenidas para el tráfico rodado (coche y autobús).
4.2. Áreas Residenciales
Se sitúan alrededor del centro urbano, en los ensanches y, las más modernas, en la periferia o afueras de la ciudad.
4.2.1. El Ensanche
Construido principalmente en el siglo XX, presenta un plano cuadriculado, con edificaciones de calidad y dotaciones públicas completas: colegios, parques, centros sanitarios.
4.2.2. Áreas Residenciales de la Periferia
Creadas sobre todo en la década de 1960, debido al gran crecimiento de las ciudades. Se pueden distinguir varios tipos de construcciones:
- Los barrios de viviendas de promoción oficial: Se crearon en España más de 400.000 viviendas protegidas, construidas con ayuda estatal y con limitaciones en el precio de venta. Formaron barrios de trama abierta, con edificación en bloques, de baja calidad, y que sufrieron un envejecimiento prematuro.
- Los polígonos de viviendas de promoción privada: La trama abierta evolucionó hacia bloques en forma de H, de altura y densidad excesiva. Son los barrios denominados dormitorio. Su función principal fue residencial, con comercios y dotaciones de barrio limitados.
- Los barrios marginales: Surgen sobre suelo ilegal y sin organización urbanística. Las viviendas suelen ser autoconstruidas y carecen de los servicios elementales (agua, luz, saneamiento).
4.3. La Periferia
4.3.1. Las Áreas de Vivienda Unifamiliar
En los límites entre el espacio rural y la ciudad, surgen viviendas unifamiliares con espacios ajardinados. Suelen ser ocupadas por ciudadanos de clase media y alta, con ingresos elevados.
4.3.2. Áreas Industriales
Los polígonos industriales se sitúan lejos de zonas habitadas para reducir la contaminación, ya que necesitan grandes espacios y el precio del suelo es más barato.
4.3.3. Grandes Superficies Comerciales
Necesitan amplios espacios y suelen localizarse en zonas de fácil acceso, cerca de carreteras, autovías y ferrocarril.
5. El Sistema Urbano en España
Se entiende por red urbana la disposición de las ciudades sobre el territorio y las relaciones que mantienen entre sí a través de flujos de información, sociales, económicos, etc. La mayoría de las ciudades más pobladas se encuentran en la periferia peninsular. Estas ciudades se disponen de forma semianular, formando una serie de ejes urbanos.
Los núcleos urbanos más relevantes influyen en el espacio circundante y ejercen una fuerte atracción sobre el territorio. Se genera una relación entre ciudades y sus áreas de influencia, que forman un sistema urbano. El área de influencia se define como el territorio organizado por una ciudad y que está vinculado socioeconómicamente a ella, donde la distancia juega un papel decisivo. Estas áreas de influencia a veces forman las áreas metropolitanas, un espacio compuesto por un núcleo principal (metrópolis) y municipios colindantes. Estas áreas pueden alcanzar un gran tamaño, como Madrid o Barcelona. En otras ocasiones, aparece lo que llamamos conurbación, cuando la unión de dos o más ciudades no tiene un claro centro rector.
El sistema urbano español está condicionado por:
- Factores internos: Destaca la evolución histórica que ha favorecido el desarrollo de ciudades y regiones, la formación de las Comunidades Autónomas y el desarrollo de las infraestructuras de transporte.
- Factores externos: Relacionados con el fenómeno de la globalización, como las redes de distribución de productos, el sistema financiero y las redes de comunicación internacional, especialmente los aeropuertos.
5.1. El Modelo de Jerarquía Urbana
La jerarquía urbana clasifica las ciudades según su tamaño, funciones y área de influencia:
5.1.1. Metrópolis Nacionales
Aparecen dos grandes aglomeraciones: Madrid y Barcelona. Ambas metrópolis superan los 3 millones de habitantes y ejercen su influencia sobre todo el territorio nacional, estando vinculadas a otras metrópolis mundiales. Son los dos principales centros de decisiones empresariales y cuentan con servicios muy especializados y empresas de alta tecnología. Madrid, como capital del Estado, tiene además una función administrativa muy importante.
5.1.2. Metrópolis Regionales de Primer Orden
Se incluyen Valencia, Sevilla, Bilbao y Zaragoza. Cuentan con una población entre los 500.000 y los 1.500.000 habitantes. Mantienen flujos intensos con las metrópolis nacionales y ejercen su influencia sobre un área extensa de carácter regional. Concentran servicios de alto rango.
5.1.3. Metrópolis Regionales de Segundo Orden
Ejemplos: Oviedo, Alicante, Santander o Murcia. Cuentan con algunos servicios especializados, como las universidades. Su población oscila entre los 200.000 y los 500.000 habitantes, y suelen mantener flujos intensos con la correspondiente capital regional.
5.1.4. Ciudades Medias
Población entre los 50.000 y 200.000 habitantes. Las funciones más características de este grupo de ciudades son las comerciales y de servicios de ámbito provincial, aunque algunas pueden tener una especialización industrial o portuaria. Algunos ejemplos son Segovia, Burgos, Castellón o Logroño.
5.1.5. Ciudades Pequeñas
Una población de menos de 50.000 habitantes. Sus funciones son administrativas y comerciales, aunque pueden contar con centros sanitarios, de enseñanza secundaria y de formación profesional. Su área de influencia es comarcal. Ejemplos: Valdepeñas, Hellín o Plasencia.
Las ciudades se relacionan entre sí de la siguiente manera:
- Madrid: Mantiene relaciones intensas con todas las demás.
- Barcelona: Tiene una influencia más débil en el resto del territorio nacional, concentrándose en su área de influencia catalana y mediterránea.
- El cuadrante noroeste es el de mayor integración, con intensas relaciones entre sus metrópolis.
- En el resto del sistema, las relaciones son menores.
5.2. Principales Áreas y Ejes Urbanos
El sistema de ciudades tiende a articularse, formando ejes de desarrollo. Un eje de desarrollo se produce cuando las ciudades se articulan en torno a un conjunto de infraestructuras de transportes terrestres (carreteras, ferrocarriles), a las que se une la concentración de actividades económicas y de población. Los ejes principales son los siguientes:
- Eje de Madrid: Su situación central le confiere una posición de conexión entre varios ejes. Tiene un gran peso dentro del sistema económico, aunque sufre problemas de congestión.
- Eje Mediterráneo: Se extiende de Girona a Murcia, con el mayor potencial de desarrollo. Su nivel de urbanización es muy elevado y presenta una estructura económica muy diversificada: industrial, terciaria, agrícola, etc.
- Eje del Ebro: Desde Bilbao a Tarragona, presenta algunos vacíos demográficos en las provincias de Huesca, Zaragoza y Lleida.
- Eje Cantábrico: Se desarrolla desde el País Vasco a Galicia. Es un espacio urbano en crisis y poco integrado en las redes vecinas.
- Eje Atlántico Gallego: Concentra la mayor parte del sector productivo gallego y forma parte de un eje de mayor envergadura que se prolonga hacia Oporto.
- Eje Andaluz: Constituye un gran corredor de importancia turística, siendo menos desarrollado en el eje interior.
- Eje Madrid-Andalucía: Con poca población y ciudades a su paso por Castilla-La Mancha y parte de Andalucía, hacia el sur, presenta un fuerte crecimiento demográfico.
- Eje Oeste – Ruta de la Plata: Se extiende desde Huelva y Sevilla hasta el Principado de Asturias; mantiene tasas demográficas bajas.
6. Los Problemas de las Ciudades
Las ciudades españolas, sobre todo las grandes urbes, sufren problemas de diversa índole, que están muy relacionados entre sí y que se intentan solventar mediante el planeamiento urbano, gestionado por las administraciones públicas. Las Comunidades Autónomas elaboran las directrices generales, y los ayuntamientos las aplican en cada municipio a través de los Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU):
- El PGOU proyecta el desarrollo urbano para los próximos años.
- Califica los tipos de suelo (urbano, no urbano y urbanizable), el tipo de edificabilidad, la red viaria, los equipamientos y las medidas de protección medioambiental.
- El PGOU se divide en Planes Parciales (para cada área urbana) y Planes Especiales (para zonas concretas como áreas degradadas o el casco antiguo).
Los principales problemas de las ciudades son:
- Problemas territoriales:
- Excesiva densidad de población y de edificación urbana en algunas ciudades.
- Problemas de congestión de tráfico y necesidades crecientes de nuevas infraestructuras de transportes y equipamientos.
- Presión constante sobre el espacio no urbanizado con el objetivo de recalificar y edificar. Esta situación originó una gran especulación durante el “boom inmobiliario” de la década pasada, influyendo en el aumento excesivo del precio de las viviendas y donde muchas familias, en la situación actual, no han podido hacer frente a las hipotecas.
- Problemas de habitabilidad en las ciudades:
- Falta de servicios, equipamientos y viviendas adecuadas.
- Deterioro de edificios y barrios.
- Aparición del chabolismo.
- Problemas de tipo social:
- Relacionados con el deterioro de ciertos barrios y procesos de segregación étnica y social dentro de la ciudad, que dan lugar a la marginalidad y exclusión social.
- El estilo de vida urbano puede favorecer el estrés, el aislamiento o el desarraigo social y familiar.
- Problemas de tipo medioambiental:
- La mayor ocupación del suelo debido a la expansión urbana de las áreas metropolitanas, lo que provoca un fuerte impacto visual en el paisaje.
- El aumento de los residuos urbanos y la contaminación ambiental.
- El aumento de los problemas de abastecimiento y consumo energético ante el crecimiento de las necesidades de la población urbana.
Los poderes públicos deben realizar fuertes inversiones en los sistemas de alcantarillado, depuración de aguas urbanas, y en la recogida y reciclaje de residuos urbanos e industriales.