Los Inicios de Roma: La Monarquía y la Temprana República
1. Romanum imperium… a Romulo
El imperio romano, menor que el cual la memoria humana no puede recordar casi ninguno, ni más ensanchado en todo el mundo con su crecimiento, tiene su origen en Rómulo, que, hijo de la virgen vestal Rea Silvia y, según se cree, de Marte, nació en el mismo parto con un hermano: Remo. Éste, siendo bandolero entre pastores, a la edad de dieciocho años, fundó una ciudad pequeña en el monte Palatino, el undécimo día antes de las calendas de mayo¹, en el año tercero de la sexta Olimpíada y en el año 394 tras la ruina de Troya, según quienes transmiten lo más y lo menos.
2. Condita civitate… Multitudinem
Fundada la ciudad que por su nombre llamó Roma, hizo esto, más o menos: recibió en ella como ciudadanos a multitud de vecinos; enseguida eligió cien de los más ancianos, con cuyo consejo haría todo, y los llamó senadores por su ancianidad. Entonces, como ni él ni su pueblo tenían mujeres, invitó a un espectáculo de juegos a los pueblos vecinos de Roma, y raptó a sus vírgenes. Producidas guerras por el atropello de este rapto, venció a los ceninianos, antemnates, crustuminos, sabinos, fidenatos y veyos. Todas estas ciudades rodean la ciudad³. Y, como desapareciera de repente al producirse una tormenta en el año trigésimo séptimo de su reinado, se creyó que había subido entre los dioses y fue divinizado. Luego, cada senador mandó durante cinco días en Roma, y el interregno duró un año.
3. Postea Numa Pompilius…
Después fue nombrado rey Numa Pompilio, que no hizo ninguna guerra, pero que no fue menos útil al estado que Rómulo, porque dio leyes y costumbres a los romanos, quienes por su costumbre de las guerras ya eran tenidos por bandidos y semibárbaros. Asignó doce meses al año, confuso sin cálculo alguno hasta entonces, e instituyó infinitos ritos y templos en Roma. Murió de enfermedad en el año cuadragésimo tercero de su reinado.
4. Huic successit Tullus Hostilius…
A este lo sucedió Tulo Hostilio, que reinició las guerras y venció a los albanos, que se encuentran a doce millas de Roma. También sometió a los veyos y a los fidenatos, unos de los cuales están a seis millas de Roma y los otros a dieciocho. Añadido el monte Celio, amplió la ciudad. Cuando hubo reinado treinta y dos años, herido por un rayo, ardió junto con su casa.
5. Post hunc Ancus Marcius…
Tras este, tomó el poder Anco Marcio, nieto de Numa por su hija. Luchó contra los latinos; unió a la ciudad los montes Aventino y Janículo, y fundó otra ciudad en la desembocadura del Tíber, a orillas del mar, a dieciséis millas de Roma. Murió de enfermedad en el año vigésimo cuarto de su reinado.
6. Deinde regnum Priscus Tarquinius accepit…
Luego recibió el reino Tarquinio Prisco. Éste dobló el número de senadores; construyó el circo de Roma, y estableció los juegos romanos, que han permanecido hasta nuestra época. También venció a los sabinos y, arrebatándoles no poco de sus tierras, las sumó al territorio de Roma. También fue el primero que entró en Roma en triunfo. Construyó murallas y cloacas y comenzó el Capitolio. Murió en el año trigésimo octavo de su reinado, asesinado por los hijos de Anco, rey a quien él había sucedido.
7. Post hunc Servius Tullius…
Tras este tomó el poder Servio Tulio, nacido de madre noble, pero cautiva y sierva. También sometió a los sabinos; añadió tres montes a la ciudad: el Quirinal, Viminal y Esquilino; y rodeó de fosos las murallas. Éste fue el primero que ordenó un censo, que todavía era desconocido por todo el orbe de las tierras. El recuento general que se realizó bajo su reinado arrojó 83 000 ciudadanos romanos, con los que estaban en los campos. Fue asesinado por obra de su yerno Tarquinio el Soberbio, hijo del rey a quien había sucedido, y de su propia hija, Tulia, que Tarquinio tenía por mujer.
8. L. Tarquinius Superbus… Volscos
Lucio Tarquinio el Soberbio, séptimo y último de los reyes, venció a los volscos, pueblo que, para quienes van a Campania, está no lejos de la ciudad; sometió la ciudad de Gabios y Suesa Pomecia; hizo la paz con los etruscos, y construyó un templo a Júpiter en el Capitolio. Luego, mientras sitiaba Árdea, ciudad situada a dieciocho millas de Roma, perdió el poder porque, habiendo el menor de sus hijos, llamado también Tarquinio, deshonrado a Lucrecia, mujer nobilísima y muy virtuosa, casada con Colatino, ésta se quejó de aquel ultraje a su esposo, a su padre y amigos, y se mató delante de ellos. Por este motivo, Bruto, pariente también él de Tarquinio, sublevó al pueblo y arrebató el poder a Tarquinio. Muy poco después, también el ejército que sitiaba con el propio rey la ciudad de Árdea lo abandonó. Y, cuando el rey vino a Roma, cerradas las puertas, fue dejado fuera y, habiendo reinado veinticinco años, huyó con su esposa e hijos. De este modo se reinó en Roma durante 243 años con siete reyes, cuando aún Roma apenas poseía hasta quince millas (de territorio), cuando más.
9. Hinc consules coepere…
Desde entonces nombraron cónsules, dos en lugar de un solo rey, elegidos por este motivo: para que, si uno quería ser malo, el otro, que tenía un poder similar, lo contuviese. Y pareció bien que no tuvieran el poder más allá de un año, para que no se volvieran insolentes por la duración de su autoridad, sino que fueran siempre civiles por saber que, tras un año, serían ciudadanos sin cargo. En el primer año que siguió a la expulsión de los reyes, fueron cónsules Lucio Junio Bruto, quien más había hecho para que Tarquinio fuera expulsado, y Tarquinio Colatino, marido de Lucrecia.
10. In prima pugna…
En la primera batalla, el cónsul Bruto y Arunte, hijo de Tarquinio, se mataron mutuamente; pero se retiraron vencedores de aquel combate los romanos. Las matronas romanas llevaron durante un año luto por Bruto, defensor de su virtud y, por decirlo así, su padre común. Valerio Publícola tomó por colega a Espurio Lucrecio Tricipitino, padre de Lucrecia; y, muerto éste de enfermedad, eligió como colega a Horacio Pulvilo. Tuvo así el primer año cinco cónsules, por haber salido de Roma Tarquinio Colatino, a causa de su nombre; por haber sucumbido Bruto en la batalla, y haber muerto de enfermedad Espurio Lucrecio.
11. Secundo quoque anno…
De nuevo, en el segundo año, Tarquinio hizo la guerra a los romanos para ser recibido en el reino, prestándole auxilio Porsena, rey de Toscana, y casi tomó Roma. Pero fue vencido entonces otra vez. Al tercer año tras la expulsión de los reyes, Tarquinio, como no podía ser repuesto en el trono y Porsena, que había hecho la paz con los romanos, no le prestaba auxilio, se retiró a Túsculo, la cual ciudad está no lejos de Roma. Allí envejeció con su mujer durante catorce años como simple particular (privatus). En el cuarto año tras la deposición de los reyes, como los sabinos hicieron guerra a los romanos, fueron vencidos y se celebró un triunfo por ellos. En el quinto año aquel Valerio, colega de Bruto en el consulado y cuatro veces cónsul, murió tan pobre que, reunido dinero del pueblo, se atendió a su sepelio. A éste, las matronas romanas lo lloraron durante un año, como a Bruto.
12. Nono anno post reges exactos…
En el año noveno tras la expulsión de los reyes, como el yerno de Tarquinio hubiera reunido un ejército enorme para vengar el ultraje de su suegro, se instituyó en Roma un nuevo cargo, que se llama dictadura, superior al consulado. En el mismo año se nombró un jefe de la caballería (magister equitum), que obedeciera al dictador. Nada se puede decir más parecido al poder imperial que Su Serenidad ahora posee, que la antigua dictadura, puesto que también Augusto Octaviano, de quien hablaremos después, y, antes que él, Gayo César, reinaron bajo el nombre y el título de dictadura. El primer dictador de Roma fue Tito Larcio, y el primer jefe de la caballería, Espurio Casio.
13. Sexto decimo anno post reges exactos…
En el año décimo sexto tras la expulsión de los reyes, el pueblo de Roma promovió una sedición porque, según alegaban (tamquam), era oprimido por el senado y los cónsules. Entonces creó por sí mismo y para sí los tribunos de la plebe, como sus jueces y defensores, para ser defendido por ellos contra cónsules y senado.
14. Sequenti anno Volsci…
En el año siguiente, los volscos reiniciaron la guerra contra los romanos y, vencidos en el frente, perdieron también Coriolo, la ciudad mejor que tenían.
15. Octavo decimo anno postquam reges eiecti erant…
Dieciocho años tras la expulsión de los reyes, fue desterrado de Roma Quinto Marcio Coriolano, el general romano que había tomado Coriolo, ciudad de los volscos. Se retiró muy ofendido con aquel pueblo y recibió auxilio contra los romanos. Derrotó a menudo a los romanos; avanzó hasta cinco millas de Roma, e incluso habría atacado su propia patria, rechazados los embajadores que pedían la paz, si su madre, Veturia, y su esposa, Volumnia, no hubieran venido de la ciudad. Vencido por sus lágrimas y ruegos, retiró el ejército. Después de Tarquinio, éste fue el segundo romano que estuvo como general contra su patria.
16. C. Fabio et L. Virginio consulibus…
Siendo cónsules Cesón Fabio y Lucio Virginio, trescientos ciudadanos nobles, que eran de la familia Fabia, sostuvieron solos la guerra con los veyos, prometiendo al senado y al pueblo terminarla toda por sí mismos. Así que partieron y todos, nobles que deberían ser jefes cada uno de un gran ejército, perecieron en la batalla. Solo uno de tan gran familia sobrevivió, quien, por su edad pueril, no pudo ser llevado al combate. Después de esto se hizo en Roma el censo de los ciudadanos, y se hallaron 119 319 cabezas (de ciudadanos).
17. Sequenti anno cum in Algido monte…
Al año siguiente, cuando el ejército romano estaba asediado en el monte Álgido, a casi doce millas de Roma, fue hecho dictador Lucio Quincio Cincinato, quien poseía un campo de cuatro yugadas que cultivaba con sus manos. Como fuera hallado en el trabajo labrando, secado el sudor, tomó la toga pretexta y, destrozados los enemigos, liberó al ejército.
18. Anno trecentesimo et altero ab urbe condita…
Trescientos un años tras la fundación de Roma, cesó el poder consular y, en vez de dos cónsules, se designaron diez que tuvieran la autoridad soberana, llamados decenviros. Pero éstos, aunque el primer año se condujeron bien, en el segundo, uno de ellos, Apio Claudio, quiso deshonrar a una joven virgen, hija de un tal Virginio, que ya sirviera honrosamente contra los latinos en el monte Álgido. A ésta la mató el padre para que no fuera deshonrada por el decenviro y, regresando con los soldados, promovió una sedición. La autoridad de los decenviros fue eliminada y ellos mismos, condenados.
19. Anno trecentesimo et quinto decimo ab urbe condita…
En el año trescientos quince tras la fundación de la ciudad, los fidenatos se sublevaron contra los romanos. Les prestaban auxilio los veyos y su rey Tolumnio. Estas dos ciudades son tan cercanas a la ciudad que Fidenas dista seis millas, y Veyas, dieciocho. A éstos se unieron también los volscos; pero, vencidos por el dictador Mamerco Emilio y su jefe de la caballería Lucio Quincio Cincinato, perdieron también a su rey. Fidenas fue tomada y arrasada.
20. Post viginti deinde annos Veientani rebellaverunt…
Veinte años después se sublevaron los veyos. Contra ellos se envió al dictador Furio Camilo, que primeramente les venció en batalla y, pronto también tomó tras largo sitio su capital, la más antigua y rica de Italia. Tras ésta, se apoderó de los faliscos, un pueblo no menos noble. Pero se movió contra él la envidia por haber distribuido mal el botín y, condenado por ello, fue expulsado de la ciudad. Poco después marcharon contra Roma los galos senones y, a once millas de la ciudad, cerca del río Alia, vencieron a los romanos, persiguiéndoles y apoderándose de Roma. Y nada pudo defenderse, salvo el Capitolio. Y, como los galos lo asediaran mucho tiempo y ya los romanos sufrieran hambre, recibido oro para que no asediaran el Capitolio, se retiraron. Pero Camilo, que estaba desterrado en una ciudad vecina, cayó sobre los galos y los venció gravísimamente. Después los siguió incluso y les mató a tantos que recuperó no solo el oro que se les había dado, sino también todas las enseñas militares de que se habían apoderado. Así entró triunfante en la ciudad por tercera vez y fue llamado el segundo Rómulo, como si él mismo fuera fundador también de la ciudad.