La Formación de Imperios Coloniales: Causas del Imperialismo
La expansión imperialista del siglo XIX fue un fenómeno complejo impulsado por diversas motivaciones. El dominio de los mares y la posesión de colonias se convirtieron en un claro signo de poder político y prestigio internacional. Las colonias, además, funcionaron como enclaves estratégicos para las potencias europeas, incrementando su poder militar en todos los continentes. Los territorios conquistados también permitieron el establecimiento del excedente de población europeo, aliviando presiones demográficas en las metrópolis.
Causas Económicas del Imperialismo
- Las industrias europeas aspiraban a ampliar sus mercados para vender sus excedentes de producción.
- Asegurar el abastecimiento de materias primas a bajo coste.
- Invertir capital en zonas donde se pudieran obtener mayores tasas de beneficios.
Se aprovecharon los territorios para establecer plantaciones, explotar recursos mineros y construir grandes infraestructuras que facilitaran el transporte y la extracción de recursos.
Causas Culturales e Ideológicas
La conquista colonial, que aprovechó las rutas abiertas por los exploradores, se apoyó en una concepción racista basada en la supuesta superioridad de la raza blanca. Los europeos consideraban que tenían una misión civilizadora sobre las razas supuestamente inferiores. El colonialismo también contribuyó a la exaltación nacionalista de los grandes estados europeos, reforzando su identidad y orgullo nacional.
La Expansión Colonial y sus Conflictos
La rivalidad entre las potencias desató una verdadera carrera colonial por conquistar y dominar nuevos territorios.
África: El Continente Más Colonizado
África fue el continente más colonizado. Se destacaron dos grandes proyectos:
- El proyecto británico: Dominio de la fachada oriental de norte a sur (El Cabo al Cairo).
- El proyecto francés: Dominio de una franja de este a oeste (del Atlántico al Índico).
Ante esta rivalidad, se convocó la Conferencia Internacional de Berlín (1884-1885), que estipuló las condiciones para ocupar nuevos territorios por parte de las metrópolis y estableció las diferentes zonas de influencia, buscando evitar conflictos directos.
Asia: Joya de la Corona y Enclaves Comerciales
En Asia, la colonización británica se centró en la India, donde la reina Victoria fue proclamada emperatriz y el territorio considerado la joya de la corona. Francia tuvo su centro de expansión en Indochina. Aunque China no fue ocupada por ningún país, los ingleses consiguieron establecer enclaves comerciales estratégicos como Hong Kong.
Conflictos Clave del Imperialismo
Guerra de los Bóeres (1880-1881, 1899-1902)
Se inició a raíz de la pretensión británica de expulsar a los granjeros holandeses (bóeres) que se habían establecido en El Cabo. La intervención de Gran Bretaña buscaba explotar las minas de oro y diamantes de la zona. Tras años de guerra, los territorios bóeres fueron anexionados al Imperio Británico.
Crisis de Fachoda (1898)
Los intereses de Francia y Gran Bretaña en África chocaron cuando ambos quisieron ocupar una zona estratégica del Alto Nilo. La superioridad militar de los ingleses obligó a los franceses a retirarse, evitando un conflicto mayor.
Guerras del Opio (1839-1842, 1856-1860)
Se desarrollaron a raíz de la prohibición de China al comercio británico de opio procedente de la India. Las guerras permitieron a Gran Bretaña conseguir el enclave de Hong Kong y abrir puertos chinos al comercio internacional, forzando la apertura del mercado chino.
Guerra Ruso-Japonesa (1904-1905)
Los japoneses, con el apoyo de los británicos, detuvieron el expansionismo ruso por Manchuria y el norte de Corea. El Imperio Japonés, que ya ocupaba las islas Kuriles y Formosa, se anexionó Corea en 1905, consolidando su poder en la región.
La Organización de los Imperios Coloniales
Los imperios coloniales se organizaron de diversas maneras, adaptándose a las características de cada territorio y a los intereses de la metrópoli.
Tipos de Colonias
- Colonias de Explotación: Con una población emigrada escasa que ejercía el control político y económico. Su objetivo principal era la extracción de recursos y la producción de materias primas.
- Colonias de Poblamiento: Recibían un fuerte contingente de población metropolitana, que buscaba establecerse de forma permanente y replicar las estructuras sociales y económicas de la metrópoli.
Formas de Dominio Colonial
Colonia
El territorio conquistado no tenía gobierno propio y dependía totalmente de la metrópoli. Un gobernador, un reducido grupo de funcionarios y un ejército de ocupación ejercían el control directo.Protectorado
El territorio conservaba un gobierno indígena, aunque gran parte de las funciones relevantes eran ejercidas por la metrópoli, como el mando del ejército y la política exterior.Dominio
El territorio tenía una organización política propia, con un alto grado de autonomía interna, pero estaba bajo soberanía británica (ejemplo: Canadá, Australia).Concesión
Era una zona cedida a la metrópoli durante un tiempo determinado. Se trataba de enclaves comerciales estratégicos, como Hong Kong.Territorio Metropolitano
Era una colonia de poblamiento en la que los colonos estaban representados por las instituciones de la metrópoli, considerándose una extensión del territorio nacional (ejemplo: Argelia francesa).El Impacto del Colonialismo sobre los Pueblos Colonizados
El colonialismo tuvo profundas y duraderas consecuencias para las sociedades y economías de los territorios dominados.
Ámbito Económico
- Comportó la expropiación de tierras a los nativos para crear grandes plantaciones, lo que supuso el retroceso de la agricultura de subsistencia en favor del monocultivo de productos de exportación.
- Explotación intensiva de las riquezas naturales.
- Inicio de una dependencia económica de las metrópolis.
- Las metrópolis impulsaron la construcción de grandes infraestructuras (puertos, ferrocarriles) para explotar y comunicar los territorios conquistados, beneficiando principalmente sus propios intereses.
Ámbito Político y Social
- Puso fin a las estructuras y jerarquías tribales tradicionales, imponiendo una nueva élite dirigente formada por europeos que gozaban de privilegios.
- Creación de nuevas fronteras artificiales que no respetaban las divisiones étnicas o culturales preexistentes, generando conflictos futuros.
- Provocó problemas de abastecimiento de alimentos y hambrunas debido al cambio en los patrones agrícolas.
Ámbito Cultural
- Imposición de las lenguas de las metrópolis, como el francés y el inglés.
- Hubo una notable aculturación y una mayor pérdida de identidad en algunas regiones, especialmente en África, que en Asia, donde civilizaciones como China o la India contaban con un legado milenario más resistente.
Los Orígenes del Movimiento Obrero: El Nacimiento de una Nueva Sociedad de Clases
La Revolución Industrial transformó radicalmente la sociedad, dando lugar a nuevas clases sociales y a la «cuestión social».
El Ludismo: Resistencia a la Maquinaria
La nueva organización del trabajo y la introducción de máquinas no solo deterioró las condiciones laborales, sino que provocó una pérdida masiva de puestos de trabajo. Se produjeron numerosas protestas contra el nuevo sistema fabril. Esta primera forma de organización y resistencia de los obreros, caracterizada por la destrucción de máquinas, recibe el nombre de Ludismo.
La Cuestión Social: Preocupación por las Consecuencias de la Industrialización
La cuestión social se refiere a la creciente preocupación por las graves consecuencias sociales que provocaba la industrialización, como la pobreza, las malas condiciones de vida y trabajo, y la desigualdad.
Socialismo Utópico: Búsqueda de un Nuevo Modelo Social
El socialismo utópico fue un grupo de pensadores herederos de la tradición ilustrada y de la corriente radical jacobina de la Revolución Francesa. Todos coincidían en criticar la propiedad privada de los medios de producción, la explotación de los trabajadores y la concentración de la propiedad y de la riqueza. Se preocupaban por buscar un nuevo modelo social y proponían sustituir la propiedad privada por la propiedad colectiva, garantizar la igualdad de derechos básicos y establecer sistemas políticos democráticos con sufragio universal y soberanía popular. Robert Owen, por ejemplo, defendió la organización de los trabajadores en cooperativas y llevó a la práctica sus ideas durante un tiempo.
Socialismo Científico: El Marxismo
El Marxismo, desarrollado por Karl Marx y Friedrich Engels, defendía la necesidad de destruir el orden liberal y el sistema económico capitalista para crear una nueva sociedad más igualitaria, que debía establecerse mediante la revolución de la clase obrera (el proletariado) para instaurar un orden sin clases.
El Materialismo Histórico
El Materialismo Histórico es la interpretación marxista de la historia y sostiene que la economía es la base que ha condicionado los cambios políticos, sociales e ideológicos a lo largo del tiempo. La teoría tiene tres grandes ejes:
- Análisis del pasado: Entendido como una lucha de clases, es decir, como un antagonismo constante entre opresores y oprimidos.
- Crítica del presente (el capitalismo): Marx denunciaba la propiedad privada de los medios de producción y la explotación inherente al sistema. Como ejemplo, la plusvalía: el valor que genera el trabajo asalariado y del que se apropia el capitalista, constituyendo su verdadera fuente de beneficios.
- La sociedad comunista: El objetivo final, una sociedad sin clases ni propiedad privada de los medios de producción.
Las Corrientes Anarquistas
Los ejes principales del pensamiento anarquista podrían resumirse en:
- Crítica de la propiedad privada y defensa de la propiedad colectiva.
- Oposición a la existencia del Estado, por considerarlo un instrumento de opresión, y su sustitución por formas comunales de libre asociación.
- Apoliticismo y rechazo de los partidos políticos.
- Defensa de la espontaneidad de las masas, del individualismo y de la acción directa.
Uno de los principales precursores del anarquismo fue Mijaíl Bakunin, quien planteó la revolución y la destrucción del capitalismo. Su objetivo no era conquistar el Estado, sino destruirlo por completo.
Las Internacionales Obreras
La Primera Internacional (AIT)
Entre todos los números de trabajadores, se constituyó la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), creada en Londres en 1864 por delegados de asociaciones obreras inglesas y francesas, y emigrantes polacos, italianos y alemanes. Se organizó en secciones nacionales que tenían un Consejo General dirigido por Karl Marx, quien estableció los principales principios básicos de la Internacional:
- La emancipación de los trabajadores debía ser obra de los mismos trabajadores.
- Los trabajadores conquistarían el poder político para acabar con la sociedad burguesa e implantar el socialismo.
Hubo una serie de reivindicaciones importantes, como las acordadas en Bruselas:
- Reducción de la jornada laboral.
- Supresión del trabajo infantil.
- Desaparición de los ejércitos permanentes.
- Socialización de los medios de producción.
- El recurso a la huelga como el medio más eficaz para conseguir estos objetivos.
Sin embargo, hubo discrepancias en su seno, especialmente los enfrentamientos entre los marxistas y los anarquistas, que provocaron la ruptura de la AIT en 1872.
La Comuna de París (1871)
La Comuna de París fue un breve movimiento insurreccional que gobernó la ciudad de París del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871, instaurando un proyecto político popular autogestionario. Para algunos autores, se asemejó al anarquismo o al comunismo, siendo un experimento de gobierno obrero.
La Segunda Internacional
La Segunda Internacional se reorganizó en 1920, pero muchos partidos se negaron a unirse a ella, formando la Unión de Partidos Socialistas para la Acción Internacional (UPSAI o Internacional Dos y medio) como alternativa. La UPSAI tuvo una corta vida, sin embargo, y en 1923 se fusionó junto con la Segunda Internacional en la Internacional Obrera y Socialista. J. Stalin, en las conferencias de abril de 1924 en la Universidad Sverdlov, publicadas como ‘Fundamentos del Leninismo’, citó a esta 2ª Internacional como ‘oportunista’. La Segunda Guerra Mundial, sin embargo, acabó de disolver a las fuerzas que la integraban y precipitó su desaparición en 1940. No obstante, esta se reorganizó y refundó en 1951 bajo el nombre de la Internacional Socialista, la cual sigue activa en la actualidad.