La Grecia Clásica: Un Viaje por la Filosofía, Sociedad y Cultura de Atenas

Contexto Histórico, Filosófico, Social y Cultural de la Grecia Clásica

Situación Histórica: La Democracia Ateniense y Conflictos Bélicos

Hablar de la Atenas de los siglos V y IV a. C. es, sin duda, hablar de la democracia y de la convivencia política de los griegos.

En la democracia ateniense, ante los conflictos surgidos entre las diferentes familias de nobles y entre estas y el pueblo, se recurrió al arbitraje de un nomothetes (legislador). Más tarde, Solón creó la asamblea de los ciudadanos y le dio poderes legislativos. Pericles dividió la ciudad en demos, circunscripciones territoriales (o barrios), cuyos representantes formaban la ekklesía o asamblea, que debía reunirse preceptivamente al menos diez veces al año. El ciudadano consiguió entonces no solo la isonomía o igualdad de todos ante la ley, sino también la isegoría, el derecho a la palabra, a dirigirse a sus conciudadanos y hacer valer sus argumentos en la polis.

Fue un siglo de cambios sociopolíticos marcados por dos conflictos bélicos trascendentales:

Conflictos Bélicos Clave: Guerras Médicas y del Peloponeso

  • Las Guerras Médicas: Unieron a las poleis griegas frente a un adversario externo, el Imperio Persa. La victoria griega tuvo grandes repercusiones en Atenas a nivel político, económico y cultural, dando origen al llamado Siglo de Pericles.
  • La Guerra del Peloponeso: Una guerra civil entre Atenas y Esparta, resultado de las tensiones entre sistemas políticos y sociales muy distintos. El espartano era oligárquico (el poder en manos de unas pocas personas de una clase social privilegiada) y arcaico (antiguo), mientras que el ateniense tendía hacia una mayor participación del pueblo.

Cambios Culturales y el Giro Antropocéntrico

La tensión entre las tradiciones religiosas y el espíritu innovador se observa en la literatura, sobre todo en la tragedia. El concepto de justicia se convirtió en un problema debido al enfrentamiento entre tradición e innovación, lo que dio lugar a una idea de ser humano y de política abierta, en definitiva, al cambio.

Los personajes de la tragedia griega buscaban un ser humano modélico e ideal, y en la escultura se buscaban nuevos cánones de belleza física.

La expresión artística, literaria y filosófica procedía de una mirada antropocéntrica; se observaba un regreso desde lo cósmico hacia los asuntos humanos. Existía una búsqueda de la mesura, el equilibrio y la armonía del hombre y la polis.

Junto a los cambios políticos, sociales y culturales, se produjo un cambio intelectual significativo: se pretendió racionalizar las formas de entender la realidad social, en contraposición a las creencias religiosas tradicionales.

Sofistas y Sócrates: El Giro Antropológico en la Filosofía Griega

Se produjo un giro en la filosofía desde la reflexión sobre la naturaleza hacia el humanismo. Este giro afectó a las leyes, a la moral y a los mismos fundamentos de la sociedad y la religión, constituyendo el llamado giro antropológico.

El contacto con culturas diferentes hizo que los griegos vieran y entendieran que las leyes no eran sagradas e inmutables. El nomos (ley) se fundaba en la utilidad para la comunidad. Los principios, para ellos, eran verdaderos si eran de utilidad.

El convencionalismo y el relativismo moral condujeron al relativismo del conocimiento. Los sofistas negaban la existencia de una verdad universal y objetiva. (Al contrario que Sócrates, quien creía en la verdad universal —el universalismo socrático—, para los sofistas el conocimiento dependía de los sentidos, y solo podíamos conocer de las cosas aquello que nos llegaba a través de nuestras sensaciones).

Para Protágoras, algo era verdad en relación con el sujeto y no de forma definitiva; el sujeto debía ser entendido como perteneciente a una colectividad. Así, defendía una verdad relativa.

A diferencia de los sofistas, para Sócrates, la virtud se convirtió en algo que había que perseguir, una misión de todo ser humano. Buscó una virtud universal, compartida por todos los seres humanos sin distinción, lo que se conoce como universalismo socrático.

La Vida y Obra de Platón: Un Legado Filosófico Inmortal

Tras la muerte de Sócrates, Platón se marchó de Atenas, desilusionado de la política. Se refugió en Megara, donde conoció a Euclides; viajó a Egipto, visitó el sur de Italia y entró en contacto con el pitagorismo. Viajó a Siracusa, donde logró entenderse con el tirano Dionisio I y trató de realizar su ideal político: una república gobernada por filósofos.

La Academia fue fundada por Platón, según señalan las fuentes originales, aproximadamente en el año 387 a.C., después de regresar de un viaje que realizó a Sicilia, Italia y Egipto. En ella se enseñaban distintas materias, tales como música, matemáticas, astronomía y, por supuesto, filosofía. Todo esto provocó que, desde su aparición, fuera considerada una de las escuelas más importantes de toda Grecia. En la Academia se celebraban debates y discusiones, diálogos y lecciones, que tenían repercusión no solo intelectualmente (en religión o ciencia), sino también social y políticamente.

Etapas de la Obra de Platón

  • Etapa Socrática o de Juventud: Trata temas socráticos.
  • Etapa de Transición (388-385 a.C.): Incluye temas todavía socráticos, pero también los propiamente platónicos. Aparecen temas órficos de influencia pitagórica, como la inmortalidad del alma, las primeras alusiones a las Ideas y a la reminiscencia, y estudios sobre el lenguaje.
  • Época de Madurez (385-361 a.C.): La Teoría de las Ideas aparece plenamente desarrollada.
  • Época de Vejez (361-347 a.C.): Coincide con sus otros dos viajes a Sicilia. Se produce una revisión de la Teoría de las Ideas, que pierde dimensión ontológica en favor de una interpretación más lógica. Sócrates deja de ser el personaje principal en sus diálogos.