Los Grandes Ríos Españoles
La Vertiente Mediterránea
Está formada por los ríos que vierten sus aguas al **mar Mediterráneo**, desde la frontera francesa hasta la punta de Tarifa. Comprende **182.661 km²** y drena aproximadamente el **25% de las aguas peninsulares**. A excepción del Ebro, presenta las siguientes características:
- Los ríos son **cortos y poco caudalosos**. Esto se debe a que la mayoría de ellos no nace a gran altura y pasa por zonas de escasas precipitaciones.
- Debido al clima, son ríos muy **irregulares**. El caudal máximo de crecida puede ser hasta 200 veces superior a la media del caudal mínimo.
- Son frecuentes las grandes crecidas en épocas de **gotas frías** y lluvias torrenciales, que los hacen desbordarse provocando inundaciones.
- La gran aridez estival con altos niveles de evaporación puede dejarlos temporalmente sin agua en superficie y da lugar a prolongados **estiajes**. Incluso hay cauces que quedan secos y que reciben el nombre de **ramblas**.
- Muchos de estos ríos tienen una gran explotación en **regadíos**, lo que unido a la aridez hace que pierdan el caudal en la desembocadura.
Cuencas Hidrográficas Importantes de la Vertiente Mediterránea
- El Pirineo Oriental: Con algo más de 10.000 km² de cuenca. Estos ríos tienen un régimen **nivo-pluvial** solo en cabecera. Los ríos más importantes son el **Ter** y el **Llobregat**. Este último forma un gran delta.
- Los Ríos de Levante: Nacen en el Sistema Ibérico y drenan unos 42.900 km². Los más importantes son el **Mijares**, el **Turia** y el **Júcar**, que, con su afluente el Cabriel, desagua unos 50 m³/s. Tienen un régimen **pluvio-nival** con máximas en el otoño y grandes crecidas. Por ejemplo, el Júcar ha llegado a registrar 16.000 m³/s.
- Los Ríos de la España Árida: Tienen los caudales relativos más bajos. El más importante es el río **Segura**, con una cuenca de 18.600 km². Sus caudales medios máximos se sitúan a la mitad de su recorrido; posteriormente, la aridez y los regadíos hacen que en la desembocadura el caudal apenas llegue a 5 m³/s. Sin embargo, las grandes crecidas otoñales le hacen registrar valores superiores a los 700 m³/s en esa época. En esta región existen importantes ramblas y cauces casi secos, como las del **Vinalopó** y el **Guadalentín**, afluente del Segura.
- Las Cuencas Meridionales Andaluzas: Están formadas por ríos con un régimen **pluvial mediterráneo** casi subtropical, es decir, con un estiaje muy prolongado de tres o cuatro meses. El más importante es el río **Guadalhorce** y el **Guadalfeo**.
El Ebro
El río Ebro nace en **Fontibre** (Cantabria), en la Cordillera Cantábrica, y desemboca en el mar Mediterráneo, cerca de Tortosa, donde forma un gran delta. Su cuenca comprende **85.820 km²** y es diferente a los otros ríos mediterráneos porque drena altas montañas. Sigue siendo el río más caudaloso.
La Vertiente Atlántica
Está formada por los ríos que vierten al **océano Atlántico**. Junto a los grandes colectores de la Meseta (Duero, Tajo, Guadiana y Guadalquivir), comprende dos sectores:
- La zona meridional en la depresión del Guadalquivir. Son los ríos Guadalete, Tinto y Odiel, que tienen características similares a los otros ríos andaluces: son cortos y de régimen pluvial.
- Los ríos gallegos, que se caracterizan por formar **rías** en su desembocadura. Son muy caudalosos por la gran humedad de la región y el sustrato de rocas impermeables. Son ríos cortos y que nacen a baja altitud, de ahí su régimen pluvial con mínimas en el verano. Los ríos más importantes son el Tambre, el Ulla y el **Miño**. Este tiene un caudal de **242 m³/s** en la desembocadura. Su principal afluente es el **Sil**. Ambos ríos nacen en las montañas a mayor altitud, por lo que tienen un régimen **pluvio-nival**. Entre ambos drenan una cuenca de más de 25.000 km², que es una de las de mayor caudal relativo.
El Duero
Nace en los Picos de Urbión (Sistema Ibérico) y desemboca formando un estuario en Oporto (Portugal). Su cuenca drena la Submeseta Norte y es la más grande de toda la Península, con **97.290 km²**, de los cuales 78.952 pertenecen a España. Su caudal medio en la frontera con Portugal es de **358 m³/s**, pero aumenta a más de 600 en la desembocadura, gracias a las precipitaciones que recibe en el último tramo. Tanto él como sus grandes afluentes tienen un régimen hídrico que varía desde el **pluvio-nival** en las cabeceras al pluvial de la mayor parte del recorrido. Los colectores de la derecha son los que aportan la mayor parte de su caudal. Presentan una red jerarquizada en torno a los ríos **Pisuerga**, **Esla** y **Valderaduey**. En cambio, los de la izquierda son mucho más modestos: Eresma, Adaja, y Tormes, que es el más caudaloso. Su curso es tranquilo excepto en los *arribes*, donde se encaja en las rocas formando el mayor desfiladero de toda la Península. Este tramo ha sido aprovechado para la construcción de grandes embalses.
El Tajo
Nace en la Sierra de Albarracín y desemboca en Lisboa (Portugal) en un gran estuario. Es el río más largo de la Península Ibérica, con una cuenca de **81.947 km²**, de los cuales unos 55.800 están en España. Los afluentes más importantes los recibe por el norte: son los ríos **Jarama**, **Alberche**, **Tiétar** y **Alagón**. Su caudal aumenta en el tramo portugués, a causa de las mayores precipitaciones, llegando en la desembocadura a unos **500 m³/s**. Tiene un régimen hídrico **pluvio-nival** en la cabecera, que enseguida se transforma en pluvial para la mayor parte de su recorrido. Como indica su nombre, tanto en la cabecera como en su tramo medio discurre en ocasiones por notables angosturas. El curso está muy alterado por las intervenciones humanas: desde los embalses para la producción de energía hasta el **trasvase Tajo-Segura**.
El Guadiana
Es un río atípico, ya que no nace en las montañas sino en la llanura manchega. Tras drenar una cuenca de **60.256 km²** desemboca en Ayamonte (Huelva), donde forma un estuario. Tiene un régimen hídrico pluvial de tipo **mediterráneo subtropical**. Su caudal es muy pobre porque tanto él como sus afluentes nacen a escasa altitud y atraviesan regiones de bajas precipitaciones. Por ejemplo, en Badajoz su caudal medio es de unos **80 m³/s**. Sin embargo, es capaz de experimentar grandes crecidas. Sus afluentes principales son: por la derecha el Cigüela, el Záncara y el Riansares; y por la izquierda el Jabalón, el Zújar y el Matachel. La sobreexplotación de su cabecera ha secado su nacimiento, que, actualmente, se produce 150 km más abajo. Su curso está regulado por numerosos embalses que se usan para regar la vega. Incluso hoy día se está construyendo la presa de **Alqueva** en Portugal.
El Guadalquivir
Nace en la **sierra de Cazorla** y, tras unos primeros kilómetros de fuertes pendientes, fluye tranquilo y casi al nivel del mar durante gran parte de su recorrido, hasta su desembocadura en una gran zona pantanosa en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Drena una cuenca de **51.121 km²**. Tiene un caudal de **160 m³/s**, con grandes crecidas y fuertes estiajes. Como sus afluentes –Guadalimar, Guadalén, Jándula, etc.– nace en montañas de poca altitud, por lo que tiene un régimen **pluvial mediterráneo**. Únicamente el **Genil**, que es el principal afluente, nace a más de 3.000 m y tiene un régimen nival en su cabecera.
La Vertiente Cantábrica
Está formada por los ríos que vierten sus aguas al **mar Cantábrico**. Comprende una estrecha franja que va desde Estaca de Bares hasta Francia. Los ríos cantábricos tienen las siguientes características:
- Son **cortos** por la proximidad al mar de las montañas en las que nacen.
- Son muy **caudalosos**, porque drenan una región de abundantes precipitaciones.
- Su caudal es **regular** porque las lluvias están presentes todo el año. Aun así, tienen períodos de aguas más bajas en verano.
- Salvan una fuerte pendiente sobre rocas muy permeables. Esto les da una gran capacidad erosiva, por lo que es común la formación de **gargantas**.
- En general tienen un régimen **pluvial**, pero en sus cabeceras en la alta montaña se ven afectados por el deshielo primaveral.
La cuenca hidrográfica más importante es la formada por el complejo **Narcea-Nalón** y su afluente el Caudal. Otros ríos importantes son el Bidasoa, el Nervión, el Deva, el Besaya, el Saja, el Sella, el Navia y el Eo.
Lagos, Zonas Pantanosas, Aguas Subterráneas y Glaciares
La elevada altitud media de España y la ausencia de depresiones cerradas hacen que casi todo el territorio forme parte de un área **exorreica**, es decir, que está integrada en la red fluvial que desagua en el mar y que apenas retiene el agua de forma natural. En consecuencia, en España hay pocos lagos y zonas pantanosas.
Los Lagos
La mayoría de los lagos españoles son pequeños y muchos han sido desecados. Todos ellos constituyen puntos aislados, con características muy diversas.
Lagos de Alta Montaña
Son lagos de **origen glaciar**, que se asientan sobre rocas impermeables. Se han formado por la excavación de la lengua de hielo de un glaciar o porque las morrenas han obstruido la salida natural de las aguas. Aunque son de pequeño tamaño, pueden tener gran profundidad. La mayor parte se sitúan en los Pirineos, donde reciben el nombre de *ibones* o *estanys*. También hay ejemplos en la Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico y el Sistema Central. El mayor lago glaciar es el de **Sanabria**, con 200 m de profundidad.
Lagos de Origen Kárstico
Estos lagos están en relación con la presencia de rocas solubles como las calizas y los yesos. Se localizan en depresiones del terreno y reciben aguas tanto del subsuelo como de la superficie. Los más importantes son las **Lagunas de Ruidera** y el **lago de Bañolas**.
Lagunas Continentales
Se trata de áreas **endorreicas**, es decir, sin drenaje al mar, que se localizan en las depresiones de la Meseta y en los valles del Ebro y del Guadalquivir. Son lagunas de poca profundidad que, al estar en zonas áridas, sufren una gran evaporación que puede llegar a secarlas. Estas lagunas tienen grandes variaciones en el nivel de aguas y poseen una gran importancia ecológica. Las más relevantes se encuentran en **La Mancha**.
Zonas Pantanosas Litorales
Las zonas pantanosas litorales tienen su origen en la acumulación de depósitos sedimentarios fluviales —es el caso de los deltas y ensenadas— o en antiguas lagunas marinas cerradas por barras arenosas que se han ido colmatando —como son las albuferas y marismas. Se localizan en las regiones de costas bajas y fundamentalmente en el litoral mediterráneo: lagunas del Ampurdán, delta del Ebro, albufera de Mallorca, albufera de Valencia, salinas de Torrevieja, etc. Las más importantes por su extensión son las **marismas de Doñana**, en la desembocadura del Guadalquivir. Muchas de estas zonas han sido aprovechadas para la agricultura y han sido desecadas, y otras se mantienen de forma artificial para la explotación de la pesca, de las salinas o del turismo. Todas forman importantes y variados ecosistemas y, aunque en su mayoría están protegidas, sufren agresiones que las deterioran.
Aguas Subterráneas
Las aguas subterráneas se acumulan en el subsuelo en capas freáticas que retienen la humedad. Esos depósitos se llaman **acuíferos** y son sistemas dinámicos que se recargan con el agua de las precipitaciones. En principio mantienen su equilibrio de forma natural, pero este puede verse roto por las continuas captaciones de agua y la pérdida de infiltración que originan las construcciones urbanas con cemento y asfalto.
Su presencia está muy relacionada con la existencia de rocas sedimentarias o volcánicas permeables. Por eso en España los acuíferos mayores se localizan en el **valle del Duero** (más de 40.000 km²), Madrid, algunos puntos de Extremadura y el valle del Guadalquivir. En total se estima que llegan a ocupar alrededor del **40% de la superficie de nuestro país**.
Los Glaciares
En España el **glaciarismo** es un fenómeno climático en retroceso. Aun así, todavía se conservan pequeños glaciares en las montañas más altas de los Pirineos, que tienden a desaparecer.
El Uso del Agua en España
Las islas Baleares, las islas Canarias y la mayor parte de la Península tienen precipitaciones escasas, por debajo de los 800 mm anuales. En consecuencia, gran parte del país tiene unos **recursos hídricos disponibles escasos**. En España hay un **déficit hídrico** (la diferencia entre el agua disponible y el consumo) que supera los **3.000 hm³ anuales**. Sin embargo, el déficit no es igual en unas regiones que en otras, pues la distribución de las precipitaciones es muy irregular. En general, las cuencas del Levante (con la excepción del Ebro) y las meridionales son deficitarias, frente a la mejor situación que presentan las del Cantábrico y el Atlántico.
El Consumo
A lo largo del último siglo, el consumo del agua en España se ha disparado. Lógicamente, una de las causas ha sido el aumento de la población. Pero, sobre todo, han influido las transformaciones sociales y económicas:
- El **crecimiento urbano**, que ha multiplicado la necesidad de instalaciones y el número de conducciones con sus pérdidas.
- La **industrialización y minería**, que precisan agua para realizar sus actividades.
- La expansión de los **regadíos** como forma de tener una agricultura moderna y competitiva, que pudiera desarrollar regiones atrasadas.
- El incremento del **nivel de vida** o estado del bienestar, con la difusión del uso de lavadoras, lavavajillas, sanitarios, etc.
- Las nuevas pautas de comportamiento relacionadas con el ocio: piscinas, jardines, campos de golf, urbanizaciones, etc.
El resultado es que en la actualidad España es uno de los países con mayor consumo de agua del mundo, con unos **300 litros por persona y día**. Cifras que nos sitúan a la cabeza del gasto en Europa, lo que no deja de ser paradójico teniendo en cuenta nuestros recursos hídricos. A causa de la política de regadíos potenciada en las últimas décadas, el **80% del agua se emplea en la agricultura**. Es una pauta de consumo típica de los países subdesarrollados, ya que la mayor parte del agua se utiliza en usos relacionados con el sector primario.
Infraestructuras Hidráulicas
España es uno de los países que más ha desarrollado su política de construcción de embalses y canales. Igualmente, también ha avanzado mucho en los estudios hidrogeológicos sobre acuíferos, con el objetivo de mejorar el aprovechamiento de sus recursos. Si en España no dispusiéramos de estas infraestructuras solo aprovecharíamos el **10% del agua disponible**.
Los Embalses
En España la construcción de embalses tiene larga historia. Los primeros ejemplos significativos proceden de la época romana, con la construcción de presas, como las de Proserpina y Cornalbo en Mérida, que posibilitaron el riego y el abastecimiento de la ciudad. En 1900 había un total de 57 presas construidas en España, con una capacidad de 106 hm³. Sin embargo, ha sido en el siglo XX cuando más se ha insistido en la política de construcción de embalses, superándose el millar de presas en el año 2000. El ritmo de construcción y la función de los embalses varió mucho a lo largo del siglo:
- Primer tercio del siglo XX: Las presas se construyeron con la finalidad de fomentar los **regadíos**, por considerarlos un elemento fundamental para lograr la modernización del campo español. Por ello, se levantaron sobre todo en el sur y sudeste de España.
- Durante el franquismo (1939-1975): Se llevó a cabo una intensa política de construcción de embalses, sobre todo para aprovechamiento **hidroeléctrico**, y también para regular el caudal e incrementar los regadíos. Se levantaron la mayoría de los principales embalses españoles: Alarcón, Cíjara, Entrepeñas, Buendía, Saucelles, Orellana, Puerto Peña, Aldeadávila, Mequinenza y Valdecañas. En su mayoría, se situaron en el norte y el Atlántico, donde se localizaban las zonas con mayor potencial y con mayor capacidad de almacenaje.
- En los años 80: Los objetivos de las nuevas construcciones eran la mejora del **abastecimiento** a las ciudades y zonas turísticas, y el desarrollo de los regadíos. Por ello, zonas como Andalucía han duplicado su capacidad. La obra de mayor alcance fue la construcción del embalse de **La Serena**, en Extremadura, que es la mayor presa de España y una de las más grandes de Europa.
En la actualidad, los principales ríos españoles tienen sus cauces regulados por embalses. Esto ha permitido la mejora en los abastecimientos; la expansión de los regadíos, con el desarrollo de algunas regiones; el control de las crecidas; el mantenimiento de caudales mínimos durante los estiajes y períodos de sequía, y la explotación energética de las aguas. Sin embargo, la planificación no siempre ha sido la apropiada. Por ejemplo, resulta significativo que de los casi **55.000 hm³** de capacidad apenas se llegue a **30.000 hm³** de agua embalsada. Así mismo, la falta de previsión ha hecho impulsar embalses en lugares poco aptos:
- Algunos reciben demasiada sedimentación y se ven colmatados por los limos que arrastra el río, reduciendo enseguida su capacidad.
- Otros se han construido en medios muy áridos, sin suficiente alimentación y con gran evaporación, lo que ha ido empobreciendo los caudales.
- Incluso, a veces, se levantan para potenciar regadíos que luego resultan inviables económicamente ante la sobreproducción agrícola de la U.E.
Igualmente, la construcción de una red de embalses densa ha supuesto aspectos negativos para el medio ambiente. Se han anegado valles de gran valor, se ha destruido la vegetación de las riberas y la vida de algunas especies. También ha supuesto un tremendo costo humano, pues los embalses inundan pueblos completos, con lo que las poblaciones tienen que emigrar forzosamente.
Los Canales
Al igual que ocurre con los embalses, hay multitud de ejemplos históricos como los acueductos de Segovia, Mérida y Tarragona; las acequias y canalizaciones musulmanas; el canal Imperial de Aragón; y las obras del canal de Isabel II. A lo largo del siglo XX, se han seguido construyendo muchas canalizaciones para el abastecimiento de las ciudades, pero las más significativas han estado destinadas a impulsar los regadíos. En ese sentido destacan los sistemas de los Monegros, de Murcia y del Guadalquivir; los **trasvases** desde cuencas con mayor cantidad de agua a otras deficitarias, como el del Júcar al Turia y el polémico **Tajo-Segura**. También las polémicas las ha planteado el proyecto no realizado del trasvase del Ebro para el Levante.
Pozos y Galerías
Las aguas subterráneas ocupan el 40% de la superficie española. Suponen la **cuarta parte de los recursos hidráulicos utilizados**. Se han explotado desde antiguo mediante la utilización de norias y la excavación de pozos y galerías, sobre todo en Levante y en el sur, donde la menor cantidad de agua superficial se compensa con el agua subterránea, y también en Canarias donde no existen ríos. Los pozos se utilizan para el suministro de agua a las viviendas y para el riego. Pero, en la actualidad, el crecimiento de los regadíos ha hecho que muchos de ellos estén **sobreexplotados** y casi agotados. Así ocurre en La Mancha y en algunos puntos de la costa mediterránea.
La Regulación y Control del Agua
El agua es un recurso imprescindible en cualquier tipo de actividad. La cantidad y calidad de agua disponible en cada momento y en cada lugar condiciona los procesos económicos y el desarrollo de una región. Por eso es tan necesaria e imprescindible la regulación y control de los recursos hídricos.
En 1933, con el **Plan Nacional de Obras Hidráulicas**, ideado por Manuel Lorenzo Pardo, se hizo el primer estudio sobre los ríos españoles. Ya entonces se consideró que la escasez de caudal de la vertiente mediterránea, en relación con la demanda existente, suponía un déficit hídrico que con el paso del tiempo ha ido aumentando, a pesar de los trasvases y de la construcción de embalses.
La Ley de Aguas de 1985
La **Ley de Aguas del año 1985** intentó mejorar la regulación:
- La gestión del agua pasó a estar en manos de las **Confederaciones Hidrográficas** en el caso de las cuencas que pertenecen a varias Comunidades Autónomas (cuencas intercomunitarias), y de las propias comunidades si las cuencas discurren solo por una Comunidad Autónoma (cuencas intracomunitarias).
- La política hidráulica se lleva a cabo mediante los **planes hidrológicos de cuenca** y el **Plan Hidrológico Nacional**.
En su elaboración participan técnicos, ecologistas, usuarios, etc. Sus objetivos son dobles: asegurar el abastecimiento para los variados usos del agua e intentar que estos usos afecten lo menos posible al equilibrio medioambiental. Sin embargo, la lenta realización no hace posible todavía evaluar sus resultados.
Control de Calidad
En 1992 se creó la **Red ICA** (Red Integrada de Calidad de las Aguas) con el fin de recoger muestras de agua de las distintas redes, analizarlas y controlar su calidad. Esta calidad se valora en torno a unos requisitos analíticos, que no deben superar los umbrales que se han establecido como mínimos, para satisfacer los diversos usos: domésticos, baño, vida piscícola y regadío.