La Influencia de Estados Unidos en América Latina: Políticas de Intervención y Desarrollo (1900-1993)

I. La Hegemonía de Estados Unidos en América Latina (1900-1960)

Contexto Geopolítico: En pocos años, Estados Unidos afianzó su hegemonía en Latinoamérica, donde ejerció su poder económico y político. En las tres primeras décadas del siglo XX, el intervencionismo de Estados Unidos en América Latina se hizo evidente a través de préstamos, asesorías financieras, apoyo a caudillos y dictadores, y campañas militares.

América Latina se convirtió en una fuente de mano de obra barata, materias primas a muy bajos precios e importantes mercados para los productos estadounidenses. Estados Unidos encaminó sus esfuerzos a extender su influencia en los países latinoamericanos. Tras este objetivo, combinó políticas como la del “Gran Garrote” y la del “Buen Vecino”, según las circunstancias. Estas relaciones marcaron el curso del subdesarrollo latinoamericano.

La Doctrina Monroe y el Intervencionismo

A través de la Doctrina Monroe de 1823, bajo el lema “América para los americanos”, quedó demostrada la política exterior de Estados Unidos, en el sentido de que los países latinoamericanos quedarían bajo su protección e influencia. Ante las potencias europeas, Estados Unidos demostró que el colonialismo había terminado y que ahora esa nación era la señalada para dirigir el orden económico y político de América Latina.

La intervención estadounidense en Latinoamérica se dio de muchas maneras: favoreciendo a los gobernantes de turno, ejecutando grandes inversiones de capital, enviando asesores diplomáticos o desembarcando tropas en lugares donde se consideraba que estaban amenazadas las instituciones democráticas.

II. La Alianza para el Progreso y el Contraste Ideológico

La Alianza para el Progreso (1961)

En marzo de 1961, el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, anunció su política de “Alianza para el Progreso”. Consistía en un plan para promover el crecimiento económico y el desarrollo social en Latinoamérica. La estrategia concebida por esta política pretendía contrarrestar las graves condiciones de pobreza de la población y, de paso, impedir la expansión del comunismo.

Esta Alianza fue suscrita en agosto de 1961. Los países que firmaron el acuerdo se comprometían a cualificar las condiciones de vivienda, salud, educación y empleo en un periodo de diez años. Para lograrlo, deberían realizar la reforma agraria, desarrollar la infraestructura y las vías de comunicación, controlar la inflación, mejorar las condiciones sanitarias y de agua potable, estimular la empresa privada y disminuir las importaciones para dar impulso a la industria nacional.

Resultados y Limitaciones

Los objetivos de la Alianza para el Progreso estuvieron muy lejos de ser alcanzados. Aunque a raíz de la Alianza en algunos países se logró inversión en programas de vivienda popular y se construyeron centros educativos y vías de comunicación en ciudades y zonas rurales, el balance final no fue el esperado.

Otro elemento que contribuyó al escaso éxito de la Alianza fueron las exigencias económicas impuestas por los Estados Unidos, que obligaban a las naciones latinoamericanas a comprar maquinaria y otros productos a precios muy altos. Los gobiernos latinoamericanos no lograron cumplir con las expectativas. A esto se sumó el asesinato de Kennedy en 1963.

Sus sucesores limitaron la ayuda financiera, dando prelación a los acuerdos de cooperación militar dentro del marco de la llamada Doctrina de Seguridad Nacional, que pretendía fortalecer las fuerzas de seguridad de los países, especialmente en su aparato militar, para garantizar la salvaguarda del Estado y del orden interno frente a la amenaza revolucionaria comunista.

III. Un Giro en la Política Exterior Estadounidense (1963-1993)

La Era Johnson y Nixon

Lyndon Baines Johnson asumió la presidencia de los Estados Unidos y continuó con el desarrollo de programas antirracistas, la aprobación de leyes no discriminatorias y proyectos sociales para favorecer a las minorías y a los más desprotegidos.

Sin embargo, por el temor a la expansión del comunismo y el “Síndrome de Cuba”, la política exterior de Johnson estuvo orientada hacia el intervencionismo político y militar en América Latina.

Entre 1968 y 1974, Richard Nixon gobernó a los Estados Unidos. En 1972, Nixon firmó con la Unión Soviética un convenio mediante el cual estas dos naciones renunciaban al posible uso de las armas biológicas, limitando, además, la cantidad y calidad del armamento en su poder.

Durante la década del 70, la política exterior de los Estados Unidos se enfocó en proporcionar armamento sofisticado y asistencia técnica en el campo militar, para que esos países afrontaran y erradicaran tales movimientos [revolucionarios].

La Doctrina Reagan y el ALCA

Entre 1981 y 1989, el presidente Ronald Reagan declaró la necesidad de eliminar definitivamente la influencia soviética en los países del Tercer Mundo. Según Reagan, esa influencia se había fortalecido desde los años setenta y, aunque los presidentes demócratas Kennedy, Johnson y Carter habían tratado de contrarrestarla mediante la adopción de programas de cooperación económica en los países tercermundistas, era necesario que Estados Unidos diera un giro en su política exterior, esta vez empleando el método de la intervención directa.

Entre 1989 y 1993, el gobierno de George Bush, presidente de Estados Unidos, creó el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), orientado a facilitar el comercio entre los países latinoamericanos y Estados Unidos, a través de la reducción de las barreras arancelarias que cada uno de los países establece a sus importaciones.

IV. Movimientos Sociales Populares en Estados Unidos (1960-1980)

A partir de la década de 1960, en Estados Unidos, los jóvenes manifestaron el deseo de transformar la sociedad en la que vivían, exigiendo el respeto por las minorías. En 1962 se agudizaron los problemas de pobreza y marginamiento, especialmente para la población negra. Estas condiciones y la insatisfacción reinante permitieron el surgimiento de diversos movimientos políticos que impulsaron medidas en beneficio de la población afectada.

Hacia 1970 surgieron numerosos movimientos y grupos que reclamaban el cumplimiento de las leyes, el respeto por los Derechos Humanos y la protección legal hacia el consumidor de bienes y servicios. Igualmente, emprendieron campañas a favor del medio ambiente, así como la oposición al uso de energías radiactivas.

Movimientos Clave

  • El Movimiento Feminista

    El paulatino ingreso de la mujer estadounidense a la actividad laboral reivindicó sus necesidades participativas dentro de la sociedad y generó, en los 70, un clima de derecho a la igualdad entre ellas y los hombres. Hacia 1973, la Corte Suprema estadounidense aceptó eliminar gran parte de las normas que prohibían el aborto. Como consecuencia de esta decisión, se inició un enfrentamiento entre grupos feministas defensores del aborto como un derecho constitucional, y otros que afirmaban que su práctica era un crimen y un atentado contra los Derechos Humanos.

  • Los Movimientos Afrodescendientes

    En procura de buscar igualdad de derechos, organizaron marchas y boicots para expresar su inconformidad hacia la intolerancia. Uno de los principales líderes de este movimiento fue Martin Luther King, quien reivindicaba los derechos de los afrodescendientes sin recurrir a la violencia. Gracias a King, en 1964 se aprobó la Ley de Derechos Civiles, que otorgó mayores derechos a los afrodescendientes, las mujeres y las minorías étnicas. En 1968, Martin Luther King fue asesinado.

  • Los Movimientos Indigenistas

    En el siglo XX, los grupos indígenas también hicieron un llamado al mundo para lograr el reconocimiento de sus derechos. En Estados Unidos, el avance del capitalismo obligó a los escasos grupos indígenas sobrevivientes a incorporarse a una cultura que les era ajena. El hostigamiento del que eran víctimas esas comunidades las llevó a sublevarse para defenderse.

    Muchos movimientos sociales vincularon a su lucha a los grupos indígenas, víctimas de la usurpación continua de sus tierras y de la violación de sus derechos. Los indígenas exigieron la autonomía de sus comunidades, el respeto de su dignidad humana, de su cultura, el derecho a la igualdad y la recuperación de las reservaciones o tierras legalmente otorgadas por los gobiernos.

  • Los Movimientos Ecologistas

    En los 80 surgieron los movimientos ecologistas norteamericanos, que clamaron por salvar el planeta del continuo deterioro de los recursos naturales, el cambio climático y la contaminación, dando lugar a la aparición de los llamados Derechos de Tercera Generación, orientados a buscar el mantenimiento de la paz mundial y la conservación del medio ambiente.