Las Dos Zonas de la Guerra Civil Española: Organización y Represión

La Zona Republicana

La zona republicana se caracterizó por la **desunión** y el **desorden** en el gobierno. Las organizaciones obreras formaron distintas juntas y consejos. Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno, dimitió tras la sublevación. Azaña nombró entonces a **Martínez Barrio**, quien fracasó en las negociaciones con los sublevados. Le sucedió **José Giral**, de Izquierda Republicana (un gobierno solo de republicanos que no pudo controlar la revolución proletaria) y en septiembre de 1936 nombró a **Largo Caballero**. La sede del Gobierno se trasladó a Valencia. En noviembre se incorporaron cuatro dirigentes anarquistas, entre ellos **Federica Montseny**, la primera mujer ministra en España.

El gran desafío del nuevo gobierno era recuperar el control de la situación y crear una estructura de poder centralizada que pudiera dirigir de forma eficiente el esfuerzo de guerra. La tarea era muy difícil. El poder estaba en manos de miles de **comités obreros** y **milicias** que a menudo se enfrentaban entre sí, especialmente los anarquistas frente a socialistas y comunistas.

En la zona republicana se enfrentaron básicamente dos modelos. Por un lado, la **CNT-FAI** y el **POUM**, que emprendieron la inmediata **colectivización** de tierras y fábricas. Su lema era “**Revolución y guerra al mismo tiempo**”. Su zona de hegemonía fue Cataluña, Aragón y Valencia. Por otro lado, el **PSOE** y el **PCE** intentaron restaurar el orden y centralizar la toma de decisiones en el gobierno, respetando la pequeña y mediana propiedad. Su lema era “**Primero la guerra y después la revolución**”.

Las disensiones internas fueron continuas y llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937, provocando la dimisión del gobierno de **Largo Caballero**. El nuevo gobierno, presidido por el socialista **Negrín**, tenía una mayoría de ministros del PSOE, pero se inclinaba cada vez más hacia las posturas defendidas por el PCE. La ayuda soviética había hecho que los comunistas pasaran de ser un grupo minoritario a una fuerza muy influyente.

Aunque ya era tarde para cambiar el signo de la guerra, a partir de ese momento se impuso una mayor centralización en la dirección de la economía y se terminó de construir el **Ejército Popular**, acabando con la indisciplina de las milicias.

A partir de marzo de 1938, momento en el que las tropas de **Franco** llegaron al Mediterráneo y dividieron en dos la zona republicana, surgieron de nuevo dos posturas enfrentadas. Mientras la postura oficial, representada por **Negrín** y apoyada por el **PCE** y parte del **PSOE**, seguía defendiendo la “**resistencia a ultranza**”, algunos dirigentes, anarquistas y socialistas, empezaron a hablar de la necesidad de negociar ante la perspectiva de la segura derrota.

Los acontecimientos internacionales (el **Pacto de Múnich** en septiembre de 1938, la retirada de las **Brigadas Internacionales**, la disminución de la ayuda soviética) y los internos (la caída de Cataluña) reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida. Así, en marzo de 1939, el golpe del coronel **Casado** desalojó del poder a **Negrín**. La esperanza de negociar con **Franco** se disipó inmediatamente, cuando el dictador exigió la **rendición incondicional**.

La Represión Republicana

Se calcula en torno a **7.000 muertos** entre miembros de la Iglesia Católica. Hubo asalto a prisiones, **paseos** y **sacas**. Especialmente graves fueron los asesinatos de **Paracuellos del Jarama** y **Torrejón de Ardoz**, con más de **2.000 presos** sacados de las cárceles de Madrid en noviembre de 1936. El número total de víctimas se calcula en torno a las **50.000**.

Las Colectivizaciones

La **CNT** y la **UGT** desarrollaron un proceso de **colectivización**, que implicó la abolición de la propiedad privada en muchas áreas. Las colectividades estaban dirigidas por un comité elegido por una asamblea. Se respetó en general la pequeña propiedad. Participaron en torno a **3.000.000 de campesinos**. Se formaron unas **16.000 colectividades**. Tuvieron especial importancia en **Aragón**, **Castilla-La Mancha**, **Murcia**, **Extremadura** y **Andalucía**.

La Zona Nacional

La muerte del general **Sanjurjo**, el 20 de julio de 1936, cuando volaba desde Portugal hacia España, dejó a la insurrección sin un líder claro.

El 24 de julio tuvo lugar una reunión de los generales insurrectos en Burgos. Allí se acordó crear la **Junta de Defensa Nacional**, que se configuró como órgano provisional de gobierno de la zona nacional.

Las medidas que adoptó fueron drásticas: se estableció el **estado de guerra** en todo el territorio, se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos, excepto **Falange** y los **requetés carlistas**.

En esos momentos, la propaganda nacionalista acabó de configurar la justificación del golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido. La insurrección militar fue presentada como un **Alzamiento Nacional** contra una República “marxista” y “antiespañola”. La **Iglesia Católica**, duramente perseguida en la zona republicana, terminó de configurar la teoría que justificaba la matanza que estaba asolando el país: la guerra era una **Cruzada** para liberar a España del ateísmo.

La necesidad de contar con una dirección única era evidente para unos militares educados en la disciplina y la jerarquía. Así, el 1 de octubre de 1936, **Franco** fue designado **Jefe del Gobierno del Estado español**. Sus éxitos militares, el estar al frente del poderoso **Ejército de África** y el apoyo de **Alemania** (con la que mantenía contactos directos) explican el ascenso al poder de **Franco**. En adelante, el **Caudillo**, como le empezó a denominar la maquinaria propagandística del bando nacional, estableció una **dictadura personal** basada en un régimen militar. Una **Junta Técnica del Estado**, formada por militares, se conformó como órgano consultivo del dictador.

En abril de 1937, se aprobó el **Decreto de Unificación**. **Falangistas** y **carlistas** quedaron unificados en la **Falange Española Tradicionalista y de las JONS**, conocida como el **Movimiento Nacional**. El modelo de **partido único** del fascismo italiano y del nacionalsocialismo alemán se imponía en la España franquista.

El proceso de **institucionalización** del nuevo **Estado franquista** culminó en enero de 1938 con la formación del primer gobierno: **Franco** concentraba la **Jefatura del Estado** y la **Presidencia del Gobierno** y, a partir de entonces, pasó a ser llamado **Caudillo de España**. El nuevo Estado se caracterizaba por:

  • Fuertemente **autoritario**.
  • Defendía un modelo social basado en el **conservadurismo**.
  • **Preeminencia del catolicismo**.
  • Nueva legislación (**Fuero del Trabajo**) y **control total de los medios** (censura).

Por último, se creó una legislación que institucionalizó la **represión** contra los vencidos. En febrero de 1939 se aprobó la **Ley de Responsabilidades Políticas**, por la que se designaba “**rebeldes**” a todos los que se hubieran enfrentado al **Movimiento Nacional** y se establecían **sanciones económicas, laborales y personales** con efecto retroactivo desde la revolución de 1934.

La Represión en la Zona Nacional

Se caracterizó por los “**paseos**”, “**sacas**” y las “**patrullas del amanecer**”, sobre todo a cargo de las **milicias falangistas**, que sacaban de sus casas a los sospechosos de militar en partidos o sindicatos de izquierda y les asesinaban en las tapias de los cementerios o en lugares apartados. Se impusieron **Consejos de Guerra** o **juicios sumarísimos** sin ninguna garantía procesal. Las víctimas se calculan en torno a las **85.000**.