Las Nuevas Potencias Industriales y el Imperialismo en el Siglo XIX

1. Nuevas Potencias Industriales

Reino Unido: Siguió siendo la principal potencia industrial del mundo, aunque su posición hegemónica se fue reduciendo a medida que otros países alcanzaban la fase de plena industrialización. En las vísperas de la Primera Guerra Mundial, había sido superada ampliamente por Estados Unidos y Alemania.

Alemania

Tras su unificación en 1870, se convirtió en la segunda potencia industrial debido a cuatro factores:

  1. El auge del transporte ferroviario y marítimo que utilizaba los recursos naturales del país: carbón y hierro en zonas como Ruh, Alta Silesia y el Sarre.
  2. Aprovechamiento de un sistema educativo y científico muy evolucionado, que posibilitó el trasvase de las innovaciones tecnológicas al aparato productivo.
  3. Una concentración industrial y financiera que dio lugar a la creación de grandes empresas muy eficientes y rentables, como Krupp en la siderurgia.
  4. Firme apoyo del Estado al crecimiento industrial con la implantación de políticas proteccionistas para favorecer a sus sectores industriales y agrícolas.

Estados Unidos

Se convirtió en pocas décadas en la primera potencia industrial del mundo. Tras la Guerra de Secesión (1865), el nuevo coloso económico aprovechó varias ventajas potenciales que sirvieron de estímulo en dicho proceso:

  • La riqueza de recursos naturales en su territorio.
  • Disponibilidad de un amplio mercado de consumo y de mano de obra abundante por el crecimiento demográfico interno y la masiva oleada migratoria europea.
  • La rápida construcción de una red ferroviaria y telegráfica, que conformó muy pronto un mercado nacional unificado y con capacidad de crecimiento.

De la creación de un sistema empresarial abierto y flexible, atento a la incorporación de innovaciones tecnológicas y con tendencia a la formación de grandes empresas industriales y financieras.

La especialización regional de la producción y el consumo, con un oeste agrícola que abastecía de víveres baratos a todo el país, absorbía los bienes del noreste industrial y permitía que utilizara las materias primas proporcionadas por otros territorios.

Japón

Inició su proceso de industrialización con la llamada Revolución Meiji en 1868, restaurando el poder imperial y terminando con el feudalismo. El país emprendió la senda de la modernización bajo moldes occidentales. El nuevo Estado casi monopolizó la actividad económica hasta la década de 1880 y promovió la formación de empresas públicas para desarrollar industrias textiles, mineras, siderúrgicas y ferroviarias, a pesar de carecer de materias primas y de recursos mineros y energéticos propios. Lo hizo aprovechando la presencia de mano de obra abundante y barata, y de un sistema fiscal que extraía del campesinado los recursos necesarios. La inversión estatal en la educación primaria y en la promoción de la investigación tecnológica rindió sus frutos y Japón se había convertido en la primera potencia industrial no occidental del mundo.

1.2 Fuentes de Energía

La segunda revolución industrial se caracterizó por nuevos inventos y nuevas fuentes de energía que dieron origen a aplicaciones industriales de enorme impacto en la vida de las sociedades industrializadas.

Siderurgia y Acero

Una gran innovación siderúrgica de la segunda mitad del siglo XIX fue la obtención del acero y luego del acero inoxidable. El acero es un material de enorme elasticidad, dureza y resistencia. El convertidor Bessemer fue adoptado por estadounidenses y alemanes.

Nuevos Metales

Parte del complejo de innovaciones fue el aluminio, los nuevos métodos de obtención de cobre y el níquel. Eran materiales estratégicos con gran capacidad de arrastre sobre otros sectores productivos, como el transporte y las comunicaciones.

Electricidad

Gran innovación energética como fuente de luz, calor y energía. Fue creciendo y rivalizando con la máquina de vapor desde su primera aplicación industrial en los medios de comunicación, como el telégrafo de Samuel Morse en 1837. Los transformadores y los alternadores, junto con el perfeccionamiento de los cables de alta tensión, permitieron conducir la electricidad a grandes distancias y su uso como creciente fuente energética industrial. Las aplicaciones incluyeron muchos sectores que revolucionaron la actividad económica y la vida cotidiana, como el alumbrado público de las ciudades, gracias a la lámpara de filamento incandescente, y el suministro energético para los aparatos eléctricos.

Petróleo

Supuso notables avances, inicialmente como combustible para el alumbrado doméstico y como brea para impermeabilizar el casco de los barcos. En 1885, Karl Benz inventó el motor de explosión o de combustión interna alimentado por gasolina, y después, en 1897, el motor diésel de aceite pesado (gasóleo).

Industria Química

Creció de forma tan fulgurante como sus innumerables aplicaciones: medicamentos y explosivos.

1.3 Revolución en Transporte y Comunicaciones

Había comenzado con la aplicación de la máquina de vapor al transporte marítimo y terrestre de la mano de dos inventos cruciales: el barco de vapor (1807) y el ferrocarril (1825). El barco de vapor influyó en la apertura de los primeros canales interoceánicos, como el canal de Suez en 1869, que unía el Mediterráneo con el Mar Rojo y acortaba el viaje de Europa a India, y el canal de Panamá en 1914, que unía el Pacífico y el Atlántico sin tener que circunnavegar América del Sur. Estos avances permitieron mayor velocidad del transporte marítimo, mayor carga física y tonelaje, menor coste económico y mejoras en la conservación de alimentos transportados.

El tendido ferroviario se extendió a aquellas zonas del planeta en las que el comercio con destino a Europa u otros países industrializados requería medios de transporte terrestre fiables, eficaces y más baratos. La revolución de las comunicaciones, con el telégrafo, el teléfono y la radiotransmisión inalámbrica, tuvo un gran salto con el código Morse.

1.4 Economía Mundializada

Mercado Interdependiente: No fue un proceso armónico ni equilibrado. Respondía a las necesidades creadas por la industrialización en algunos países, que eran:

  • Demanda de materias primas y alimentos que escaseaban en sus territorios.
  • Búsqueda de mercados para la colocación de su producción.
  • Exigencia de zonas para la emigración.
  • Demanda de áreas para rentabilizar sus capitales.

La hegemonía europea respondía a su ventaja como pionera en la senda de la industrialización y de la modernización socioproductiva. Las migraciones, una última faceta de la globalización, se vieron impulsadas por nuevos medios de transporte y el crecimiento demográfico registrado en Europa, lo que provocó migraciones masivas a otros continentes. Este masivo movimiento migratorio se alcanzó en vísperas de la Gran Guerra.

2.1 Causas del Imperialismo

La formación de nuevos imperios se debió a esa extraordinaria y rápida expansión del poder y de la influencia de los países industrializados en función de varios factores:

  • Factores Económicos: El firme crecimiento capitalista del último tercio del siglo potenció una expansión imperial que permitió controlar colonias que fueran centros suministradores de materias primas valiosas, crear mercados reservados para la inversión de excedentes de capital o para la venta asegurada de los productos industriales de la metrópoli, y disponer de zonas de emigración preferente para la creciente población europea.
  • Factores Políticos y Diplomáticos: Dirigentes y sectores influyentes de los países industrializados promovieron la expansión colonial como vehículo de autoafirmación nacional y de consecución de prestigio exterior, motivados por razones geoestratégicas de rivalidad con otras potencias, así como por medidas de protección para garantizar la seguridad de las fronteras y costas propias o de sus rutas.
  • Factores Ideológicos y Culturales: Se creó un clima de opinión culta y popular que compartía la creencia en la supuesta superioridad de la civilización europea sobre las demás. Este sentimiento de gozar de ventajas culturales y tecnológicas permitió emprender los planes de conquista con medios abundantes y novedosos, y sin costes excesivos, al tener enfrente una oposición indígena armada con medios primitivos. También contribuyó la voluntad de expandir las doctrinas religiosas misioneras cristianas y la difusión de teorías demográficas sobre la imperiosa necesidad de asegurarse espacio vital para el futuro.

2.2 Medios de Expansión Imperial

  • Barco de Vapor: Permitió remontar las corrientes de los ríos hacia el interior y penetrar en las cuencas hasta entonces inaccesibles.
  • Industria Química: Descubrió y produjo los medicamentos necesarios para preservar la salud de los conquistadores en climas y espacios hasta entonces hostiles.
  • Industria Armamentística: Concedió a los países industrializados una clara ventaja respecto al armamento antiguo.

2.3 Expansión Imperialista

Etapas de la Expansión

  1. Penegración y Exploración: Apoyos tecnológicos como el barco de vapor y los medicamentos hicieron que África despertara un gran interés entre los europeos. Los exploradores y pasajeros ofrecieron información geográfica.
  2. Conquista y Dominio Social y Territorial: El apoyo tecnológico fue la moderna industria militar. Los protagonistas fueron los ejércitos y las armadas que libraron batallas para someter a la población indígena e implantar la pacificación colonial. Un ejemplo son las dos guerras entre China y Reino Unido, que terminaron con la cesión de Hong Kong.
  3. Explotación y Desarrollo de las Colonias: Fueron el ferrocarril, el telégrafo y otras obras públicas. El poder de las colonias estaba en manos de los delegados de los Estados que administraban los territorios con sus pobladores indígenas.

Tipos de Colonias

  • Colonias de Poblamiento: Extensos territorios poblados (Australia, Nueva Zelanda, África del Sur, Canadá) que recogían excedentes demográficos de la metrópoli.
  • Colonias de Explotación y Asimilación: La mayoría surtían de materias primas a la metrópoli, comprobaban sus manufacturas y podían ser enclaves estratégicos.

4.1 Imperios Europeos en Asia

Reino Unido

Tuvo en India su principal colonia. El gobierno británico impuso el control directo del territorio bajo la dirección de un virrey y constituyó el Raj, un compacto bloque que incorporaba los actuales Estados de India, Pakistán, Bangladés y Ceilán. Los británicos extendieron sus dominios hacia Birmania, Malasia, Singapur y los enclaves chinos, sobre todo el puerto de Hong Kong, siendo Australia y Nueva Zelanda el foco imperial británico.

Rusia

En los mediados del siglo XVIII y durante el siglo XIX, se expandió fuera de sus áreas europeas, ocupando Alaska. La rivalidad con Reino Unido ocasionó diferentes conflictos que fueron limitados con el acuerdo de mantener dos estados independientes a modo de estados tapón: Persia y Afganistán.

Francia

Centró sus afanes imperiales en la península de Indochina, a partir de 1860, extendiendo su dominio por los actuales Estados de Vietnam, Camboya y Laos, formando la Unión Indochina. Esto posibilitó el mantenimiento de la independencia del Reino de Siam, un estado colchón entre las colonias respectivas.

Holanda

Inició su presencia en Asia con la ocupación de la isla de Java en 1815, ampliando sus dominios por las otras islas de la actual Indonesia.

Alemania

A partir de la década de 1880, ocupó Nueva Guinea Oriental y distintos archipiélagos del Pacífico, así como enclaves costeros en China. El Imperio Chino es un caso especial debido a su enorme población y el orgullo por su cultura milenaria. Esa hostilidad motivó la sangrienta rebelión de 1900 de los nacionalistas chinos, los Bóxers, por practicar unas artes marciales similares al boxeo. Esta rebelión fue aplastada en una operación militar de todas las potencias extranjeras, y su extensión y apoyo popular reforzaron la idea de que China no podía ser repartida ni colonizada, precipitándose el final del imperio y la conversión de China en una república asediada por la inestabilidad política y la conflictividad social.

4.2 Nuevas Potencias Imperiales No Europeas

Japón

Los objetivos imperialistas japoneses fueron Corea y China. Los motivos eran variados: el archipiélago volcánico con escasos recursos materiales y un fuerte crecimiento demográfico necesitaba materias primas para abastecer a su población, territorios para asentar su excedente demográfico, mercados para vender sus productos industriales y colonias para demostrar su potencia ante los países occidentales presentes en sus confines. La delimitación de su frontera colonial con Rusia provocó la Guerra Ruso-Japonesa de 1905, que concluyó con la victoria nipona y la primera derrota de una potencia europea ante un país no occidental.

Estados Unidos

Las muestras de tendencias expansionistas se evidencian con motivo de su guerra contra México, que concluyó con la anexión del territorio mexicano al norte del río Grande. En 1867, Alaska fue comprada a Rusia. Estados Unidos promovió la secesión de Panamá de Colombia a cambio del permiso panameño para construir y controlar el canal que se abriría en 1914.

5. Consecuencias del Imperialismo

Desde un punto de vista militar, fue causa de numerosos conflictos entre los países imperialistas, que recurrieron a la guerra para zanjar sus diferencias: guerras ruso-británicas, guerra hispano-norteamericana, guerra de los Bóers contra los británicos, crisis marroquíes. Estos conflictos provocaron múltiples episodios violentos para imponer el dominio en las colonias, así como para aplastar las rebeliones indígenas.

En el plano económico, significó un reajuste de los flujos mercantiles y financieros que favoreció el desarrollo de los países metropolitanos y la explotación de los recursos materiales y demográficos de las zonas colonizadas. En el orden sociopolítico, el reparto territorial fracturó sociedades forjadas por vínculos tribales, creando fronteras artificiales y estimulando tensiones étnicas por el apoyo colonial a diferentes grupos dentro de los nuevos límites fronterizos. Provocó un elevado grado de aculturación en la medida en que las poblaciones coloniales fueron forzadas a aprender las lenguas y las costumbres de los colonizadores como único medio de promoción social, subsistencia económica y acción política legal. La intensa presión misionera intentó extender el cristianismo por gran parte de los países dominados, especialmente en África.