Teoría Evolucionista de Lamarck
Lamarck explica la evolución de los seres vivos mediante los cambios en su medio ambiente y el uso o desuso de los órganos. Los órganos más usados se desarrollan, mientras que los menos usados se atrofian. Este cambio se transmite de generación en generación; por ejemplo, las jirafas cada vez tienen el cuello más largo para poder alcanzar las hojas de los árboles. Además, Lamarck pensaba que cada generación se iba perfeccionando.
Teoría Evolucionista de Darwin: La Selección Natural
Darwin creía que la causa de la evolución era la selección natural, es decir, que solo sobreviven los mejor adaptados. Cada generación de los seres vivos será mejor que la anterior gracias a la selección natural. Como las poblaciones aumentan rápidamente y no hay tanto alimento, solo sobrevive el más fuerte o el mejor adaptado. Así, estas variaciones se van transmitiendo por herencia. La selección natural no depende solo de la genética, sino también del medio ambiente, ya que las plantas también compiten entre sí. Hubo un concepto que Darwin dejó sin explicar: por qué unas variaciones son hereditarias y otras no; algo que descubrieron más adelante Gregor Mendel y Hugo de Vries.
El Proceso de Hominización
En la actualidad se admite como un hecho científico que todos los seres vivos, incluido el hombre, proceden de otros por evolución, y se entiende por proceso de hominización al proceso mediante el cual aparece el ser humano a partir de otros seres vivos.
Características de los Primates
El ser humano actual pertenece al grupo de los primates. Los primates son mamíferos que, mayoritariamente, viven en bosques tropicales húmedos o subtropicales de tipo monzónico, por lo que presentan numerosas adaptaciones a la vida en los árboles, como son:
- El dedo gordo del pie grande y móvil.
- Las uñas planas.
El ser humano es una excepción a esta definición ecológica, pero solo desde hace unos pocos millones de años. Por eso, ha perdido alguna de las características de los demás primates.
No existe consenso sobre el árbol evolutivo de los homínidos. Los descubrimientos de nuevos fósiles han provocado que las opiniones de los científicos varíen para tratar de explicar los nuevos datos. Además, existen diferentes interpretaciones de unos mismos datos.
Los Australopitecos
Ardipithecus ramidus
La especie Ardipithecus ramidus es la antecesora del resto de los homínidos y su antigüedad más probable es de 4,5 m.a. El conjunto más antiguo de fósiles homínidos se encontró en 1992, en el curso medio del río Awash, en Etiopía. Sus descubridores les dieron el nombre de Ardipithecus ramidus (ardí, suelo; piteco, mono; ramid, raíz) y, parece ser que estos primeros antepasados del hombre habitaban la selva y se alimentaban como los chimpancés de hoy.
Australopithecus anamensis
Le sigue en la línea evolutiva el Australopithecus anamensis (austral, sur; aman, lago) con una antigüedad de unos 4 m.a. La mayor cantidad de fósiles de esta nueva especie de homínido se ha encontrado en Kenia, junto al lago Turkana. Los individuos que pertenecían a esta especie caminaban erguidos ya con toda seguridad, y su dentición demuestra que habían cambiado de nicho ecológico.
Otras especies de Australopithecus
Posteriormente, con una antigüedad entre 3 y 2 m.a., se han hallado en Sudáfrica fósiles de una nueva especie de homínido, el Australopithecus africanus.
Se han encontrado, asimismo, abundantes fósiles de homínidos de una nueva especie, el Australopithecus afarensis (en el país de los Afar, Etiopía) que vivió hace unos 3 m.a.
Los Primeros Humanos: Géneros Paranthropus y Homo
Hace unos 2,8 m.a. se produjeron en el planeta Tierra oscilaciones climáticas muy fuertes que provocaron la expansión de los mantos de hielo en el hemisferio norte durante las épocas frías. Esto coincidió con la aparición de los primeros representantes de los géneros Paranthropus y Homo. Los dos géneros se originaron en esta época y convivieron durante cerca de 1,5 m.a. a lo largo de una extensa región que se extendía desde la actual Etiopía hasta el extremo meridional de África.
El término Homo fue empleado por Linneo para nombrar el género al que pertenece la especie del ser humano, Homo sapiens, por lo que preguntarse por el origen y evolución del género Homo es referirse al origen y evolución de los humanos actuales, mientras que el término Paranthropus significa literalmente “al lado del hombre”.
Homo habilis
Los primeros representantes del género Homo pertenecen a la especie Homo habilis y eran muy similares a los ejemplares de Australopithecus africanus encontrados en Sudáfrica, lo que indica que entre ellos existía un grado de parentesco muy estrecho. El Australopithecus afarensis, que muchos colocan a continuación en el árbol evolutivo, estuvo en el origen del género Paranthropus, pero no en el linaje directo del Homo.
El Homo habilis poseía un peso semejante al de los australopitecos, entre 30 y 45 kg, pero el tamaño de su cerebro era ya de alrededor de 620 cc y, además, existen indicios claros de que su organización era similar a la de los humanos modernos.
Homo ergaster
Hace unos 2 m.a. apareció un nuevo humano, el Homo ergaster (Ergaster, trabajador), claramente diferente de todos los homínidos anteriores. Su cerebro era mayor, con un tamaño promedio de entre 800 y 900 cc, su cara de aspecto más moderno, y su estatura y peso similares a las de los humanos actuales o quizá algo mayor.
Homo antecessor y la expansión
En África apenas existen fósiles con una antigüedad en torno a 1 m.a. Los investigadores de Atapuerca piensan que en esa época se desarrolló en ese continente una población del mismo tipo que la representada por los fósiles humanos hallados en Atapuerca, en la Gran Dolina: el Homo antecessor. Esta nueva especie apareció en África y se extendió luego por el resto de los continentes. En Europa evolucionó hacia el Neandertal y en África lo hizo hacia el Homo sapiens.
Homo sapiens
El Homo sapiens tiene su origen en África y se han encontrado fósiles con una antigüedad de entre 90.000 y 120.000 años. Su capacidad craneal es de alrededor de 1350 cc. Para un gran número de antropólogos, los humanos modernos se originaron en África hace unos 100.000 años y a partir de ahí se expandieron primero por Australia, y más tarde por Asia y el Viejo Mundo, reemplazando a las distintas humanidades. En Europa, por ejemplo, al Neandertal, que había aparecido como resultado de evoluciones locales, en condiciones de aislamiento reproductor.
Según esta hipótesis, Europa fue poblada dos veces: primero por el Homo antecessor hace aproximadamente unos 800.000 años, que evolucionó hacia el Neandertal y, posteriormente, por el Homo sapiens, hace alrededor de 45.000 años.