Arte Bizantino: Orígenes, Esplendor y Legado
Tras la división definitiva del Imperio Romano a la muerte de Teodosio (395), la parte occidental sucumbió al empuje de los pueblos germánicos, mientras que la oriental, con capital en Constantinopla, pervivió más de mil años.
El Imperio Bizantino vivió su primer gran periodo de esplendor con Justiniano, quien estuvo cerca de recomponer el antiguo Imperio Romano.
El Imperio Bizantino se redujo de nuevo a sus territorios orientales, en cuyos límites nació en el siglo VII el Islam, una nueva fuerza política y religiosa que constituiría en lo sucesivo su principal amenaza. La pérdida de territorios fue ya constante, hasta que en 1453 los turcos otomanos tomaron Constantinopla y liquidaron definitivamente el Imperio.
La consideración de los artistas en la sociedad bizantina no mejoró sustancialmente respecto a la Antigüedad clásica. Se los seguía considerando meros artesanos, aunque algunos gozaban de admiración y prestigio.
En cuanto a los clientes, los principales fueron los emperadores y la poderosa Iglesia.
Periodos del Arte Bizantino
Había tres periodos en el arte bizantino:
- 1. Periodo Paleobizantino (siglos V-VII): Denominado “Siglo de Oro de la cultura bizantina”.
- 2. Periodo Iconoclasta (siglos VIII-IX): Crisis artística por las consecuencias del rechazo a las imágenes.
- 3. Periodo Posiconoclasta (siglos IX-XV).
La Arquitectura Paleobizantina
En sus comienzos, la arquitectura bizantina se mantuvo bajo la influencia del arte romano y paleocristiano occidental, considerándose la época de Justiniano (siglo VI) como su apogeo.
Las construcciones bizantinas de mayor interés fueron los templos, que presentaban las siguientes características:
- Las plantas más utilizadas eran la basílica o la octogonal; a estas se añadió la de la cruz griega.
- Los espacios principales se cubrían con cúpulas.
- La transición del cuadrado de la planta a la circunferencia de la cúpula se realizaba mediante pechinas.
- Como soporte, además del muro, era frecuente la columna de tipo clásico con capiteles trabajados a trépano y rematados por cimacio.
- El espacio interior estaba ricamente decorado.
- Los muros interiores se recubrían de mármoles en su parte inferior; pinturas o mosaicos en la superior.
- En los mosaicos utilizaban fondo dorado.
- El aspecto exterior del edificio no preocupaba y solía ser de ladrillo, macizo y sin adornos.
La arquitectura de este siglo de oro de la cultura bizantina, como se denomina al reinado de Justiniano, nos ha legado muestras de un valor extraordinario.
Sus principales centros importantes fueron Constantinopla y Rávena.
Santa Sofía de Constantinopla
Construida en el siglo VI d.C. por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto. Su planta es de cruz griega inscrita en un rectángulo. El elemento predominante de todo el edificio es su grandiosa cúpula central, de 31 metros de diámetro y 55 de altura.
Su enorme peso se distribuye de la siguiente manera:
- Una parte recae directamente sobre cuatro grandes arcos de medio punto, que se apoyan en pilares. La transición del perímetro circular al cuadrado se realiza mediante pechinas.
- El resto se desvía hacia el exterior sobre semicúpulas.
El exterior ofrece un aspecto macizo, contrastando con el lujo y la riqueza de su interior.
Tras la caída de Constantinopla en poder de los turcos, estos convirtieron Santa Sofía en mezquita. Fue entonces cuando se le añadieron los cuatro minaretes y se cubrieron las imágenes de sus muros.
El Arte Islámico en la Península Ibérica
Esta sección aborda las características y ejemplos del arte islámico desarrollado en la Península Ibérica tras la presencia musulmana.
El Arte de los Reinos Taifas
Características principales:
- Los sillares de piedra fueron sustituidos por la mampostería y el ladrillo recubiertos de yeso.
- Predominio del ataurique (decoración de tipo vegetal).
- Uso del arco mixtilíneo.
La Aljafería de Zaragoza
Ejemplo destacado del arte taifa, presenta:
- Arcos mixtilíneos, lobulados y entrecruzados.
- Arco de herradura.
- Exterior sobrio.
El Arte Granadino (Nazarí)
Tras el avance cristiano del siglo XIII, la presencia islámica en España se redujo al Reino de Granada, bajo la dinastía de los Nazaríes. Rasgos distintivos:
- Pobres estructuras enmascaradas con una profusa decoración y con revestimientos de materiales como la cerámica vidriada.
- Empleo de mocárabes en arcos, bóvedas y capiteles de las columnas.
- Aparición de la columna original del arte hispanomusulmán: de fuste liso, con collarinos y capitel compuesto.
La Alhambra de Granada
La Alhambra es el mejor conjunto palatino de todo el arte islámico. Está integrado por estancias de diversos tipos: salas oficiales, aposentos, etc.
Compuesto principalmente por:
- El Palacio de Comares: Rodea el Patio de los Arrayanes. Patio de planta rectangular con una alberca en el centro. Características:
- Arco de medio punto.
- Patio rectangular.
- Columnas de fuste liso.
- Una alberca en el centro.
- Arco marcado con un alfiz y almenillas.
- El Palacio de los Leones: También en torno a un patio central. Con una fuente central, cuyo plato descansa sobre doce figuras de leones. Características:
- Columnas de fuste liso.
- Columnas con collarines.
- Arcos de medio punto y mocárabes.
Presenta rasgos peculiares: carece de fachada ostentosa, pero sus interiores son lujosos; las estancias se articulan en torno a patios interiores y los límites entre edificación y naturaleza tienden a difuminarse.