Obras Maestras de la Escultura Moderna: Rodin, Claudel y Duchamp

Obras Maestras de la Escultura Moderna

El Pensador

Autor: François-Auguste René Rodin
Cronología: 1880-1900
Tipología: Escultura exenta
Material: Bronce
Estilo: Impresionista
Tema: Simbólico
Localización: Museo Rodin (París)

Actualmente, El Pensador se ha convertido en la representación de un personaje anónimo inmerso en sus preocupaciones. Sin embargo, en un principio, Rodin realizó esta escultura como la imagen de Dante, el gran poeta autor de la Divina Comedia. No obstante, el escultor no tenía la intención de que la imagen se pareciese físicamente al poeta, sino la de modelar una metáfora del pensamiento del hombre enfrentado a su destino mortal.

La figura formaba parte del proyecto que el artista francés había ideado junto a Camille Claudel: una gran puerta para el Museo de Artes Decorativas de París, cuyo motivo central era el famoso libro de Dante. El proyecto, titulado La Puerta del Infierno, fue un encargo del Estado francés que desbordó al escultor, y no se terminaron nunca las 186 figuras que inicialmente había proyectado.

Auguste Rodin realiza la escultura de un hombre desnudo, con los brazos, las manos y los pies sobredimensionados, sentado en una roca y con el torso inclinado hacia delante. El personaje está en una actitud de profunda reflexión. La escultura presenta una clara composición centrípeta, es decir, hacia dentro, desvinculándose de cualquier relación con el entorno exterior.

En el tratamiento anatómico sorprende el modelado en tensión de todos los músculos del cuerpo, como si en lugar de realizar un ejercicio mental estuviera haciendo un duro esfuerzo físico. En El Pensador aparecen rasgos de Miguel Ángel como el non finito, «no acabado». La modeló la escultura en yeso, tiene una medida de 70 cm de alto, pero no será hasta el año 1904 cuando se creó la versión monumental de 180 cm de altura.

Rodin está considerado el gran renovador de la escultura contemporánea. Tanto su particular tratamiento de la materia, como el gusto por las formas redondeadas, tuvieron un gran eco en la escultura modernista y de principios del siglo XX.

Los Burgueses de Calais

Autor: François-Auguste René Rodin
Cronología: 1884-1886
Tipología: Escultura exenta
Material: Bronce
Estilo: Impresionista
Tema: Histórico
Localización: Museo Rodin (París)

El Ayuntamiento de Calais hace el encargo Los Burgueses de Calais al afamado escultor Rodin en el año 1884, para conmemorar un hecho histórico acontecido durante la Guerra de los Cien Años. Auguste Rodin planteó al menos tres proyectos para tratar de dar solución a la composición, siendo el tercero de ellos (el más novedoso y revolucionario) el elegido por la ciudad.

El grupo escultórico nos muestra un enorme estudio psicológico e individualizado de cada uno de los personajes, que muestran diferentes actitudes ante la idea de la muerte. El conjunto no muestra un instante preciso sino un conjunto de sentimientos, pensamientos y dilemas morales expresados de forma muy variada. Algún personaje se inclina, otro muestra su angustia y desesperación, otro se refugia en la apatía y otro trata de sobrellevar el dolor con la mayor dignidad y orgullo posibles.

Las formas en su tratamiento expresivo muestran el espíritu de los personajes. Rodin huye de los contornos definidos y realistas en aras de la expresividad formal. Gracias a la influencia del Impresionismo, renovó las técnicas escultóricas mediante una explotación de todos los recursos del material empleado, la incorporación del reflejo de la luz y la sensación de lo inacabado.

Rodin se apartó de la influencia de los modelos clásicos a la manera que siglos atrás había desarrollado Miguel Ángel, aunque con la utilización del bronce sustituyendo al mármol. Así dio inicio a una nueva forma de expresión que descartaba la idea aún vigente de imitar la realidad. Fue un claro precedente de las propuestas vanguardistas desarrolladas a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, en especial en las obras de Medardo Rosso y Henri Matisse, y en el cubismo de Picasso y el futurismo de Boccioni.

La Edad Madura

Autora: Camille Claudel
Material: Bronce
Tipología: Escultura exenta
Estilo: Realismo
Localización: Museo de Orsay, París

La Edad Madura se compone de tres partes constituidas por los personajes: se puede observar a un hombre y dos mujeres. La forma de representar el cuerpo humano por parte de Camille Claudel es inaudita, consigue recrear la belleza en sí misma. Podemos ver la influencia de artistas como Rodin debido a su forma realista en el trato del cuerpo humano.

La figura del hombre porta sobre sus hombros a una mujer de apariencia desagradable, gracias a un mal gesto facial y la gran cantidad de arrugas, quien lo abraza mientras que detrás queda una figura en el suelo implorante, separada del cuerpo principal que consigue transmitir ese patetismo buscado. La mujer situada en el suelo busca alcanzarle, pero no lo consigue; su intención es alejarle de la bruja que quiere hacerlo suyo.

La composición tiene una forma diagonal, acentuada por las extremidades de las figuras y los cuerpos que descienden cayéndose. Por otro lado, respecto al soporte, podemos ver cómo el tratamiento del suelo no es el más trabajado. Este debería de transmitir firmeza mientras que transmite erosión. Las figuras transmiten pasión y acción. Es una escena muy dinámica como se puede ver en el tratamiento de las vestimentas agitadas; parece que vayan a separarse en cualquier momento, ya que capta el instante anterior de la separación de los cuerpos.

Para su creación, realizó diferentes versiones. Todas sus obras tienen una gran fuerza expresiva que impactan en el espectador. Su estilo es totalmente propio, pero a la vez remite a unas formas rodinianas. Si bien La Edad Madura puede considerarse un trabajo escultórico asociado a la dimensión biográfica de Camille Claudel (de aquel momento puntual en que Rodin elige a Rose Beuret por sobre ella), también hay lecturas que afirman que la obra representa una alegoría a las edades de la vida: la juventud, la madurez y la vejez.

Esta otra mirada de la composición simbolizaría la inexorable fuga del tiempo, una alegoría del envejecimiento, el hombre que deja atrás la juventud y avanza hacia la madurez y la muerte final. La mujer mayor es identificada por algunos con la Diosa de los destinos Clotho (escultura que Claudel representó en 1893) y la joven que representa a la juventud en la Diosa Venus. Otros hacen referencia a la historia de Psique y Cupido, cuyo amor está prohibido por Venus.

La Fuente

Autor: Marcel Duchamp
Cronología: 1917 (réplica de 1964)
Tipología: Readymade
Material: Porcelana
Estilo: Dadaísta
Tema: Urinario
Localización: Tate Modern (Londres)

Descripción Formal

La Fuente es un urinario de porcelana que el artista compró en una tienda de productos de fontanería de Nueva York, sobre el que realizó ligeras modificaciones: su inversión mediante un giro de 180°, la estampación de una firma (“R. Mutt”) y la fecha de realización (“1917”). Para otorgar a este objeto cotidiano un valor artístico, Duchamp se sirve de la estrategia de descontextualización, es decir, se limita a escoger un objeto y a aislarlo del contexto que le da sentido.

Es una de las obras más representativas de lo que el autor denominó “readymade”, que literalmente significa “ya realizado”, una serie de objetos cotidianos (un urinario, una rueda de bicicleta o una pala de nieve) que no han sido fabricados por Duchamp. Al limitarse a la elección del objeto, el artista destruye uno de los valores del arte tradicional: la dimensión artesanal.

La inversión de la posición del objeto original en 180° es igualmente importante ya que elimina la utilidad que tiene este objeto en su entorno cotidiano. En virtud de su nueva posición, el urinario ya no sirve para evacuar líquidos sino, al contrario, para arrojárselos a aquel que los deposite, y de ahí el título de La Fuente.

El carácter provocador de la obra reside también en la elección de un objeto sumamente banal como candidato para convertirse en una obra de arte. Cuando Duchamp decidió presentarla a la American Society of Independent Artists, en abril de 1917, esta fue rechazada, al no ser considerada una obra de arte. El rechazo de la obra suponía el éxito de Duchamp, ya que su objetivo era precisamente la destrucción de lo que se entendía por arte hasta el momento.

El tema que plantea La Fuente de Duchamp es la duda sobre la definición de arte, que puede formularse de la siguiente manera: “¿Qué es arte?” o “¿Qué no es arte?”. La influencia de esta obra se manifestará especialmente en la segunda mitad del siglo XX. Andy Warhol, debido a su interés por motivos tan cotidianos como las latas de sopa Campbell, la imagen de Marilyn o los iconos de cine y música populares americanos, será un claro ejemplo de este desplazamiento producido en las consideraciones artísticas en el que se introduce una inesperada proximidad.