Mozart: Sonata K.545, Primer Movimiento (Allegro)

Autor: Wolfgang Amadeus Mozart es uno de los compositores más importantes de todos los tiempos y el representante más genuino del llamado Clasicismo Vienés. Cultivó todos los géneros musicales de su época.

Fecha: Junio de 1788, cuando Mozart tenía 32 años.

Género: Se trata de una Sonata para piano clásica. En el Clasicismo, las sonatas son piezas para un instrumento (normalmente piano) o, como mucho, dos. Si hay tres instrumentos, se denominan tríos; si hay cuatro, cuartetos, etc. La sonata es, por tanto, un género instrumental, de cámara y con varios movimientos de tempo habitualmente contrastado.

Contexto histórico-social: Estamos en plena época clásica, en Viena, la capital de la música europea al menos hasta mediados del siglo XIX. Mozart era un músico de prestigio, aunque sus éxitos siempre fueron efímeros y no suficientes para mantenerle económicamente sin apuros. Mozart fue uno de los primeros músicos que intentó trabajar independientemente y vivir de su actividad musical.

Timbre: Piano. Mozart es uno de los primeros grandes músicos que compuso obras maestras para este tipo de instrumento. Los músicos preferían el piano al clave. El piano permitía una gradación dinámica enorme, que dependía directamente del tacto del intérprete sobre las teclas, a diferencia del clave.

Forma: Sonata. La sonata clásica más típica consta de 3 secciones:

• Exposición: Normalmente de dos temas, A y B; el primero en la tonalidad principal y el segundo en la dominante.
• Desarrollo: Donde los temas se interrelacionan.
• Reexposición: Vuelven a escucharse los temas A y B como al principio, normalmente ambos en la tonalidad principal.

Textura: Básicamente melodía acompañada. En el desarrollo, hay algunas imitaciones entre las dos manos.

Melodía: Los dos temas de la sonata tienen una estructura similar: una primera parte lírica, de cuatro compases en cada caso, a la que sigue una segunda parte de rápidas figuraciones características del instrumento al que la obra está dirigida (escalas en el primer tema y arpegios en el segundo).

Armonía: Do mayor (es una sonata “fácil”). El Tema B se encuentra en la dominante Sol mayor.

Ritmo: Tempo Allegro invariable, lo normal en el primer tiempo de una sonata clásica. Compás de 4/4. Dado que el pulso no varía, hay dos figuraciones básicas que se emplean en esta pieza para dar distintas sensaciones de agilidad: la corchea (el acompañamiento del comienzo, por ejemplo, que proporciona una sensación más tranquila) y la semicorchea.

Dinámica: En este momento, comienza a haber una mayor variedad dinámica, con reguladores sugeridos en la partitura y cambios de matiz, todo ello en relación con el instrumento, el piano, que lo permite. Se observan indicadores de matices y algún crescendo, pero utilizados en momentos puntuales y con moderación.

Joseph Haydn: Cuarteto de Cuerda Op.76 n.4, “La Aurora”, Primer Movimiento

Autor: Junto con Mozart, Joseph Haydn (1732-1809) es el músico plenamente clásico más importante, y gracias a su extensa vida, su tarea compositiva abarcó todo el período. Sin duda, fue el músico más apreciado en su propia época, y su estilo sobrio y simétrico, elegante a la vez que contenido, sirvió de modelo para compositores más jóvenes que él.

Fecha: 1797. El último periodo creativo del autor y una de sus últimas obras maestras.

Género: Dentro de la música de cámara, el cuarteto de cuerda es el género más empleado en el Clasicismo por varias razones: hay cuatro voces y los instrumentos de cuerda empastan su sonido fácilmente, ofreciendo tanto un amplísimo registro como numerosas posibilidades de efectos de sonido por medio de diferentes técnicas.

Contexto histórico-social: Estamos en un momento de cambio histórico en el que Europa está convulsionada por la Revolución Francesa y sus consecuencias: las Guerras Napoleónicas doblegarán temporalmente al Imperio Austriaco, mostrando sus debilidades, aunque de forma pasajera. El Romanticismo comienza a abrirse camino y Beethoven será el futuro. Haydn, mucho mayor, representa el pasado. Mozart ya había fallecido y Beethoven comenzaría a impulsar el Romanticismo musical.

Timbre: El cuarteto de cuerda clásico está formado por dos violines, viola y violonchelo. En la partitura, puede comprobarse que Haydn otorga un papel interesante a todos los instrumentos en unos u otros momentos de la pieza. El cuarteto funciona como un único instrumento homogéneo y polifónico que debe ser tocado por cuatro intérpretes a la vez.

Forma: Sonata, como es normal en el primer tiempo de un cuarteto.

Textura: A veces melodía acompañada, pasajes homófonos, contrapunto… La textura es variada y cambiante.

Melodía: Clásica, simétrica y de cadencias claras y contundentes. Se alternan los pasajes líricos y los de fuerza. Hay algunas ornamentaciones, y se da mucha importancia a la articulación.

Armonía: (Ya comentada con la forma), respeta la armonía habitual de la forma sonata en tonalidad mayor (Si bemol mayor). Armonía clásica y tonal.

Ritmo: Allegro. Las aparentes variaciones de velocidad se consiguen por medio de cambios de figuración. Compás de 4/4, también sin cambios.

Dinámica: Variada o diversa; hay crescendos clarísimos y una variedad de matices entre el piano y el fortissimo.