Las obras pictóricas barrocas, liberadas de la geometría de los cuadros del Renacimiento, se caracterizaron por la composición radial, en la que personajes y objetos parecían salir disparados desde el punto central hacia las diagonales, que se cruzan indefinidamente en planos diferentes, creando la sensación de que los personajes parecían escapar del cuadro.
Las formas son voluptuosas y exageradas; las figuras cobran expresividad y, envueltas Sigue leyendo →