La Telemedicina: Orígenes y Concepto Fundamental
Alrededor de 1950, en la Universidad de Nebraska, en Estados Unidos, se incursionó en telemedicina con el diseño de aplicativos experimentales para la transmisión de signos vitales. Esta iniciativa fue adoptada en 1960 por la NASA para el monitoreo en tiempo real de los astronautas.
El término “telemedicina” proviene del griego τελε (tele), que significa ‘distancia’, y “medicina”, refiriéndose a la prestación de servicios médicos a distancia. Para ello, se utiliza la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC). La telemedicina puede ser tan simple como dos profesionales de la salud discutiendo un caso por teléfono, o tan compleja como la utilización de avanzada tecnología en comunicaciones e informática para realizar consultas, diagnósticos o cirugías a distancia y en tiempo real (Wikipedia, 2018).
Ramas Clave de la Telemedicina
La telemedicina se puede dividir en varias ramas fundamentales, entre las que se destacan:
Monitorización de Pacientes a Distancia
Esta modalidad permite el control de pacientes con enfermedades crónicas en sus hogares. Se logra mediante el uso de dispositivos que recopilan datos sobre niveles de azúcar en la sangre, presión arterial y otros signos vitales, facilitando un seguimiento continuo y proactivo.
Tecnología de Almacenamiento y Envío (Store-and-Forward)
Consiste en el almacenamiento de datos clínicos (imágenes, videos, informes) para su posterior envío a otros centros médicos o especialistas. Esta asincronía permite la revisión y el diagnóstico sin necesidad de una interacción en tiempo real.
Telemedicina Interactiva
Este tipo de telemedicina permite a médicos y pacientes comunicarse en tiempo real. Generalmente, se realiza mediante videoconferencias, permitiendo al paciente permanecer en su domicilio o acudir al centro de salud más cercano para la consulta.
Avances en Telekinesiología y Rehabilitación Digital
La telekinesiología, si bien lleva algunos años en curso, no está implementada en un 100 % en Chile. La kinesiología y la telemedicina han ido relacionándose gradualmente, aunque la información al respecto es aún escasa. Kinesiólogos de varias áreas se están incorporando e iniciando proyectos innovadores. Un ejemplo destacado es el Kinesiólogo Pablo Burgos, quien recibió un reconocimiento en nombre de su equipo por su proyecto de telekinesiología.
La propuesta que lidera busca solucionar el problema de acceso a la rehabilitación física de pacientes post-Enfermedad Cerebrovascular (ECV) con alteraciones del control postural. Esto se logra mediante la implementación de un modelo de atención que involucre telerehabilitación a través de videojuegos educativos. La idea central es “que se aumente la capacidad de los sistemas de salud, para que las personas estén bajo entrenamiento y supervisión del personal clínico durante un mayor número de horas en las etapas tempranas de la neurorehabilitación” (Siebert, 2017).
Es por ello que se deben crear propuestas de proyectos para pacientes con accidente cerebrovascular, implementando cursos y talleres dirigidos al tutor del paciente para explicar y enseñar la metodología, el tiempo y la forma de realizar la terapia. Otra propuesta viable es crear una plataforma en línea para resolver consultas personalizadas para cada paciente, permitiendo el acceso a su ficha clínica para una atención más informada. De esta manera, se permitiría que el kinesiólogo pueda guiar el plan de tratamiento del paciente y pueda indicar la mejor forma de utilizar ayudas técnicas.
Impacto y Proyección Global de la Telemedicina
Cada vez son más las personas que escogen una visita mediante videoconferencia para resolver problemas menores, en lugar de acudir a la sala de urgencias. Se estima que para el año 2020, unos 78.5 millones de personas estarán utilizando los servicios de telemedicina en todo el mundo. La razón principal de esta creciente adopción es el ahorro de costos, tanto para los profesionales de la salud como para los pacientes.
Cuestionarios para el Control del Asma
Los cuestionarios para el control del asma son instrumentos capaces de evaluar la actividad crónica del asma en períodos que, por lo general, abarcan de una semana a un mes. Se emplean en el manejo del asma con diferentes objetivos:
- Describir el efecto de la enfermedad en el paciente.
- Controlar la terapia farmacológica.
- Realizar estudios clínicos o de análisis de costo-beneficio en el tratamiento.
La Iniciativa Global para el Asma (GINA) recomienda un cuestionario de control para niños mayores de 5 años. Este establece tres niveles cualitativos de control:
- Controlado
- Parcialmente controlado
- No controlado
Cuestionarios Validados para el Asma
Entre los cuestionarios validados más comunes se encuentran:
- ACT (Prueba de Control del Asma)
- C-ACT (Prueba de Control de Asma Infantil)
- ACQ (Cuestionario de Control del Asma)
- C-ATAQ (Cuestionario de Evaluación de la Terapia de Asma para Niños)
La mayoría de estos cuestionarios son autoadministrados y se aplican mediante entrevistas en visitas clínicas en el centro de atención médica o, con menor frecuencia, a través de versiones electrónicas para ser respondidos desde el hogar. Incluyen preguntas sobre síntomas diurnos, síntomas nocturnos o alteraciones del sueño, y limitaciones de la actividad cotidiana provocadas por la enfermedad.