Panorama de la Novela en Español: De la Posguerra al Siglo XXI

La Novela Española de 1939 a 1975

Tras la Guerra Civil, el general Franco implanta una dictadura que durará casi 40 años. Entra en vigor la censura. Una de las consecuencias más significativas de la Guerra Civil española fue el exilio de numerosos escritores que desarrollaron su obra en contextos culturales y lingüísticos distintos al español. En sus obras aparecen con frecuencia temas como la memoria de la España anterior a 1936, la pérdida de seres queridos, la reflexión sobre la guerra y el sufrimiento humano, así como la crítica a la represión y la injusticia.

La Narrativa del Exilio

Ramón J. Sender es el más representativo de la narrativa del exilio. En Réquiem por un campesino español retrata el conflicto social y político a través de la historia de un sacerdote que recuerda a un joven campesino fusilado, simbolizando la lucha del pueblo y la impotencia de quienes no supieron evitar la tragedia.

Max Aub ofrece una obra vasta y comprometida, en la que se mezclan estéticas de vanguardia con un realismo humano. Su serie sobre la Guerra Civil, especialmente Campo de los almendros, muestra un enfoque ético, la mirada crítica al comportamiento humano en contextos extremos y su riqueza estilística.

Francisco Ayala adopta un tono más reflexivo y moralizante. En sus novelas analiza los vicios del ser humano y critica el poder y la corrupción desde una perspectiva irónica en obras como Muertes de perro y El fondo del vaso.

Otras Tendencias de Posguerra

La novela nacionalista está representada por autores más o menos afectos al régimen, como Rafael García Serrano y su obra La fiel infantería, si bien hay ciertas disconformidades por parte de autores como Ignacio Agustí, con su obra Mariona Rebull. Torrente Ballester en su obra Javier Mariño no ocultaba inquietudes.

La novela fantástica intentaba superar el realismo tradicional con su visión desencantada y escapista. Wenceslao Fernández Flórez será el mayor representante con su obra El bosque animado.

La novela existencial recorre temas como la soledad, la inadaptación, la frustración y la muerte. Destaca La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, que presenta la autobiografía de un condenado a muerte, y Nada de Carmen Laforet, que tiene un carácter testimonial de la España de posguerra. Ambas forman parte del tremendismo, tendencia que introducía lo más sórdido y desagradable de la realidad.

A mediados de siglo, la novela pretende reflejar las condiciones que vive la sociedad española. Obras como La colmena de Camilo José Cela y La noria de Luis Romero destacan.

El Realismo Social

El realismo social es una corriente narrativa que surge con el objetivo de denunciar la situación social del momento. La literatura pasa a ser un medio que genera cambios, enfocándose en lo colectivo antes que en lo individual. Entre los temas más representativos están la vida rural, el mundo laboral y el ambiente urbano. Estas novelas muestran solidaridad con los sectores humildes, contrastando con otras que critican el vacío moral y el conformismo de la burguesía.

En cuanto a lo formal, tienen un argumento lineal y unidad de tiempo y espacio, así como el uso de personajes colectivos o representativos, narradores objetivos y descripciones sencillas con lenguaje simple.

Camilo José Cela destaca por su capacidad de mostrar la crueldad y la degradación humana a través de un humor negro y enfoque distante. A pesar de tener una actitud compasiva, también tiene un tono frío. Su obra más representativa del realismo social es La colmena, donde presenta un amplio retrato colectivo de la España de posguerra, condensa el tiempo de sus novelas y muestra la miseria, frustración y pobreza de los protagonistas.

El Neorrealismo y la Novela de los Sesenta

El neorrealismo aparece con autores que reflejan en sus obras la realidad social desde una perspectiva más social e intimista. Destacan autores como Rafael Sánchez Ferlosio con El Jarama, donde muestra su maestría en el manejo del lenguaje coloquial. Un grupo de jóvenes madrileños pasan el domingo en el río hablando de trivialidades hasta que por la noche una de las chicas muere ahogada.

Durante los años sesenta se descubre la novela hispanoamericana con autores como García Márquez y se conoce a los grandes renovadores de la literatura universal con autores como Kafka. Entre las características de esta novela, se destaca el narrador como elemento de cambio y se introducen los cambios de perspectiva, se da importancia al monólogo interior y se rompe la secuencia cronológica. El argumento pasa a ser más bien irrelevante y los personajes serán seres en conflicto con ellos mismos y su entorno.

Destacan autores como Luis Martín-Santos, con su obra Tiempo de Silencio, que trata un contenido de carácter social a su vez que una profunda renovación de las técnicas narrativas. Se verán los problemas de la sociedad española representados con la ironía y el humor.

Asimismo destaca Miguel Delibes, con su obra Cinco horas con Mario, en la que introduce el monólogo interior y tiene dos formas de entender la vida: la egoísta y reaccionaria de la mujer y la liberal de su marido.

También Juan Benet destaca con su obra Volverás a Región, donde trata la ruina de una ciudad española imaginaria y no usa un orden cronológico concreto. Sus monólogos son largos y de diversas voces.

Juan Goytisolo defiende la renovación narrativa con su obra Señas de identidad, donde se busca el sentido a la vida, y destaca por la narración en segunda persona, combinada con la primera y tercera, además del monólogo interior.

Juan Marsé publica Últimas tardes con Teresa, donde ofrece una visión crítica a la burguesía catalana, mostrando la relación entre un delincuente y una estudiante burguesa.

La Novela Española a partir de 1975

A partir de 1975, con la muerte del dictador, se inicia la transición a la democracia, se suprime la censura y se recupera la libertad de expresión. El experimentalismo se ha ido agotando, se produce una vuelta a la narratividad y al relato con su peripecia y fábula, a la vez que la intriga, además de diversas tendencias. Además, hubo un crecimiento del sector editorial. Todo esto acaba por convertir a la novela en el género más popular.

Finaliza la novela experimental y aparecen dos nuevas novelas, entre ellas La saga/fuga de J.B. (Gonzalo Torrente Ballester), cuya naturaleza irónica la convierte en la primera gran parodia de la narrativa experimental. En 1975 hay un cambio en la novela con La verdad sobre el caso Savolta (Eduardo Mendoza), ambientada en Barcelona entre 1917-19, que recupera la intriga, las aventuras, la ironía y el humor.

La Novela de la Transición y la Generación del 68

La generación del 68 fue un grupo de narradores nacidos entre 1930 y 1940 que comienzan a destacar en la década de los 70 escribiendo novelas de la Transición. Hay una vuelta a la narratividad, construyendo argumentos y personajes complejos, la importancia de la subjetividad, el cuidado del estilo, evitando el prosaísmo, un nuevo clasicismo y alejarse de los excesos del experimentalismo.

  • Metanovela: El hecho literario es un tema en sí mismo, nos hace partícipes de su construcción y reflexiona sobre la naturaleza de su relato. Está Carmen Martín Gaite (El cuarto de atrás) y Cela (Mazurca para dos muertos).
  • Novela policiaca: Presenta ambientes marginales y sórdidos junto a personajes amorales y ambiguos. Intentaba captar el interés del lector y retratar críticamente la sociedad de la Transición. Destacaron Eduardo Mendoza (El misterio de la cripta embrujada), Andreu Martín (Aprende y calla) y Lourdes Ortiz.
  • Novela histórica: Se clasifica según tres criterios: temas (novela pura e impura), argumento (novela histórica intrahistórica) y narrador (novela tradicional y novela innovadora). Destacaron Miguel Delibes (El hereje) y Juan Pedro Aparicio (Lo que es el César).

La Novela en los Años 80

En los 80, los nuevos autores mantienen la tendencia narrativa anterior. Inició con Bélver Yin (Jesús Ferrero), historia de amor y guerra de dos hermanos gemelos. Caracterizada por la incorporación de la tendencia introspectiva, el interés por la novela de género, la sugerencia y evocación, la experimentación con la voz narradora, el tono irónico y paródico.

Autores destacados:

  • Luis Landero: Influencia de la tradición literaria española, especialmente de Cervantes (Juegos de la edad tardía).
  • Enrique Vila-Matas: Representante de la metanovela (Bartleby y compañía).
  • Javier Marías: Fusiona narración y reflexión, trata el paso del tiempo, predomina la 1ª persona y elementos autobiográficos (Corazón tan blanco).
  • Rosa Montero: Mezcla lo testimonial con la novela de tesis con un fin de denuncia (La ridícula idea de no volver a verte).
  • Arturo Pérez-Reverte: Combina la novela de intriga y la histórica, integrando el suspense (El capitán Alatriste).
  • Antonio Muñoz Molina: Cultiva la novela negra y muestra un gran conocimiento de sus modelos literarios e interés por la historia (El jinete polaco).
  • Almudena Grandes: Inició con una novela erótica y evoluciona a otros temas (adolescencia en Las estaciones de paso, relaciones de personajes, memoria histórica).

La Última Narrativa (Desde 1990)

La última narrativa la conforman autores desde 1990 hasta la actualidad. Aún se mantienen los subgéneros y tendencias de mayor éxito en los 80, aunque se cultivan otros subgéneros como el realismo sucio, la novela lírica o los libros de viajes.

  • Novela negra e histórica: Se mantienen al igual que en los 80, aunque la novela negra se vuelve mucho más social y crítica (Lorenzo Silva) y la novela histórica trata sobre todo la guerra civil (Episodios de una guerra interminable de Almudena Grandes).
  • Realismo sucio: (Héroes de Ray Loriga) Plasma el lenguaje juvenil y el mundo del alcohol, drogas, etc.
  • Relato y microrrelato: Como Páginas amarillas, concede gran importancia a los juegos de ingenio y la sorpresa, reduciendo la acción.
  • Novela comprometida: Hay preocupación estilística y temas como la corrupción urbanística y política en Crematorio de Rafael Chirbes. Autores como Álvaro Pombo presentan la homosexualidad a un receptor universal.
  • Novela intimista: Construyen personajes similares a los autores que abordan la soledad, el fracaso, la falta de ambición o de motivación vital. Se distinguen la narrativa pseudoautobiográfica (Un calor tan cercano de Maruja Torres) y la introspección intelectualizada de estructura compleja y múltiples perspectivas (David Trueba).
  • Otras tendencias: Novela gráfica (Paco Roca), novela fantástica y de ciencia ficción (Ana María Matute), novela infantil y juvenil (Carlos Ruiz Zafón), etc.

La Literatura Hispanoamericana Contemporánea

Después de 1930, se abandonan las vanguardias y surge el posvanguardismo que retoma técnicas anteriores, pero con nuevos fines. Poetas como Neruda y Octavio Paz rechazan lo artificial y apuestan por una poesía conectada con la realidad y los problemas humanos, sin dejar de lado la renovación formal.

Poesía Hispanoamericana

Pablo Neruda será el poeta más importante de Hispanoamérica, que comienza con una poesía íntima y neorromántica (Veinte poemas de amor y una canción desesperada) que evoluciona a temas más oscuros y existenciales en Residencia en la tierra. Al llegar a España, se compromete políticamente y apoya a la República escribiendo obras como España en el corazón y Canto general. Su obra posterior mezclará amor, memoria y compromiso.

Octavio Paz reflexiona en su poesía sobre el lenguaje, el ser humano y la existencia. Comienza con temas personales y sociales y más adelante se abre al surrealismo y a influencias orientales. Obras como Piedra de sol y Blanco reflejan una profunda madurez poética.

Aunque la narrativa hispanoamericana tuvo gran proyección internacional, también ha vivido un periodo de gran creatividad. Tras los pioneros de la vanguardia, surgió una nueva generación de poetas comprometidos con su época y a la vez preocupados por la renovación estética. Gabriel Zaid recogió la voz de los jóvenes mexicanos en Asamblea de poetas jóvenes de México. Nicanor Parra revolucionó la poesía en español con poemas y antipoemas, marcando una línea de innovación. Por su parte, Ernesto Cardenal desarrolló una poesía épica y testimonial, combinando la experiencia revolucionaria con su amor por la cultura clásica como en Hora 0.

La Novela Realista del Primer Tercio del Siglo XX

Durante el primer tercio del siglo XX, surge en Hispanoamérica una novela de carácter realista, centrada en reflejar la vida y los conflictos sociales. Se caracteriza por una naturaleza salvaje como escenario dominante e incontrolable y la denuncia de problemas sociales y políticos como la Revolución Mexicana o la marginación indígena. Esta literatura busca una identidad americana propia frente a la cultura occidental en crisis, retomando los elementos prehispánicos.

Se distinguen cuatro vertientes principales:

  • Novela de la Revolución Mexicana: Con Pancho Villa o Emiliano Zapata y obras como Los de abajo de Mariano Azuela.
  • Novela indigenista: Denuncia la discriminación hacia los pueblos originarios y destacan obras como Raza de Bronce de Alcides Arguedas.
  • Novela gauchesca: Protagonizada por el gaucho argentino que representa la libertad y vida al margen de la civilización, destacando con la obra Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes.
  • Novela de la tierra: Otorga un rol protagónico a la naturaleza, con obras como Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos.

Otros autores de esta época con enfoque menos realista son Horacio Quiroga y Roberto Arlt.

El Boom Latinoamericano

A finales de los años 50 y durante los 60, surgió el fenómeno literario llamado Boom. A pesar de los estilos distintos de los autores, compartían rasgos como:

  • La búsqueda existencial de predominante narrativa interior, como se ve en obras como La región más transparente, de Carlos Fuentes y Sobre héroes y tumbas, de Sábato.
  • Escenarios urbanos.
  • La figura del dictador, en El señor presidente de Miguel Ángel Asturias.
  • El realismo mágico, con la introducción de elementos fantásticos, legendarios o míticos en la vida cotidiana.
  • La innovación técnica con monólogos interiores, estructuras fragmentadas y múltiples voces narrativas.

Autores clave del Boom:

  • Gabriel García Márquez: Con Cien años de soledad, ambientada en el pueblo ficticio Macondo, muestra una mezcla entre la mitología, historia y fantasía.
  • Mario Vargas Llosa: Retrata la realidad peruana en obras como La ciudad y los perros y Conversación en La Catedral, abordando temas como el autoritarismo, la violencia y la frustración política.
  • Julio Cortázar: Con su obra Rayuela, explora lo fantástico en lo cotidiano y rompe con la narrativa lineal, invitando al lector a participar activamente en la obra. En sus cuentos notamos la influencia de Borges.
  • Juan Carlos Onetti: Crea el universo ficticio de Santa María, donde la desesperanza y la soledad son constantes.

Narrativa Posterior al Boom

Tras el Boom, la narrativa se diversifica y mezcla estilos y temáticas. Se da la fusión de géneros, combinando ficción, autobiografía, ensayo o reportaje, y destaca la obra Trilogía de la memoria de Sergio Pitol.

Otras tendencias:

  • La literatura del yo: Con el interés de lo autobiográfico en autores como Fernando Vallejo o Reinaldo Arenas.
  • La novela intimista: Se enfoca en lo cotidiano y personal, alejándose de las grandes estructuras del Boom, con obras como El cartero de Neruda, de Antonio Skármeta.
  • La novela posmoderna: Incorpora la cultura popular, identidades marginadas y nuevas sensibilidades con autores como Luis Sepúlveda.
  • La novela policiaca: Tendrá un gran auge, mezclando novela negra con crítica social, y destaca Leonardo Padura.
  • Las novelas de narrativa político-social: Inspirada en las dictaduras del Cono Sur con obras de Jorge Edwards y de Mario Benedetti.

Roberto Bolaño será la figura clave de esta etapa, destacando con su obra Los detectives salvajes, que narra la historia de dos poetas rebeldes y su búsqueda literaria a través de múltiples voces, y con 2666, que entrelaza la historia de cuatro profesores de literatura que estudian a un autor alemán ficticio.