Arquitectura Románica: Origen, Estilo y Elementos Clave

Arquitectura: El Arte Románico y su Severidad Religiosa

Alrededor del año mil se impone definitivamente el poder feudal y la Iglesia mantiene su primacía social y económica. Se produce un renacer que tiene como particularidad su unidad formal. El arte románico aparece en el siglo XVIII con contenido filológico al denominar así a las lenguas modernas europeas por su acercamiento al latín. La historia del arte definió un periodo artístico que fue continuador de las tradiciones romanas, sobre todo en la arquitectura, haciendo que el románico represente el primer estilo internacional tras la caída de Roma en Europa.

Su cronología abarca del siglo X al XIII. Así, en el arte prerrománico encontramos primero un periodo de formación que se llama Primer Románico; le sigue el Románico Pleno, fase de plenitud; y una fase final llamada Tardorrománico.

Circunstancias del Arte Románico

Circunstancias que hacen posibles estos criterios artísticos:

  • Sistema feudal: Supone en toda Europa la preeminencia de la nobleza y el clero, cuyo poder político y económico los convierte en mecenas artísticos.
  • Expansión monástica: Las órdenes religiosas alcanzan un gran poder económico y político.
  • Las peregrinaciones: Son un fenómeno del arte de la época, vinculado al protagonismo político y económico de la Iglesia.

Otras causas influyentes por el sentimiento religioso son la Reforma Gregoriana y las Cruzadas.

Nueva Expresión Arquitectónica

La arquitectura románica es religiosa, definida por la monumentalidad (interés por imitar los edificios romanos que servirá para propagar la importancia de la Iglesia) y la perdurabilidad (los edificios tienen que ser eternos y para ello se utilizan técnicas que los hagan duraderos. Se rechaza el uso de la madera y se construye en piedra).

Aportaciones Técnicas

  • Plantas: Se elige por su tradición la basílica, con crucero, destacado o no en planta, cabeceras de ábsides semicirculares y pórticos en la entrada.
  • Alzados: Todo el edificio se asienta sobre cimientos profundos, lo que permite construir criptas o iglesias subterráneas. El muro es grueso, reforzado por contrafuertes. Predomina el macizo sobre el vano, lo que obliga a animar las paredes con pilastras, molduras, arquillos, canecillos…

Aparecen con el tiempo las tribunas que ayudan al sistema de soportes y lo complementan con bóvedas de cañón, trasladando el peso de la bóveda al exterior. El sistema de soportes internos afianza el sistema de cubiertas utilizando el pilar románico adosado con semicolumnas que recogen el peso de los arcos fajones.

  • Cubiertas: Se utiliza la techumbre de madera, pero las bóvedas de piedra se convierten en lo más importante del estilo románico. Se emplea la bóveda de cañón y la bóveda de arista; durante el Tardorrománico surge la bóveda de cañón apuntado.
  • Torres: Es el campanario, pero también es símbolo del vínculo entre el hombre y Dios.
  • Fachadas y decoración: Las fachadas se enmarcan con las torres y concentran los principales programas ornamentales del edificio. Las portadas reflejan la organización del interior del templo. Suelen tener formas abocinadas, igual que las ventanas.

El Primer Arte Románico

Se suele relacionar con la actividad constructiva desarrollada por los canteros lombardos. Las características generales son:

  • El trabajo a sillarejo.
  • Iglesias pequeñas con 1 o 3 naves o con 1 o 3 ábsides y bóvedas de arista.
  • Los soportes suelen ser pequeñas columnas y pilares.
  • El muro prevalece sobre el vano.
  • La decoración se basa en frisos, baquetones, esquinillas, arquillos ciegos y pilastras.

La Ciudad de Dios: El Monasterio

Uno de los fenómenos de mayor importancia es el monacato. Su origen se encuentra en las experiencias de los ermitaños y los anacoretas, quienes vivieron en soledad y hicieron sacrificio religioso. En la posterior emulación de estos se configuraron las distintas unidades monásticas, por ejemplo, el monasterio de Qal’at Sim’an, nacido de San Simeón el Estilita. Hubo otras reglas importantes, como la regla de San Benito, que tendrá una mayor difusión en el monacato medieval y se basará en la vida monástica con el Ora et labora.

Los monasterios, a partir de los siglos X-XI, se convierten en unidades de explotación agropecuaria con posesiones que no paran de crecer. Hay una arquitectura específica que atiende a los criterios que marcan las formas de vida religiosas. Estas ciudades se asentaban en lugares idílicos, rodeados de naturaleza.

Se construían monasterios cuyo epicentro eran los claustros. A su alrededor, en la parte oriental, se encontraban la biblioteca y las diferentes salas. En el ala meridional encontrábamos el calefactorium, el refectorium y la cocina. En la parte occidental encontrábamos las celdas, las bodegas y las estancias dedicadas a los monjes. La parte septentrional se reservaba para la construcción de la gran iglesia.