Baudelaire y su Época
Charles Baudelaire reacciona contra el Romanticismo; no admite la inspiración, la imaginación ni la improvisación. En este aspecto, como en otros, es un clasicista. Aunque se suele presentar al Realismo como un movimiento totalmente contrario al Romanticismo, esto no es del todo cierto. El Realismo se enfoca en la descripción minuciosa de la realidad, ambientes creíbles y personajes verosímiles, mientras que el Romanticismo se inclina hacia lo exótico, los sentimientos y los finales trágicos.
A finales del siglo XIX, la confianza en la razón disminuyó debido a la gran inestabilidad política europea, marcada por eventos desde la Revolución Francesa hasta las revoluciones de 1848, el auge de los nacionalismos, guerras, alzamientos y las luchas entre anarquistas y marxistas.
En este ambiente de crisis surgió el Simbolismo, corriente basada en el empleo del símbolo, que coexistió con el Parnasianismo (defensor del lema «el arte por el arte») y el Decadentismo. Esta corriente implicó una ruptura con la tradición del Realismo y el Naturalismo, y una conexión con el Romanticismo anterior.
El Romanticismo representó una ruptura de esquemas que inauguró un proceso de transformación e interrogación sobre las relaciones entre arte y vida. Este proceso continuó en las generaciones siguientes, dando paso al Simbolismo y canalizando las tendencias literarias que conformarían la Modernidad.
Biografía de Charles Baudelaire
Charles Baudelaire nació en París el 9 de abril de 1821. A los 6 años, su padre sexagenario murió. Su madre volvió a casarse con un oficial, por quien el niño sintió aversión. Tras su bachillerato, rechazó la carrera diplomática para ser escritor y frecuentó la juventud literaria del Barrio Latino. Un consejo de familia lo envió a las Indias, pero Baudelaire anhelaba la gloria literaria. Se unió a Jeanne Duval. Amigo de Gautier, participó en el movimiento romántico. Sus excentricidades llevaron a que su madre y el general Aupick solicitaran al Tribunal someterlo a un consejo judicial. Su primera obra marcó sus inicios como crítico de arte. Ese mismo año, un intento de suicidio lo reconcilió provisionalmente con su madre. En 1846, descubrió la obra de Edgar Allan Poe —otro incomprendido con quien se identificó—, la tradujo y la dio a conocer. Después de la Revolución de 1848, continuó como periodista y crítico. La publicación de Las Flores del Mal, juzgadas obscenas, causó escándalo y le acarreó una fuerte multa. Amargado e incomprendido, Baudelaire se aisló aún más. Su salud se deterioró y, para combatir el dolor, consumió opio y éter. En su orgullosa soledad, encontró consuelo en los escritos de dos autores entonces desconocidos: Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine. Agonizó durante un año; sus amigos le interpretaban a Wagner junto a su lecho para aliviar su sufrimiento. Falleció a los 46 años, el 31 de agosto de 1867, en brazos de su madre.
Producción Literaria y Las Flores del Mal
Baudelaire fue considerado un «poeta maldito» debido a su vida bohemia y llena de excesos, así como por la visión del mal que impregna su obra.
El Salón de 1845, su primera obra, llamó la atención de sus contemporáneos, mientras que El Salón de 1846 impulsó la fama de Delacroix e impuso la concepción moderna de la estética baudelairiana.
Una buena muestra de su trabajo como crítico se encuentra en sus Curiosidades estéticas, recopilación póstuma de sus apreciaciones sobre los salones, y en El arte romántico, que reunió sus trabajos de crítica literaria.
Realizó numerosas traducciones de Edgar Allan Poe buscando una síntesis vanguardista, objetivo que también persiguió en La Fanfarlo, su única novela —la historia de un dandi de origen alemán y chileno con educación francesa—. Los despojos es una recopilación de textos inéditos y piezas condenadas.
En su producción también destacan dos admirables diarios íntimos: Cohetes y Mi corazón al desnudo. Publicó además La vida y obra de Eugène Delacroix, a quien Baudelaire consideraba el más moderno de los artistas.
El mismo año de la publicación de Las flores del mal, emprendió la creación de los Pequeños poemas en prosa (o El Spleen de París), una colección de 50 textos. En esta época también publicó Los paraísos artificiales, ensayo influido por De Quincey donde narra sus experiencias con el hachís y el opio.
Richard Wagner et Tannhäuser à Paris es un ensayo que apareció en la Revue européenne. El pintor de la vida moderna es un artículo sobre Constantin Guys publicado en Le Figaro.
Las Flores del Mal: Obra Cumbre y Escándalo
Su obra principal, Las Flores del Mal (Les Fleurs du mal en francés), es una colección de poemas que desató una violenta polémica. Considerados «ofensas a la moral pública y las buenas costumbres», llevaron a su autor a ser procesado. A pesar de la orden de suprimir seis poemas y la multa impuesta, la obra fue reeditada en 1861.
Con Las Flores del Mal, Baudelaire buscaba superar el espíritu romántico y parnasiano, despreciando los ideales artísticos dominantes hasta entonces. El propio título simboliza la superación de figuras como Werther y su concepción tradicional de la belleza.
Detalles de las ediciones:
- 1857: Primera edición (1300 ejemplares).
- 1861: Segunda edición; se eliminan 6 poemas censurados y se añaden 30 nuevos.
- 1868: Edición póstuma definitiva; no incluye los poemas prohibidos, pero añade otros, sumando 151 poemas.
Influencia y Valoración
Valoración de Las Flores del Mal
Las Flores del Mal es considerada una obra cumbre de la poesía universal. Sus poemas revelan el alma de Baudelaire: una vida triste y desdichada dedicada a crear versos desgarradores, crudos, pero a la vez elegantes y profundos. En ellos, este «poeta maldito» expone su infancia infeliz, sus complejas relaciones amorosas, su sensibilidad, desesperación y náusea ante un mundo que percibía como cruel e injusto. Muestra su ser más íntimo sin subterfugios.
Legado e Influencia
Baudelaire ejerció una profunda influencia en la literatura y el arte posteriores:
- Poesía: Inspiró a los llamados «poetas malditos» como Verlaine, Rimbaud y Mallarmé, figuras clave del Simbolismo que buscaban expresar la realidad mediante símbolos y rechazaban ciertos aspectos del Romanticismo. Otros herederos de su estilo son Laforgue, Corbière y Cros. Con ellos se consolidó el mito del artista bohemio, decadente y crítico con la sociedad. Baudelaire renovó la lírica y sentó las bases para la poesía posterior, especialmente la de vanguardia.
- Pintura: Influyó en artistas como Gustave Moreau y Odilon Redon.
- Fotografía: Nadar retrató al escritor, capturando su icónica imagen.
- Cine: Existen referencias y adaptaciones, como el film francés La Flor del Mal (aunque la descripción de la trama puede referirse a otra obra que usa el título simbólicamente) y otras películas biográficas.
- Música: Marcó a compositores como Ravel y Debussy, quien compuso la obra Cinq poèmes de Baudelaire.