El Teatro Español: De los Años Sesenta a 1975
A finales de los 60 y principios de los 70, surgió un teatro más innovador y alternativo, especialmente en foros universitarios, mientras que el teatro comercial continuó con la nueva comedia burguesa. Este teatro era evasivo, repetía esquemas antiguos y presentaba personajes alejados de la realidad social.
Teatro Comercial
Autores como Alfonso Paso, Miguel Mihura, Jaime de Armiñán, Juan José Alonso Millán, Antonio Gala y Ana Diosdado se destacaron con comedias de humor ligero, enredos y temas sobre la felicidad y el amor romántico. Aunque este tipo de teatro dominó, el teatro independiente ofreció una alternativa más crítica y experimental.
Teatro Social
En los años 60, surgió un teatro social crítico, influenciado por Buero y Sastre, que denunciaba injusticias sociales mediante un lenguaje directo y coloquial. Los temas principales eran la intolerancia, el desarraigo y la falta de solidaridad. Al mismo tiempo, una nueva generación de autores experimentó con el teatro innovador, enfrentándose a la censura. Buero destacó con obras como El tragaluz (1967), que usaba simbolismo y efectos de inmersión para reflexionar sobre el sufrimiento de los derrotados en la guerra civil.
Teatro Experimental
Los dramaturgos comenzaron a renovar el teatro, superando el realismo e integrando influencias del teatro experimental extranjero, como el absurdo, Brecht y Artaud. Este teatro experimental usa elementos simbólicos, grotescos y vanguardistas, con énfasis en la escenografía, mímica y expresión corporal. Aunque alejado del realismo, sigue siendo un teatro de protesta, abordando temas como la dictadura, la alienación y la injusticia. Los personajes se deshumanizan y las acciones adquieren un carácter simbólico, mientras que el teatro se convierte en un espectáculo total, donde los elementos como música y luces cobran mayor relevancia que el texto.
El teatro experimental busca la participación del público y se caracteriza por su antirrealismo, antipsicologismo y el uso de lo grotesco, lo que lleva a la degradación, animalización o robotización de los personajes y de la vida. Aunque Buero se aproxima a estas técnicas en La Fundación (1974), mantiene la estética realista y no llega al extremo de la deformación grotesca. La obra presenta una crítica al franquismo y a la civilización occidental, usando efectos de inmersión para que el público descubra la realidad junto al protagonista, Tomás. La estructura circular de la obra deja un final ambiguo, con una mezcla de esperanza y desesperanza.
Autores Clave del Teatro Experimental
Fernando Arrabal
El teatro experimental en España incluye a vanguardistas como Fernando Arrabal y Francisco Nieva, influenciados por el teatro del absurdo y la crueldad. Estos autores usan simbolismos y elementos provocadores como la sexualidad, violencia y lenguaje escatológico para abordar temas como el poder opresor. Arrabal, en particular, crea un teatro con personajes primitivos y un lenguaje ingenuo, abordando temas como la política, religión, amor y muerte. Su primera obra, Pic-nic, critica la guerra con un enfoque disparatado. En los años 60, se aleja del absurdo y crea el “teatro pánico”, donde lo onírico y lo real se mezclan. En los 70, vuelve al teatro “de la escritura”. Obras destacadas como El cementerio de automóviles y El Arquitecto y el Emperador de Asiria reflejan una sociedad decadente, llena de desazón y conflicto.
Francisco Nieva
Francisco Nieva, dramaturgo premiado con el Premio Nacional de Teatro en 1980 y el Premio Príncipe de Asturias en 1992, nació en 1927 en Valdepeñas. Su teatro se conecta con el teatro del absurdo, pero a diferencia de este, Nieva ofrece una posibilidad de salvación. Sus obras abordan la represión social que degrada al ser humano, destacando la transgresión, especialmente en la liberación sexual. Además, critica la religión y presenta una visión de una España negra. Nieva divide su teatro en tres tipos: teatro furioso, teatro de farsa y calamidad, y teatro de crónica y estampa. Su estilo combina lenguaje popular, surrealismo y absurdo, y su obra más destacada es La carroza de plomo candente (1976), que explora las raíces de lo español y la catarsis.
Teatro Independiente (Post-1975)
El Teatro Independiente surgió tras la muerte de Franco en 1975, con más de cien grupos teatrales en España. Estas compañías autogestionadas, como Los Goliardos, La Cuadra, Tábano, Els Joglars y Els Comediants, rechazaban el poder establecido y el teatro convencional. Actuaban en espacios no tradicionales, como calles, pabellones deportivos y centros educativos, utilizando un lenguaje teatral basado más en el espectáculo que en el texto. Buscaban acercar el teatro a un público amplio, empleando técnicas de la comedia musical y el cine.