La Institución Libre de Enseñanza: Renovación Pedagógica y Social en España

La Institución Libre de Enseñanza: Origen, Principios y Legado

Introducción: Un Proyecto de Formación Integral

Este texto explora la Institución Libre de Enseñanza (ILE), un proyecto educativo enfocado en la formación integral de la persona, concebido como un ensayo de profundo contenido social.

El Fundador y su Contexto

Francisco Giner de los Ríos y el Krausismo

Su principal impulsor fue Francisco Giner de los Ríos, destacado catedrático universitario y miembro del movimiento intelectual krausista. Giner no solo promovió la creación de la ILE en Madrid (1876), sino que también publicó numerosos estudios sobre temas filosóficos, jurídicos, pedagógicos, estéticos, artísticos y religiosos. La ILE nació como un colegio privado y laico, notable por acoger a unos 300 alumnos de ambos sexos que compartían aula, siendo pionero en la incorporación de las mujeres a la enseñanza formal en España.

Contexto Histórico: La España de la Restauración

El contexto histórico es la España de la Restauración, un periodo caracterizado por el pensamiento conservador de las clases dirigentes. Esta mentalidad se traducía en una notable censura moral que afectaba a la sociedad, incluidas las universidades, creando un ambiente poco propicio para la innovación educativa y el librepensamiento.

Propósito y Audiencia del Proyecto

El proyecto de la ILE tenía un destinatario público. Aunque era un centro privado, su manifiesto y principios buscaban una amplia divulgación. Actuaba también como un elemento propagandístico para atraer a estudiantes y familias que compartieran su visión educativa. Su finalidad era, por tanto, eminentemente divulgativa, presentando una clara declaración de principios.

Principios Fundamentales de la Institución Libre de Enseñanza

Definición y Objetivos Centrales

La ILE se definía a sí misma con una ambiciosa meta: “La Institución no pretende limitarse a instruir, sino cooperar a que se formen hombres útiles al servicio de la humanidad y de la patria.” Su enfoque iba más allá de la mera transmisión de conocimientos.

Elementos Clave de su Pedagogía

Para formar personas útiles a la sociedad, la ILE se basaba en una serie de elementos esenciales:

  • La cercanía y el trato personal con los alumnos: “no desdeña una sola ocasión de intimar con sus alumnos”.
  • El desarrollo integral del estudiante: “el desenvolvimiento del alumno en todas relaciones”.
  • Una acción educativa activa y transformadora: “la acción verdaderamente educadora”.
  • La redención del espíritu a través del conocimiento y la razón: “la necesidad de redimir nuestro espíritu”.
  • La formación del carácter moral: “la génesis del carácter moral”.
  • La importancia del bienestar físico: “el cuidado del cuerpo”.
  • El fomento de la individualidad: “el desarrollo de la personalidad individual”.
  • El respeto a la ley frente a la arbitrariedad: “la obediencia a la ley contra el imperio del arbitrio”.
  • Valores como el esfuerzo y la dedicación: “el sacrificio”.
  • Un patriotismo constructivo y sincero: “el patriotismo sincero”.
  • La dignidad del trabajo: “el amor al trabajo”.
  • La honestidad y la verdad: “el odio a la mentira”.
  • La equidad y la apertura mental: “el espíritu de equidad y tolerancia”.

Valores Filosóficos y Morales

Del ideario de la ILE se desprenden principios filosóficos y morales clave como la valoración de la formación continua, la utilidad social del conocimiento, el humanismo en las relaciones personales, la búsqueda de la integridad personal, y la defensa de la justicia y la tolerancia. Se creía firmemente que, a través de esta educación, se formarían ciudadanos responsables e íntegros. Estos ciudadanos, compartiendo dichos ideales, impulsarían gradualmente la renovación y el perfeccionamiento de las instituciones políticas y sociales de España.

La Educación en España y el Papel Innovador de la ILE

El Sistema Educativo Español en el Siglo XIX

Durante el reinado de Isabel II, se promulgó la Ley de Instrucción Pública (Ley Moyano), que estructuró la enseñanza en tres niveles: primaria, secundaria (o media) y superior (o universitaria). El sistema era dual (público y privado) y sufría graves limitaciones presupuestarias. La mayor parte de los recursos se destinaba a las universidades, accesibles solo para una minoría. A principios del siglo XIX, el analfabetismo superaba el 90%, siendo aún mayor entre las mujeres. Los liberales abogaban por un sistema de enseñanza pública, universal, gratuita, libre y en castellano, pero la realidad era precaria: maestros mal pagados y pluriempleados, y una calidad educativa deficiente. Las mujeres no fueron autorizadas a matricularse en enseñanza media hasta 1883.

La enseñanza universitaria era uniforme y centralista, con la Universidad Central de Madrid como única institución que impartía todas las licenciaturas. Catedráticos liberales, influidos por el krausismo de Sanz del Río, introducían nuevas teorías como el evolucionismo darwinista y el positivismo, chocando con el conservadurismo imperante.

El Krausismo y la Fundación de la ILE

El Krausismo, corriente filosófica derivada del pensador alemán Friedrich Krause, se introdujo en España a mediados del siglo XIX. Fue el motor intelectual detrás de la renovación pedagógica, científica y cultural impulsada por la ILE. Profesores apartados de la universidad oficial por sus ideas, liderados por Giner de los Ríos, decidieron continuar su labor docente al margen del Estado. En la fundación de la ILE participaron personalidades como Salmerón y Figuerola. La institución se declaró ajena a cualquier ideología política o confesión religiosa.

Abrió sus puertas el 29 de octubre de 1876, centrándose inicialmente en Bachillerato, preparación universitaria y divulgación cultural. Aunque sus resultados académicos fueron notables, las dificultades económicas llevaron a suprimir las enseñanzas superiores para concentrarse en los niveles primario y secundario.

Innovaciones Pedagógicas Clave

Los profesores de la ILE aplicaron principios pedagógicos innovadores para la época:

  • Enseñanza intuitiva: Basada en la experiencia directa y la observación.
  • Aprendizaje lúdico: Incorporación del juego como herramienta educativa.
  • Supresión del libro de texto único: Fomento de la consulta de diversas fuentes.
  • Sistema cíclico: Continuidad entre la primera y segunda enseñanza, sin rupturas abruptas.

La ILE y la Educación Femenina: La Coeducación

La ILE conectó con la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, reflejando el compromiso de Giner de los Ríos con la mejora de la educación femenina. Un pilar fundamental de su visión fue la coeducación. Giner defendió tenazmente la educación conjunta de niños y niñas, proponiendo implementarla gradualmente desde párvulos hasta niveles superiores. Consideraba artificial y nociva la separación por sexos en la escuela, argumentando que la convivencia en las aulas era esencial para construir el respeto mutuo futuro entre hombres y mujeres.

Al defender activamente la educación de las niñas y practicar la coeducación, la ILE representó una novedad radical no solo para el siglo XIX, sino también para gran parte del siglo XX en España.

Legado y Situación de la Mujer

La Lucha Histórica por la Igualdad

En la época de la ILE, las mujeres españolas ocupaban una posición claramente subordinada: excluidas de derechos políticos y jurídicos, sujetas a la autoridad masculina (el permiso marital era necesario para trabajar fuera de casa), y con salarios inferiores por el mismo trabajo. A principios del siglo XX surgieron las primeras organizaciones sufragistas y feministas. La Asociación Nacional de Mujeres Españolas (fundada en 1918) reclamó el derecho al voto (concedido en 1931) y el fomento de la enseñanza femenina. No obstante, el feminismo en España tuvo menor incidencia que en otros países europeos y encontró resistencias incluso entre muchas mujeres.

La Mujer en la España Contemporánea

La legislación derivada de la Constitución de 1978 ha supuesto avances significativos, consagrando la independencia de la mujer casada y su plena incorporación, en términos de igualdad formal, al mundo laboral, especialmente en la función pública. Sin embargo, persisten desafíos: la celebración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) sigue siendo necesaria, se recurre a medidas de discriminación positiva para paliar la desigualdad en puestos de responsabilidad, y la presencia femenina en campos como la ciencia, la alta dirección o la política aún es minoritaria.