Conceptos Fundamentales en la Filosofía de Ortega y Gasset: Razón Vital, Perspectiva e Historia

La Circunstancia en el Pensamiento de Ortega y Gasset

La vida humana está completamente determinada por su circunstancia. La idea de circunstancia nos recuerda que la vida siempre tiene un contexto, que está situada, y que no podemos vivir fuera de ese entorno, el cual nos moldea como personas.

La Perspectiva Individual

La perspectiva es la visión individual, la forma en que cada uno ve el mundo y la vida. Este concepto implica que el conocimiento y la realidad tienen algo de subjetivo, pero no por eso se niega la verdad. Para Ortega, la perspectiva no impide buscar la verdad, sino que cada persona aporta su visión, y así la verdad surge de la suma de esas perspectivas, lo que Ortega llama el «panorama», como se explica en ¿Qué es filosofía?.

Razón Vital y Raciovitalismo

La razón vital es la idea que propone Ortega para superar la división entre racionalismo y vitalismo. Es un pensamiento que nace de la vida, está conectado a ella y la impulsa hacia el futuro. La razón a veces se aleja de la vida con sus abstracciones, pero dar prioridad *solo* a la vida tampoco es solución, ya que nos dejaría atrapados en el presente. El ser humano une ambas cosas: somos razón vital, lo que significa que desde el presente pensamos el futuro y nos adelantamos a él.

El raciovitalismo es la teoría que Ortega crea frente al racionalismo y el vitalismo, con la razón vital como idea central. El racionalismo se equivoca al no valorar la vida y el presente, y el vitalismo falla al rechazar la razón. El raciovitalismo busca una combinación entre ambas para entender bien qué somos y qué es nuestra vida.

Ideas y Creencias: Distinciones Fundamentales

La Idea: Pensamiento Consciente

La idea es un pensamiento o reflexión que ha sido creada o conscientemente adquirida por el sujeto. Podemos copiar ideas o llegar a ellas tras pensar o investigar. Según Ortega en Ideas y creencias, «podemos decir que las producimos, las sostenemos, las discutimos, las propagamos, combatimos en su pro y hasta somos capaces de morir por ellas. Lo que no podemos es… vivir de ellas».

Las ideas incluyen todo nuestro pensamiento consciente y lo que aprendemos con el tiempo. Dependen de nosotros para existir, son «resultado de nuestra capacidad intelectual».

La Creencia: Fundamento Inconsciente

Las creencias son pensamientos que no hemos creado nosotros, sino que nos forman, porque existían antes que nosotros y vivimos dentro de ellas sin darnos cuenta. Nos preceden y estructuran nuestra vida sin que lo sepamos, y también seguirán existiendo después. No son producto de nuestro pensamiento consciente, no las elegimos, sino que «nos hacen», ya están presentes en el entorno cultural y social desde antes de que empecemos a pensar. Por eso Ortega titula así su ensayo: «Las ideas se tienen; en las creencias se está».

La Razón Histórica: El Ser Humano como Proyecto

Ortega ve la historia como la esencia del ser humano. Somos un proyecto en proceso, y ese proceso se refleja en la historia. En Historia como sistema dice: «el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene… historia».

Eso significa que siempre estamos construyéndonos, tanto individual como colectivamente. Hay un pasado, pero también un futuro posible. Tener historia es partir de la experiencia acumulada, no de cero, y tener siempre algo de libertad. La mejor definición está en ese texto: «La historia es un sistema –el sistema de las experiencias humanas, que forman una cadena inexorable y única. De aquí que nada pueda estar verdaderamente claro en historia mientras no está toda ella clara».

Más adelante añade: «La historia es ciencia sistemática de la realidad radical que es mi vida. Es, pues, ciencia del más riguroso y actual presente. Si no fuese ciencia del presente, ¿dónde íbamos a encontrar ese pasado que se le suele atribuir, como tema? Lo opuesto, que es lo acostumbrado, equivale a hacer del pasado una cosa abstracta e irreal que quedó inerte allá en su fecha, cuando el pasado es la fuerza viva y actuante que sostiene nuestro hoy. No hay actio in distans. El pasado no está allí, en su fecha, sino aquí, en mí. El pasado soy yo –se entiende, mi vida».

Definición y Alcance de la Razón Histórica

La razón histórica es reconocer la historia de la razón, revisar su pasado, descubrir las creencias que la sostienen y entender el presente. Ortega propone esta idea frente a la razón científica, que no basta para el ser humano. La razón histórica es una razón hecha en la historia, no fuera de ella. Es limitada y situada.

En Historia como sistema leemos: «Por eso ha de extender con todo su rigor la expresión razón histórica. No una razón extrahistórica que parece cumplirse en la historia, sino literalmente lo que al hombre le ha pasado, constituyendo la sustantiva razón, la revelación de una realidad trascendente a las teorías del hombre y que es él mismo por debajo de sus teorías».

La razón histórica estudia el proceso, el desarrollo, el flujo que conecta el pasado y el presente. En otro fragmento del mismo ensayo: «La razón histórica, en cambio, no acepta nada como mero hecho, sino que fluidifica todo hecho en el fieri de que proviene: ve cómo se hace el hecho. No cree aclarar los fenómenos humanos reduciéndolos a un repertorio de instintos y «facultades» –que serían, en efecto, hechos brutos, como el choque y la atracción–, sino que muestra lo que el hombre hace con esos instintos y facultades, e inclusive nos declara cómo han venido a ser esos «hechos» –los instintos y las facultades–, que no son, claro está, más que ideas –interpretaciones– que el hombre ha fabricado en una cierta coyuntura de su vivir».