Resumen de La Fundación
La obra trata de un grupo de jóvenes: Tomás, Asel, Tulio, Max y Lino, que viven en un lugar aparentemente confortable llamado “La Fundación”. En la primera escena, Tomás aparece describiendo el lugar en una carta, alegre y despreocupado, hablando de viajes y de un entorno idílico con jardines, bibliotecas y un ambiente casi de resort. Tomás menciona que va a ser trasladado a un lugar mejor para continuar su trabajo.
Sin embargo, pronto se revela que “La Fundación” no existe como tal: es una fantasía creada por Tomás para negar la realidad. En verdad, él y los otros jóvenes están prisioneros en una celda, esperando su ejecución en un régimen dictatorial. Tomás ha construido esta ilusión mental como un mecanismo de defensa para no afrontar el horror de la situación.
Asel, el más realista del grupo, es quien trata de sacarlo del engaño. Le va revelando poco a poco fragmentos de la verdad, enfrentándolo a la realidad del encierro. Tomás reacciona con resistencia y angustia al principio, pero va aceptando gradualmente los hechos, sobre todo cuando ve el sufrimiento de sus compañeros.
A lo largo de la obra, los personajes hablan de torturas, del miedo a ser delatados y de la ejecución inminente. Se descubre que todos han participado, de alguna manera, en actividades subversivas contra el régimen. Tomás, en particular, reveló información bajo tortura, lo cual puso en peligro a sus compañeros. Aunque inicialmente este hecho se oculta, luego es reconocido y asumido por él mismo.
El Plan de Fuga
En el segundo acto, los presos planean una fuga aprovechando una serie de circunstancias favorables: un fallo en la vigilancia, los conocimientos de Max sobre electrónica para manipular los sistemas y la redacción de un texto propagandístico que sirve de excusa para mantener encendida la luz.
En el desenlace, el grupo lleva a cabo el plan de fuga. Tomás, completamente recuperado de su fantasía, asume un rol activo en la evasión, lo que indica su transformación psicológica y su integración en la causa común. La obra termina con la evasión en marcha, sin saberse si lograrán escapar o serán recapturados.
El Espacio Escénico en La Fundación
La obra transcurre en un espacio que, al inicio, se nos presenta como una residencia acogedora: amplios jardines, bibliotecas, habitaciones confortables y un ambiente de estudio y ocio. Con el avance de la trama, esta “Fundación” resulta ser en realidad una única estancia austera, una celda de prisión con muros desnudos, una puerta cerrada y una pequeña ventana enrejada. Este artificio escénico refleja el mecanismo de autoengaño de Tomás, que proyecta sobre las paredes de la celda la fantasía de una vida “normal” para evadir la dura realidad del encierro.
Personajes Clave de La Fundación
- Tomás: Protagonista y núcleo de la obra. Al principio vive inmerso en su fantasía de “beca” en La Fundación, una reacción psicológica que surge para evadir su dura realidad. A lo largo del drama, asume su rol de preso, reconoce su traición bajo tortura y evoluciona de contemplativo a activo en el plan de fuga.
- Asel: Personaje reflexivo y realista, se opone al autoengaño de Tomás. Su determinación choca con la resistencia de quien no acepta la verdad, pero mantiene la coherencia moral e impulsa la recuperación de la cordura de Tomás.
- Tulio: Hombre de acción. Mantiene el equilibrio entre la reflexión y el impulso. Colabora con Max y Asel en la planificación de la evasión, mostrando pragmatismo y liderazgo práctico.
- Max: Técnico y astuto, domina los conocimientos de electrónica necesarios para manipular los sistemas de vigilancia de la prisión. Su rol es decisivo para preparar la fuga.
- Lino: Personaje más frágil y temeroso, representa el vértigo ante el riesgo y la violencia. Su evolución muestra el diálogo interno entre el deseo de libertad y el miedo a las consecuencias.
- Berta: Es la “novia” de Tomás al principio y su compañera de celda. Es la única chica que tiene una relación cercana con él, y por ello aporta emoción, afecto y sensibilidad a la historia. Gracias a ella, la historia no es solo política o seria, sino que también aborda los sentimientos. Además, Berta muestra cómo Tomás va perdiendo la ilusión, porque ella también pasa de creer en la mentira de La Fundación a comprender que están encerrados y en peligro.
Significado y Mensaje de La Fundación
Buero Vallejo, a través de La Fundación, denuncia los mecanismos de la dictadura franquista para anular la voluntad individual mediante el miedo y la tortura. Al mismo tiempo, subraya la capacidad de la mente humana para el autoengaño como defensa ante lo insoportable. La transición de la fantasía a la acción simboliza la necesaria confrontación con la realidad para alcanzar la libertad, así como el valor de la solidaridad y el trabajo en equipo frente al individualismo. En última instancia, La Fundación reivindica la resistencia moral y la unión de los oprimidos como única esperanza frente a los regímenes totalitarios.