El Arte de la Prehistoria
Cronología de la Prehistoria
La Prehistoria (periodo de la historia humana que abarca desde la aparición del ser humano hasta la invención de la escritura) se divide en cuatro grandes periodos:
- Paleolítico (aprox. 3.500.000 a.C. / 10.000 a.C.): Durante este periodo, el ser humano era nómada y subsistía de la naturaleza, practicando la caza, la pesca y la recolección de frutos.
- Mesolítico (entre el 10.000 y el 8.000 a.C.).
- Neolítico (entre el 8.000 y el 3.000 a.C.): Representa la gran revolución de la humanidad, ya que el ser humano pasó de ser depredador a productor de alimentos, iniciando la agricultura y la domesticación de animales. Se inventó la cerámica, dando origen al comercio primitivo.
- Edad de los Metales (del 3.000 a.C. al comienzo de la Historia): En algunas regiones, la metalurgia y el inicio de la historia escrita coincidieron.
Las primeras manifestaciones artísticas conocidas corresponden al Paleolítico Superior.
El Arte del Paleolítico
La pintura y la escultura de esta época tenían como temas principales las dos bases de la vida: la caza y la supervivencia de la especie. En este sentido, se trata de un arte con carácter mágico: se representaba aquello que se deseaba o necesitaba.
Pintura Paleolítica
Temas: Básicamente animales. A veces, símbolos de carácter sexual, pero no aparece la figura humana.
Técnica: Se trata de pintura rupestre, realizada sobre roca. Para conseguir los colores, se empleaban grasas animales, jugos vegetales, tierra, sangre y madera quemada, obteniendo así una policromía.
- Las pinturas suelen aparecer en las zonas más profundas de las cuevas.
- Se intenta aprovechar la forma de las rocas para conseguir un cierto relieve, buscando el mayor realismo posible.
- Se realizan figuras aisladas, no escenas.
Las principales cuevas se sitúan en el sur de Francia y el norte de España, dando lugar a la Escuela Franco-Cantábrica. Las más destacadas son:
- Cándamo y El Pindal (Asturias, España)
- Altamira, El Castillo y La Pasiega (Cantabria, España)
- Lascaux y Niaux (sur de Francia)
Escultura Paleolítica
Se conservan escasas muestras, ya que la vida nómada exigía piezas de pequeño tamaño fáciles de transportar, las cuales, obviamente, en su mayoría se han perdido. Se presenta en dos variantes:
Bastones de Mando
Posiblemente utilizados en ritos relacionados con la caza. Están realizados en hueso y asta (cuerno), y suelen presentar decoración tallada (animales, signos de significado desconocido…). Son interesantes, por ejemplo, los hallados en la Cueva del Castillo, con un ciervo tallado.
Venus de la Fertilidad
Son pequeñas figuras femeninas, de bulto redondo o en relieve, que presentan un abultamiento exagerado de las partes del cuerpo relacionadas con la fertilidad y la maternidad (caderas, vientre, pecho); no suelen presentar rostro. Las más destacadas son:
- La de Laussel (en bajorrelieve).
- La de Lespugne (bulto redondo de 14,7 cm de alto; conservada en el Museo del Hombre de París).
- La de Willendorf (bulto redondo de 11 cm de altura; datada entre el 25.000 y el 18.000 a.C.; Museo de Historia Natural de Viena).
El Arte del Neolítico
El hasta hace unos años considerado “arte del Mesolítico” ha adelantado sus fechas en la actualidad, llegando a situarse, para algunos autores, en la Edad de los Metales. En este periodo, las manifestaciones artísticas se ciñen exclusivamente a la pintura, dando lugar a la Escuela Levantina, cuyas características son:
- Parece que se pierde el carácter mágico de las representaciones, pasando a representarse escenas de la vida cotidiana de los poblados. (La explicación radica en la menor necesidad de recurrir a la magia para conseguir alimentos, ya que el ser humano ya era capaz de producirlos).
- Cambia la ubicación de las pinturas: ahora aparecerán en abrigos y rocas protegidas, pero exteriores.
- Cambia el color: las pinturas pasan a ser monocromas.
- En las escenas aparece la figura humana, inexistente en el Paleolítico.
- Las figuras son muy estilizadas.
Los yacimientos más importantes son:
- Morella y Valltorta (Castellón), con una destacada escena de caza de ciervos.
- Bicorp (Cueva de la Araña, Valencia), con la escena de la recolección de la miel.
- Cogull (Covacha de los Moros, Lérida), con representaciones de danzas y animales.
- Minateda (Murcia), con una escena de lucha.
Aparecen también otras manifestaciones constituidas a base de signos muy esquemáticos y todavía no interpretados.
La Edad de los Metales: El Megalitismo
La manifestación artística básica de este periodo es el Megalitismo, una forma de construir con grandes piedras. Se realizaron grandes tumbas colectivas y otras construcciones de carácter no totalmente explicado. Los megalitos aparecen en amplias zonas de Europa, desde las Islas Baleares hasta Inglaterra.
Tipos de Megalitos:
- Menhir: Gran piedra vertical clavada en el suelo. Se ignora si se utilizaban como señales o con algún carácter ritual.
- Alineamientos: Filas de menhires. Destaca el de Carnac.
- Dolmen: Formado por tres o cuatro grandes piedras en vertical y una en horizontal encima. Eran posibles lugares de refugio o enterramiento.
- Crómlech: Menhires en círculo. El más destacado es el Círculo de Stonehenge, en Inglaterra, posible templo relacionado con el culto al sol. Son especialmente abundantes en las Islas Británicas.
- Sepulcros de Corredor: Enterramiento colectivo. Presentan una gran extensión geográfica y suelen estar formados por una falsa cúpula cubierta de tierra en el exterior, a veces precedida por un corredor. Es habitual que aparezcan en su interior ajuares funerarios.
Dentro del megalitismo, tiene una especial importancia la Cultura Balear, con otro tipo de construcciones:
- Naveta: Enterramiento colectivo con forma de pirámide truncada y base rectangular.
- Taula: Con forma de T (¿posible uso para desecar cadáveres?).
- Talayot: Torretas defensivas.
Arte y Arquitectura del Antiguo Egipto y Mesopotamia
Arquitectura Egipcia
Características Generales de la Arquitectura Egipcia
- Varía poco a lo largo de sus 3.000 años de historia. Presenta escasa proyección exterior (en su época; sí influirá en épocas posteriores, como el Bajo Imperio Romano, el Imperio Bizantino o los siglos XIX y XX).
- Edificios principales: palacios (mal conservados), tumbas y templos.
- Gran tamaño de todas las construcciones (colosalismo); esto, junto con el material empleado (piedra), se debe al afán de inmortalidad y al deseo de que los edificios perduren.
- Se utilizan exclusivamente estructuras adinteladas.
- Gran importancia de las columnas, de gran tamaño y con capitel en forma de flor de loto (lotiformes) o de cabeza de dios. Los fustes pueden ser lisos o fasciculados.
- Los edificios presentan una abundante decoración de pintura al fresco y relieve.
Las Tumbas Egipcias
- Mastaba: Tipo más antiguo. Forma de pirámide truncada, con uno o dos fosos excavados, y con dos recintos a nivel de tierra: la capilla y el serdab, cámara donde se conserva el ka (estatua del difunto). En sus orígenes estaba destinada a los faraones; cuando estos pasaron a ser enterrados en las pirámides, se convirtieron en el sepulcro de altos funcionarios.
- Pirámide: El monumento más característico del arte egipcio tiene su origen en las Pirámides Escalonadas, que nacen de la superposición de varias mastabas de tamaño descendente, todo ello por el deseo de engrandecer la tumba del faraón.
Las pirámides clásicas empiezan a construirse sobre el 2600 a.C., siendo las más importantes las del Complejo Funerario de Guiza: las Pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, más numerosos edificios menores, estando todo el conjunto presidido por la Esfinge de Guiza. La forma de pirámide parece hacer referencia al Sol que lanza sus rayos sobre los cuatro puntos cardinales; es decir, simbolizaría el control del faraón sobre todo lo conocido.
La mayor pirámide, la de Keops, está construida con unos 2.300.000 bloques de piedra de 2,5 toneladas cada uno. Cada una de las caras de su base mide 227 m, su superficie es de 55.611 m² y su altura, 146 m. En origen, estaría cubierta con placas de caliza pulida. La forma piramidal parece hacer referencia al Sol (Ra o el faraón) que, desde el vértice, lanza sus rayos sobre los cuatro puntos cardinales, es decir, al control del faraón sobre todo lo conocido.
La pirámide de Kefrén (143,5 m) es la única que conserva, en el vértice superior, parte de la caliza que la cubría. La de Micerino es la más pequeña del conjunto (62 m de altura).
Lo más destacable de las pirámides, aparte de su inmenso tamaño, es la estructura laberíntica de su interior, pensada para evitar los saqueos. Presentan dos cámaras: la “Cámara Real” y la “Cámara Mortuoria”, subterránea. La de Keops solo se abre al exterior por dos pequeños respiraderos que salen de la Cámara Real, y por los que entra la luz de determinadas estrellas en las estaciones del “Nilo Blanco” y del “Nilo Fecundador” (época de la crecida del río y de la cosecha, según el calendario egipcio). A pesar de esta hermeticidad, ninguna ha llegado intacta hasta nosotros.