Fenómeno Meteorológico: Ola de Frío en Europa Occidental y Atlántico Norte (Febrero 1983)

1. Identificación

Los mapas representan la situación meteorológica en superficie y en altura en Europa occidental y el Atlántico Norte el 6 de febrero de 1983. La situación corresponde a un tiempo del norte, caracterizado por una ola de frío.

2. Clasificación de los Mapas Meteorológicos

Se trata de dos mapas temáticos del ámbito de la Geografía Física, concretamente de la meteorología. Son mapas analíticos, pues se centran en la representación de un solo asunto (el tiempo atmosférico vinculado al estudio de presiones y frentes). La información es, en parte, cualitativa y en parte cuantitativa, por lo que podemos considerarlos mixtos en este aspecto. Son mapas potencialmente dinámicos, a pesar de no representar flujos, pues permiten intuir el movimiento de los frentes y realizar previsiones consecuentes; asimismo, es posible deducir la dirección del viento y su intensidad aproximada. Por último, respecto a la simbología de la información, podemos considerarlos como mapas lineales por la presencia de isobaras, isotermas y líneas de frentes.

3. Descripción y Decodificación de los Mapas

3.1. Decodificación de Símbolos

La letra A mayúscula indica centros de altas presiones (anticiclones en el mapa de superficie); la letra B mayúscula indica centros de bajas presiones (borrascas en el mapa de superficie). El viento se dirige desde las áreas de altas presiones hacia las de baja presión, pero no en línea recta, sino en espiral, siguiendo el sentido de las agujas del reloj en los anticiclones (A) y en sentido contrario en las borrascas (B). Las líneas isobaras unen puntos de igual presión y cada par actúa aproximadamente como un carril para la circulación del viento. Este será más intenso cuanto más cerca estén entre sí las isobaras, marcando un mayor gradiente de presión o gradiente barométrico. La línea azul dentada indica la existencia de un frente frío asociado a una borrasca; la línea morada orlada de triángulos alternando con semicírculos es indicativa de un frente ocluido.

En el mapa de altura, las líneas negras son isohipsas (igual altura) y unen puntos en los que la presión de 500 mb se encuentra a la misma altura; las líneas azules son isotermas indicativas de la temperatura del aire marcada en grados centígrados.

La curvatura convexa (con la cima apuntando al norte) es indicativa de una dorsal, o área en que el aire cálido del sur penetra hacia el norte, y donde los 500 mb se encuentran más altos, por lo que se considera una alta presión en altura. La curvatura cóncava (con la base hacia el sur) es indicativa de una vaguada, o área en que el aire frío del norte penetra hacia el sur, y donde los 500 mb se encuentran más bajos, por lo que se considera una baja presión en altura.

3.2. Descripción de la Situación Sinóptica

En el mapa de superficie, un anticiclón centrado en el Atlántico, al norte de las Azores, se combina con una borrasca muy profunda centrada entre los Países Bajos y la península de Jutlandia (Dinamarca). Un frente frío asociado a la borrasca está barriendo Europa occidental y central con dirección noroeste-sureste; el frente es ocluido entre el Báltico y la Península Escandinava.

En el mapa de altura, una dorsal domina el Atlántico Norte, mientras que una vaguada desciende desde Escandinavia hasta la Península Ibérica con un gradiente muy pronunciado, desde los 5.160 metros al sur de Jutlandia hasta los 5.640 metros en el mar de Alborán, al sur de la Península Ibérica.

Las isotermas revelan la asociación entre la vaguada y el aire frío (entre los -20°C y los -34°C).

4. Explicación de la Situación Meteorológica

La borrasca noreuropea y el anticiclón atlántico combinados envían aire del norte a la Península Ibérica. Este aire tiene su fuente a muy alta latitud, es decir, una masa de aire ártica, y con carácter marítimo, pues observamos cómo cruza el Atlántico. Se trata, por tanto, de una masa de aire fría y húmeda. El frente frío en la zona meridional peninsular precede a esta masa, levantando violentamente el aire cálido que circula ante él, y que ascenderá rápidamente hasta notable altura (límites de la troposfera), favorecido por el aire frío y la baja presión en altura.

Este ascenso rápido y constante del aire provoca nubes de desarrollo vertical y fuertes precipitaciones que serán de nieve en el norte, en la meseta y en los sistemas montañosos. En el resto, habrá fuertes lluvias, con posibilidades de tormenta y granizo. Al paso del frente, además, se producirá una fuerte bajada de la temperatura al penetrar la masa de aire ártico. Considerando la temperatura a 500 mb y calculando el gradiente adiabático húmedo, las temperaturas peninsulares estarán entre los 8-14°C al nivel del mar, y más bajas en el interior, dependiendo de la altitud, con temperaturas bajo cero a partir de los mil o dos mil metros, según zonas.

En Canarias, la temperatura será más fría de lo habitual, con tiempo estable, aunque podrían producirse nevadas de carácter orográfico en el Teide.

En cuanto a la previsión para los siguientes días, si la borrasca sigue activa y la vaguada sigue avanzando hacia el sur, podrían producirse nevadas generalizadas (así fue, en efecto) por toda la Península y Baleares.

5. Conclusión e Impacto

Se trata de una situación típicamente invernal, con tiempo muy frío e inestable en la mayor parte de España, incluso, ocasionalmente, en Canarias.

Los efectos de este tipo de tiempo sobre las actividades humanas son pasajeros, pero notables. Así, las nevadas suelen causar dificultades para la circulación tanto por carretera como en el interior de las ciudades. Esto puede derivar en la cancelación de rutas de transportes públicos, y a veces también en el abastecimiento de algunas mercancías. Asimismo, algunas actividades de diverso carácter (particularmente las académicas) pueden cancelarse o aplazarse como consecuencia del bloqueo en las comunicaciones. El frío, además, puede generar la extensión de enfermedades tales como resfriados y gripes, con el consiguiente incremento de las visitas médicas y consumo de medicamentos. También se verá incrementado el consumo de energía por las necesidades de calefacción.

En el apartado de consecuencias favorables, la acumulación de nieve supone un importante aprovisionamiento de agua para los meses siguientes, lo que se verificará con el deshielo. Este aporte, además, está dosificado, por lo que no genera una escorrentía dañina para los suelos por erosión, ni peligrosa para los seres humanos o para las cosechas, por los riesgos de inundaciones. Algunas actividades, tales como el esquí, se favorecen por los aportes de nieve, lo cual redunda en favor de la práctica de este deporte y en beneficio de la actividad turística de nieve, con relativa importancia en nuestro país. Además, el frío durante el invierno es muy necesario para el correcto desarrollo de las plantas, lo que redunda en beneficios de la agricultura, pues se evitan maduraciones tempranas que corran riesgo por heladas tardías.

En definitiva, se trata de una situación típica del invierno que debe percibirse como una manifestación característica de los climas templados con su sucesión de estaciones muy marcadas.