Evolución del Pensamiento Social y Desafíos de la Exclusión Contemporánea

Corrientes Filosóficas Fundamentales

El Racionalismo

Los Racionalistas: El racionalismo, corriente filosófica que nace en Francia en el siglo XVII, fue formulada por René Descartes. Sus proponentes empezaron a cuestionarse todas las cosas. Según Descartes, debemos dudar no solo de aquello que percibimos como falso, sino incluso de aquello cuya falsedad no podemos demostrar; si nos cabe alguna duda, podemos considerarlo como si realmente fuese falso. Además, esta corriente filosófica buscaba encontrar verdades absolutamente ciertas, indudables.

El Empirismo y el Positivismo

Los Positivistas y Empiristas: El empirismo es una corriente filosófica opuesta al racionalismo. En un sentido general, se denomina empirismo a toda teoría que considera la experiencia como el origen del conocimiento, aunque no necesariamente su límite. Algunas de sus características más importantes son: la experiencia como única fuente del conocimiento; la negación de las ideas innatas propuestas por los racionalistas; y la limitación del conocimiento humano.

Paradigmas Sociológicos Contemporáneos

En el siglo XX, surgieron cuatro paradigmas sociológicos que destacan y siguen vigentes en la actualidad:

El Conductismo

El Conductismo: Desde esta perspectiva, la sociedad se reproduce tal cual existe, un concepto que era más común en épocas elitistas. Se observa un control total en la educación, donde la nación enseña únicamente lo que desea transmitir. De esta forma, se busca formar individuos pasivos y poco críticos. El currículo es cerrado y obligatorio para todos. Esta corriente no permite que el profesor innove o cree, debiendo sujetarse a objetivos previamente establecidos. La única función del alumno es aprender lo que se le enseña.

El Funcionalismo

El Funcionalismo: Nació en Estados Unidos en los años 50, tras terminar la Segunda Guerra Mundial. Talcott Parsons es considerado el padre del funcionalismo y expuso ideas clave, como la importancia de la educación como parte fundamental de la sociedad para la construcción de un país cohesionado. Desde esta perspectiva, la nación enseña y controla el currículo, transmitiendo aquello que considera necesario para el futuro de la sociedad.

Se asemeja al paradigma conductista, pero con la diferencia de que posee una función o finalidad determinada. Dicha finalidad es mantener el orden social. Cada individuo es consciente de la clase social a la que pertenece, asumiendo que no existe la movilidad social. Esto implica que aquellos de estatus más bajos no aspiran a pertenecer a estatus más altos, contribuyendo así a la estabilidad del sistema.

La Sociología del Conflicto o Pensamiento Crítico

La Sociología del Conflicto o Pensamiento Crítico: Busca romper el orden establecido (incluido el orden social). Este paradigma se opone firmemente al conductista y al funcionalista. Argumentan que no debe existir un orden social preestablecido, ni una reproducción social, ni tampoco debe utilizarse la educación como herramienta para perpetuar la sociedad tal como está. Además, se oponen a la religión y a las estructuras de clases rígidas, y están a favor de la coeducación. Este paradigma busca desmantelar todas las formas de pensamiento que han prevalecido desde los siglos XVIII o XIX. Dichos pensamientos suelen ser sectarios, segregadores y elitistas.

El Paradigma Humanista Interpretativo

El Paradigma Humanista Interpretativo: Es el paradigma más actual. Es necesario utilizar este paradigma para abordar e intentar comprender aquello que no es fácilmente cuantificable, como los sentimientos, las percepciones y las opiniones. No debe confundirse con una postura subjetivista.

La Exclusión Social y sus Manifestaciones

Factores y Características de la Exclusión Social

Las desigualdades sociales, o la exclusión que de ellas se deriva, pueden producirse debido a diferentes factores. Puede ser el resultado indirecto de procesos de desarrollo, ya sea por seguir ciertos ideales de una comunidad, por una precaria situación económica, o bien, en algunos casos, cuando la sociedad responde a los intereses de un grupo minoritario que ejerce el poder. La privación o dificultad para la satisfacción de ciertas necesidades secundarias, e incluso algunas de las necesidades básicas (tales como la disponibilidad de servicios esenciales como agua potable, desagüe y electricidad), es una característica común en todos los grados y tipos de marginación.

Nuevas Manifestaciones de la Exclusión en la Sociedad Contemporánea

En los últimos años, los avances tecnológicos, la evolución del mercado laboral y el cambio en la estructura familiar han generado nuevas formas de exclusión. Entre ellas, se encuentran:

  • Aquellas personas que no tienen la formación adecuada para adaptarse a los actuales procesos productivos.
  • Los desempleados de larga duración.
  • Los jóvenes que no consiguen su primer empleo o una estabilidad laboral.
  • Las mujeres que son discriminadas en cuanto a oportunidades de empleo y salario.
  • Las personas con discapacidad física y psíquica que se encuentran en condiciones muy desfavorables para acceder a un puesto de trabajo.
  • Las personas que trabajan por un sueldo mísero y sin protección social, dentro de la llamada economía sumergida.
  • Muchas familias monoparentales cuyos ingresos son insuficientes.