Explorando la Estética y el Arte: Conceptos Clave y Perspectivas Filosóficas

Fundamentos de la Estética y la Teoría del Arte

I. Conceptos Fundamentales en Estética y Arte

  • Estética: Rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de la belleza y del arte. Aunque existe desde la antigüedad, cobra mayor relevancia a partir del siglo XVIII.
  • Belleza: Cualidad de ciertos objetos o paisajes naturales, así como de ciertas obras humanas, que despierta en nosotros un placer de índole estética y una satisfacción a medio camino entre lo puramente sensorial y lo puramente intelectual.
  • Gusto (Estético): Es la capacidad para discernir entre lo que es bello o artísticamente valioso y lo que no lo es. No es ni puramente subjetivo ni puramente objetivo, sino que se halla a medio camino.
  • Objetivismo (Estético): Es la teoría estética que sostiene que la belleza es una cualidad objetiva de las cosas, basada en atributos tales como la proporción, la armonía, la simetría, el orden, etc. Fue la teoría predominante en el mundo clásico y en el medieval.
  • Subjetivismo (Estético): Es la teoría estética que sostiene que la belleza no es una cualidad de las cosas, sino un sentimiento subjetivo en el ánimo de quien las percibe. Dicho sentimiento puede estar condicionado por la idiosincrasia personal, la educación recibida o el contexto social y cultural del sujeto. Ha sido la teoría predominante en la filosofía moderna y contemporánea.
  • Contextualismo: Es la teoría hermenéutica según la cual, para interpretar correctamente el sentido de las obras artísticas, es necesario conocer su contexto de creación y comprenderlas a partir de este.
  • Aislacionismo: Es la teoría hermenéutica según la cual, para comprender correctamente el sentido de las obras artísticas, debemos considerarlas tal y como son ellas en sí mismas, al margen de su contexto particular.
  • Trabajo: Toda aquella actividad física o intelectual que requiere un esfuerzo y causa fatiga, y que se realiza para obtener un rendimiento o un resultado.
  • Trabajo Remunerado: Es la actividad laboral realizada a cambio de un salario. Es el sentido con el que habitualmente se habla de trabajo.

II. La Experiencia y la Actitud Estética

La estética estudia un tipo de experiencia que ciertos objetos logran suscitar, la cual denominamos experiencia estética. Lo estético no tiene siempre por qué identificarse con aquello que nos produce un placer sensorial; va más allá, hay una dimensión emocional e intelectual que nos surge automáticamente. Contemplar una obra de arte o un paisaje produce en nosotros una experiencia que nos resulta difícil de comunicar y que supera la simple satisfacción de los deseos.

Según Kant, la experiencia estética solo es posible cuando contemplamos un cuadro o un paisaje con una determinada actitud. Hay que mantener con él una relación genuinamente desinteresada. Se trata de no obtener ningún provecho, solo contemplarlo. Esta actitud es contraria a la actitud cognoscitiva, que es la de quien se acerca a algo con la intención de aprender y ampliar su conocimiento.

También existen otras actitudes, como la actitud decorativista, que es la de quien valora un objeto por su función decorativa, y la actitud crematística, que es la de quien se acerca a algo movido por un interés económico o especulativo.

III. El Juicio Estético

El ser humano es un ser que juzga. Continuamente emitimos juicios y valoraciones de lo que nos rodea. En el juicio estético enunciamos una proposición que relaciona un objeto con una cualidad estética. Podemos emitir un juicio estético sobre cualquier objeto.

A. El Juicio Estético en Kant

Kant diferencia entre nuestra opinión y el juicio estético. Este último pretende adquirir validez más allá de nuestras preferencias personales. De este modo, hacemos un juicio que, aunque tiene una base subjetiva, se hace con pretensión de universalidad. Según Kant, es evidente que existe una exigencia de universalidad en nuestros juicios estéticos. No nos resignamos a aceptar que nuestras valoraciones sobre la belleza se tengan que limitar al ámbito de lo personal. Por el contrario, reclamamos de todos la misma opinión. Para garantizar esta universalidad, Kant recurre al sentido del gusto, que sería subjetivo y, al mismo tiempo, intersubjetivo. El sentido del gusto permitiría entender y compartir las mismas valoraciones estéticas.

IV. Tipos de Belleza

La belleza natural es la que suscitan los objetos naturales, y la belleza artística es la que suscitan las creaciones artificiales del ser humano. La relación entre ambos tipos de belleza ha variado a lo largo del tiempo.

Tradicionalmente, la belleza artística dependía de la belleza natural. Se consideraba que el arte era bello en la medida en que lograba reproducir la armonía y la perfección de los objetos naturales. Durante la modernidad se produjo un proceso de independización del arte con respecto a la naturaleza. El arte dejó de concebirse como un espejo de la realidad y pasó a verse como una manifestación de la libertad y creatividad humana. Por ello, adquirió importancia y sentido en sí mismo.

Kant distinguió la belleza adherente, que es la que posee un objeto en función de cómo debe ser ese objeto; por ejemplo, una silla de estilo victoriano, por muy elegante que sea, si no sirve para sentarse, no podrá ser considerada bella. La belleza libre, según Kant, es la que posee un objeto en sí mismo, sin depender de ninguna idea o finalidad. Es una belleza pura, porque no tenemos ninguna idea preconcebida de cómo debería ser ese objeto. Una flor, por ejemplo, no corresponde a ninguna utilidad preestablecida.

V. Belleza y Fealdad

Habitualmente se considera feo todo aquello en lo que se da una disminución o ausencia total de belleza. La fealdad consiste en la deformación y desfiguración. La fealdad se asocia a lo éticamente negativo: la maldad, la depravación, lo criminal. A lo largo de la tradición filosófica, se ha querido diferenciar dos ámbitos estéticos enfrentados: el claro y puro ámbito de la belleza y la bondad, y el oscuro y depravado ámbito de la fealdad y la maldad.

La fealdad y la deformidad nunca han estado totalmente ausentes del arte. Hasta el Romanticismo, su presencia solo servía como contrapunto a la belleza. Con el Romanticismo se inicia un proceso de reivindicación de lo feo. Aparecen como protagonistas lo feo, lo terrible y lo monstruoso. Posteriormente, se da una radicalización del gusto por lo feo, que lleva a algunas corrientes artísticas a reivindicar esta como fin en sí mismo. Uno de los máximos exponentes de esta tendencia es el pintor Francis Bacon.

VI. El Arte

A. Concepciones del Arte

  • El arte como imitación: Sostiene que el arte debe ser una copia o imitación de la realidad o la naturaleza. Al artista se le valora por su capacidad para reflejar de manera fidedigna lo que le rodea. Algunas corrientes son el naturalismo y el realismo.
  • El arte como expresión: El arte deja de concebirse como una reproducción de la realidad y pasa a concebirse como una muestra de emociones y sentimientos difícilmente expresables de otro modo. Su corriente principal es el expresionismo.
  • El arte como forma: Sostiene que lo propio del arte es la forma y no el contenido o la historia que pueda contener. El arte abstracto es el exponente más claro de esta concepción.
  • El arte como realidad imaginativa: Es la concepción más minoritaria: el arte no es una realidad física, sino imaginativa, es decir, la imagen mental que se forma cada espectador cuando se enfrenta a una obra de arte.

B. Funciones del Arte

  • El arte por el arte: No cumple ni debe cumplir ninguna utilidad. Debe tener como único objetivo el arte mismo.
  • El arte como necesidad de la naturaleza humana: El valor del arte reside en la satisfacción de una necesidad humana. El ser humano siente la necesidad de expresar su personalidad y vivencias de forma artística.
  • El arte como evasión: Una de las funciones del arte es servir de medio para huir de una realidad que, tanto al artista como a su público, no les satisface.
  • El arte como purificación (Catarsis): Una de las funciones del arte es la de purificar al espectador de ciertas pasiones que podrían serle perjudiciales. Según Aristóteles, a través de la tragedia y de la música, el espectador consigue una suerte de catarsis.
  • El arte humanizador: Consiste en la transmisión y promoción de los valores éticos, sociales, culturales, etc.
  • El arte de enseñar deleitando: El arte puede ser un vehículo para la enseñanza, haciendo que el aprendizaje sea placentero.

C. La Obra de Arte y su Interpretación

Toda obra de arte es un objeto artificial. Uno de los problemas que ha promovido mayores discusiones entre los filósofos del arte ha sido la interpretación de las obras de arte. Los críticos y los filósofos del arte suelen señalar que en el goce estético pueden diferenciarse dos momentos: contemplación y reflexión.

Para la contemplación no es necesario ningún tipo de conocimiento sobre el arte; todos podemos gozar de la belleza que proporciona una obra artística. Para la reflexión, se analiza y estudia esa obra para poder interpretarla o entenderla. A este respecto, existen dos posturas:

  • Contextualismo: Se hacen necesarios ciertos conocimientos acerca de la vida del artista, la intención que perseguía, su bagaje cultural y artístico, etc.
  • Aislacionismo: El arte solo requiere una contemplación abierta y auténtica atención, pero no precisa de ningún otro conocimiento externo. La obra de arte es autosuficiente y autónoma.