Bernini: Este autor representa la tendencia del barroco pleno que mejor desarrolla la idea del movimiento. Su formación técnica la realizó con su padre, pero más tarde profundizó en el pasado, especialmente en la escultura griega helenística y en la obra de Miguel Ángel. Desde los aprendizajes griegos evoluciona hacia el uso de nuevos materiales, un movimiento vehemente y una gran teatralidad. En sus primeras obras el estudio anatómico es riguroso, los movimientos y momentos fugaces, las composiciones dinámicas, los rostros expresivos, las superficies delicadas. Podemos destacar obras como El rapto de Proserpina y Apolo y Dafne. También realiza varias fuentes como la Fuente de los Cuatro Ríos, en todas ellas queda de manifiesto la idea de lo efímero. Fue un gran arquitecto, su trabajo se vincula con el mecenazgo papal. Como obra a destacar podemos hablar del baldaquino y la cátedra de San Pedro: columnas corintias con fuste salomónico.
Borromini: Ensombrecido por Bernini, fue un intelectual melancólico; se dice que Bernini le robó ideas. Realizó obras pequeñas para órdenes religiosas pobres. San Carlo alle Quattro Fontane: elipse cruciforme cubierta con cúpula oval en un espacio angosto. Borromini debe adaptar su diseño al espacio dado.
Caravaggio: Su formación fue en Roma, en el taller de Cesari. Tiene un gusto por la representación de personajes populares muy expresivos. Representa otra corriente de la pintura italiana, más vanguardista, que trabaja para clientes cultos. Obras: La Vocación de San Mateo: ambiente oscuro, por la derecha aparece la figura de Jesús, luz en diagonal que destaca los rostros de los personajes, figuras estáticas.
Rubens: Manierista con influencia de Miguel Ángel, gusto por el paisaje y sus atmósferas. Su obra no muestra evolución, gusto por el desnudo femenino, por las figuras serpentinatas, por las composiciones en diagonal. Las tres Gracias.
Rembrandt: De la escuela holandesa, trabajó todos los géneros, con gran representación de las calidades de los objetos, pincelada abocetada en obras en las que dispone de mayor libertad. Aplica el color en grandes manchas y la luz se muestra de forma intensa, en línea con el tenebrismo de Caravaggio. La ronda nocturna: retratos dinámicos dentro de aparentes escenas de género, recurriendo a la luz caravaggiesca.
Vermeer: Los temas que le concedieron fama son los interiores burgueses, donde representa el realismo de las escenas cotidianas, pero cargadas de simbolismo, encontrándose este en los objetos. Caballero y dama tomando vino: se nos muestra la seducción por el vino, y la ventana abierta simboliza la libertad de los sentimientos.
Ribera: Pintor valenciano que pintó en Italia. El carácter hispano queda reflejado en su gusto por las obras de carácter religioso. En la mayor parte de sus obras se mantiene fiel al tenebrismo. Desarrolló una pintura típicamente española, centrada en la representación de patologías anatómicas. La barbosa de Abruzzos.
Zurbarán: Del siglo XVII, de la escuela andaluza, nunca perdió la referencia tenebrista. Su origen y formación dotaron a sus obras de un gusto por la austeridad. Se le considera el mejor intérprete de los ideales tridentinos. Sus composiciones no son buenas, exceso de teatralidad sin buen desarrollo del espacio. Los volúmenes de las figuras están perfectamente definidos por una pincelada fina y la luz, pintura religiosa. Santa Casilda.
Velázquez: Nació en Sevilla, donde se formó dentro de la corriente tenebrista en el taller de Francisco Pacheco. En 1623 se convirtió en pintor real, lo que le permitió conocer otras escuelas pictóricas. Su temática es variada, su técnica es el óleo y en ella puede verse una evolución desde la pincelada fina y definida hacia la pincelada suelta, deshecha, que construye las figuras con grandes manchas de color. Era un pintor alla prima. Se ve en él una evolución desde el tenebrismo de su primera etapa, hacia la aclaración de su paleta, lo que le lleva a convertirse en un gran representante de la perspectiva aérea. Mantiene la idea de la estaticidad de la pintura española, pero no renuncia a la tensión del estilo, la cual consigue a través de las composiciones. Destacan sus obras de género: La vieja friendo huevos y Las Meninas.
Maestro Mateo: Realizó la última fase de la catedral de Santiago de Compostela, realizando el Pórtico de la Gloria.
Giotto: Precursor del Renacimiento, avanza con el uso del color y la luz como elementos modeladores. También usa composiciones simples, proporción anatómica y se inspira en la naturalidad. Obra: Frescos de la capilla Scrovegni en Padua.
Van Eyck: Trabaja el óleo, obras luminosas y con brillo que ayudan a desarrollar el volumen anatómico. Usa las veladuras para dar efectos de luz sobre las figuras. Obra: El cordero místico.
Roger van der Weyden (1400-1464): Pintor del dramatismo. Su principal obra es El descendimiento. Trata las figuras con carácter escultórico, composiciones estudiadas y teatrales, pero evitando elementos anecdóticos.
Bosco: Ambiente rural con fuerte misticismo. Sátira para criticar la sociedad de la época. Hace representaciones fantásticas y uso del paisaje. Obra: Carro de heno.
Mirón: Obra: El discóbolo. Este fue un escultor y broncista muy famoso de la antigüedad (470-430 a.C.).
Policleto: Obra: El doríforo. Broncista (450-420 a.C.) que llegó a Atenas para construir la Acrópolis. Su rivalidad con Fidias hizo que solo tuviera encargos particulares. Su aportación más importante fue la aportación del Kanon.
Fidias: Es el mejor escultor (470-430 a.C.). Realizó las mejores obras de la Acrópolis. Obra: Los trabajos del Partenón, donde desarrolló la técnica de los paños mojados, y la escultura criselefantina de Zeus.
Artistas del Quattrocento y Cinquecento
Alberti: Quattrocento, Florencia, arquitecto. Gran teórico. Se forma en Roma en contacto con los restos clásicos. A su vuelta a Florencia consideró a Brunelleschi su maestro a seguir. Obras: – El palacio Rucellai – Iglesia de Santa María Novella.
Alberto Durero: Pintor renacentista español, encarnó la figura del perfecto humanista en Alemania y admiró el arte italiano. La expresividad y fantasía alemanas quedan patentes en sus obras. Busca la belleza ideal, estudios del desnudo. En sus últimos años (por la Reforma) tiene un carácter severo y reflexivo y utiliza colores sobrios y fondos austeros.
Andrea Mantegna: Quattrocento, pintura. Dominio de la perspectiva, influido por Donatello, gusto por el realismo, pintura de carácter escultórico, figuras de gran volumetría. Obras: – Cristo muerto – Muerte de la Virgen.
Boticelli: Quattrocento, pintura. Recoge los ideales platónicos de belleza ideal, usa algunos elementos de pintura gótica. Obras con sensibilidad, belleza delicada próxima a lo místico, sensualidad. Obras: – La primavera – El nacimiento de Venus.
Bramante: Cinquecento, arquitecto. Destaca por iniciar la construcción de La Basílica de San Pedro en el Vaticano (1506), diseñando una planta centralizada inscrita en un cuadrado. Obras: – Templete de San Pietro in Montorio (1502, levantado bajo mecenazgo de Fernando el Católico).
Brunelleschi: Quattrocento, Florencia, arquitecto y escultor. Amigo de Donatello, admira la Antigüedad tras ir a Roma con él. Vencido en un concurso de 1401 de realizar relieves por Ghiberti, se dedica a la arquitectura. Obras: – Cúpula de la Catedral de Florencia (1423, 42 metros de diámetro, calidad técnica excepcional) – Basílica de San Lorenzo – Capilla Pazzi – Palacio Pitti.
Cellini: Manierista, escultor y orfebre. Con su obra El Perseo muestra la calidad técnica típica del manierismo.
Della Quercia: Quattrocento, escultor. Precedente de Miguel Ángel por su gusto por las formas grandilocuentes y la fuerza. Además, cultiva la escultura funeraria.
Donatello: Quattrocento, escultor. Fue un hombre de pueblo, amigo de Brunelleschi. A pesar de sus formas naturales y proporcionadas, son humanos próximos a lo rural. Refleja la psicología. Realizó relieves a través del schiacciato. Obras: – El David – Esculturas del campanario de la catedral de Florencia (Juan Bautista, Habacuc, Jeremías y Abdías) – Relieves de la catedral de Florencia y relieves de Padua – El Condottiero de Gattamelata.
Fra Angelico: Quattrocento, pintura. Obras con influencia gótica: fondos dorados, actitud mística, sensualidad, esbeltez, fuerte componente espiritual. En sus obras finales conquista la perspectiva. Obra: La Anunciación.
Ghiberti: Quattrocento, Florencia, escultor, arquitecto, escritor y orfebre. En su obra hay un cierto carácter gótico y desarrolló mucho el relieve. Con el Sacrificio de Isaac gana a Brunelleschi en el concurso de 1401. Obra: Las puertas del paraíso.
Juan de Bolonia: Manierismo, escultor. Realizó obras en mármol y bronce de pequeño tamaño, gran calidad técnica, usa composiciones serpentinatas y en equilibrio. Obras: – El rapto de las sabinas – El mercurio.
Leonardo Da Vinci: Cinquecento, humanista por excelencia, formado por Verrochio. Obras con su idea de armonía y uso de sfumato. Obras: – La Virgen de las Rocas – La dama del armiño – La Gioconda – La Última Cena.
Lucca della Robbia: Quattrocento, escultor. Destacan sus relieves en mármol y su cerámica vidriada. En esta última realiza abundantes medallones, retablos, etc., usando el azul para los fondos y el blanco para las figuras.
Massacio: Quattrocento, pintura. Gran capacidad innovadora, renuncia al gótico, centra su atención en el volumen de las figuras y la perspectiva. Obras armónicas, equilibradas, y colores y luces de influencia clásica. Figuras de carácter macizo y fuerza expresiva. Gran realismo. Perspectiva lineal, luz homogénea. Obras: – La Trinidad – Frescos de la capilla Brancacci – El tributo – Expulsión de Adán y Eva del paraíso.
Palladio: Cinquecento, arquitecto, gran teórico. Destaca: “Los cuatro libros de arquitectura”. Obras: sus famosísimas Villas, destaca la Villa Rotonda.
Paolo Ucello: Quattrocento, pintura. Combina la tradición decorativa del gótico con la preocupación de la perspectiva de Massacio, usa figuras volumétricas y representaciones teatrales, perspectiva lineal. Obra: – Batalla de San Romano.
Piero Della Francesca: Quattrocento, pintura, Florencia. Usa el color de la escuela veneciana, la estructura espacial de Massacio y robustez. Gran preocupación por la perspectiva. Dominio de la luz y el color. Figuras dentro de marcos naturales o arquitectónicos con hieratismo, muestra la psicología. Obras: – Retratos del duque de Montefeltro – Frescos de la iglesia San Francisco de Arezzo – Díptico de los duques de Urbino.
Rafael: Cinquecento, pintor. Hijo de pintor, inició muy joven. Recibe influencia de varios autores. Se le considera como el mejor ejemplo del equilibrio clásico del Cinquecento. Obras: – Los desposorios de la virgen – La escuela de Atenas – El incendio del Borgo – El cardenal.
Tintoretto: Pintor veneciano del Renacimiento. En su obra se ve la crisis del ideario renacentista y el paso al barroco, composiciones violentas, perspectivas y escorzos muy marcados, temas principales pueden aparecer descentrados, uso de luz que avanza al tenebrismo, movimientos tensos. Obra: – El lavatorio de los pies.
Tiziano: Pintor veneciano del Renacimiento. Es el más clásico, destaca como retratista, abundante pintura mitológica, importancia a los elementos de encuadre y vestimenta, interés por el desnudo femenino. Obras: – Carlos V en Mühlberg – La Bacanal – Dánae – Venus.
Veronés: Pintor veneciano del Renacimiento, pintor del lujo y el boato veneciano, grandes composiciones con multitud de detalles anecdóticos, espacios cortesanos, fondos paisajísticos, calidad máxima en ropajes y joyas. Obra: – Las bodas de Caná.
Verrochio: Quattrocento, escultor y pintor. Discípulo de Donatello y maestro de Leonardo. Su obra muestra gran expresividad y la influencia de Donatello. Obras: – David – Condottiero Colleoni.