El Origen de la Filosofía
En el siglo VI a. C., Grecia estaba constituida por diferentes polis: Mileto, Esparta, Atenas. El origen de la filosofía se debe a distintos factores:
- Comercio: El contacto con otras culturas a través del Mediterráneo permitió un fructífero intercambio de ideas.
- Tradición cultural: La poesía de Homero y Hesíodo ya poseía visiones cosmogónicas con elementos racionales.
- Libertad religiosa: Al no haber monopolio religioso, existía “tolerancia” respecto a opiniones y razonamientos. (No existía una casta sacerdotal).
Mito y Logos: La Transición al Pensamiento Racional
El Mito
El mito se caracteriza por:
- Se da en toda la humanidad desde la capacidad narrativa.
- Se sirve de la imaginación.
- Utiliza un lenguaje imaginativo y fantasioso.
- Personaliza las fuerzas de la naturaleza.
- Describe una naturaleza caótica, a voluntad de los dioses.
- Mundo sin leyes, donde prima la arbitrariedad.
- Acude a lo trascendente.
- Se basa en la tradición oral o escrita.
El Logos
El Logos (razón) surge en Grecia en el siglo VI a.C. y supone un antes y un después en la historia de la humanidad. Se caracteriza por:
- Parte de la experiencia y utiliza la razón.
- Utiliza un lenguaje abstracto y racional.
- Las fuerzas de la naturaleza no tienen carácter personal.
- La naturaleza se caracteriza por la necesidad y es ordenada.
- La physis es una totalidad ordenada, regida por leyes. La ley que rige todo lo real es el arjé, principio último de todo lo real.
- Se fundamenta en lo inmanente (contrario a trascendente; no va más allá de los límites, es propio del objeto).
- La tradición no es un criterio. Se basa en la observación y la coherencia.
Los Filósofos Presocráticos: La Búsqueda del Arjé
Los filósofos presocráticos se plantearon fundamentalmente dos cuestiones:
- ¿Cuál es el origen, la materia o principio de la Naturaleza? Dependiendo de las escuelas habrá diferentes respuestas. Este principio es el ARJÉ (“Principio último de todo lo real”).
- ¿Cuál es la auténtica realidad? ¿La que ofrecen los sentidos o la que ofrece la razón?
Pitágoras de Samos (569-475 a.C.)
La gran contribución pitagórica será la de la armonía existente en la naturaleza, compuesta de números y proporciones. Esas proporciones hacen aflorar la belleza, por ejemplo, en la música, a la que los pitagóricos contribuyeron.
Los pitagóricos desarrollaron un pensamiento religioso (influidos por el orfismo, o culto a Orfeo) en torno a la concepción del alma, la cual consideraban inmortal y que estaba atrapada en la “prisión del cuerpo”. Esta necesitará purificarse mediante el conocimiento y el alejamiento de las pasiones.
La Escuela Jónica o Milesia: El Arjé Material
Son físicos y su interés se centra en resolver de qué materia o arjé está compuesta la Naturaleza. Sustituyen las explicaciones antropomórficas de los mitos por elementos naturales. Son monistas, pues reducen los fenómenos del universo a una idea o sustancia única.
Tales de Mileto (Aprox. 624-546 a.C.)
Fue un inquieto viajero, matemático, astrónomo y político. Fue el primero en predecir un eclipse de sol. Para él, el origen de la Naturaleza es un elemento natural y determinado: el Agua. Tenía tres razones para esta elección:
- Vital: Todos los seres vivos dependen del agua para existir.
- Omnipresencia: Estaba en todas partes, por lo que pensó que era la base de la realidad.
- Transformación: El agua aparece en cualquier estado (sólido, líquido o gaseoso).
Anaximandro (Aprox. 610-545 a.C.)
Establece que el elemento originario es indeterminado: el Ápeiron. Es eterno y no engendrado. A partir de él surgen todas las cosas. Se le atribuyen múltiples investigaciones y la afirmación de que la Tierra es redonda.
Anaxímenes (Aprox. 585-524 a.C.)
Indica una sustancia determinada e infinita como elemento primero: el Aire. Sostiene que la naturaleza se convierte en sus distintos elementos porque el aire se vuelve sólido y líquido, transformándose en todo. El aire es una especie de “alma del mundo”, que se asocia a la respiración.
La importancia de estos pensadores no se debe tanto a las respuestas particulares que dieron, sino a que son los primeros que se plantearon resolver racionalmente la cuestión de la naturaleza última de las cosas (arjé) y afirmar que el origen de la naturaleza está en ella misma.
La Escuela Eléata: El Problema del Cambio
Esta escuela es de carácter exclusivamente filosófico, a diferencia de las anteriores, que eran físicas o religiosas. Sus representantes principales serán Heráclito y Parménides.
Heráclito de Éfeso (544-484 a. C.)
Su máxima es: “Todo fluye, nada permanece” (Panta Rhei). La naturaleza se rige por la incesante lucha de contrarios (frío/caliente, húmedo/seco). El cambio y la contradicción no son negativos. Esta forma de pensar la contradicción se denomina Dialéctica.
El arjé para Heráclito es el Fuego, por la imagen metafórica de una combustión: el fuego consume, crea y transforma todo a su paso. El Logos es el principio universal que rige el cambio constante y la unidad de los opuestos. Aunque todo está en flujo, el Logos es la razón o ley que mantiene el orden en medio del caos.
Parménides de Elea (Aprox. 540-470 a.C.)
Se opone al cambio de Heráclito, considerándolo una ilusión de los sentidos. Su principio fundamental es: “El ser es y el no-ser no es”.
- Solo el ser es real.
- El no-ser es impensable e inexistente.
Establece dos caminos o vías para el conocimiento:
- Vía de la Apariencia: Intervienen los sentidos y las opiniones. Nos muestra el mundo cambiante que Parménides rechaza.
- Vía de la Verdad: La razón. Nos hace comprender en profundidad cómo realmente son las cosas.
Para Parménides, el ser se identifica con el pensar y el camino de la verdad. Le atribuye las siguientes características al Ser:
- El ser es inengendrado, inmóvil y eterno. No puede surgir del no-ser (no se crea de la nada).
- El ser es único, idéntico, indivisible y continuo.
Este punto de inflexión marca el paso de los monistas a los pluralistas, ya que a partir de ahora el arjé se buscará en varios principios.
El Origen del Pluralismo
Los pluralistas buscan el arjé en múltiples elementos, intentando conciliar la inmutabilidad del ser de Parménides con la evidencia del cambio.
Empédocles
Se le atribuye la fragmentación del arjé en los cuatro elementos esenciales:
- Tierra, Agua, Fuego y Aire.
Los elementos se van conformando en torno a dos principios fundamentales que causan el movimiento:
- Amor: Origina unión y atracción.
- Discordia: Origina desunión o repulsión.
Anaxágoras
Su arjé lo componen multitud de partículas que llamó Semillas (Homeomerías). Estas son parte de un todo, pequeñas hasta el infinito, presentes en todas las cosas.
También habla del Noûs o “Mente Ordenadora”, una partícula que considera divina y que inicia el movimiento.
Los Atomistas: Leucipo y Demócrito
Leucipo (Maestro, 500-440 a.C.) y Demócrito (Discípulo, 460-370 a.C.) establecen que su arjé son los Átomos.
Características y Comportamiento de los Átomos
Los átomos tienen las mismas características que el ser de Parménides. Lo opuesto será el vacío (el no-ser).
- Son muy pequeñas, indivisibles, no engendradas, imperecederas, continuas y sólidas.
- Viajan en el vacío (tienen un principio interno de movimiento) y pueden chocar, repelerse o “engancharse”.
Esta es una visión del cosmos materialista y mecanicista: el movimiento se crea por azar y necesidad, sin ninguna fuerza externa divina.
Los atomistas pensaban que el alma resulta de la unión de unos átomos sutiles. Además, creían que la percepción sensible se producía porque los objetos emiten pequeñas partículas o imágenes compuestas por átomos finos, y la percepción de los sentidos se producía por ese contacto.
La Ilustración Griega y el Giro Antropológico
Hasta el siglo VI a.C., Grecia había sido gobernada por sistemas políticos monárquicos o tiranías (el poder en manos de familias aristocráticas). No será hasta el año 504 a.C. que se instaure la democracia en Atenas, que además encabezó la Liga de Delos, uniendo a las diferentes ciudades-estado griegas contra los persas en las Guerras Médicas.
Bajo el mando de Pericles (495 a.C. – 429 a.C.), tras la dura guerra contra los persas, el ágora y la Acrópolis fueron reconstruidos. La deslumbrante Atenas atrajo a sabios y filósofos como Anaxágoras y vio nacer a otros como Sócrates o Platón. Este periodo sería conocido como la Ilustración Ateniense, uno de los mayores hitos políticos de la historia.
La investigación filosófica, que hasta entonces se había centrado en los problemas cosmológicos de los presocráticos, se desplazó hacia los nuevos asuntos de la polis (ser buenos ciudadanos, sistemas de gobierno, etc.). Este enfoque se denomina el Giro Antropológico.
Los Sofistas: Maestros de la Retórica
Con la llegada de la democracia, fue necesaria una nueva educación (paideía), ya que la educación tradicional en Grecia había sido muy elemental y ya no respondía a las necesidades de la polis. Ahora, los ciudadanos demandaban aprender a defenderse ante un tribunal o dar discursos en la Asamblea para influir en el rumbo político de la ciudad.
En este contexto aparecen los sofistas, cuyo objetivo era, a cambio de una remuneración, convertir a sus alumnos en ciudadanos exitosos mediante el poder de la palabra, utilizando las artes de la retórica y la oratoria. Se autodenominaban “maestros de la virtud” y eran polímatas, poseyendo un saber cosmopolita y humanista fruto de su experiencia en sus viajes entre las diferentes ciudades griegas. Eran normalmente griegos que llegaban de otras regiones, como Pródico e Hipias.
Protágoras de Abdera (485 a.C. – 411 a.C.)
- Fue uno de los hombres más ricos de Grecia y creó por encargo de su amigo Pericles la primera constitución para la nueva ciudad.
- Consideraba su arte retórico una “medicina para la ciudad” y tenía un método basado en demostrar a la vez lo que se defiende y lo contrario.
- Se hizo famoso por su relativismo, llegando a afirmar que “el hombre es la medida de todas las cosas”, haciendo hincapié en el subjetivismo propio de esta visión.
Gorgias de Leontinos (485 a.C. – 380 a.C.)
- Fue discípulo de Empédocles. Será conocido por su formulación del escepticismo radical, negando cualquier verdad universal.
- Su tesis principal es: “Nada existe; si algo existiese, no podría ser conocido; y, si se pudiese conocer, no podría comunicarse”.
- Gorgias fue extremadamente hábil en el uso de la palabra, la cual consideraba (al lenguaje) “un monstruo con mil poderes”.
Rasgos Comunes del Movimiento Sofista
- Relativismo: El relativismo epistemológico considera que no existe verdad universal; esta depende del individuo, en tanto que el hombre es la medida de todas las cosas. Este es también un relativismo moral, ya que cada ciudad tiene sus costumbres.
- Convencionalismo: Las leyes y costumbres (nomos) no son fruto de la naturaleza (physis), sino del acuerdo y convención de la ciudad.
Sócrates (470 a.C. – 399 a.C.): La Búsqueda de la Verdad Interior
Durante el último tercio del siglo V a.C., Atenas entró en guerra con Esparta en la Guerra del Peloponeso. Tras su derrota, Atenas sufrió el gobierno de los Treinta Tiranos. Una vez superado este periodo, se instauró la nueva democracia ateniense, pero sin el esplendor de la época clásica, y ahora abundaban los demagogos.
En este contexto vivió Sócrates, uno de los autores más influyentes de la historia de la filosofía occidental. A pesar de que no escribió nada, lo conocemos gracias a los diálogos de su discípulo Platón. Sócrates fue llevado a juicio injustamente acusado de “corromper a los jóvenes y de impiedad”. A pesar de su injusta condena, asumió su destino estoicamente, mostrando respeto por la ley aun en su injusticia.
Su máxima preocupación era la educación de los jóvenes y, al contrario que los sofistas, se negó a cobrar por sus clases. Entablaba conversación con cualquiera y utilizaba el diálogo como medio para obtener la verdad, siguiendo el mandato del oráculo de Delfos: “Conócete a ti mismo”. Esto se opone directamente al relativismo y convencionalismo sofista.
El Método Socrático: Ironía y Mayéutica
El método socrático para alcanzar el conocimiento y, en último lugar, la verdad, era el diálogo. Con este, ayudaba a su interlocutor a destruir sus prejuicios y buscar la verdad en su interior mediante la razón. Este diálogo tenía dos momentos:
- La Ironía: Consiste en reconocer la propia ignorancia, como muestra su famosa frase “Solo sé que no sé nada”. Sócrates hacía preguntas para que su interlocutor dudara de lo que creía saber, llevándolo a admitir su falta de conocimiento y a prepararse para conocer. Es una técnica para guiar a las personas hacia la búsqueda de la verdad.
- La Mayéutica: Consistía en el alumbramiento de la verdad interior con la ayuda de las preguntas de Sócrates. El objetivo final es descubrir lo que las cosas son, las definiciones, a partir de casos particulares, y encontrar, mediante la inducción, lo que tienen en común.
El Intelectualismo Moral
El Intelectualismo Moral de Sócrates sostiene que el conocimiento es la base de la virtud. Para él, nadie hace el mal voluntariamente, sino por ignorancia. Si alguien sabe qué es el bien, actuará correctamente, ya que el conocimiento lleva necesariamente a la virtud. Sócrates defendería esta idea en el Consejo que le condenó: “Las enseñanzas no corrompían a los jóvenes, sino que los conducían al conocimiento y, por tanto, al bien”.