Concepto y Causas de la Descolonización
El concepto de descolonización define el proceso histórico mediante el cual las colonias de los imperios europeos lograron su independencia. Se trató de un fenómeno esencialmente político, porque casi todas las colonias mantuvieron la dependencia económica respecto a sus antiguas metrópolis. Fue un proceso relativamente rápido, pues apenas duró 30 años. Las causas de la descolonización fueron diversas y en ellas influyeron la coyuntura internacional y aspectos internos de las colonias y sus metrópolis.
El Impacto de la Segunda Guerra Mundial (2ª GM)
La Segunda Guerra Mundial mostró al mundo la debilidad de las potencias imperiales europeas. El mito de la invencibilidad europea estaba roto. Las colonias habían participado en la guerra aportando tropas y recursos; también habían combatido en su propio territorio contra los enemigos de su metrópoli. La formación de guerrillas y la inclusión de tropas coloniales en los ejércitos sirvieron para formar militarmente a numerosos cuadros que después lideraron los procesos de independencia. Agotadas por el conflicto, las potencias europeas tuvieron serios problemas económicos y militares para poder sostener sus imperios. También les resultó más difícil justificar ideológicamente el imperialismo. Los deseos de independencia se relacionaban con el desarrollo de las ideas de libertad y democracia, que habían constituido la fuerza ideológica para vencer al nazismo y al fascismo. Era muy difícil negar a las colonias los mismos principios que legitimaban los sistemas políticos de las metrópolis.
Aparición de Movimientos Anticolonialistas
Desde finales del siglo XIX habían surgido movimientos nacionalistas y emancipadores en las colonias. Sus orígenes ideológicos procedían de tres fuentes:
- La Internacional Comunista, que impulsó la creación de partidos de esta ideología en el mundo. En algunas colonias estos partidos encabezaron la lucha por la independencia (Indonesia e Indochina).
- Las ideologías que propugnaban la recuperación y dignificación de las culturas autóctonas (indigenismo). Ejemplos de estos movimientos son la defensa del concepto de negritud por parte de Léopold S. Senghor (Senegal); o el panarabismo de Nasser en Egipto.
- La defensa de la identidad religiosa fue un aspecto muy importante en algunos países islámicos.
También fue esencial el papel desempeñado por algunos líderes como Gandhi en la India, o Ho Chi Minh en Indochina. Casi todos pertenecían a las élites locales y habían recibido la educación de Occidente. Al volver a sus países optaron por reivindicar la base del nacionalismo que inspiró sus movimientos. La base social de estos grupos independentistas se hallaba en las burguesías comerciales y administrativas que conformaban la minoría dominante local y que aportaron los dirigentes y los recursos necesarios.
Los Cambios en la Opinión Pública
La conciencia antiimperialista fue adquiriendo importancia en los países occidentales desde los años 20. En 1918 el presidente estadounidense planteó sus “Catorce Puntos”, entre los que se incluía el derecho de autodeterminación de las colonias. Las muestras de esta crítica al colonialismo fueron abundantes: por ejemplo, en 1927 se creó en Bélgica la Liga contra el Imperialismo, formada por políticos e intelectuales. El cambio en la opinión pública se intensificó por la acción de distintos agentes: las Iglesias cristianas (católicas y protestantes) impulsaron iniciativas contra el imperialismo, los llamamientos de los partidos socialistas contra el imperialismo fueron calando entre las clases populares y sectores intelectuales, y desde la URSS se difundió también un pensamiento muy beligerante contra el imperialismo y favorable a la independencia de las colonias.
Factores Internacionales y Económicos que Impulsaron la Descolonización
El Papel de la ONU
La posición de la ONU respecto del problema colonial, que recogía el espíritu de lo firmado en la Carta del Atlántico de 1941, favoreció igualmente el proceso de autodeterminación de los territorios coloniales. Más de la mitad de los Estados fundacionales de la ONU habían sido colonias. Este hecho influyó en el tratamiento del tema colonial. Su carta fundacional ya recogió en 1945 la oposición al colonialismo y definió, además, el derecho de autodeterminación de las colonias. Unos años más tarde, en 1952, incluyó en la Declaración Universal de los Derechos Humanos el derecho que tienen los pueblos colonizados a disponer de sí mismos. En 1960 la Resolución 1514 condenó el colonialismo. Aunque la capacidad de acción de la ONU al respecto fue limitada, actuó como una conciencia crítica del colonialismo y dio voz a las colonias.
La Rentabilidad de los Imperios
El mantenimiento de los imperios generaba una serie de costes económicos y políticos que hacían dudar de su rentabilidad. Los costes económicos del control y administración del territorio pesaban sobre las metrópolis, empobrecidas a causa de la Segunda Guerra Mundial, mientras que los beneficios económicos no justificaban esas cargas.
La Influencia de la Guerra Fría
El sistema de bloques influyó notablemente en el proceso descolonizador, ya que tanto Estados Unidos como la URSS se oponían al colonialismo. En el caso de Estados Unidos, su propio origen colonial y la defensa de los valores democráticos predisponían a este país a defender la emancipación de las colonias. A estas razones se unían otras menos altruistas, como captar los mercados coloniales y alinear los nuevos países en el bloque occidental. Por su parte, la URSS mantuvo una fuerte hostilidad a los imperios coloniales por motivos ideológicos y para atraer a su bloque a los nuevos países. El apoyo de las superpotencias permitió incorporar la autodeterminación a los principios de la ONU. No obstante, ambas potencias intervinieron en la emancipación de las colonias según sus propios intereses.
La Conferencia de Bandung (1955)
Los países que se iban independizando intentaron tomar posiciones conjuntas y se convirtieron en un modelo para los demás. La iniciativa más importante fue la Conferencia de Bandung de 1955, que convocó a los países recientemente independizados de Asia y África con el objetivo de posicionarse ante la política de bloques. Asistieron a la conferencia algunos de los líderes de los nuevos países: Nasser, presidente egipcio; Sukarno, presidente de Indonesia; Tito, de Yugoslavia; etc. Tuvieron un relevante papel en su desarrollo y en la creación del Movimiento de Países No Alineados. La conferencia fue un importante acelerador de la conciencia anticolonialista, pues dio un apoyo moral fundamental a los movimientos independentistas. Los firmantes debían:
- Ayudar a los diversos movimientos independentistas.
- Impedir la instrumentalización de los nuevos países por parte de los dos bloques en conflicto.
- Condenar el imperialismo.
Con posterioridad se volvieron a reunir diversas conferencias. Pero estas no lograron desligarse totalmente de la poderosa influencia de las grandes potencias, ni evitar enfrentamientos entre algunos Estados miembros.
Etapas del Proceso Descolonizador
La descolonización se inició en el subcontinente indio para luego extenderse por el resto de Asia y África. Podemos distinguir tres grandes etapas que permiten establecer una cronología del proceso:
- Primera etapa inicial (1945 y 1955): Esta fase afectó sobre todo al continente asiático y a los países de Oriente Próximo. También supuso la toma de conciencia del Tercer Mundo y del no alineamiento, cuyo máximo exponente fue la Conferencia de Bandung celebrada en 1955.
- Segunda etapa (1955 y 1970): Su principal característica fue la expansión del fenómeno descolonizador por África y los últimos territorios asiáticos (excepto Omán y los Emiratos Árabes Unidos, que siguieron bajo protectorado británico). En esta etapa tuvo un relevante papel la ONU a través de la Resolución 1514 de 1960.
- Última etapa (1970 y la actualidad): En esta fase se produjo la independencia de las últimas colonias africanas y de otros territorios que eran residuos de la etapa colonial, como Hong Kong (devuelta en 1997 por Reino Unido a China), Macao (devuelta a China en 1999 por Portugal) o Timor Oriental (era del imperio portugués y ocupada por Indonesia, alcanzó su independencia en 2002). Aún hoy existen zonas del mundo que la ONU considera territorios no autónomos, algunos de los cuales son reminiscencias de los imperios coloniales.
La Descolonización de Asia
Asia fue el primer continente en descolonizarse después de la Segunda Guerra Mundial. La emancipación de las colonias siguió dos modelos diferentes: el primero se produjo en el Imperio Británico mediante el diálogo y los acuerdos con las élites locales; el segundo comportó el enfrentamiento y la guerra colonial, y se dio en las posesiones francesas y de los Países Bajos.
La Independencia del Imperio Británico en Asia
India
La independencia de la India constituyó el primer hito relevante en el proceso de descolonización. La descolonización del Imperio Británico fue un modelo poco conflictivo, negociado entre las colonias y la metrópoli. Esto se debió a las relaciones políticas y económicas que Londres tenía con sus colonias: una administración colonial indirecta, que concedía autonomía a los gobiernos locales. Además, se estableció la Commonwealth (Comunidad Británica), que promovía la cooperación económica entre las colonias y la metrópoli. El proceso descolonizador se gestó durante la Segunda Guerra Mundial. Los intentos de acuerdos entre los británicos y los dos partidos independentistas; el Partido del Congreso, liderado por Nehru y Gandhi, y la Liga Musulmana, liderada por Ali Jinnah, no tuvieron éxito. Tras la guerra, Londres se dio cuenta de la imposibilidad de mantener la colonia. El líder indio Gandhi propugnó la política de resistencia pasiva, que se basaba en la negativa de la población a cooperar con las autoridades coloniales británicas, pero sin recurrir a la violencia. El Gobierno británico decidió que la mejor solución era la concesión de la independencia. El proceso descolonizador siguió las pautas del Plan Mountbatten. Este consistía en dividir la India en dos Estados según las creencias religiosas de sus poblaciones: la Unión India, que agrupó a la población hindú, y Pakistán, que agrupó a la población musulmana. De esta manera, en agosto de 1947 el Gobierno británico firmó la transmisión de poderes, e India y Pakistán accedieron a la independencia. Ambos países nacieron en un clima de desconfianza y enfrentamiento. Pakistán quedó dividido en dos territorios, uno al oeste y otro al este de la India, separados por más de dos mil kilómetros. En 1971 se produjo un conflicto armado entre los dos territorios; del que surgió un nuevo Estado al independizarse la parte oriental: Bangladés. El enfrentamiento entre Pakistán y la India se ha prolongado hasta la actualidad. El conflicto más grave se ha centrado en la disputada región de Cachemira, territorio incluido en gran parte en India pero con población musulmana. Ha sido la causa de tres guerras (1947, 1965 y 1971) y de frecuentes escaramuzas fronterizas.
La Independencia del Resto de Posesiones Británicas en Asia
La influencia de la independencia de India y Pakistán se extendió rápidamente por el resto del Imperio Británico en Asia. Ceilán (actual Sri Lanka) logró su independencia en 1948, tras un período de autonomía iniciado en 1946. Se trató de un proceso pacífico que facilitó la permanencia del nuevo Estado en la Commonwealth. En 1948 Reino Unido concedió la independencia a Birmania, después llamada Myanmar, aunque no se integró en la Commonwealth. El proceso más complicado se produjo en Malasia. Era un territorio disperso en el que vivían numerosas razas y religiones, cuyo único nexo común era la pertenencia al Imperio Británico y la formación inglesa de sus dirigentes. Este hecho, así como el interés británico por una zona con grandes recursos de materias primas y una posición estratégica fundamental en las comunicaciones marítimas, retardaron la descolonización. La independencia se produjo en 1957, más tarde se constituyó la Unión Malaya, después llamada Malasia, que permaneció en la Commonwealth.
Oriente Próximo y el Magreb
Una Descolonización Problemática
Se trata de una región políticamente compleja, en la que se han originado algunos de los principales conflictos internacionales de los últimos años. La conflictividad se debe a tres razones principales:
- Allí se asientan las reservas de petróleo más importantes del planeta, por lo que la región tiene un papel estratégico mundial.
- La desmembración del Imperio turco tras la Primera Guerra Mundial se realizó apresuradamente. Sus territorios se repartieron entre Reino Unido (que logró Irak, Palestina y parte de Arabia) y Francia (que obtuvo Siria y Líbano). Pero el trazado de fronteras se hizo sin preocuparse por las necesidades de cada territorio. Además, estas potencias instauraron en el poder a oligarquías corruptas. Los nuevos países nacieron con problemas fronterizos y una fuerte inestabilidad interna.
- La creación del Estado de Israel, en territorios hasta entonces árabes, ha originado conflictos que se han prolongado hasta hoy.
La Creación del Estado de Israel
Los Orígenes del Conflicto Árabe-Israelí
El problema árabe-israelí se remonta a finales del siglo XIX con la aparición del movimiento sionista, que defendía la creación de un “hogar nacional” para el pueblo judío en los territorios de Palestina. En 1922 Reino Unido obtuvo el mandato sobre Palestina y permitió la llegada de colonos judíos. Pero la afluencia masiva se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, huyendo de los nazis, y se redobló acabado el conflicto, cuando muchos decidieron abandonar Europa. El asentamiento de tanta población nueva no tardó en provocar enfrentamientos con los palestinos que vivían allí. El Reino Unido propuso la partición del territorio entre árabes y judíos, pero ninguna de las dos comunidades aceptó la medida. El asunto pasó a la ONU. En la Asamblea General se aprobó la propuesta de partición, principalmente gracias al apoyo de Estados Unidos, donde la comunidad judía tenía un gran poder. Jerusalén se mantenía como espacio internacional sin pertenecer a ninguno de los dos Estados. El plan fue aceptado por los judíos, pero no por los árabes. Los árabes se negaban a la creación de un Estado judío en una tierra que consideraban suya; además argumentaban que el territorio asignado a los palestinos estaba fragmentado en regiones aisladas.
Las Guerras entre Árabes e Israelíes
La aplicación del plan se realizó en 1948. Reino Unido se retiró de la zona y se proclamó el Estado de Israel. Inmediatamente los países árabes intentaron invadir el territorio judío y estalló la primera guerra (mayo de 1948 – enero de 1949). La victoria israelí le permitió ampliar su territorio, y la capacidad para recibir inmigrantes. Entre 1948 y 1952 más de 600.000 judíos se establecieron en Israel. Paralelamente surgió el problema de los refugiados palestinos, ya que más de 700.000 palestinos abandonaron las tierras ocupadas y se establecieron en la región de Cisjordania y el sur del Líbano. Desde entonces, Israel y sus vecinos han tenido varios conflictos:
- En 1956 estalló una nueva guerra a causa de la nacionalización del canal de Suez por parte de Nasser. Fue la Segunda Guerra Árabe-Israelí.
- En 1967 estalló la Tercera Guerra Árabe-Israelí o Guerra de los Seis Días. Tras un período de tensión entre Israel y sus vecinos, Egipto bloqueó el golfo de Akaba, considerado esencial para la navegación israelí. El estado judío lanzó un ataque preventivo. En poco tiempo las fuerzas israelíes derrotaron a sus vecinos (Egipto, Jordania y Siria) y lograron conquistar “franjas de seguridad” en todas sus fronteras con la excusa de protegerse de nuevos ataques.
- La Cuarta Guerra Árabe-Israelí o Guerra del Yom Kippur se produjo en 1973 cuando Egipto y Siria intentaron recuperar los territorios perdidos en 1967. Los israelíes derrotaron a ambos países.
Desde 1973 no ha habido más guerras entre Israel y sus vecinos. Las relaciones entre Egipto e Israel se normalizaron por los Acuerdos de Camp David de 1978. Sin embargo, sí han existido conflictos indirectos, como la guerra civil del Líbano (1975-1990) y la breve invasión israelí del sur del Líbano en 2006, para luchar contra los grupos terroristas de Hezbolá.
El Problema Palestino
El problema palestino hace referencia al conflicto que mantienen los palestinos con Israel por la consecución de un Estado viable. Los primeros signos de resistencia palestina se concretaron en la formación de la OLP (Organización para la Liberación de Palestina) en 1964, que atacaba a Israel mediante acciones terroristas. Esta política se prolongó hasta los años 70, ya con Yasser Arafat al frente de la organización. Su renuncia al terrorismo posibilitó que la ONU reconociera a la OLP como representante del pueblo palestino en 1974. La nueva forma de lucha de los palestinos fue la Intifada de 1987. La Conferencia de Madrid de 1991 inició la aproximación entre ambos bandos, que se plasmó en los Acuerdos de Oslo de 1993, por los que se crearon zonas autónomas gobernadas por los propios palestinos a través de la denominada Autoridad Nacional Palestina (ANP). El retraso en la culminación del proceso y el recrudecimiento de la tensión entre la ANP e Israel llevaron a una Segunda Intifada en 2000. El triunfo de los radicales islamistas de Hamás en las elecciones palestinas de 2006 supuso un nuevo alejamiento de Israel, que en 2009 lanzó un violento ataque sobre Gaza sin lograr el objetivo de doblegar a Hamás. Desde entonces la situación permanece estancada, constituyendo un permanente foco de inestabilidad.
Los Nuevos Estados Árabes
Tras la Segunda Guerra Mundial, los protectorados y colonias en los territorios árabes desaparecieron y los países se independizaron. Muchas monarquías de la época colonial fueron derrocadas a partir de la década de 1950, mediante golpes de Estado o revueltas populares, y fueron sustituidas por repúblicas. Las relaciones internacionales en la zona estuvieron marcadas por el enfrentamiento con Israel. La mayor parte de estos nuevos regímenes promovieron un resurgimiento de la conciencia árabe. Este movimiento panarabista propugnaba la unidad del mundo árabe y la cooperación frente a Israel. Estos países fueron poco partidarios de colaborar con Occidente, a quien consideraban favorable a Israel.
Irak
Desde su independencia de Reino Unido en 1932 estuvo gobernado por una monarquía. Pero en 1958 un grupo de oficiales implantó una república. El partido Baaz dio un golpe de estado en 1963 y se hizo con el poder. Dentro de ese partido destacó Sadam Hussein, que en 1979 se hizo con la jefatura del Estado e implantó una dictadura.
Egipto
En Egipto la derrota sufrida en la Primera Guerra Árabe-Israelí provocó la Revolución de 1952 y el derrocamiento de la monarquía. Ello significó la subida al poder de un grupo de militares nacionalistas dirigidos por Nasser y el final del régimen impuesto por las potencias coloniales. La nacionalización del canal de Suez en 1956 dio un gran prestigio al nuevo gobierno. Nasser aplicó un programa laico y de orientación socialista y fomentó el panarabismo; llegó a fundar la breve República Árabe Unida (RAU) que englobaba a Egipto, Siria y Yemen, aunque este proyecto fracasó.
Siria
Independiente desde 1946, fue ganando influencia el Partido Baaz, de tendencia socialista y defensor de la unidad árabe. Este partido impulsó la creación de un Estado común con Egipto, la llamada República Árabe Unida (RAU), que se aprobó por plebiscito en 1958. Sin embargo, tres años después, la oposición a la unificación había crecido mucho y el ejército sirio proclamó la independencia respecto de Egipto. En 1963 un golpe de Estado impulsó una política económica socializadora y paulatinamente se produjo un acercamiento al bloque socialista. En 1980 se firmó un tratado de amistad y cooperación con la URSS. Siria intervino en la guerra civil del Líbano en 1976 y ha tenido una fuerte influencia en ese país que se mantiene en la actualidad.
Las Monarquías Teocráticas
En la península arábiga se instauraron férreas monarquías autoritarias regidas por la ley islámica. Las familias reales de estos países poseen en propiedad las enormes reservas petrolíferas y viven en la opulencia. A nivel internacional se alinearon con el mundo occidental, al que suministraban parte de su petróleo.
La Descolonización en la Región del Magreb
En la región del Magreb existieron movimientos partidarios de la descolonización desde los inicios de la década de 1950. La cronología del proceso fue dilatada, pues se inició en 1956 con la independencia de Marruecos y en 1975 con la retirada española del Sáhara Occidental.
La Independencia del África Subsahariana
Cuando concluyó la Segunda Guerra Mundial solo existían en África cuatro Estados independientes: Egipto, Liberia, Etiopía y la Unión Sudafricana (se independizó formalmente de Reino Unido en 1961, pero era un territorio autónomo desde 1910 y casi independiente desde los años 30). Pero entre 1955 y 1975, todas las colonias africanas lograron la independencia, con la salvedad de Namibia. África fue el continente que más tardó en completar su descolonización. Esta circunstancia se explica por la pervivencia de estructuras sociales primitivas y por la debilidad de sus instituciones políticas y económicas. El panafricanismo fue un factor importante en la toma de conciencia de la población del continente y en el desencadenamiento de la lucha por su independencia. Su papel como promotor de la unidad y solidaridad entre los pueblos africanos se plasmó en la creación de la Organización de la Unidad Africana (OUA) en 1963. En el proceso descolonizador del continente africano se diferencian cuatro áreas geopolíticas, definidas fundamentalmente por la pertenencia a una metrópoli u otra.
Los Problemas de los Nuevos Países Independientes
Los nuevos países se tuvieron que enfrentar a nuevos y grandes problemas, tanto económicos como políticos. Algunos de ellos fueron herencia del proceso de descolonización, pero otros derivaban de sus dificultades para integrarse en el sistema económico internacional y para conseguir la estabilidad interna.
Una primera limitación fue la situación de pobreza económica en la que iniciaron su andadura. Esta situación estaba caracterizada por niveles de renta per cápita muy bajos, predominio del sector primario, escasez de infraestructuras de comunicaciones, dependencia comercial y tecnológica de los países ricos y crecimiento económico muy reducido. A nivel social, el principal problema fue la insuficiencia de las estructuras sanitarias y educativas que impedían el desarrollo futuro y provocaban que el nivel de bienestar fuese muy bajo.
Un tercer factor fue la inestabilidad política. Los nuevos Estados intentaron copiar los modelos políticos dominantes del momento: democracia liberal o dictadura comunista. Pero la aplicación de estos modelos sobre situaciones sociales y culturales muy distintas a las occidentales fracasó y generó situaciones de inestabilidad política casi crónicas. En muchos de estos países se han instaurado dictaduras militares más o menos pintorescas y feroces, o regímenes pretendidamente revolucionarios.
Asimismo, muchos de estos nuevos países estaban asolados por conflictos internos. La formación de países con una gran heterogeneidad étnica, religiosa o cultural ha generado numerosos conflictos, algunos de los cuales, acabaron convertidos en verdaderas guerras civiles de gran crueldad (Burundi, Biafra, Liberia, Eritrea, Sierra Leona, Sri Lanka…). Algunos de estos conflictos se intensificaron por la intervención de otros países que pugnan por mantener su influencia en la zona y controlar la producción de diversos recursos naturales.
El proceso de descolonización fue también el origen de conflictos internacionales a causa del desacuerdo por el trazado de las fronteras que se hicieron pensando más en los intereses de las metrópolis que en la realidad de los nuevos países. Por ello, zonas culturales homogéneas quedaron partidas entre Estados, mientras que otras zonas con etnias enfrentadas quedaron integradas en un mismo territorio. Desde el primer momento, surgieron conflictos. Ejemplos de ello los tenemos en las divergencias fronterizas entre India y Pakistán, Argelia y Marruecos, Irak e Irán, Libia y Chad, etc. Otros nuevos conflictos de estas características siguen apareciendo, como lo demuestra la reciente independencia de Sudán del Sur (2011) o la guerra civil que estalló en 2012 en Malí.