Textos Fundamentales del Liberalismo Español: De Cádiz a la Modernización Económica (1812-1855)

Constitución de Cádiz (19 de marzo de 1812)

Identificación del texto

El texto es un documento histórico, jurídico y político, ya que pertenece a la Constitución de 1812, uno de los textos más importantes del liberalismo español. El autor es colectivo, pues fue redactado por los diputados de las Cortes Generales y Extraordinarias, reunidas en Cádiz entre 1810 y 1812, de mayoría liberal. Su destinatario eran los ciudadanos españoles de ambos hemisferios, y su finalidad era establecer las bases del nuevo Estado liberal, sustituyendo el Antiguo Régimen por un sistema constitucional donde se reconocieran los derechos y deberes de los ciudadanos.

Análisis del texto

La Constitución de 1812 establece los principios fundamentales del liberalismo español:

  • Soberanía nacional: El poder reside en la nación, no en el rey.
  • División de poderes:
    • Poder legislativo: Cortes unicamerales con el rey.
    • Poder ejecutivo: El rey, con limitaciones y control por los ministros.
    • Poder judicial: Tribunales independientes.
  • Monarquía constitucional: Fernando VII es reconocido como rey, pero su poder queda limitado por la Constitución.
  • Igualdad ante la ley y fin de los privilegios estamentales.
  • Libertades individuales: Libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, derechos naturales del ciudadano.
  • Estado confesional: La religión católica es la única permitida, lo que muestra la influencia del clero.
  • Obligación de pagar impuestos proporcionalmente a la riqueza.

Aunque no incluye una declaración completa de derechos, supone un avance enorme hacia la igualdad jurídica y la representación nacional.

Contexto histórico

La Constitución se elaboró en Cádiz, ciudad que permaneció libre del dominio francés durante la Guerra de la Independencia (1808-1814). Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día de San José, por lo que se la conoce popularmente como “La Pepa”. Este texto se redactó en un momento de crisis del Antiguo Régimen, tras las Abdicaciones de Bayona (1808), el vacío de poder y la invasión napoleónica, que impulsaron a los liberales a crear un nuevo modelo político.

Tras el Tratado de Fontainebleau (1807), las tropas napoleónicas entraron en España, lo que provocó el Motín de Aranjuez y las Abdicaciones de Bayona, donde Napoleón impuso a su hermano José I en el trono. El pueblo español no reconoció a José Bonaparte y se levantó contra la invasión francesa el 2 de mayo de 1808, iniciando la Guerra de la Independencia. Ante el vacío de poder, se formaron Juntas locales y provinciales que asumieron la soberanía. Más tarde, se creó la Junta Central Suprema, que en 1810 convocó Cortes en Cádiz. Estas Cortes fueron revolucionarias, pues rompieron con el sistema estamental del Antiguo Régimen y proclamaron la soberanía nacional. Durante su funcionamiento surgieron dos grupos ideológicos: los liberales, que defendían las reformas, y los absolutistas, partidarios de mantener la monarquía tradicional.

Valoración del texto

La Constitución de Cádiz de 1812 fue la primera constitución liberal española e introdujo principios modernos inspirados en la Ilustración y la Revolución Francesa: soberanía nacional, separación de poderes y derechos ciudadanos. Aunque apenas pudo aplicarse —pues Fernando VII la abolió en 1814, restaurando el absolutismo—, volvió a estar vigente durante el Trienio Liberal y brevemente entre 1836 y 1837. Su influencia fue enorme: sirvió de modelo para posteriores constituciones españolas y para muchas de América Latina y Europa. En definitiva, marcó el inicio del constitucionalismo en España y simbolizó el paso del Antiguo Régimen al Estado liberal moderno.

Ley General de Ferrocarriles (6 de junio de 1855)

Identificación del texto

Nos encontramos ante un texto histórico-jurídico de carácter legislativo y naturaleza económica, que constituye una fuente primaria y pública. Se trata de la Ley General de Ferrocarriles, firmada el 3 de junio de 1855 en el Palacio de Aranjuez, aprobada durante el Bienio Progresista. Fue firmada por el ministro de Fomento Francisco Luxán, y sancionada por la reina Isabel II. Se publicó oficialmente en la Gaceta de Madrid el 6 de junio de 1855.

Análisis del contenido

La idea principal del texto es fomentar la construcción del ferrocarril como medio de comunicación esencial para el progreso económico, bajo un marco de liberalismo económico. Los artículos más relevantes son:

  • Art. 4 y 6: Permiten la construcción de ferrocarriles por el Estado o por empresas privadas, bajo autorización gubernamental. Reflejan el principio liberal de libertad económica con control estatal.
  • Art. 8: Establece subvenciones y ventajas financieras para los inversores, mediante colaboración estatal, devolución de parte del capital o garantía de un interés mínimo.
  • Art. 19: Protege la inversión extranjera, asegurando que no será confiscada en caso de guerra.
  • Art. 20: Concede privilegios a las empresas concesionarias (uso gratuito de terrenos públicos).

Contexto histórico

Esta ley se enmarca en el Bienio Progresista, etapa del reinado de Isabel II, iniciada con el pronunciamiento de Vicálvaro dirigido por O’Donnell y Espartero, que puso fin al predominio moderado. El nuevo gobierno progresista impulsó una amplia política reformista:

  • Ley de Desamortización de Madoz, que vendía bienes comunales para financiar al Estado.
  • Ley de Sociedades de Crédito y creación del Banco de España.
  • Ley de Ferrocarriles, pieza clave para la modernización económica.

España vivía una situación de deuda pública elevada, atraso industrial y necesidad de modernizar las comunicaciones. El ferrocarril era el símbolo del progreso liberal y la vía para integrar el mercado nacional. Sin embargo, la falta de planificación, el trazado radial centrado en Madrid y la dependencia del capital extranjero provocaron efectos negativos.

Importancia del texto

La Ley General de Ferrocarriles de 1855 fue uno de los mayores logros del Bienio Progresista y un paso decisivo hacia la modernización de la economía española. Permitió crear un mercado nacional, mejorar el transporte y favorecer el crecimiento industrial y comercial. Sin embargo, también generó problemas estructurales:

  • Dependencia de capital extranjero.
  • Escasa rentabilidad de muchas líneas.
  • Especulación financiera que desembocó en la crisis de 1866.
  • El ancho de vía distinto al europeo dificultó la conexión internacional.

A pesar de sus limitaciones, su importancia es enorme: marcó el inicio de la industrialización española y del capitalismo liberal moderno, y sirvió de base para futuras leyes ferroviarias como la de 1877.

Decreto de Desamortización de Mendizábal (21 de febrero de 1836)

Identificación del texto

El decreto de desamortización de Mendizábal fue publicado en la Gaceta de Madrid el 21 de febrero de 1836, durante la Regencia de María Cristina, dirigido a la Reina y a la nación española. Es un documento histórico-jurídico, fuente primaria, de contenido político y económico, destinado a regular la venta de los bienes eclesiásticos de “manos muertas” para generar recursos y reforzar el régimen liberal. Su autoría es colectiva, destacando al ministro de Hacienda Juan de Dios Mendizábal.

Análisis del texto

La desamortización perseguía fines económicos, como activar la riqueza estancada, facilitar la circulación de capital y financiar la guerra, y fines sociales, como crear una nueva clase de propietarios agrícolas que apoyara al liberalismo y al gobierno de Isabel II. Benefició principalmente a la nobleza y la burguesía, dejando fuera a campesinos y pequeños propietarios, y generó la oposición de la Iglesia.

Contexto histórico

Se sitúa en el marco del liberalismo progresista, durante la Primera Guerra Carlista, tras la crisis heredada de la Guerra de la Independencia y la pérdida de las colonias americanas. Fue una de las principales medidas del gobierno progresista y preparó el camino para la Constitución de 1837.

La desamortización permitió al Estado consolidar su poder y financiar la lucha contra los carlistas.

Importancia del texto

La desamortización amplió la superficie cultivable, introdujo nuevos abonos y fomentó un mercado agrícola nacional orientado a la exportación. Sin embargo, no creó una agricultura capitalista ni resolvió totalmente los problemas económicos. Favoreció la concentración de tierras en manos de la burguesía y la aristocracia, reforzando un bloque de poder liberal-oligarquico. Posteriormente, la desamortización de Madoz completó el proceso con los bienes municipales y de órdenes militares.

Manifiesto de los Persas (12 de abril de 1814)

Identificación del texto

Es un texto histórico, original y de carácter político y doctrinal. Es una fuente primaria pública, dirigida a Fernando VII para pedirle la restauración del absolutismo tras la Guerra de la Independencia. Fue redactado por 69 diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz, conocidos como los Persas, pertenecientes a la nobleza y al clero, defensores del Antiguo Régimen. Se entregó al rey el 14 de abril de 1814 en Valencia, cuando aún estaba vigente la Constitución liberal de 1812.

Análisis del texto

La idea principal es la defensa de la monarquía absoluta y el rechazo al liberalismo. Los diputados quieren convencer al rey de que tiene apoyo para anular la Constitución y restaurar el Antiguo Régimen. El texto defiende la monarquía de derecho divino, en la que el poder del rey proviene de Dios y los súbditos deben obedecerle. También pide abolir la Constitución de 1812, suprimir las reformas de Cádiz y volver a las Cortes estamentales y a las leyes tradicionales.

Contexto histórico

Se sitúa tras la Guerra de la Independencia y la crisis del Antiguo Régimen. Durante la guerra, las Cortes de Cádiz aprobaron la Constitución de 1812, liberal y antifeudal. Con la caída de Napoleón y la Restauración absolutista en Europa, Fernando VII regresó a España. Los sectores conservadores le ofrecieron apoyo mediante este manifiesto. El rey respondió con el Decreto del 4 de mayo de 1814, anulando la Constitución y toda la obra de Cádiz, iniciando un nuevo periodo absolutista marcado por la represión liberal.

Importancia del texto

El Manifiesto de los Persas es un documento reaccionario e involucionista, símbolo del regreso del absolutismo y del fin del primer intento liberal en España. Representa la resistencia del Antiguo Régimen frente al cambio liberal y sirvió a Fernando VII para justificar su poder absoluto. Aunque sus propuestas no se aplicaron del todo, marcó el inicio de la etapa absolutista del reinado y la persecución de los liberales.