I. Descripción Estilística y Técnica
Óleo sobre tabla. Se trata del retrato de una mujer en posición de tres cuartos (ni de frente ni de perfil, sino en una posición intermedia). El artista crea un tipo de retrato de busto entero que tendrá gran influencia posteriormente, donde resulta novedosa la actitud de las manos, apoyadas sobre la silla.
Características Clave del Retrato
- Idealización: Se advierte una gran idealización en la forma oval del rostro y en la sonrisa enigmática, mezcla de ironía, sabiduría y misterio.
- Tratamiento de la Luz y el Sfumato: La técnica del Sfumato, que difumina y suaviza las facciones, junto con el tratamiento de la luz, crean un velo atmosférico que envuelve toda la escena. Esto hace inasequible e inalcanzable a esta figura femenina, dotándola de un aura de misterio que contrasta con su corporeidad o volumen.
El Paisaje y la Perspectiva Aérea
El paisaje del fondo es una consecuencia directa de la Perspectiva Aérea y constituye un elemento de inquietud formal. Primero, porque el paisaje parece independiente del rostro, pero sobre todo porque la línea de horizonte no coincide a la derecha y a la izquierda de la figura. Esta asimetría engaña la composición, crea dos planos de visión (figura y paisaje independientes) y aumenta su sentido enigmático.
II. Ficha Técnica y Clasificación
Pintura Renacentista Italiana del Cinquecento.
- Obra: La Gioconda (o Mona Lisa)
- Autor: Leonardo da Vinci
- Cronología: Siglo XVI (1504-1506)
- Técnica y Soporte: Óleo sobre tabla
- Dimensiones: 77 x 53 cm
- Ubicación Actual: Museo del Louvre, París
III. Contexto Estilístico y Aportaciones de Leonardo
A medio camino entre el Quattrocento y el Cinquecento aparece la figura extraordinaria de Leonardo da Vinci (1452-1519). Entre las aportaciones más importantes que desarrolla en la pintura, y que se pueden apreciar en este retrato, destacan dos:
- Una nueva Perspectiva Aérea: Esta técnica tiene en cuenta la bifocalidad de la visión humana y la existencia de aire entre los objetos y el observador.
- La técnica del Sfumato: Una práctica que añade a la pintura un aire de misterio, de formas aparentemente inacabadas y perfiles difuminados, que recrean ese aire de fugacidad que caracteriza su obra.
La difuminación de los colores y la acumulación de azules en los fondos son otras características de su estilo, en este caso consecuencia directa de la aplicación de la perspectiva aérea. Es igualmente singular la utilización de una luz tibia y difusa en sus cuadros, habitualmente crepuscular, que contribuye a recrear el aire distante y misterioso que caracteriza sus obras.
Teorías sobre la Identidad de la Modelo
Son muchas las teorías sobre la identidad de la modelo: desde que representa el mito de la madre de Leonardo (la teoría de Freud), hasta que en ella se autorretrata el propio Leonardo, dando pie con ello a una manifestación de su homosexualidad. Su nombre oficial es “Gioconda” (que, traducido del italiano al castellano, significa ‘alegre’), en honor a la tesis más aceptada acerca de dicha identidad, apoyada en el hecho de que era esposa del rico mercader Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Mona Lisa Gherardini.
Leonardo terminó la obra en 1506, pero continuó retocándola posteriormente, ya que nunca se desprendió de la tabla. El robo que sufrió en 1911, las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.
Otras Obras Famosas del Autor
- La Última Cena
- La Virgen de las Rocas (en sus diferentes versiones)
La calidad de las obras que se suceden en estos años y la coincidencia de tres genios universales de la pintura (Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel), hacen de este periodo un momento irrepetible de la historia del arte.
En el Museo del Prado se encuentra una copia de gran calidad, realizada en paralelo al original.
IV. Entorno Sociocultural: El Esplendor del Cinquecento
El Cinquecento coincide cronológicamente con las primeras décadas del siglo XVI, un momento de plenitud artística, porque se ha llegado a la plena madurez de un estilo que se fraguó a lo largo del Quattrocento. Es un estilo definido por la claridad compositiva, el equilibrio, las luces suaves y los colores en armonía.
Se impone un concepto clásico de la belleza, dominado por el ethos y el naturalismo, que en pintura supera algunas conquistas del periodo anterior. Así, principalmente el concepto de la perspectiva, que sustituye la geométrica o lineal por una fórmula mucho más realista que aporta precisamente el mismo Leonardo: la perspectiva aérea. Se alcanza también una mayor hondura psicológica, una exquisita elegancia en los portes y las formas, y en general un mayor dominio técnico, que transforma las figuras un tanto estáticas del Quattrocento en obras llenas de vida y naturalidad.