La Poesía Española desde la Guerra Civil hasta la Actualidad
La Guerra Civil supuso una terrible ruptura en la cultura española y separó para siempre a los autores de la Generación del 27. Federico García Lorca fue fusilado poco después del golpe de Estado, y otros miembros, como Rafael Alberti, Jorge Guillén, Pedro Salinas o Luis Cernuda, huyeron de España. La guerra y el exilio marcaron su obra para siempre.
La Poesía de Posguerra: Años Cuarenta
Podemos dividir la poesía de los años cuarenta en arraigada y desarraigada.
Poesía Arraigada
La poesía arraigada fue escrita por autores afines al franquismo. Es muy formalista y ajena a las preocupaciones políticas y sociales. Se celebraron la victoria y los valores del nacionalcatolicismo y se publicaron, sobre todo, en las revistas Escorial y Garcilaso. Los principales autores son Leopoldo Panero, Luis Rosales (La casa encendida) y Dionisio Ridruejo.
Poesía Desarraigada
La poesía desarraigada tiene un tono existencialista y desesperanzado, provocado por el horror de la Guerra y la maldad de la que es capaz el ser humano. Las imágenes son siempre tétricas y violentas, herederas del surrealismo y el expresionismo. Fue Dámaso Alonso, con su libro Hijos de la ira, quien inauguró esta corriente.
El Grupo Cántico y Miguel Hernández
A mediados de los cuarenta surge el grupo Cántico, que pretendía volver a la poesía pura de los comienzos de la Generación del 27. Su principal representante es Pablo García Baena.
Pero el autor más importante de la primera posguerra es Miguel Hernández, que ya había publicado obra antes de la guerra, hasta el punto de que muchos lo consideran el último y más joven autor del 27. Influido en sus comienzos por aquel grupo de poetas, su voz pronto adquirió tonos personales y únicos:
- El rayo que no cesa es un libro de corte muy clásico, compuesto sobre todo por sonetos de temática amorosa.
- En El hombre acecha, Hernández reflexiona con tristeza en torno a la derrota de los valores políticos de la izquierda.
- En Cancionero y romancero de ausencias, el autor escribe sobre su encarcelamiento, la dura situación de su familia y la muerte de su primer hijo.
Miguel Hernández murió en la cárcel en 1942. Solo tenía 31 años.
Poesía Social y Generación del 50: Años Cincuenta y Sesenta
La Poesía Social
En los años cincuenta y sesenta florece la poesía social, que pasa del existencialismo –más centrado en los problemas del individuo, que no entiende el absurdo de la vida– a textos más comprometidos con la realidad colectiva. Los principales autores de esta corriente son Blas de Otero (Pido la paz y la palabra), Gabriel Celaya (Cantos Íberos) y José Hierro (Cuanto sé de mí).
La Generación del 50
También hay que mencionar a la llamada Generación del 50, cuyos miembros procuraron renovar la poesía española, creando una poesía más depurada pero sin renunciar a la crítica social. Les gusta mucho usar en sus poemas un tono coloquial, como de conversación, e incluir en ellos el humor de tipo irónico. Destacan autores como Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo), Ángel González (Áspero mundo), José Manuel Caballero Bonald o Francisco Brines.
Los Novísimos: Años Setenta
En los años setenta, la generación más importante es la de los Novísimos, que toman su nombre de una antología de José María Castellet llamada Nueve novísimos poetas españoles. Sus autores se alejan del tono conversacional y de la temática social de la generación precedente, y escriben una literatura más culturalista, de gran calidad técnica, que combinan con la influencia de la cultura popular: el rock, el cine, el cómic… Pere Gimferrer (Arde el mar), Manuel Vázquez Montalbán, Ana María Moix o Leopoldo Panero son algunos de los nombres principales.
Tendencias Poéticas en Democracia: Siglos XX y XXI
Desde la democracia (años ochenta y noventa), las tendencias poéticas se multiplican y no podemos hablar de una generación única. Además, la proliferación de antologías provoca que resulte difícil establecer una nómina de corrientes y autores de la poesía del siglo XXI. Aun teniendo en cuenta la heterogeneidad de autores y obras, la poesía cultivada desde los años 90 hasta la actualidad presenta algunas características comunes, tal y como destaca Manuel Rico:
- La poesía de la experiencia, que habla de temas cotidianos en un tono coloquial (Luis Alberto de Cuenca o Luis García Montero).
- La poesía clasicista, culturalista y refinada (Luis Antonio de Villena).
- La poesía concienciada y social (Jorge Riechmann), entre muchos otros estilos.
A pesar de que en los últimos años del siglo XX predominaba una mirada intimista que parecía eludir el compromiso y la reflexión social, el convulso contexto de la primera década del siglo XXI, marcado por cuestiones como el terrorismo internacional o la crisis económica global, parece haber invertido esta tendencia y en las últimas antologías se aprecia un regreso a la expresión de una conciencia crítica y colectiva.
Entre los autores de la poesía última figuran nombres como Luisa Castro, Mariano Peyrou, Andrés Neuman, Javier Vela o Elena Medel.
La Narrativa Española Contemporánea (Desde 1975)
El ambiente de libertad tras la muerte de Franco (1975) permitió un mejor conocimiento de la literatura española en Europa y de la narrativa extranjera en España. A ello contribuyó la desaparición de la censura, que supuso la publicación de la obra de los escritores exiliados y de novelas españolas prohibidas en nuestro país.
La narrativa posterior a 1975 se caracteriza, sobre todo, por el abandono del experimentalismo y el regreso a la narratividad: los autores recuperan el placer por contar historias y buscan conectar de nuevo con los lectores. A ello se suma el crecimiento del sector editorial que favoreció el crecimiento del público lector. Las tendencias se pueden clasificar en:
Principales Tendencias Narrativas
Novelas de Intriga y Policiacas
Las novelas de intriga combinan la acción, el amor y el misterio. Buena muestra es la novela policiaca La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza, destacable por el interés de la historia, los personajes y sus aspectos formales. Otros ejemplos incluyen:
- Antonio Muñoz Molina, que mezcla elementos policíacos, históricos y misteriosos, como en Plenilunio.
- Vázquez Montalbán, autor de una serie protagonizada por el detective privado Pepe Carvalho, protagonista de novelas como El premio.
- Arturo Pérez Reverte, con Las aventuras del capitán Alatriste o El club Dumas.
Novela Histórica
La novela histórica surge en los años ochenta, influida por el éxito que alcanzó El nombre de la Rosa de Umberto Eco, y se mantiene en los noventa. Consiste en una recreación de hechos históricos. Se pueden citar como ejemplos:
- El hereje (Miguel Delibes).
- La voz dormida (Dulce Chacón).
- La tempestad (José Manuel de Prada).
También abundan las novelas históricas ambientadas en la Guerra Civil, como Soldados de Salamina de Javier Cercas.
Novelas Realistas
Las novelas realistas tratan temas relacionados con la vida cotidiana, el pueblo, la provincia y la Guerra Civil. Merecen citarse:
- Julio Llamazares (La lluvia amarilla).
- Luis Mateo Díez (La fuente de la edad).
- Manuel Vázquez Montalbán (El pianista).
Novelas Generacionales
Las novelas generacionales son relatos pesimistas cuyos protagonistas han conseguido el éxito profesional, pero han fracasado en su vida privada. Son personajes frustrados, representantes de la generación del 68 que lucharon por unos ideales olvidados. Es el caso de Juan José Millás (La soledad era eso) o de Soledad Puértolas.
Novela Estilística
En la novela estilística, los autores se preocupan más por el estilo y el cuidado lingüístico que por retratar la realidad. Están dirigidas a lectores selectos. Destacan Javier Marías, uno de los más originales de las últimas décadas, con obras como Mañana en la batalla piensa en mí, o Francisco Umbral con Las señoritas de Avignon.
Novela Comprometida
Con la novela comprometida se abandona la introspección y se recupera el interés por retratar la realidad actual de forma crítica:
- Crematorio de Rafael Chirbes.
- El padre de Blancanieves de Belén Gopegui.
Muchas de estas novelas retratan la homosexualidad y la presentan a un receptor universal: Contra natura de Álvaro Pombo o El ángel descuidado de Eduardo Mendicutti.
Novela Intimista
En cuanto a la novela intimista, la memoria y la identidad son dos de los grandes temas de la última narrativa, donde los autores construyen personajes que, a menudo, se convierten en espejos de sí mismos y desde los que se abordan temas como la soledad, el fracaso o la falta de motivación vital. Pueden señalarse dos líneas:
- La narrativa pseudoautobiográfica (Tranvía a la Malvarrosa, de Manuel Vicent).
- La introspección intelectualizada (Saber perder, de David Trueba).
Otras Formas Narrativas Actuales
A todas las tendencias novelísticas anteriores, se añaden:
- La novela gráfica, subgénero minoritario entre la novela y el cómic (Paco Roca, Miguel Gallardo).
- La novela fantástica y de ciencia ficción (Elia Barceló, Ana María Matute…).
- La novela infantil y juvenil (Joan Manuel Gisbert, Jordi Sierra i Fabra, Carlos Ruiz Zafón…).
- Los libros de viajes, entre el periodismo, el ensayo y la novela (Javier Reverte).
A toda esta gran nómina de autores, se suman Javier Cercas (Terra alta), Luisa Castro, Pilar Adón, Sergio del Molino (La hora violeta), Almudena Grandes (La madre de Frankenstein) o Javier Castillo (La chica de nieve).