El Fin del Bienio Reformista y el Ascenso de las Derechas (1931-1933)
La Cuestión Autonómica y la Reacción Conservadora
En cuanto a la situación estatutaria, el Estatuto de Autonomía de Cataluña quedó definitivamente aprobado en septiembre de 1932. Cataluña se convertía en región autónoma, con gobierno, Parlamento y administración propios (Generalitat de Catalunya). El catalán se convertía en idioma oficial en Cataluña, junto con el castellano.
Estos cambios provocaron en amplios sectores del país una fuerte reacción en contra. Por otra parte, existía un gran malestar social a causa de la crisis económica, de las huelgas promovidas por la CNT y de la constante alteración del orden. Tal situación derivó en el pronunciamiento militar antirrepublicano del 10 de agosto de 1932, dirigido por el general Sanjurjo, sublevación que fracasaría, siendo sancionados los responsables por el Gobierno.
La Organización de las Fuerzas de Derecha
La organización de las derechas no se hizo esperar, sobre todo tras el frustrado golpe militar del general Sanjurjo. En 1933 nacían:
- La CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) de Gil-Robles.
- La ultramonárquica Renovación Española de Calvo Sotelo.
- La Falange Española de José Antonio Primo de Rivera, partido que acabaría fusionándose con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), de Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo, para formar la Falange Española de las JONS en 1934.
- Los carlistas se reorganizaron en la Comunión Tradicionalista.
La Crisis de Casas Viejas y la Caída de Azaña
La crisis final del gobierno del bienio social-azañista iba a estar en estrecha relación con los hechos ocurridos en Casas Viejas (Cádiz). En enero de 1933, los anarcosindicalistas del pueblo de Casas Viejas pretendieron hacer la revolución proclamando el comunismo libertario. El gobierno Azaña reprimió violentamente esta rebelión por medio de las fuerzas del orden. Esto y nuevas crisis del gobierno Azaña provocaron finalmente su caída, dando paso a los brevísimos gobiernos de los radicales Lerroux y de Martínez Barrio, tras de lo cual fueron disueltas las Cortes y se convocaron elecciones generales.
El Bienio Radical-Cedista (1933-1935): La Rectificación Conservadora
El Triunfo Electoral de las Derechas (Noviembre de 1933)
En el mes de noviembre se celebraron elecciones que dieron el triunfo a una coalición de derechas, liderada por la CEDA de Gil Robles, bajo el eslogan “amnistía, antimarxismo y antilaicismo” (las tres A), unida a los agrarios, los tradicionalistas y Renovación Española, principalmente. El partido que logró mayor número de escaños fue la CEDA, seguido de los radicales, ocupando el tercer lugar los socialistas. Siendo la mayoría de la CEDA insuficiente, se vio obligada a unirse a los radicales de Lerroux. Así, a la hora de formar gobierno, Alcalá Zamora recurrió a los radicales, encargando la presidencia a Alejandro Lerroux.
Política de Rectificación
La política de este bienio se caracterizó por su tendencia conservadora, orientada a rectificar la política del bienio anterior. Entre las medidas adoptadas destacan:
- Se aprobó la Ley de Amnistía, que indultaba a los responsables del pronunciamiento de Sanjurjo, a los monárquicos y a los diputados de Renovación Española, Guadalhorce y Calvo Sotelo.
- Se suprimió la Ley de Términos Municipales.
- Se procedió a dotar de medios de subsistencia al clero parroquial.
- Se promulgó la nueva Ley de Reforma Agraria, que derogaba la de 1932.
La Revolución de Octubre de 1934
Es en este contexto en el que estalla la Revolución de octubre de 1934. Preparada durante la primavera y el verano de ese año, sus focos principales serán Cataluña y Asturias.
Sucesos en Cataluña
En Cataluña, los extremistas presionaron a Companys, que proclamó el Estat Català dentro de la República Federal española. El gobierno respondió suspendiendo el Estatuto y deteniendo a los miembros de la Generalitat.
Sucesos en Asturias
En Asturias, los sucesos revistieron aún mayor gravedad. Los mineros, provistos de armas, se apoderaron de la cuenca minera desde Mieres a Oviedo. Gijón y Avilés cayeron en poder de los revolucionarios que sitiaron a la guarnición de Oviedo. Para dominar la sublevación se recurrió a la Legión y a los Regulares, dirigidos por Franco desde Madrid.
El gobierno, después de haber dominado el movimiento revolucionario, procedió a sancionar a los responsables, entre ellos a Largo Caballero, que fue encarcelado. Azaña, a quien primeramente se había hecho responsable de los hechos, fue posteriormente indultado. Las cárceles quedaron abarrotadas de presos.
La Crisis Final del Bienio (1935)
El último gobierno presidido por Lerroux (mayo-septiembre de 1935) se componía de cinco ministros cedistas, entre ellos Gil Robles, ministro de la Guerra. Este gobierno Lerroux-Gil Robles fue la gran oportunidad que se le brindó a la coalición de centro-derecha para haber llevado a cabo un importante programa de realizaciones políticas y económicas. Fue desacertada la nueva Ley Agraria de agosto de 1935, que suponía la puesta en práctica de una Contrarreforma Agraria.
Un incidente insignificante, el escándalo del Estraperlo, precipitó la caída de Lerroux, con lo que quedaron excluidos del gobierno los radicales. Alcalá Zamora designó a Chapaprieta, quien intentaría remediar la situación constituyendo un gobierno centro-tecnocrático. Unos meses más tarde fue sustituido por Portela Valladares, un hombre desconocido que ni siquiera era diputado. A él se le encomendó la preparación de las elecciones a celebrar el 16 de febrero de 1936.
Las Elecciones de Febrero de 1936 y el Triunfo del Frente Popular
La Polarización Electoral
Ante las elecciones de febrero de 1936, todos los partidos de izquierda se aliaron, formando el Frente Popular. Por su parte, las derechas afrontaron las elecciones sin un programa coherente y sin un solo punto en común en su oposición al Frente Popular.
Si en las elecciones del 33 el triunfo había sido de las derechas, en las del 36 el triunfo correspondió al Frente Popular, aunque con una gran semejanza en cuanto a votos conseguidos por bloque. El escrutinio de la primera vuelta dio 210 diputados de derecha y centro y 263 diputados al Frente Popular.
El Gobierno del Frente Popular y la Radicalización
Abiertas las Cortes en abril de 1936, quedó como presidente de la República Azaña, y como Jefe de Gobierno, Casares Quiroga. Hasta el estallido de la guerra, poco pudieron hacer, pero destacaremos:
- El restablecimiento de varias reformas del primer bienio y una ley de amnistía.
- La elaboración del Estatuto de Autonomía de Galicia (junio de 1936, pero sin vigencia).
- El estudio final del Estatuto Vasco de Autonomía (aprobado en octubre de 1936).
Con la radicalización proletaria por una parte y la violencia de Falange por otra, los meses posteriores transcurrieron en una gran crispación. En el Parlamento, la tensión llegó a un extremo tal que el entendimiento entre derechas e izquierdas se hizo ya imposible.
El Alzamiento Militar y el Inicio de la Guerra Civil
El miedo a un golpe de Estado por parte de la extrema derecha, la Falange y el Ejército, presente en la vida política del país desde los tiempos del bienio social-azañista, era ahora más evidente que nunca. Esto había llevado a alejar a la oficialidad sospechosa:
- Mola en Pamplona.
- Franco en Canarias.
- Goded en las Baleares.
- Yagüe en África.
- Sanjurjo en su exilio portugués.
Este estado de cosas y los asesinatos del teniente Castillo (12 de julio) y de José Calvo Sotelo (madrugada del 13 de julio de 1936) provocaron el alzamiento militar, preparado por Mola y secundado por los generales antes nombrados. El 17 de julio se sublevaba la guarnición de Melilla y se declaraba el estado de guerra en Marruecos. La Guerra Civil había empezado.