Interpretación de las Rimas de Bécquer: Del Amor Ideal a la Angustia Existencial

Rimas sobre la creación poética

La creación poética como lucha

Bécquer concibe la creación poética como una lucha permanente entre las ideas y sentimientos y su expresión, porque se identifica en la Rima I.

La existencia de la poesía

La existencia de la poesía es independiente de la existencia de los poetas porque los motivos poéticos están en la naturaleza, en la vida, esperando la llegada de un poeta inspirado que los haga revivir, del mismo modo que el arpa de la Rima VII espera con sus notas dormidas a alguien que sepa arrancárselas. Se identifica en la Rima I.

El sentimiento, causa y efecto de la poesía

El amor es a un tiempo causa y efecto de la poesía. Por esto el sentimiento (el amor) es la poesía.
La Rima X ilustra esta afirmación; en ella vemos que la vivencia del sentimiento es el efecto y el sentimiento, el amor, es la causa.

La poesía es un anhelo misterioso

Bécquer se presenta a sí mismo como un espíritu en continua lucha por dotar de forma a las ideas que se agolpan como un torbellino en su cabeza.
La poesía se convierte en una necesidad porque el poeta necesita descansar. Este anhelo del poeta es de naturaleza misteriosa porque es propio de un ser que posee una capacidad extraordinaria.

Rimas sobre el amor

Amor y naturaleza

La naturaleza se convierte en el espejo en que el poeta se mira y en el que encuentra el reflejo de sus sentimientos.

Amor ideal

El amor presente en las Rimas no es un amor sensual, sino un amor ideal. La amada del poeta no tiene nombre y, aunque se ha intentado buscar a la mujer de carne y hueso que originó la pasión de Bécquer, no se la ha identificado con claridad. Parece demostrado que Elisa Guillén es una invención de los biógrafos de Bécquer y tampoco se sabe nada cierto de la otra mujer importante en su vida, Julia Espín. La amada de Bécquer, ese «tú» que está presente en casi todas las rimas, es un ideal, una incorpórea e intangible que no tiene un referente real.

La fugacidad del amor

En las Rimas el sentimiento amoroso no responde al encuentro de dos personas físicas, sino a la unión de dos almas, de dos espíritus. Esta comunicación es de naturaleza ideal y misteriosa, y solo en determinados instantes, mágicos y maravillosos, llega a producirse tal unión. Los momentos en que esta unión se da son fugaces y evanescentes, intangibles. Por ello Bécquer ama con un suspiro, con el aliento, con la mirada o con un beso. Acciones que duran un momento, instantes fugaces que no se pueden apresar.

El anhelo de fusión total con la amada

El sentimiento amoroso se traduce en un deseo de fundirse totalmente con la amada para alcanzar la unión ideal de las dos almas. El poeta quisiera llegar a formar parte de su amada siendo la flor que lleva en su pecho, y daría lo que tiene, desea y espera por poder escuchar su corazón, leer su pensamiento y conocer sus sentimientos.

Amor tradicional

Las Rimas XII y LIX son composiciones que se encuentran dentro de la corriente popular en las que el «tú» se identifica no con la amada, sino con una niña. Esta niña es una interlocutora que representa a todas las posibles mujeres y encuentra sus orígenes en la más antigua lírica tradicional.

Rimas sobre el dolor

La ruptura

En las composiciones analizadas hasta ahora, Bécquer nos ha hablado del amor desde dos perspectivas: desde el punto de vista del amor realizado o desde el punto de vista de la esperanza por conseguir ese amor, esperanza que hasta ahora era un signo positivo, porque el poeta no había sido rechazado claramente.

El dolor por la traición

El poeta se encuentra profundamente dolido porque ha sido engañado: ella, la amada, le abandona por otro. El desengaño amoroso que sufre el poeta hace que sus rimas no sólo expresen el dolor y la desesperanza, sino también un profundo resentimiento contra la amada, resentimiento que tiñe los poemas de un tono sarcástico e irónico.

El dolor amargo del despecho

El dolor inicial deja paso al despecho y al resentimiento; el poeta critica entonces a su amada.

El dolor del recuerdo

El dolor agudo e intenso del primer momento deja paso a otra forma de dolor más sosegada. Es un dolor más melancólico que aflige y consterna al poeta, pero es también un dolor esperanzado. En el recuerdo del amor perdido encuentra el poeta consuelo, pues espera que la amada sufra tanto como él.

Rimas sobre la angustia

La angustia existencial

Después de la ruptura, acosado por el dolor, Bécquer ya no tiene motivos para seguir con su existencia adelante.

La oscuridad

La oscuridad se adueña de su alma y el poeta comienza a vivir en un mundo febril de visiones que están entre el sueño y la vigilia. Los fantasmas, la oscuridad, la noche y las iglesias desiertas pueblan el ambiente tétrico.

La soledad y el olvido

El dolor en soledad se vuelve insoportable y el poeta pide a las olas, al huracán, a las nubes, que le lleven consigo.

La muerte, único consuelo

El poeta finalmente encuentra paz y consuelo en la muerte. La muerte aparece como la única esperanza que aún tiene el poeta para comunicarse con su amada. Bécquer, cansado de luchar, únicamente desea descansar en el reposo del sepulcro.