Características novela años 50

La situación social y económica tras la Guerra Civil es desoladora. La novela, supone un corte muy 
profundo a la tradición se eliminan las tendencias renovadoras y experimentales .Las causas de la 
escasa renovación novelística son:- El aislamiento político internacional. – El exilio de muchos 
escritores.- La existencia de una rígida censura que, además, lleva a una conciencia de 
autocensura. Quedan prohibidas las novelas sociales de preguerra, así como las obras de los 
exiliados.- La ausencia de traducciones de las grandes novelas europeas.Los años 40 una época de 
búsquedas y tanteos. Como referente sólo queda Baroja. Los autores del bando vencedor plasman 
los ideales del régimen :Sánchez Mazas , Rafael García Serrano… El Realismo tradicional da lugar a 
las llamadas novelas-río, muy extensas : Zunzunegui, Ignacio Agustí ( Mariona Rebull ) .La corriente 
característica de los años 40, en la inmediata posguerra, es una forma de existencialismo y la 
renovación llega con dos obras, Cela con La familia de Pascual Duarte (1942), que inaugura el 
“tremendismo” y Nada de Carmen Laforet (1945).Este tipo de novela se desarrolla en torno a dos 
temas principales que son la incertidumbre de la existencia y la dificultad de comunicación entre los 
hombres. Los personajes tienen conductas violentas, viven angustiados, se muestran indecisos, su 
atormentada memoria los lleva a reconstruir su pasado, contando los hechos en forma 
autobiográfica (narrador en 1ª persona), con un lenguaje coloquial y una estructura tradicional. Sus 
vidas se desenvuelven mayoritariamente en ambientes urbanos como en Nada o en ambientes 
rurales donde la violencia parece el modo natural de hacer las cosas como en Pascual Duarte. En 
los años cincuenta España es admitida como miembro de la ONU( 1955) y ello supone la aceptación 
del Régimen en el exterior, un menor aislamiento y cierta mejora de las condiciones de vida.La 
tendencia principal es el Realismo social cuyo propósito es dar testimonio de las condiciones de vida 
de los españoles durante esos años. La colmena (1951) de Cela es su novela pionera y una 
obra maestra en técnicas narrativas (protagonista colectivo, unos trescientos personajes , etc.),
breves secuencias que reflejan la realidad madrileña en los que destaca el desorden cronológico. La 
técnica narrativa predominante es el diálogo, con una mínima intervención del narrador que narra 
sólo aquello que enfoca. Se distinguen dos corrientes estéticas: el objetivismo y el Realismo crítico. 
El narrador objetivista se propone reflejar en sus novelas, con la mayor veracidad, el 
comportamiento externo y las palabras de los personajes, renunciando a cualquier comentario o 
valoración. Por el contrario, en el Realismo crítico, el narrador proyecta su ideología y hace más 
explícita la denuncia social. Los temas hablan sobre la soledad y el fracaso y la alienación individual 
y colectiva. Los personajes están en permanente conflicto con elentorno. La técnica narrativa 
dominante es el diálogo. En ocasiones el reflejo continuo del habla real, coloquial, se convierte en 
descuido de la forma literaria. Narradores objetivistas son R. Sánchez Ferlosio (El Jarama, 1955) o I. 
Aldecoa (El fulgor y la sangre) , los de, Realismo crítico más relevantes son J. Goytisolo (El mañana 
efímero), En la década de los sesenta se producen cambios significativos en la sociedad española 
como consecuencia de la mejora de las condiciones económicas (turismo y emigración) y la subida 
al poder de los “Tecnócratas” del Opus Dei. Se suprime la censura previa y la renovación del 
Concilio Vaticano II también va incidir en el cambio social.A principios de los años 60 se produce 
una importantísima renovación de la novela a la que contribuyeron la aparición de La ciudad y los 
perros de Vargas Llosa, el mayor conocimiento de la narrativa extranjera y la voluntad de renovar el 
lenguaje narrativo.Tres obras muestras el cambio en la narrativa que si bien mantienen las historias 
sociales, la preocupación por la forma se hace más relevante: Tiempo de silencio de Luis Martín 
Santos, Señas de identidad de Juan Goytisolo y Cinco horas con Mario de Miguel Delibes .” Tiempo 
de silencio, de Luis Martín Santos, obra fundamental rupturista, que deja atrás definitivamente el 
Realismo social. A partir de 1962, la experimentación estructural y lingüística se compagina con el
compromiso cívico y social. La metamorfosis que la novela occidental había experimentado en la 
primera mitad del Siglo XX se asimila ahora, tardíamente, en nuestro país. Las características más 
importantes de esta novela experimental son las siguientes: el argumento se relega a un segundo 
plano y da cabida a los fantástico y lo onírico. Los personajes buscan su identidad y suelen fracasar. 
Destaca la riqueza lingüística y la renovación de las técnicas narrativas: organización en secuencias, 
saltos temporales, fragmentarismo, finales abiertos, perspectivismo al contar la historia y la 
importancia que cobran el estilo indirecto libre y el monólogo interior. En esta renovación participan 
no sólo los novelistas más jóvenes, sino también los de la generación anterior, ya consagrados : 
Cela (San Camilo 1936),ya hemos comentado a Delibes (Cinco horas con Mario, ) y G. Torrente 
Ballester (La saga/fuga de J.B.) Otros autores destacados son Juan Marsé (Últimas tardes con 
Teresa y Juan Benet (Volverás a Región).En los años setenta se produce la gran transformación de la sociedad española con la muerte 
de Franco en 1975 y el reinado de Juan Carlos I : fin de la censura, libertad de prensa, vuelta de 
los exiliados, Constitución de 1978 , elecciones y democracia. La transición.La narrativa comienza a 
moderar el ímpetu experimental y a tender a la novela realista tradicional Hay una variedad de 
estilos y temas tratados, pero sí podemos decir que vuelve el interés por contar una historia, ganan 
terreno los temas intimistas y cosmopolitas y se recupera el gusto por el relato lineal lo que acerca 
esta novela al gran público. La obra emblemática de este nuevo periodo será La verdad sobre el 
caso Savolta publicada n 1975 por E. Mendoza