Comentario de texto de carta de jovellanos al general francés sebatiani

1) Introducción (Presentación y breve resumen): empezaremos señalando el tipo de documento (fuente primaria), su carácter (público, a pesar de ser inicialmente una carta privada) y su naturaleza (contenido político); completaremos la presentación mencionando al autor de la carta (el General francés, Horace Sebastiani, Comandante del IV Cuerpo del Ejército napoleónico en España), el destinatario (Jovellanos, figura destacada de la Ilustración española, miembro de la Junta Central Suprema que dirige la guerra contra el invasor), el lugar (no sabemos dónde se escribe, aunque sí que se publica en Sevilla, donde reside la Junta Central en esos momentos) y la fecha (Mayo de 1809, al cabo del primer año de la Guerra de Independencia).
En el breve resumen, destacaremos que la finalidad de la carta es lograr el apoyo de Jovellanos para la causa de José I, cuya monarquía se identifica con las reformas que tradicionalmente han venido defendiendo ilustrados como Jovellanos; por el contrario, sus opositores serían los partidarios del Antiguo Régimen y de Inglaterra, potencia enemiga de España a lo largo del Siglo XVIII.
2) Antecedentes inmediatos: la carta se publica, junto con la respuesta negativa de Jovellanos, en la “Gaceta de Gobierno”, órgano de prensa de la Junta Central Suprema, durante su estancia en Sevilla. Ha pasado más de un año del inicio de la Guerra de Independencia y la situación militar se encuentra en un punto de equilibrio inestable que hace  necesario minar la moral del enemigo, provocar divisiones en su seno y lograr éxitos propagandísticos (como el que hubiera conseguido Sebastiani si Jovellanos hubiese cambiado de bando).
Conviene explicar cómo se inició la guerra, señalando sus antecedentes más inmediatos: el Tratado de Fontainebleau (1807), dentro de la política imperial de Napoleón; el Motín de Aranjuez (Marzo de 1808), en el que un sector de la corte logra la destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando; las Abdicaciones de Bayona (Abril, 1808), donde Napoleón logra que Carlos y Fernando le entreguen sus derechos dinásticos.
A partir de ahí, Napoleón nombra rey de España a su hermano José I y pretende arroparlo con la convocatoria de Cortes en Bayona, que no pasan de ser una “Asamblea de Notables”; en ella se presenta el Estatuto de Bayona con el fin de atraer para la causa bonapartista a los sectores liberales e ilustrados que habían luchado por reformar el Antiguo Régimen y se habían visto relegados del poder tras el estallido de la Revolución Francesa. El propio Jovellanos había pasado 7 años encarcelado en Mallorca. José Bonaparte se va a encontrar  con dos graves obstáculos para llevar a cabo su proyecto político: la imposibilidad de imponerse militarmente a la guerrilla y la subordinación a los intereses y planes coyunturales de su hermano Napoleón.
Los Bonaparte no contaban con la resistencia que van a encontrar en España para imponer su autoridad: aquí deberemos mencionar las sublevaciones populares contra las tropas invasoras (Madrid, 2 de Mayo de 1808), los asedios que soportan algunas ciudades (Zaragoza, Gerona…) y la imprevista derrota del ejército napoleónico en Bailén (Julio, 1808). Esto obligará a las tropas francesas a retirarse al norte del Ebro y preparar una contraofensiva dirigida por el propio Emperador, al frente de un ejército más poderoso. Se inicia así, en el otoño de 1808, la segunda invasión de la península. En los comienzos de 1809, época en que se sitúa el texto, está en juego el dominio del espacio central de la Península. De ahí el nuevo intento para atraerse a Jovellanos al bando “afrancesado”, que como hemos señalado anteriormente, hubiese tenido un fuerte impacto propagandístico.
3) Antecedentes remotos: Para entender el texto, es importante hacer una referencia a la Ilustración española, ya que tanto los principales apoyos de José I, como el destinatario de la carta, Jovellanos, pertenecen a esta corriente reformista. A lo largo del Siglo XVIII este movimiento se ha mostrado débil y con un escaso respaldo social, por lo que buscó el apoyo de la Monarquía para llevar a la práctica sus propuestas: el Despotismo Ilustrado de Carlos III (1759-1788) es la mejor prueba de ello.
Sin embargo, y este sería un segundo aspecto a desarrollar, el estallido de la Revolución Francesa en 1789, al poco de ascender al trono Carlos IV, supone un freno al proceso de reformas iniciado en el reinado anterior. Los ilustrados se ven apartados del gobierno en beneficio de Godoy, y algunos de ellos, como el propio Jovellanos, pagan con el alejamiento de la Corte y la cárcel su defensa de ideas reformistas.
Una cuestión más que podemos abordar aquí es el de las relaciones exteriores. Durante el Siglo XVIII, las dos ramas borbónicas reinantes en España y Francia habían sellado un sistema de alianzas sucesivas conocido como los Pactos de Familia, con el fin primordial de frenar el expansionismo británico en Europa y América. La Revolución Francesa viene a suponer una ruptura temporal de la política de alianzas (Guerra de la Convencíón), aunque finalmente, tal como hemos visto, Carlos IV y Godoy se convertirán en aliados de Napoleón frente a los ingleses. Ahora en cambio, tras la invasión napoleónica, Inglaterra será el principal apoyo de la resistencia española.
4) Conclusiones: Debemos indicar que la tentativa del general
Sebastiani no tuvo éxito, y que el propio Jovellanos se encargó de difundir su rechazo. Los intentos por lograr su apoyo se iniciaron ya en la Asamblea de Bayona, siendo propuesto incluso para ocupar un cargo ministerial en el gobierno de José I. Sin embargo, por delante de la coincidencia política en muchos aspectos con los “afrancesados”, su posición “patriótica” le lleva a sumarse a la resistencia al invasor y a formar parte de la Junta Central Suprema. Moriría en 1811 sin ver el fin de la guerra.