1. El Comercio Internacional: Conceptos Fundamentales
El comercio internacional es el conjunto de intercambios de bienes, servicios y capitales que tienen lugar entre los agentes económicos de países distintos. El principal fundamento entre los países es que cada uno dispone de distintos recursos naturales, humanos y tecnológicos. No existe economía que pueda subsistir en régimen de autarquía, ya que ningún país dispone de todos los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades.
Las diferencias en las capacidades productivas provocan que las empresas de cada país se hayan ido especializando en la producción de aquellos bienes y servicios que obtienen con mayor eficiencia, utilizando los recursos más abundantes dentro de las propias fronteras. Estos productos serán vendidos a cambio de otros no disponibles en el país, o disponibles pero a mayor precio. De esta forma, todos obtienen ventajas en el comercio internacional: exportan aquellos bienes y servicios que producen a un precio menor que otros y, por consiguiente, importan los no disponibles o aquellos que conseguirían en el propio país con un mayor coste.
Los países desarrollados comercian entre sí, intercambiando, sobre todo, productos intensivos en maquinaria y con alto contenido tecnológico (ordenadores, vehículos, maquinaria, etc.). Por el contrario, los países subdesarrollados son los principales oferentes de productos agrícolas y materias primas. Ello se debe a que esas economías suelen disponer de recursos naturales y mano de obra en abundancia. En consecuencia, gran parte de sus exportaciones se refieren a productos del sector primario, que suelen ser intensivos en mano de obra y tienen menor valor añadido.
Como consecuencia de la especialización de los países desarrollados en producción y consumo de bienes manufacturados y de alta tecnología, alrededor del 70% del comercio internacional se realiza entre las tres zonas más prósperas del mundo: América del Norte, la Unión Europea y Japón. El comercio español se caracteriza por un persistente déficit comercial, situación que ha mejorado en los últimos dos años. Los principales sectores exportadores de la economía española son la industria del automóvil, la alimentación, muebles y calzado. Entre las importaciones podemos destacar los combustibles.
2. Teorías del Comercio Internacional
Adam Smith y David Ricardo formularon a finales del siglo XVIII y principios del XIX unas teorías que intentaban explicar por qué los países comercian y por qué se especializan en la producción de determinados bienes. Ambos autores coinciden en afirmar que si dos naciones comercian libremente entre ellas es porque ambas se benefician del intercambio.
2.1 La Teoría de la Ventaja Absoluta
La Teoría de la Ventaja Absoluta postula que cada país se especializa en la fabricación de aquellos productos que menos les cuesta producir. Adam Smith propuso en 1776, en su obra La riqueza de las naciones, la teoría de la ventaja absoluta, que construyó la primera explicación a la cuestión de por qué dos países comercian entre sí. Un país que tiene ventaja absoluta en la fabricación de un producto necesita utilizar menos cantidad de factores que el resto de países para obtener la misma cantidad de ese producto. En consecuencia, la especialización internacional de la producción permite menores costes para las empresas y, en definitiva, un mayor bienestar para todos los que intervienen en el comercio. Hoy en día esta teoría sigue siendo válida: los países suelen producir y exportar aquellos productos que fabrican de forma más barata que otros.
2.2 La Teoría de la Ventaja Comparativa
La Teoría de la Ventaja Comparativa establece que cada país deberá especializarse en aquellos bienes cuya producción posea una mayor ventaja relativa. David Ricardo desarrolló en 1817, en su obra Principios de economía política, la teoría de la ventaja comparativa para explicar el comercio entre dos países cuando uno de ellos tiene ventaja absoluta en la producción de todos los bienes. La principal conclusión de esta teoría es que cada país se especializará en aquellos bienes que produce con mayor eficiencia e importará los que produzca del modo menos eficiente. De ello se deriva que el libre comercio mejora la asignación de los recursos. La obtención de ventajas en la producción, ya sean absolutas o relativas, constituye un aliciente para comerciar con otros países.
En la actualidad, muchas empresas están trasladando su producción a países subdesarrollados donde la mano de obra es más barata; es lo que se conoce como deslocalización. De este modo, algunas empresas españolas del sector textil han desplazado parte de su producción al norte de África.
Los conceptos de ventaja absoluta y ventaja comparativa se aplican también a nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, si un matrimonio tiene que decidir quién hará cada una de las tareas domésticas, y a la esposa se le da mejor cocinar y al marido pasar la aspiradora, el reparto de tareas no ofrece duda: según la noción de la ventaja absoluta, la esposa cocinará y el marido limpiará la casa. Asimismo, si el marido hace bien ambas tareas, pero sus habilidades son mayores en la limpieza que en la cocina, también sabrán cómo repartirse las tareas. En este caso, estarán utilizando el concepto de ventaja comparativa.
3. Apoyos y Obstáculos al Comercio Internacional
Se ha producido una gran polémica entre dos posturas contrapuestas con respecto al comercio internacional: el Librecambismo y el Proteccionismo.
3.1 Librecambismo y Fomento de las Exportaciones
El Librecambismo es la doctrina que defiende que las operaciones comerciales entre dos o más países se realicen sin impedimentos. Los economistas clásicos, como Adam Smith y David Ricardo, defendieron la postura librecambista a principios del siglo XIX como una reacción a las trabas comerciales introducidas durante el mercantilismo. El librecambismo defiende, por tanto, el liberalismo económico y la consiguiente eliminación de todo tipo de impedimentos al comercio internacional. Sus propuestas se fundamentan en las teorías de la ventaja absoluta y de la ventaja comparativa.
Para impulsar el comercio internacional, los gobiernos utilizan los siguientes instrumentos de fomento de las exportaciones:
- Organismos Oficiales que ofrecen asesoramiento e información, en muchos casos gratuita, a los exportadores. En España esta labor la realiza el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) y las Cámaras de Comercio.
- Ayudas Financieras en forma de préstamos a la exportación, frecuentemente con tipos de interés muy bajos. En nuestro país, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) concede a los exportadores préstamos de interés preferencial.
- Existen también deducciones fiscales y apoyos a las empresas en forma de subvenciones.
3.2 Proteccionismo y Obstáculos a las Importaciones
El proteccionismo es una corriente económica que defiende el establecimiento de obstáculos al libre comercio entre los países para salvaguardar la producción nacional.
A pesar de que existen poderosos argumentos para la defensa del libre intercambio, pueden darse determinadas situaciones que aconsejen un cierto grado de protección. De hecho, la realidad nos muestra que la mayoría de los países, en mayor o menor medida, ponen trabas al libre comercio. Entre los argumentos empleados para justificar la imposición de medidas proteccionistas que dificulten la entrada de productos extranjeros, destacan:
- Proteger la industria o la agricultura nacional, ya que se pueden ver perjudicadas por la competencia de productos extranjeros. Muchos países en vías de desarrollo imponen estas medidas para favorecer su industrialización, y otros desarrollados para respaldar su agricultura.
- Creación de empleo, mediante el proceso de sustitución de importaciones por productos fabricados del propio país.
Para hacer efectivas las medidas proteccionistas, los estados disponen de diversos instrumentos:
- Aranceles: son impuestos que se aplican sobre los productos procedentes del exterior cuando atraviesan las fronteras de un país. Con los aranceles se pretende encarecer los productos extranjeros para reducir su demanda dentro del territorio nacional. De este modo se favorece a los fabricantes nacionales de productos similares. Por ejemplo, si un producto se importa con un valor unitario de 10.000 € y se impone, en frontera, un arancel del 10%, el valor de la entrada será de 11.000 € (10.000 corresponden al producto y 1.000 al arancel).
- Contingentes: consisten en la fijación de un cupo o cantidad máxima a importar de una determinada mercancía.
- Barreras no arancelarias: son restricciones al comercio internacional que pueden adoptar formas muy diversas, desde trámites aduaneros complejos que retrasan y encarecen los movimientos de mercancías, hasta normas sanitarias y de calidad que impiden la entrada de determinados productos. Por ejemplo, la entrada de carne de vacuno británica a finales del siglo XX como consecuencia de la crisis de las vacas locas.
La imposición de medidas comerciales proteccionistas a aquellos productos más importantes para la economía de un país se ha utilizado constantemente en las políticas comerciales de las naciones más desarrolladas. De este modo, la agricultura y el textil han sido sectores muy protegidos. Estas políticas afectan más a países subdesarrollados.
4. La Balanza de Pagos
La Balanza de Pagos es el documento donde se registran los intercambios que tienen lugar entre los residentes de un país y el resto del mundo durante un periodo de tiempo determinado.