Conceptos Clave de la Lengua Española y el Teatro del Siglo XX

Conceptos Fundamentales de la Lengua y el Teatro Español

La Palabra y su Estructura

La palabra es la unidad lingüística mínima dotada de autonomía gráfica. El conjunto de palabras de una lengua constituye el léxico. Están formadas por morfemas (unidades menores con significado). Pueden ser: lexemas (proporcionan significado léxico) y afijos (agregan a la raíz información de distinto tipo). La base léxica (elemento compositivo, como hidro- o foto-) es la unidad a la que se le aplica un proceso morfológico.

Tipos de Afijos

  • Derivativos: Crean palabras nuevas (prefijos, sufijos, interfijos).
  • Flexivos: Indican variaciones formales de la palabra (ej. desinencias verbales en los verbos).

Procesos de Formación de Palabras

  • Derivación: Unión de uno o varios afijos a una raíz para formar una palabra derivada. Incluye prefijos, sufijos y parasíntesis.
  • Composición: Formación de una palabra nueva mediante la unión de dos o más palabras, elementos compositivos o la combinación de ambos.
    • Compuestos neoclásicos: Formados por uno o más elementos compositivos de origen grecolatino (ej. pseudocientífico, terminología, paquidermo).
    • Compuestos patrimoniales: Formados por dos o más palabras del castellano.
    • Compuestos propios: Una sola palabra (ej. parabrisas).
    • Compuestos sintagmáticos: Conservan su sílaba tónica e independencia gráfica (ej. léxico-semántico).
  • Abreviación:
    • Gráficas (en la escritura): Abreviaturas (ej. Dña.), siglas (ej. OTAN), acrónimos (ej. euríbor).
    • Léxicas: Supresión de una parte de la palabra (ej. tuto de tutoría).
  • Símbolos: Representaciones gráficas de conceptos (ej. Ag para plata).

Préstamos Lingüísticos

  • Préstamos del grecolatino:
    • Patrimoniales: Evolucionan según leyes fonéticas (ej. ferrum y hierro).
    • Cultismos: Vía culta sin evolución fonética (ej. signum, signo).
    • Semicultismos: Comenzaron su evolución fonética pero se detuvieron (ej. siglo de saeculum).
  • Préstamos de otras lenguas (Extranjerismos):
    • Extranjerismos puros: Conservan su grafía original (ej. spot).
    • Hispanizados: Adaptados a la fonética y grafía del español (ej. yogur).
    • Calcos:
      • Formales: Traducidos literalmente (ej. rascacielos de skyscraper).
      • Semánticos: Se añade un nuevo significado a una palabra ya existente (ej. share para cuota de pantalla).
  • Neologismos: Palabras nuevas incorporadas a una lengua.
    • Formales: De nueva creación (ej. antiarrugas).
    • Semánticos: Una palabra ya existente adquiere un nuevo significado (ej. canguro para niñera).

Semántica: El Significado de las Palabras

  • Denotación: Significado básico de una palabra, su realidad objetiva y estable.
  • Connotación: Valores subjetivos o asociados de una palabra.

Relaciones Semánticas

  • Sinonimia: Relación de semejanza entre dos o más palabras con un mismo significado.
    • Absoluta: Mismo significado en cualquier contexto.
    • Parcial: Solo semejanza en algunos contextos.
    Connotaciones:
    • Diastráticas: Según el nivel sociocultural (ej. elaborar/hacer).
    • Diafásicas: Según el registro usado (ej. dinero/pasta).
    • Diatópicas: Según el lugar de procedencia del hablante (ej. móvil/celular).
  • Antonimia: Relación de oposición con significados opuestos.
    • Según su forma:
      • Léxicos: Raíces distintas (ej. delgado/grueso).
      • Morfológicos: Con prefijos de negación (ej. continuo/discontinuo).
    • Según su significado: Complementarios, graduales, inversos, reversos.
  • Hiponimia e Hiperonimia: Relación de inclusión de significado (el término general o hiperónimo y el incluido o hipónimo).
  • Polisemia: Una palabra con varios significados relacionados entre sí.
  • Homonimia: Palabras iguales en forma pero con significados no relacionados. Puede ser absoluta (misma categoría gramatical) o parcial.

Conceptos Fundamentales de la Lingüística

Con el término lenguaje designamos la capacidad de comunicación a través de diferentes sistemas, entre los cuales se incluye el lenguaje verbal. El lenguaje verbal es una capacidad innata en la especie humana que cada comunidad lingüística concreta en un sistema propio: la lengua. La lengua es el sistema abstracto, el aspecto social del lenguaje, la convención establecida entre los miembros de una comunidad lingüística. La realización concreta e individual del sistema que cada hablante lleva a cabo se denomina habla.

El código de una lengua no es homogéneo para todos sus hablantes.

Variedades de la Lengua

Las lenguas presentan diferencias que pueden clasificarse de la siguiente manera:

  • Variedades Diacrónicas: Diferencias que las lenguas presentan a lo largo de su evolución en el tiempo.
  • Variedades Diatópicas (Geográficas o Dialectales): Son las realizaciones que una lengua adopta en las distintas zonas de su dominio lingüístico. Ejemplo: el español andaluz, el español mexicano, etc.
  • Variedades Diastráticas (Socioculturales): Reflejan, de distintos modos, la existencia de diferencias culturales, sociales, económicas, etc.
  • Variedades Diafásicas (Estilos o Registros Idiomáticos): Están condicionadas por la situación de comunicación. Nadie habla igual cuando trata un tema profesional en el trabajo y cuando está de conversación con un amigo.

Variedades Diastráticas o Socioculturales: Niveles de la Lengua

Las variedades diastráticas de una lengua se establecen en función de las diferencias existentes en el nivel cultural de los hablantes, que reflejan diversos grados de conocimiento de la norma lingüística (conjunto de usos comunes que son aceptados por una comunidad lingüística). Se distinguen los siguientes niveles:

Nivel Culto

El hablante culto dispone de mayor dominio y corrección fónica, morfosintáctica y léxica, que le permiten concretar más eficazmente las relaciones entre lenguaje y pensamiento. Tres rasgos principales caracterizan este nivel: la precisión en la expresión, la corrección frente a la norma y la riqueza y variedad de los elementos lingüísticos que utiliza.

  • En el plano fonológico: El hablante conserva los grupos consonánticos cultos frente a las relajaciones (ej. [institúto] frente a [istitúto]); evita la pérdida de la –d– intervocálica de los participios (ej. [kansádo] frente a [kansáo]); intenta mantener los matices de la expresividad fónica en la entonación huyendo, por ejemplo, de la intensidad excesiva en los enunciados exclamativos.
  • En el plano léxico-semántico: Destaca una gran riqueza léxica que permite al hablante culto, por ejemplo, utilizar la variación sinonímica para evitar la repetición, así como la abundancia de sustantivos abstractos y tecnicismos.
  • En el plano morfosintáctico: Lo característico es el empleo de construcciones sintácticas bien estructuradas: adecuado empleo de la subordinación y de los conectores y marcadores del discurso. Estos rasgos hacen de la lengua culta la variedad lingüística utilizada para la comunicación formal.

Nivel Popular

Corresponde a hablantes de mediana cultura. Es menos rígido y meticuloso que el culto.

  • En el plano fónico: Utiliza abundantes recursos para mostrar expresividad, así como gestos.
  • En el plano léxico-semántico: Destaca el uso de muletillas, el empleo de frases hechas, la abundancia de comparaciones expresivas, hipérboles y metáforas (ej. trabaja como una mula, tarda tres horas en vestirse, son uña y carne), así como la frecuencia de expresiones afectivas y la ausencia de cultismos.
  • En el plano morfosintáctico: Se caracteriza por la abundancia de la elipsis, el empleo de frases cortas, de gran simplicidad sintáctica y número limitado de relaciones subordinantes, los anacolutos (ej. Yo, de todo lo que hemos dicho, lo que más me gustaría es lo primero) y los pleonasmos (ej. lo vi con mis propios ojos).

Nivel Vulgar

Supone un mínimo grado de instrucción, una deficiente formación lingüística y una escasa cultura. El ámbito de uso es habitualmente la comunicación oral y ofrece escasas manifestaciones escritas. Se caracteriza por la pobreza de vocabulario, las construcciones sintácticas incorrectas y la presencia de vulgarismos (usos incorrectos de la lengua ocasionados por un deficiente conocimiento de la norma lingüística). Algunos de los vulgarismos más frecuentes son:

  • En el plano fónico: Desplazamientos acentuales que producen diptongaciones en los hiatos (ej. [ái] = ahí); metátesis de vocales o de consonantes (ej. *metereológico, *Grabiel); cambio de b por g y viceversa (ej. *agüelo, *abuja); frecuentes apócopes de vocal final ante vocal (ej. *d’allí, *s’arrepiente, *pá’l = para él).
  • En el plano morfosintáctico: Adición de -s en la 2ª persona del singular del pretérito perfecto simple (ej. *dijistes); formas verbales regulares que son incorrectas (ej. *andé, *conducí); concordancia de haber con el complemento directo (ej. *habían muchos allí); alteración del orden de los pronombres me, te, se (ej. *me se ha caído); incorrecto uso de la preposición a por influjo extranjero (ej. *despertador a pilas, *asuntos a resolver).
  • En el plano léxico-semántico: Uso impropio de palabras cuyo significado se desconoce (ej. *esméril = estéril); partículas deformadas (ej. *alante); abundancia de léxico grosero o blasfemo.

Variedades Diafásicas o Registros

Las diversas modalidades que adopta la lengua según las circunstancias en que se produce el acto comunicativo se denominan variedades diafásicas o registros idiomáticos. El concepto de registro se relaciona con el grado de formalidad en que se desarrolla un acto comunicativo, así como con el tipo de relación que se establece entre los interlocutores (jerarquía o igualdad, familiaridad, intimidad o distanciamiento, solemnidad, confianza, desconfianza…). Se distinguen los siguientes:

  • Registro Formal: Se aproxima a la lengua escrita y culta, pero puede darse en la oral en conferencias, exposiciones, clases magistrales… El registro formal requiere mayor organización sintáctica y una cuidada selección léxica. La comunicación formal tiende a hacerse unidireccional; se produce siempre que el emisor transmite un mensaje relativamente extenso con unidad temática y deseo de aportar información.
  • Registro Coloquial: Se define como el conjunto de características lingüísticas ligadas a situaciones de comunicación cotidianas y definidas por la oralidad y por un cierto grado de informalidad. Motivados por la cotidianeidad, presenta un léxico de significado poco preciso y polisémico, en el que abundan las proformas (cosa, gente, hacer, poner, tener…); presencia de modismos o frases hechas; voces de origen jergal; tendencia a la relajación articulatoria (ej. Si hubieras estado tú…, con un disgusto que para qué).

Lengua Oral y Lengua Escrita

El canal oral o escrito determina dos variantes:

  • La Lengua Oral: Más relajada en sus usos, se caracteriza por la fugacidad del mensaje, el uso de un contexto compartido (lo que permite corregir, rectificar y aclarar en el momento) y menor grado de formalización.
  • La Lengua Escrita: Más cuidada, se caracteriza por la perdurabilidad del mensaje (lo que exige mayor cuidado y reflexión), diferente situación de emisor y receptor (por ello se necesita mayor planificación previa así como explicitar verbalmente las circunstancias) y mayor grado de formalización.

Lenguajes Específicos y Jergas

Existen variedades funcionales de la lengua ligadas con actividades sociales típicas (escuela, comercio, administración, ciencia, prensa, arte…), que conllevan la aparición constante en los textos de determinados rasgos lingüísticos, que denominamos usos específicos de la lengua o lenguajes específicos (periodístico, literario, administrativo, científico, publicitario, etc.).

Los miembros de ciertos grupos profesionales utilizan un tipo de variante, difícilmente comprensible para personas ajenas a su colectivo, que se conocen como jergas profesionales: la de los abogados, médicos, fontaneros, etc., y que se manifiestan principalmente en el uso de un léxico específico (tecnicismos). Se reserva el término argot para designar jergas de grupos marginales o con fines crípticos.

El Teatro Español del Siglo XX

El teatro español del siglo XX se divide entre un teatro que triunfa por el favor de un público burgués y unos empresarios atentos a sus gustos (el teatro benaventino, el teatro poético, el teatro cómico) y los repetidos intentos de renovación que, con contadas excepciones, se estrellan contra las barreras comerciales o el gusto establecido. Este último se propone tanto nuevas formas dramáticas como sacudir la conciencia de un público dormido, planteando problemas sociales o existenciales.

El Teatro Realista: Jacinto Benavente

El teatro realista, también llamado de alta comedia, continúa la tendencia realista de la segunda mitad del siglo XIX. Sus temas predominantes son las costumbres sociales, se desarrolla en un marco urbano y se dirige a la media y alta burguesía. Busca un realismo escénico que refleje los ambientes cotidianos. Jacinto Benavente (1866-1954) supo aceptar los límites impuestos por los espectadores y ser cada vez más aplaudido. Su teatro compone una crónica, casi siempre amable, de las preocupaciones y los prejuicios de la burguesía, por medio de una suave ironía. Sus dramas son un instrumento de evasión; utiliza un diálogo natural, fluido, con tendencia a lo sentencioso; sustituye la acción por la narración y el diálogo. Obras destacadas: Los intereses creados, La malquerida.

El Teatro Cómico

Orientado al entretenimiento del público, con frecuencia aparece acompañado de elementos líricos, como la opereta, la revista o el vodevil, de asunto frívolo y ambiente cosmopolita. Otros subgéneros destacados (aunque sin música) son:

  • El sainete: Presenta conflictos relacionados con el amor, los celos, el honor; personajes del mundo popular madrileño; fue incorporando enredos y dislocaciones lingüísticas para halagar el gusto popular.
  • El astracán: Género que supedita acciones, situaciones y personajes a la comicidad disparatada; su creador fue Pedro Muñoz Seca con La venganza de don Mendo (1918).

Carlos Arniches (1866-1943) cultivó el sainete de costumbres madrileñas en una primera etapa, como El santo de la Isidra (1898). Hacia 1910, adoptó dos formas nuevas, el sainete extenso y la tragedia grotesca, en lo que se conoce como su etapa de madurez. La tragedia grotesca simultanea lo cómico y lo trágico, jugando con la comicidad externa y la profunda gravedad del contenido. Critica la realidad nacional, caracterizada por la ignorancia, el inmovilismo, la hipocresía, la crueldad y el vacío espiritual. Obra destacada: La señorita de Trevélez.

El Teatro Poético

El teatro en verso surgió como reacción al teatro realista triunfante. Influenciado por el Modernismo (por su lenguaje sensorial y sus versos sonoros) y las tendencias renovadoras europeas, esta influencia fue pronto desplazada por el deseo de imitar el teatro del Siglo de Oro. Eduardo Marquina (1879-1946) cultivó el drama histórico y el drama rural. Exalta virtudes como la nobleza, el valor, la generosidad, la fidelidad y el sacrificio en dramas como Las hijas del Cid; en otros como Teresa de Jesús se concentra en lo religioso. Sus obras están compuestas como una sucesión de estampas, con fragmentos líricos similares a las arias de ópera.

Federico García Lorca (1898-1936)

Su teatro se caracteriza por el uso de símbolos, similar al de su poesía, que, además de al lenguaje, afecta a la escenografía. Cobran importancia otros componentes, como la música, la danza y la escenografía, configurando, así, un espectáculo total. Los temas de sus obras dramáticas son también los de su obra poética: la imposibilidad de la realización amorosa, la imposición de las convenciones sociales que reprimen la libertad individual, el fatalismo de los personajes, abocados a una muerte trágica. Todo ello desemboca siempre en la frustración. El protagonista trágico de su teatro es la mujer.

Primeros Dramas y Farsas

Emparentados con el teatro modernista. El maleficio de la mariposa se ajusta a las convenciones y defectos del teatro en verso y presenta el tema del ideal de perfección alejado de la cotidianidad. Mariana Pineda, escrita también en verso, está basada en un hecho real. En el terreno de la farsa, escribió dos obras para guiñol y dos para personas. Las cuatro desarrollan el conflicto derivado del matrimonio de conveniencia entre el viejo y la joven. El tema aparece tratado de forma lírica en la Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita y por la vía de lo grotesco en el Retablillo de don Cristóbal. Las dos farsas para personas son de 1929: Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín y La zapatera prodigiosa, que aborda el conflicto entre fantasía y realidad.

Comedias “Imposibles”

Obras como Así que pasen cinco años (1931), El público (1933) y Comedia sin título, en las que se observa la influencia del surrealismo. La puesta en escena de estas obras ha tenido que esperar hasta fechas recientes para mostrar todo su valor y belleza. Este teatro anticipa la ruptura de la lógica espacio-temporal, el desdoblamiento de la personalidad y la posibilidad de varias interpretaciones.

Tragedias y Dramas

Sus tragedias más conocidas son Bodas de sangre (1932) y Yerma (1934). Para muchos, La casa de Bernarda Alba (1936) sería la tercera obra cumbre. Las tragedias lorquianas se desarrollan en un ambiente rural en el que las fuerzas naturales imponen un destino trágico. En estos dramas, el argumento tiene escasa importancia, hay pocos personajes principales e intervienen coros.

  • Bodas de sangre: Dramatiza el poder de la pasión, del sexo, de la tierra.
  • Yerma: La protagonista ve que todo a su alrededor es fecundo; su esterilidad se presenta como una maldición. Incluye coros (el de las lavanderas, que comenta la acción) y canciones de Yerma que marcan su recorrido emocional.
  • La casa de Bernarda Alba: Representa la lucha entre el principio de autoridad y el principio de libertad.

Otra obra destacada es Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935), desarrollada en tres momentos de finales del siglo XIX, que aborda el tema del tiempo.

Otros Dramaturgos Renovadores

  • Jacinto Grau (1877-1958): Pretendió superar la estética naturalista con la restauración de la tragedia; realizó un teatro eminentemente intelectual, esbozando en sus obras planteamientos filosóficos y trascendentes. Su mayor logro lo alcanzó con la farsa: El señor de Pigmalión.
  • Miguel de Unamuno (1864-1936): Se propuso llevar al público un teatro desnudo, suprimiendo todos los efectos que no dependieran de la palabra: reducción de los personajes al mínimo, de las pasiones a su núcleo, esquematismo de la acción y parquedad en acotaciones escenográficas. Planteó los temas trascendentes que le preocupaban. Así, en La venda presenta el conflicto entre la razón, que atormenta al hombre, y la fe, vinculada a la feliz ingenuidad de la infancia, donde el hombre no se pregunta por su destino.

Dramaturgos de la Generación del 27 y Contemporáneos

  • Rafael Alberti (1902-1999): Destacan El hombre deshabitado (1930), de tipo surrealista, que nos presenta a un hombre perdido frente a un Dios absurdo; y Fermín Galán (1931), sobre un héroe republicano fusilado, que inicia su giro hacia una literatura comprometida.
  • Miguel Hernández (1910-1942): Tras un auto sacramental, Quien te ha visto y quien te ve (1934), cultiva un teatro social con ecos de Lope de Vega, cuyo mayor acierto es El labrador de más aire (1937).
  • Alejandro Casona (1903-1965): Se instala en la línea del teatro poético y antirrealista. La sirena varada (1934), en la que ya aparece una constante de su teatro: el juego de la realidad y la fantasía.

La Trayectoria Dramática de Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)

Inicios: Dramas Decadentistas

Con El marqués de Bradomín (1906) y El yermo de las almas (1908), Valle-Inclán aplicó el modernismo al drama; sin embargo, para alejarse del teatro poético y su estética simbolista, incorporó personajes con lenguaje y actitudes realistas, tratados de forma irónica y hasta caricaturesca.

Dramas de Ambiente Galaico

Las Comedias bárbaras, El embrujado (1913) y Divinas palabras (1920) son conocidas como el ciclo mítico porque todas ellas están relacionadas por sus temas, personajes, atmósferas y significado, y se localizan en una Galicia mítica e intemporal. En ellas se representa una sociedad arcaica, en la que la existencia del hombre se rige por fuerzas primarias.

Farsas

En ellas, introduce personajes de la farándula, utiliza los disfraces y el teatro dentro del teatro, para buscar la ruptura del efecto de realidad escénica y evidenciar que la vida es un juego de apariencias. Es autor de cuatro farsas, todas en verso salvo la segunda:

  • La marquesa Rosalinda (1912): Una crítica abierta de España, burla de instituciones y de costumbres.
  • Farsa infantil de la cabeza del dragón (1914): En un impreciso ambiente de cuento de hadas, alude a la mala situación económica de España, critica a la monarquía, a los cortesanos, a los militares y la literatura modernista de carácter evasivo.
  • Farsa italiana de la enamorada del Rey (1920): Su tema central es el contraste de mundos entre los personajes que los habitan.
  • Farsa y licencia de la Reina castiza (1920): Constituye una sátira demoledora del reinado de Isabel II. Lo grotesco desplaza totalmente a lo sentimental; junto con Divinas palabras, de 1920, prepara el esperpento.

El Esperpento

Género creado por Valle-Inclán, caracterizado por la deformación grotesca de la realidad. Obras destacadas:

  • Luces de bohemia (1920)
  • Los cuernos de don Friolera (1921)
  • Las galas del difunto (1926)
  • La hija del capitán (1927)

El Teatro Español de Posguerra (1940s-1960s)

Teatro del Exilio

Tras la Guerra Civil, algunos dramaturgos continuaron su obra en el exilio. Por ejemplo, Rafael Alberti con El adefesio, una obra grotesca y poética a la vez. Max Aub con teatro realista como San Juan. Alejandro Casona, con un lenguaje poético en prosa, exploró la realidad y la fantasía en obras como La dama del alba.

Teatro de los Años 40

  • Comedia Burguesa Benaventina: Caracterizada por 3 actos, dosificación de la intriga, alternancia de escenas de humor y sentimiento. Personajes de clase media, ambientes cosmopolitas. Temas de amor, celos, etc. Ejemplo: Jacinto Benavente con El divorcio de las almas.
  • Teatro de Humor: Obras insustanciales e intrascendentes.
    • Enrique Jardiel Poncela: No sigue los moldes teatrales, con afán renovador. Destaca por su imaginación e inverosimilitud. Obras: Cuatro corazones con freno y marcha atrás, Eloísa está debajo de un almendro.
    • Miguel Mihura: Humorismo crítico, desenfadado y renovador. Obra: Tres sombreros de copa.

Teatro de los Años 50

Dirigido a un público más inquieto, a menudo universitario. Se distingue entre posibilismo (teatro que podía ser representado) e imposibilismo (teatro que no).

  • Antonio Buero Vallejo: Aborda temas como la libertad, la justicia, la verdad, la simbólica y la naturaleza humana. Se distinguen tres etapas: existencial, crítica social y preocupación social. Obras: Historia de una escalera, Un soñador para un pueblo, La fundación.
  • Alfonso Sastre: Sigue los moldes del teatro realista, aunque introduce novedades como la fragmentación de diversos cuadros. Temas: opresión, rebelión, culpa, expiación. Obra: Escuadra hacia la muerte.

Teatro de los Años 60

Continúa la preocupación social, con tragedias complejas. Ejemplo: La taberna fantástica.