Conceptos Clave en la Filosofía Griega Antigua

Sofistas y Sócrates: La Virtud

Los sofistas eran maestros de la oratoria y se dedicaban a enseñar a los ciudadanos cómo tener éxito en la vida pública mediante el dominio del lenguaje y la persuasión. Para ellos, la virtud (areté) era algo que podía enseñarse y estaba relacionada con el éxito social. Según los sofistas, lo importante era adaptarse a la sociedad y prosperar en ella, defendiendo incluso tesis opuestas si era necesario. Para ellos, los valores eran relativos, es decir, lo que es bueno o malo dependía de cada situación y de cada persona.

Por otro lado, Sócrates tenía una visión muy diferente. Para él, la virtud no era algo que se pudiera enseñar en el sentido sofista, sino que era el resultado del conocimiento profundo de uno mismo. Sócrates creía en la existencia de verdades universales, es decir, normas y valores que son válidos para todos. Defendía que la virtud era el conocimiento, y que nadie hacía el mal a propósito, sino por ignorancia. Su enfoque buscaba llegar a la verdad mediante el diálogo y la reflexión, a través de su famoso método llamado mayéutica, que ayudaba a las personas a “dar a luz” sus propias ideas, encontrando la verdad mediante preguntas y respuestas.

El Giro Antropológico

El giro antropológico marca un cambio fundamental en la filosofía griega, donde el estudio y la preocupación principal se centran en el ser humano. Pensadores como Hesíodo, Homero y Píndaro habían mostrado a los seres humanos de su época como sometidos a la voluntad de los dioses y a la inflexibilidad del destino. Con el giro antropológico, el foco se desplaza hacia la naturaleza humana, los límites de la razón y el fundamento de las normas sociales y morales.

Los Sofistas

Los sofistas son profesionales del saber, profesores que buscan enseñar a los ciudadanos. Son pensadores interesados en la naturaleza humana, los límites del conocimiento y el fundamento de las normas sociales y morales. Manejan el arte de la palabra y el dominio del lenguaje para alcanzar el éxito social, siendo maestros de la oratoria (el arte de hablar con persuasión) y la retórica (la construcción de buenos discursos).

Generaciones de Sofistas

  • Primera generación: Pensadores extranjeros centrados en la posibilidad y los límites del conocimiento humano, así como la naturaleza del lenguaje. Los más importantes fueron Protágoras, Gorgias de Leontini, Hipias de Elis y Pródico de Ceos.
  • Segunda generación: Posteriores a la Guerra del Peloponeso, interesados en la naturaleza y el origen de las normas sociales y morales. Destacan Trasímaco y Antifonte de Atenas.

Los sofistas, en cierta manera, influyeron en el fracaso del pensamiento de los físicos (presocráticos), quienes no lograron mostrar la physis (naturaleza) mediante el logos (razón) de manera concluyente.

Sofistas Destacados

  • Protágoras: Considerado el primer sofista y uno de los más grandes. Aunque Platón demostró que la razón humana es más limitada de lo que se creía, Protágoras reconoció que el ser humano deforma la realidad al intentar comprenderla, ya que cada uno la entiende de una manera y saca sus propias conclusiones. Para él, es imposible establecer un criterio de verdad universal; no hay verdad absoluta, el ser humano decide y opina sobre las cosas. Por tanto, el saber es aparente y opinable.
  • Gorgias de Leontini: Su obra más significativa es Sobre el no ser. Rechaza la posibilidad de cualquier verdad objetiva. Para él, la palabra crea el mundo social; solo existe lo que puede ser enunciado. Es un relativista que no admite verdades absolutas. Sus posturas principales son: 1) Nada existe; 2) Si existiera, no podría ser conocido; 3) Si fuera conocido, no sería comunicable a los demás. Niega cualquier posibilidad de conocimiento compartido por todos los individuos y extiende esta negación al conjunto de las normas morales y sociales.

El Paso del Mito al Logos

El paso del mito al logos marca la transición del pensamiento basado en relatos mitológicos y supersticiones hacia un pensamiento racional y argumentado. En los mitos, los fenómenos naturales y humanos se explicaban mediante historias sobre dioses y seres sobrenaturales. Con el logos, los filósofos presocráticos comenzaron a buscar explicaciones lógicas y racionales, basadas en la observación y el razonamiento humano. Esta transición fue clave para el nacimiento de la filosofía en la Antigua Grecia, ya que se trataba de entender el mundo mediante el uso de la razón, dejando de lado las explicaciones religiosas tradicionales. Esto está estrechamente relacionado con el”giro antropológic”, donde el ser humano pasa a ser el centro de atención.

El Pensamiento Mítico

El pensamiento mítico se basaba en narraciones tradicionales que explicaban el origen del universo, de los dioses y de los seres humanos a través de historias fantásticas. En este tipo de pensamiento, los fenómenos naturales, como los rayos o las tormentas, eran causados por dioses con emociones y comportamientos humanos. Este tipo de relatos, como los de Homero y Hesíodo, predominaban antes de que los filósofos empezaran a buscar explicaciones racionales y naturales a estos fenómenos. El mito estaba muy arraigado en las culturas antiguas porque ayudaba a las personas a dar sentido al mundo que las rodeaba, antes de que la ciencia y la lógica pudieran proporcionar respuestas más precisas.

El mito es un conjunto de narraciones tradicionales que ofrecen una explicación de la realidad, tanto de los fenómenos naturales como de los acontecimientos humanos, haciéndolos depender de la voluntad y capricho de los dioses o seres sobrenaturales.

Por ejemplo, se creía que la caída del sol, las tormentas o la guerra dependían de estos seres divinos. Estos fenómenos ocurrían de manera arbitraria, según la voluntad divina, y el ser humano no podía saber cuándo sucederían, ya que no respondían a causas naturales. Lo único que podía hacer era encomendarse a los dioses y esperar su benevolencia. Por ello, surgieron rituales y la magia como formas de influir o comunicarse con estas divinidades.

El Logos

El pensamiento racional que sucedió al mito eliminó los elementos poéticos e imaginativos, sustituyéndolos por pruebas y argumentos basados en el conocimiento a través de los sentidos y la razón. Así, entendemos que las cosas suceden de acuerdo con leyes naturales y no por voluntad divina. Por ejemplo, la lluvia se produce cuando se dan ciertas condiciones, y no por el capricho de un dios. Esto nos impulsa a buscar el conocimiento para entender, explicar y controlar estos fenómenos.

El Problema Presocrático: El Arjé

Los filósofos presocráticos se centraron en un problema fundamental: ¿cuál es el origen y la sustancia básica de todo lo que existe? Querían descubrir el principio último (llamado arjé) del cosmos.

Monistas vs. Pluralistas

Los presocráticos se dividieron principalmente en dos grupos según su respuesta al problema del arjé:

  • Monistas: Respondían a este problema diciendo que todo el universo se reduce a un solo principio. Por ejemplo, para Tales de Mileto, el arjé era el agua; para Anaxímenes, era el aire; y para Heráclito, era el fuego. Creían que todo lo que existe proviene y regresa a ese único elemento.
  • Pluralistas: Renuncian a la solución monista, es decir, a recurrir a una sola cosa para explicar el principio de las cosas. Optan por una interpretación más amplia, pluralista, donde hay múltiples elementos o una causa motriz que justifica el cambio de las cosas.

Filósofos Pluralistas Destacados

  • Empédocles: Para él, la combinación de los cuatro elementos (fuego, aire, agua y tierra) da lugar a los seres físicos. Esto se logra mediante las fuerzas opuestas del Amor y la Discordia.
  • Anaxágoras: Para él, su arjé son partículas llamadas semillas (homeomerías), que son imperecederas e inmutables. Una fuerza ordenadora, el Nous (Mente o Intelecto), ordena esas partículas y da origen a los seres físicos.

Filósofos Atomistas Destacados

Los atomistas son una forma particular de pluralismo.

  • Leucipo: Defendió que el ser llena el espacio (los átomos), mientras que el no ser es el vacío. Los átomos explican la naturaleza.
  • Demócrito: Discípulo de Leucipo, defendió la existencia de átomos, los cuales constituyen el principio de los seres físicos. Para ellos, el movimiento es real y, para que sea posible, es necesario el vacío (el no ser) que puede ser ocupado por los átomos.