Conformados a su imagen

#8.3.1. Ludwig Feuerbach (1804-1872): humanismo materialista XX –


 Ludwig Feuerbach nacíó en la ciudad alemana de Landshut. Estudió filosofía y fue discípulo de Hegel y ha pasado a la historia como humanista ateo.

Frente a Hegel, Feuerbach parte de la materia como única realidad existente, de las cosas reales y concretas, centrando su estudio en el ser humanos como realidad suprema.

Para Feuerbach, el único objeto de la filosofía es el hombre en su realidad total y en su devenir histórico, abierto a un progreso sin límites.

El hombre puede progresar gracias a la conciencia de sí mismo. Esta capacidad le permite elevarse por encima de la naturaleza y ser protagonista de su historia.

Pero, según Feuerbach, el ser humano ha cometido un grave error: proyectar en Dios la conciencia de sí mismo, es decir proyectar en Dios todos esos deseos que el hombre no ha podido realizar.

Feuerbach pensaba que la Religión ha significado la alienación del hombre. Al atribuir a Dios (la perfección, la bondad, la eternidad…) todo aquello que pertenece al ser humano, este se siente extraño y ajeno a sí mismo.

3 J.M. MARDONES, La transformación de la religión, p. 23.

Por tanto, es necesario acabar con la Religión para que el hombre pueda encontrarse consigo mismo y ser feliz. De esta manera podrá reconocer que el único Dios real es el ser humano.



48.3.2. Karl Marx (1818-1893): humanismo marxista

Nacíó en la ciudad alemana de Tréveris. Estudió Derecho en Bonn y Berlín, donde conocíó a Feuerbach. Exiliado en París conocíó a Engels, junto al que realizó importantes escritos orientados a la transformación social.

La doctrina de Marx parte del materialismo de Feuerbach, pero en 1845 se distancia de él al darse cuenta que la acción es más eficaz que la teoría y de que los hechos, especialmente los económico-sociales, son los que gobiernan ei mundo e influyen en el desarrollo de las ideas. Afirma en una de sus obras: “Los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo de modos diferentes: se trata ahora de modificarlo”. Tesis sobre Feuerbach.

Más tarde, influido por su amigo Engels, pasa del materialismo humanista al materialismo histórico y dialéctico, mucho más ateo. Afirma que la materia es la única realidad existente en la naturaleza y la única explicación de todo lo que hay en el universo. La materia es infinita y está en constante movimiento y transformación.

El ser humano, mediante el trabajo, debe dominar la naturaleza; él necesita de ella y ella satisface su necesidad. De esta manera, el ser humano humaniza la naturaleza y esta naturaliza al ser humano. Por el trabajo las personas se relacionan entre sí, son seres en sociedad. Las diferentes formas de trabajar y de relacionarse crean diferentes tipos de sociedad.

La actuación de los seres humanos sobre la naturaleza y las relaciones entre ellos van construyendo la historia, que tendrá un determinado sentido según cómo sean las relaciones entre los hombres.

Según Marx, el ser humano encontrará la felicidad cuando logre un dominio perfecto de la naturaleza y cuando las relaciones con los demás estén basadas en el respeto a la dignidad y a la libertad.

Pero la felicidad humana se ve dificultada por el sistema económico capitalista4, que divide a la sociedad en dos clases sociales:

o La burguésía, que posee la propiedad privada de los medios de producción  o El proletariado, que solo posee su trabajo y mano de obra.


Entonces, el proletariado se ve obligado a vender su trabajo al capitalista a cambio de un salario. De este modo, el trabajador queda alienado. El trabajo no lo humaniza sino que lo aliena. Esta alienación económica-social trae consigo otras alienaciones: la política, la filosófica y la religiosa.

Para Marx, la Religión es una droga que aliena a la persona para que no vea las cadenas que le esclavizan, ni sienta el dolor de la opresión, ni luche por la liberación. Afirma textualmente: “La Religión es el suspiro de la criatura oprimida, el corazón de un mundo sin corazón, el espíritu de una situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo. La abolición de la Religión en cuanto dicha ilusoria es necesaria para su dicha real”

Marx propone como modelo de sociedad el comunismo: una sociedad en la que no exista la propiedad privada de los medios de producción ni clases sociales (burguésía y proletariado). Cuando desaparezca la alienación socioeconómica, la Religión será inútil y también desaparecerá. 

Etapa 8.3.3. Friedrich W. Nietzsche (1844-1900): humanismo vitalista

Nacíó en la ciudad alemana de Röcken. Estudió filología clásica en Bonn y Leipzig, donde descubre con entusiasmo la filosofía de Schopenhauer. En 1899 sufríó un ataque de locura, y murió un año después en Weimar. Científica 

El pensamiento de Nietzsche está profundamente ligado a su vida. Su a 105 experiencia de la vida pasó por diferentes fases, construyendo siempre el centro Leratustea de su pensamiento. Que sapo – 

1º ETAPA EXISTENCIALISMO:  Durante su estancia en Basilea, sobre 1870, Nietzsche experimenta forva rebrno insatisfacción frente a la realidad; vivencias insoportables como el sufrimiento o la enfermedad; desconcierto y miedo ante las realidades de la vida (el sufrimiento o la enfermedad) que no podemos dominar ni controlar. Aparece en él la figura del hombre trágico. Así en su obra “Origen de la tragedia griega” descubre la dimensión dionisíaca de la existencia humana. Es decir, la importancia de lo irracional en la experiencia y en la conducta humana y el valor


del arte para conocer el fondo oscuro de la existencia; de aquí sus referencias a Wagner, pero también a la filosofía budista de Schopenhauer.

2º ETAPA Científica: partir de 1876 comienza su etapa ilustrada. Se inspira en Voltaire y en los ilustrados franceses y adopta una actitud “positivista” o “científica” para atacar a la metafísica y a la Religión, desenmascarando su falsedad.

Según Nietzsche, ante la debilidad y la incapacidad de soportar solos la vida, surge un razonamiento falso que lleva a buscar apoyo en lo metafísico, en lo supramundano, en Dios; se piensa que este mundo es aparente y, por tanto, debe haber un mundo verdadero.

Nietzsche rompe con Schopenhauer y Wagner, denuncia los ideales occidentales y descubre el valor de lo humano. Es la hora del hombre libre, libre de Dios, libre de la metafísica y de los ideales eternos. A esta etapa pertenecen sus obras: “Humano, demasiado humano” (1878), “Auroras” (1881), y “La gaya ciencia” (1882).

3º ETAPA Nietzsche escribíó su obra principal entre 1883 y 1885: “Así habló Zaratustra. En ella proclama “la muerte de Dios” y el advenimiento del “superhombre”. Es la etapa de la madurez.

La aparición del superhombre significa la superación del hombre, el sí a la vida, la afirmación de este mundo, la fidelidad a la tierra, la voluntad de poder que no evita la dificultad ni el dolor (el dolor no es algo negativo, sino que actúa como estimulante de la voluntad) el eterno retorno de la vida sin ningún final, la moral de la fuerza.

Para Nietzsche, con la expresión “Dios ha muerto” se dará paso al “superhombre”, encarnación de la voluntad de poder y creador de nuevos valores que darán lugar a la aparición de un mundo nuevo.

4 ETAPA En su última etapa, Nietzsche ataca directamente a toda la cultura occidental. Intuye una inminente crisis de valores: al desaparecer Dios del horizonte se perderá el sentido de la existencia, se dirá que todo es falso y que nada vale la pena. Se caerá en un “Nihilismo pasivo” al ver que los valores vigentes son falsos y no contienen nada.


*8.3.4. Sigmund Freud: humanismo psicoanalítico + Importante

Nacíó en Freiberg de Moravia (actualmente Chequia). Estudio medicina en Viena, especializándose en Neurología. Investigó varios métodos para curar la histeria, practicando la hipnosis“ y, posteriormente, el psicoanálisis.

El psicoanálisis supuso una nueva forma de concebir el ser humano y una nueva explicación de su conducta. Según Freud, en toda persona existen 3 instancias que están íntimamente relacionadas entre sí: el “ello”, el “yo” y el “superyó”.

El ELLO representa la parte inconsciente de nuestra personalidad. Donde residen las pulsiones o instintos básicos (eros o principio sexualconstructivo, y thanatos o principio agresivo-destructivo), las tendencias innatas, experiencia básicas prenatales, vivencias inconscientes u olvidadas, deseos reprimidos, etc. Es la primera instancia de la personalidad. Se rige por el principio del placer, que busca de una forma ciega la satisfacción, sin tener en cuenta la realidad.

El YO representa la parte consciente de la personalidad. Comienza a formarse ya en los primeros años de la vida, a medida que el niño va tomando conciencia de la realidad: de lo que le conviene y de lo que no le conviene, de las dificultades e impedimentos para satisfacer sus deseos y de las posibilidades de realizarlos. Se rige por el principio de realidad, que nos hace conscientes de las limitaciones y posibilidades, de las conveniencias e inconveniencias.

El SUPERYÓ representa la dimensión moral de nuestra personalidad, Según Freud, el superyó se ha ido formando desde la infancia a través de la interiorización de las normas, prohibiciones, ideales, complejos de Culpa, etc. Se rige por el principio del deber o conciencia moral, que empuja al bien y retrae del mal. Por tanto, Dios no es más que una pura ilusión, creada a imagen del padre, que se ha vivido en la infancia y, como él, ambivalente: temido y querido al mismo tiempo  En resumen, la estructura de la personalidad, según Freud, se puede comparar con la imagen de “montar a caballo”. El caballo representa el “ello”, el jinete al “yo” y el látigo representa al “superyó”.


9. Ante el humanismo ateo proponemos el humanismo de Jesús

El cristianismo valora todos los humanismos anteriores por su búsqueda del sentido de la vida y por las aportaciones que ofrecen desde sus distintas perspectivas, defendiendo la libertad humana. El cristianismo también asume muchas de las críticas de estos humanismos ateos, aunque otras las tiene que rechazar por falta de fundamento.

El error principal del humanismo ateo es considerar a Dios o la Religión como un obstáculo para la felicidad humana; en realidad es todo lo contrario.

“El reconocimiento de Dios no se opone en modo alguno a la dignidad humana, ya que esta dignidad tiene en el mismo Dios su fundamente. Es Dios creador el que constituye al hombre inteligente y libre en la sociedad. Y, sobre todo, el hombre es llamado como hijo a la uníón con Dios y a la participación de la felicidad”. (Cf. Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, n. 21).

A la felicidad pertenece la LIBERTAD. No se puede obligar a nadie a creer, a amar y a tener fe en Dios. La libertad que es lo más grande del ser humano, es también lo más frágil, porque nos permite abusar de ella y quedar

rotos. La Biblia nos dice a través de imágenes y símbolos que el ser

de imágenes y símbolos que el ser humano pierde el estado de inocencia y de felicidad cuando desconfía del amor d y se deja llevar por el amor propio y la soberbia, queriendo ocupara el lugar de Dios

La desconfianza en Dios nos lleva a la desconfianza en el hombre. Por ejemplo, ante Dios, Adán le echa la culpa a Eva, y esta a la serpiente 

Quizá el mayor error de la Religión haya sido la falta de representación de Dios en la sociedad. Es decir, una Religión no conectada con la realidad del mundo, más preocupada por el “alma” que por la “persona”, más interesada por la “otra vida” que por esta. Una Religión llena de “normas”.


Jesús encarnaba los valores que habitan en toda persona: libertad, justicia, paz, verdad y amor. Vivíó estos valores hasta identificarse plenamente con ellos:

• Fue libre ante las tentaciones personales y frente a las presiones políticasde su tiempo: no se dejó llevar por el deseo de riqueza, de poder o de dominación (Mt 4, 1-11), ni inclínó la cabeza ante los poderosos (Lc 13, 31-32).


º Fue justo y misericordioso, enfrentándose a los poderosos y defendiendo a los pobres y oprimíos (Mt 23, 23; ]n 8, 1-11).

• Fue pacifico y pacificador, rechazó la violencia y no perdíó la calma ante las

tempestades (Mc 4, 40), ni ante quienes pueden matar el cuerpo pero no el espíritu (Lc 12, 4).


ºFue sincero y transparente hasta identificarse con la verdad: no admitía la hipocresía (Mt 23, 25-28); enseño a decir la verdad siempre con firmeza y sencillez (Mt 5, 14-37).


ºAmo y enseñó a mar a todos, sin ninguna distinción, hasta a los que le odiaban (Jn 15, 12; Lc 6,27); puso el amor como norma fundamental de la persona. Dio su vida por la persona amada (Padre) y por cada uno de nosotros.

Si buscamos las raíces de estos valores, llegamos a la imagen de Dios: Jesús de Nazaret se alimenta del amor del Padre, con quien está identificado como Hijo único. En los rasgos de la humanidad de Jesús (libre, misericordioso, justo, pacificador, sincero y entregado al amor, etc.) se refleja la divinidad de su persona. Ya sus primeros seguidores vieron en él la Imagen de Dios.

Jesucristo no propone un código moral ni unas leyes que coarten la libertad, sino un ideal al que hay que aspirar para ser feliz (dichoso). Jesús no es un moralista ni un legalista. El ideal que Jesús propone no es una imposición exterior, como puede ser la ley, sino una exigencia interior que brota del amor, Y el amor es la más profunda y auténtica verdad del ser humano. Cuando le preguntaron cuál era el principal mandamiento, Jesús respondíó sin vacilaciones: “Amarás a Dios con todo tu corazón… Y a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22, 36). Ningún humanismo de los vistos anteriormente ha alcanzado un nivel tan alto como cuando Jesús equipara el amor a los demás (al prójimo) con el amor a Dios. El amor a Dios se demuestra en el amor a los demás: “Si alguno


41. María Magdalena y Jesús

11.1. Rasgos históricos de María Magdalena

Seguidora de Jesús de Nazaret: testigo de su enseñanza y vida.

• Comparte y ayuda con sus bienes al grupo que acompañaba a Jesús.

º Presencia la muerte de Jesús mientras sus discípulos se esconden.

º Ocupa un cargo importante en el grupo de los discípulos. Jesús le transmitía su doctrina.

ºEs la primera en ver a Jesús Resucitado y la primera en dar la noticia a los demás discípulos.

ºAnuncia el Evangelio y ora con los discípulos.

ºEn el Evangelio Lc. 7, 36-50 la protagonista de la historia es una pecadora (podría ser María Magdalena).

• María Magdalena denuncia las injusticias de su época.

11.2. La sociedad de María Magdalena

• Las mujeres ocupaban un papel de inferioridad y podían ser atacas y

agredidas por diferentes motivos (ej.: adulterio, prostitución…) mientras los hombres, por las mismas causas, no recibían ningún castigo.

• La mujer no podía desempeñar ningún cargo público en el que tuviese

que hablar o predicar.

• Israel había sido ocupada por una potencia extranjera: Roma.

• Existía un abuso religioso por parte de los fariseos (grupo religioso muy

poderoso en el pueblo de Israel). Despreciaban a los que ellos consideraban pecadores siguiendo unas normas que no tenían presente la justicia social. Se fijaban en aspectos poco importantes (la ley por la ley: la Toráh) mientras que temas fundamentales como la ayuda al prójimo, la aceptación de los marginados no los contemplaban… Veamos:


10. El humanismo de Jesús de Nazaret

Los Evangelios (cuatro) presentan a Jesús como una persona humilde y sencilla, llena de humanidad, una humanidad de la que salía una fuerza poderosa. Por su origen (Nazaret) y por su oficio (predicar) era una persona aparentemente insignificante: “no es este el carpintero?” (Mc 6, 3). Por sus acciones y palabras, fue muy controvertido:

Unos lo admiraban y otros lo despreciaban.

Unos le odiaban y otros lo amaban.

Para todos fue un desafío: nadie quedaba indiferente ante él. ¿Por qué? ¿Qué tenía de provocativo? ¿Por qué fascinaba al mundo? ¿Por qué la historia del mundo se cuenta a partir de él? ¿Era solo un simple hombre o tenía algo más?