Contexto cultural de platon

Contexto histórico-cultural y filosófico de Platón: Contexto histórico:

El siglo V a.C. fue la época de mayor esplendor para Atenas, en la que florecieron sin igual la democracia, la filosofía y las artes. Es ciertamente extraordinario pensar cómo en la Atenas de aquel tiempo coincidieron personajes tan deslumbrantes como Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristofanes, Heródoto, Tucídides, Sócrates, Protágoras, Anaxágoras, Fidias, Praxíteles y un larguísimo etcétera. Por eso para muchos se trata de la verdadera edad de oro de la humanidad. Además, bajo la dirección de Pericles, Aternas se convierte en la potencia hegemónica del mediterráneo oriental después de su victoria sobre los persas. Todo eso va a cambiar con las Guerras del Peloponeso que se inician en el año 431 a.C., o sea, cuatro años antes del nacimiento de Platón. Atenas se encuentra entonces en el punto álgido de su dominio y decide que es el momento de derrotar definitivamente a su rival de siempre, Esparta, que representa un ideal de sociedad jerarquizada siempre dispuesta a apoyar a las colonias disconformes con el dominio impuesto por Atenas. Pericles idea una estrategia que considera invencible: reunir a los habitantes de la Ática en Atenas. De esa manera, dada la abrumadora superioridad ateniense en el mar, tenía garantizado los suministros y podía hostigar indefinidamente los puertos de sus rivales. Pero aparece un hecho imprevisible: el hacinamiento de la población provoca un brote de peste. El propio Pericles será víctima de la epidemia en el 430 a.C. Es el principio del fin. A partir de este momento Atenas irá perdiendo progresivamente las señas de identidad que la convirtieron en modélica y temible para sus enemigos. Su economía queda muy debilitada: las condiciones de vida empeoran y las diferencias sociales aumentan. Los sucesores de Pericles estuvieron muy por debajo de su altura. Por ejemplo Nicias o el veleidoso Alcibíades, sobrino de Pericles y uno de los jóvenes preferidos de Sócrates. El 404, después de más de 25 años de guerra, Esparta derrota a Atenas y le impone condiciones muy duras, entre ellas, el gobierno de los Treinta Tiranos. En él intervienen familiares y amigos de Platón, que le invitan a formar parte, pero rehúsa por la crueldad que muestran. La democracia se reinstaura en el 403, pero se trata de un burdo simulacro de la anterior, enseñoreándose el caos, la demagogia y la corrupción. En ese contexto se produce la condena a Sócrates. Tebas y Atenas llegan a formar una segunda Confederación Ateniense, pero son solo las ultimas escalas de un periodo de transición cuyo desenlace final será la derrota de las poleis griegas en la batalla de Queronea, que terminara definitivamente con la independencia de las ciudades-estado y dará origen al imperio macedonio que Alejandro Magno extenderá por medio mundo. Platón vive, pues, unas circunstancias históricas extraordinariamente convulsas. Y de alguna manera su filosofía es una respuesta a la decadencia y el desorden que le tocó vivir. Atenas se desmoronaba. ¿Cómo es posible haber llegado a esta situación después del esplendor anterior? Platón cree encontrar la causa en la ignorancia de ciudadanos y gobernantes acerca de qué es la Justicia. La única posibilidad de mejora pasa, pues, por la educación filosófica de los gobernantes. En su famosa Carta VII Platón revela que su preocupación prioritari son los asuntos políticos. Su interés por la filosofía es secundario: como medio para instaurar un Estado verdaderamente justo.

Contexto cultural:

En escultura se abandona el carácter solemne y ornamental de la época anterior y existe una tendencia a plasmar el sentimiento, el momento fugaz. En literatura aparece la biografía como género y la prosa gana terreno ante la poesía. La tragedia se aproxima al lenguaje cotidiano y representa temas actuales en los que importa más el perfil psicológico de los personajes que la acción misma. El naturalismo psicológico y el acercamiento a la realidad sustituyen al tono heroico-tragico anterior. Contemporánea a la fundación de la Academia platónica es la Escuela de Isócrates. Ambas pugnan por la hegemonía espiritual en el campo de la educación y de la cultura. En la academia el ideal educativo se cimenta a partir de la filosofia, mientras que en la Escuela gira sobre la retórica.



Para Werner Jaeger, Isócrates es “el hombre que viene a coronar verdaderamente el movimiento de la cultura sofística”. También es considerado el padre de la “cultura humanista”. Platón escribió también poemas y tragedias, que rompió cuando conoció a Sócrates y decidió dedicarse a la filosofía. No obstante, conservo el gusto por la belleza de las palabras y por la dramatización, como demuestra la puesta en escena de muchos de sus diálogos. Mostró gran interés por las matemáticas y la astronomía. En el frontispicio de su Academia colocó la inscripción “Nadie entre aquí que no sea geometra”. A un matemático le dedica un diálogo y a otro, Euxodo de Cnido, le encargó la dirección de la Academia en su segundo viaje a Italia. Es un hecho conocido la decepcion que provocaban en muchos sus conferencias sobre el Bien, debido a que la mayor parte del tiempo solo hablaba de matemáticas.

Contexto filosófico

.La filosofía griega nace de una actitud crítica ante las explicaciones míticas de la realidad del Universo. Este pensar crítico consiste en desmitificar las leyendas de Homero y Hesíodo, principalmente, y aportar un pensar racional. Los filósofos presocráticos se preguntaron por el principio de todas las cosas (arjé) y por la naturaleza del universo (fisis). El método que emplean es la observación y el razonamiento. Pero ese primer principio es diferente para cada uno de ellos. Se estaba en un callejón sin salida, se había llegado a una diversidad de teorías opuestas e incompatibles, tal espectáculo había conducido a una actitud escéptica. ¿se puede conocer la verdad?. En la segunda mitad del s. V a. de. C los sofistas, y sobre todo Sócrates, empezaron a preguntarse sobre el hombre. Los sofistas defendían posturas relativistas sobre todo en lo tocante a la moral y las costumbres y leyes sociales. Esto tenía como consecuencia la imposibilidad de poseer un conocimiento que tratara sobre cuestiones de valor universal. El relativismo y el escepticismo  se extienden y se generalizan como una actitud intelectual, tanto las instituciones políticas como las normas morales son convencionales; son el resultado del acuerdo humano y, lo que se considera bueno y malo, justo e injusto, no es fijo, absoluto, universalmente valido, inmutable.Dada la  vocación política de Platón, los avatares políticos que tuvo que vivir (crisis de la democracia ateniense, guerras) y la amarga experiencia  de la condena a muerte de Sócrates, reaccionó con  energía  frente al relativismo de  los sofistas. Para Platón existía la Verdad y el Bien, y podían ser conocidos. Siguiendo en esto a Sócrates, él tenía la pretensión de poder definir para cada cosa cuál era su esencia, frente a quienes reducían el ser a mero aparecer. Y en ética y política afirmaba que no todo era válido ni relativo. Existían la Verdad y el Bien, y podían también ser conocidos y enseñados, no sin esfuerzo. Este esfuerzo por conocer constituirá la Dialéctica, su método.En la Carta VII dice Platón “… el género humano no llegaría nunca a liberarse del mal si primeramente no alcanzaban el poder los verdaderos filósofos…”. Desde entonces buscará el poder de la enseñanza de la sabiduría. Su filosofía tiene claramente una finalidad política y también su actividad externa: la fundación de  la Academia pretende educar a los futuros gobernantes- filósofos. Con la teoría de las ideas Platón pretende establecer la existencia de entidades estables y de carácter universal con lo cual sustentar teóricamente el pensamiento de su maestro Sócrates a la vez que derribaba el relativismo de los sofistas, sin olvidar que también posibilitaba el establecimiento de un Estado Justo al margen de los vaivenes de las costumbres de las distintas sociedades. Aunque un poco más alejado en el tiempo, seguían sonando los ecos del pensamiento de los físicos, sobre todo de Parménides y de Heráclito. Platón plantea la existenciade dos mundos, uno para salvar la realidad del cambio defendida por Heráclito, y otro que permite el mantenimiento de entidades estables sobre las que versa el conocimiento científico defendido por Parménides.