Crisis y Transformación en la España Contemporánea: Del Desastre de Annual al Sufragio Femenino (1906-1933)

I. El Protectorado de Marruecos y el Desastre de Annual (1906-1921)

La presencia española en Marruecos comenzó a proyectarse desde mediados del siglo XIX. Tras el Desastre del 98, la pérdida de los últimos resquicios del imperio colonial propició que España iniciara una penetración colonial en ese país para recuperar prestigio internacional y explotar los recursos mineros de la región del Rif, al norte de Marruecos.

La Conferencia de Algeciras y los conflictos rifeños

Tras la Conferencia de Algeciras en 1906, se estableció un protectorado español en el norte y otro francés en el sur de Marruecos. En 1909 se produjeron ataques de grupos rifeños contra las instalaciones de ferrocarril en las proximidades de Melilla, produciéndose un primer desastre militar en el *Barranco del Lobo*.

En 1911 se produjo una revuelta contra el sultán de Marruecos. Francia y España emprendieron campañas militares para pacificar su territorio y asegurar sus intereses en Marruecos. El proceso de pacificación chocó frontalmente con la resistencia rifeña liderada por **Abd el-Krim**, quien aglutinó las diferentes tribus en una guerra de guerrillas contra las tropas españolas, provocando un movimiento de insurrección general en 1921.

El Desastre de Annual y sus consecuencias políticas

Esta situación desembocó en un nuevo desastre militar en **Annual** en julio de 1921, que resultó en cerca de 18.000 bajas militares españolas y el cerco de la ciudad de Melilla.

La sangrienta y humillante derrota motivó una investigación parlamentaria que llevó a la creación del *Expediente Picasso*, documento que ponía de manifiesto:

  • La incompetencia y la falta de organización de los mandos.
  • El excesivo gasto de los oficiales.
  • La lamentable situación de los soldados.

Esta situación resultó en un posicionamiento de la opinión pública favorable al abandono de Marruecos, así como en una crisis política y militar que desembocaría en la dictadura de Primo de Rivera.

II. La Evolución del Sufragio en España: Del Censo al Voto Universal

El derecho al sufragio para la elección de los representantes políticos está vinculado con la introducción del sistema liberal, iniciándose en España con las Cortes de Cádiz (encontrando algunos antecedentes en el Estatuto de Bayona).

El predominio del Sufragio Censitario en el siglo XIX

En la gran mayoría de los textos constitucionales del siglo XIX imperó el sufragio censitario, restringiendo los derechos electorales a una minoría social que debía cumplir unos requisitos educativos, sociales o económicos, que se verían ampliados o reducidos según la orientación progresista o moderada de la Constitución.

La legislación electoral del siglo XIX experimentó múltiples cambios:

  • La restauración absolutista derogó esta legislación, retomada durante el Trienio Liberal (1820-1823), para ser nuevamente derogada durante la Década Absolutista (1823-1833).
  • El Estatuto Real de 1834 establecía un restringido sufragio censitario para elegir únicamente al Estamento de Procuradores.
  • Los progresistas de Mendizábal ampliaron ligeramente el derecho al voto, tal como quedó plasmado en la Constitución progresista de 1837, aumentándose progresivamente hasta 1843.
  • El derecho de voto se elevó al 1% de la población en la Constitución de 1857, y al 2,6% en la Ley Electoral de 1865.

El Sufragio Universal Masculino y la Restauración

Los primeros pasos significativos hacia la ampliación del cuerpo electoral en España se produjeron tras la **Revolución Gloriosa de 1868**, cuando se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes con sufragio universal masculino para mayores de 25 años, derecho recogido en la Constitución de 1869.

La Restauración borbónica suprimió este principio con la redacción de la Constitución conservadora de 1876, donde se introducía de nuevo el sufragio censitario masculino. No obstante, la **Ley Electoral de 1890** volvió a restablecer el sufragio universal masculino para mayores de 25 años, manteniéndose durante toda la Restauración.

La conquista del Sufragio Femenino en la Segunda República

Durante la dictadura de Primo de Rivera se dieron ciertas medidas progresistas respecto a los derechos de la mujer, tales como leyes de protección al trabajo, facilidades para cursar estudios universitarios y ciertos cargos en el gobierno municipal. El Estatuto Municipal de 1924 otorgó el voto a las mujeres (emancipadas mayores de 23 y las mujeres casadas podrían votar y ser candidatas), pero estas elecciones municipales nunca se celebraron.

Las elecciones a Cortes Constituyentes de 1931 se realizaron mediante sufragio universal masculino, permitiendo que mujeres como Clara Campoamor o Victoria Kent fueran elegidas diputadas, aunque el derecho al voto femenino aún no estaba formalmente aprobado.

La privación de los derechos electorales a la mujer finalizaría en España con la **Constitución de 1931**, cuyo artículo 36 reconocía el derecho al voto de las mujeres. La aprobación del voto femenino estuvo marcada por duros debates parlamentarios, en los que la diputada **Clara Campoamor** se convertiría en la principal defensora del sufragio femenino en España, frente a la postura opuesta de Victoria Kent.

Las mujeres pudieron presentarse como candidatas y votar libremente por primera vez en las elecciones del 19 de noviembre de 1933.