Antecedentes de la Proclamación de la Segunda República Española
ANTECEDENTES
Tras dimitir Primo de Rivera, Alfonso XIII encargó la formación de Gobierno a Dámaso Berenguer. Pero resultó imposible porque:
- Los partidos dinásticos perdieron su estructura y estaban desprestigiados.
- El monarca era impopular. La opinión pública urbana identificó la figura del rey con el dictador y lo hacía responsable de la situación.
- Las fuerzas antidinásticas tomaron una iniciativa unitaria que culminó con el Pacto de San Sebastián.
Este pacto forjó una alianza con los republicanos de todo el Estado y monárquicos convertidos a última hora a la causa republicana, como Niceto Alcalá-Zamora. A título personal, se unieron el socialista Indalecio Prieto y el filósofo Ortega y Gasset.
Los firmantes acordaron la supresión de la monarquía, la proclamación de la República, la creación de un Gobierno provisional y convocar Cortes Constituyentes para aprobar una constitución, así como crear un estatuto de autonomía para Cataluña, exigido por los catalanes. Poco después, el PSOE y la CNT también se adhirieron.
Para derribar la monarquía se preveía coincidir la insurrección de algunas unidades del Ejército, próximas a los republicanos, y una huelga general que acentuase la agitación social afectando a la universidad y a la prensa.
Tres días antes, dos capitanes se adelantaron a la fecha acordada y se alzaron en Jaca (Huesca). Fueron vencidos rápidamente por unidades gubernamentales, juzgados en consejo de guerra sumarísimo y ejecutados.
El intento de huelga había fracasado, pero las conspiraciones continuaban.
La Proclamación de la República
La conflictividad social era constante y representantes monárquicos solicitaban un periodo constituyente. Dámaso Berenguer dimitió y fue nombrado presidente del Gobierno el almirante Juan Bautista Aznar, quien convocó elecciones municipales para el 12 de abril.
Los partidos firmantes del Pacto de San Sebastián presentaron esas elecciones como un referéndum sobre la monarquía. Aunque en el campo ganaron las candidaturas monárquicas, los resultados en las ciudades fueron abrumadoramente favorables a las candidaturas republicanas.
El 14 de abril se formó el Gobierno provisional de la República presidido por Niceto Alcalá-Zamora. En Cataluña, Francesc Maciá, líder de Esquerra Republicana de Catalunya, proclamó la República Catalana dentro de la Federación Ibérica. Alfonso XIII se exilió ese mismo día. La Segunda República era ya un hecho y fue recibida con grandes manifestaciones de alegría popular.
Sociedad y Mentalidad en la España de 1930
Sociedad y mentalidad
En la década de 1930, la sociedad española presentaba un gran desequilibrio en la distribución de la renta y un elevado analfabetismo.
La estructura del Estado era bastante deficitaria en comunicaciones, servicios públicos, red de escuelas públicas y sistema fiscal.
En cuanto a la mentalidad, este periodo se caracterizó por una tensión creciente entre las posiciones tradicionales y las propuestas de cambio.
La mentalidad tradicional estaba representada por los grandes terratenientes y el catolicismo conservador. Su ideología era una mezcla de paternalismo y prepotencia unida a una oposición total a las reformas que afectasen a su propiedad, unida a soluciones autoritarias.
Los pequeños y medianos propietarios, campesinos acomodados y clases medias de las zonas rurales se impregnaron de la mentalidad tradicional.
Las propuestas de cambio procedían de las clases medias urbanas, pequeña burguesía e intelectuales, algunos industriales y del proletariado agrícola e industrial vinculados a partidos y sindicatos de izquierdas.