De la Gloriosa a la Primera República: Un Periodo de Cambios en la España del Siglo XIX

La Gloriosa Revolución de 1868

El levantamiento militar de septiembre de 1868 dio paso a un movimiento revolucionario conocido como la Gloriosa Revolución. Su objetivo principal era derrocar a la reina Isabel II. El verdadero ideario revolucionario fue aportado por el Partido Demócrata. Sus peticiones se centraban en el sufragio universal, la supresión de medidas impopulares como los consumos y las quintas, y la defensa de las clases medias y trabajadoras.

Tras el levantamiento militar, la revolución se extendió rápidamente desde Cádiz por toda la Península. La incapacidad del gobierno para hacer frente a la sublevación se reflejó en el combate del 28 de septiembre entre las tropas sublevadas, al mando de Serrano, y las fieles a la reina, dirigidas por el general Novaliches. Esta batalla tuvo lugar en el puente de Alcolea (Córdoba). El triunfo fue para los sublevados, lo que provocó que Isabel II abandonara el país con su corte en dirección a Francia.

El 29 de septiembre, el gobierno entregó el poder en Madrid a una junta revolucionaria, que se encargó de regular el proceso revolucionario. El 3 de octubre, la junta revolucionaria encomendó al general Serrano la formación de un Gobierno Provisional, que se constituyó el día 8, tras la llegada del general Prim. El 13 de octubre se estableció la disolución de las juntas. Las juntas con mayoría demócrata fueron más reacias a disolverse tras la orden del gobierno, lo que generó un doble poder durante unas semanas.

El Gobierno Provisional y su Labor

El Gobierno Provisional, presidido por Serrano, adoptó sus primeras medidas para controlar la revolución: disolución de las juntas, reorganización de la Milicia Nacional, desarme de los Voluntarios de la Libertad y restitución de la disciplina en el ejército.

Una vez cumplido este objetivo, se atendieron algunas peticiones populares:

  • Supresión del impuesto de consumos.
  • Decreto de libertad de imprenta, entre otras.

El 25 de octubre, el gobierno presentó en un manifiesto a la nación su programa de reformas, cuyos pilares eran el sufragio universal y las libertades de culto, enseñanza, imprenta, asociación y reunión.

A ello se sumaron medidas de carácter económico y social, como la creación de la peseta.

El Gobierno Provisional convocó elecciones municipales en diciembre y a Cortes Constituyentes, que elaboraron y debatieron la Constitución.

La Constitución de 1869

Las elecciones dieron lugar a unas Cortes Constituyentes que elaboraron una nueva Constitución con 11 títulos y 112 artículos. Sus principales novedades y características fueron:

  • Una exhaustiva regulación de los derechos y libertades individuales del ciudadano, como la libertad de enseñanza, culto, expresión, reunión y la inviolabilidad del domicilio.
  • Proclamación de la soberanía nacional y la división de poderes, dotando de independencia al poder judicial.
  • La adopción de la monarquía democrática como forma de gobierno.
  • La concesión del sufragio universal masculino.

La Regencia de Serrano y el Reinado de Amadeo I

Los Problemas de la Regencia

La adopción de la monarquía como forma de gobierno provocó la dura oposición de los republicanos y obligó a nombrar regente a Serrano, mientras Prim ocupó la jefatura de gobierno. El poder ejecutivo tuvo que hacer frente tanto a problemas internos como externos:

  • Una guerra colonial en Cuba iniciada en 1868.
  • La oposición activa de carlistas y alfonsinos.
  • El permanente acoso de los republicanos, que no aceptaron la solución monárquica de la Constitución.

En Busca de un Nuevo Rey: Reinado de Amadeo I

A los problemas mencionados se sumaba un asunto de gran complejidad diplomática y de política interior: la elección del nuevo rey, de una dinastía. A finales de octubre de 1870 se logró solucionar la cuestión del rey, en la persona de Don Amadeo de Saboya, duque de Aosta. Este aceptó el trono al segundo intento de Prim, tras obtener el beneplácito de las potencias europeas, y las Cortes lo eligieron rey el 16 de noviembre.

Amadeo I entró en Madrid el 2 de enero de 1871, pero su reinado fue efímero debido a diversos factores:

  • La pérdida de su principal valedor, el general Prim, asesinado coincidiendo con la llegada del nuevo rey a España (27 de diciembre de 1870).
  • La hostilidad de la nobleza y la burguesía españolas, que lo consideraban un advenedizo, un rey extranjero y miembro, además, de una familia real enemiga de la Iglesia.
  • El conflicto militar en Cuba.
  • La oposición de las fuerzas monárquicas más reaccionarias, alineadas con el carlismo.
  • Las movilizaciones obreras y populares, que reclamaban el establecimiento de un régimen republicano y federal.
  • El permanente acoso del republicanismo de todo tipo.
  • La oposición de los monárquicos alfonsinos o proborbónicos, que lo veían como un rey usurpador.
  • La animadversión del ejército, que no lo reconocía como su máxima autoridad.

Tras varias elecciones generales, crisis de gobiernos que no solucionaron nada y harto del rechazo generalizado, Don Amadeo abdicó en febrero de 1873. Inmediatamente, el Congreso y el Senado, constituidos en una sola Asamblea Constituyente, dispusieron, de forma ordenada y pacífica, la proclamación de la República.

La Primera República Española

El 11 de febrero de 1873, el rey Amadeo abdicó y las Cortes proclamaron la Primera República. Se le considera la radicalización de los principios políticos de la Gloriosa Revolución. Se formó un gobierno cuyo presidente fue Estanislao Figueras.

La República Federal

En los primeros meses de la República predominaron los políticos radicales del último gobierno de Amadeo I. A Figueras le sucedió Francisco Pi y Margall, principal teórico del federalismo. El proyecto federal defendía la separación entre Iglesia y Estado y la organización territorial de España como una nación compuesta de 17 estados. Sin embargo, las tensiones sociales y el deseo de establecer una república desde abajo crearon una situación de gran conflictividad. Los diputados intransigentes promovieron en 1873 una república federal desde abajo con la creación de cantones, que fueron disueltos a las pocas semanas, siendo el más destacado el de Cartagena. Los protagonistas de este movimiento fueron artesanos, pequeños comerciantes, intelectuales y militares urbanos.

La República Unitaria

Los episodios cantonalistas de 1873 agudizaron la imagen de desorden. La prolongación de las dos guerras (la de Cuba y la Tercera Guerra Carlista) reforzó el protagonismo militar y el deslizamiento de la mayoría republicana hacia posturas conservadoras. En esta etapa, los presidentes fueron Nicolás Salmerón (que sustituyó a Pi y Margall en julio de 1873) y Emilio Castelar, quien suspendió las garantías constitucionales, creando el clima propicio para el éxito del golpe de Estado del general Pavía, que disolvió las Cortes en enero de 1874.

El régimen republicano siguió en vigor casi un año más, pero los sectores beligerantes contra la República fueron apoyando la solución alfonsina.