El Antiguo Régimen en España: Características y Transformaciones
El Antiguo Régimen fue el conjunto de rasgos políticos, jurídicos, sociales y económicos que prevalecieron en España y sus colonias durante los siglos XVI, XVII y XVIII. En España, este sistema se consolidó durante el reinado de los Reyes Católicos y fue afianzado por los Austrias Mayores (Carlos I y Felipe II) y los Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II).
Características Políticas del Antiguo Régimen
La forma de poder predominante era el absolutismo, donde el rey representaba la máxima autoridad y la última instancia en todo conflicto. Aunque su poder estaba limitado por tradiciones, en el siglo XVIII se desarrolló el despotismo ilustrado, caracterizado por utilizar el poder real para promover reformas sociales.
Principios del Absolutismo
- La Soberanía: La capacidad de tomar decisiones en los asuntos públicos correspondía exclusivamente al rey. Su soberanía era de origen divino.
- Estado Patrimonial: Los dominios eran obtenidos por derechos de conquista y transmitidos por herencia.
- El Poder del Rey: Era absoluto; su autoridad estaba por encima de la ley. El monarca concentraba los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
- Administración Territorial: Parcelas de poder público quedaban en manos de grupos particulares (clero y nobleza) bajo la autoridad del rey.
En España, la monarquía evolucionaría hacia el absolutismo durante el Antiguo Régimen. Los Austrias habían construido una monarquía autoritaria fuerte.
Características Económicas: Una Economía Agraria y Cerrada
La economía era predominantemente agraria. El orden social se establecía en la regulación de los trabajos, con poca tecnología aplicada a la producción y un predominio del trabajo manual. El crecimiento económico era muy bajo. La tierra era el bien esencial en esta sociedad, a diferencia de la sociedad capitalista, donde el dinero es el motor. Los agricultores ocupaban más del 80% de la población.
Tipos de Propiedad y Estructura Rural
- Propiedad Civil: Permitía la libre disposición del patrimonio. Si el noble era propietario legal, el campesino también podía serlo.
- El Señorío:
- En Europa oriental, prevalecía la servidumbre; los siervos tenían trabajos forzados vinculados con la tierra del señor.
- En Europa occidental, la autoridad del señor se limitaba a ejercer las funciones de gobierno sobre un determinado territorio.
Vida Urbana y Gremios
En las ciudades vivía una pequeña parte de la población, en la que se distinguían dos grupos sociales principales: artesanos y burgueses.
- Los artesanos trabajaban agrupados en gremios de origen medieval.
- Los burgueses eran grandes comerciantes.
Los gremios tenían tres niveles: aprendiz, oficial y maestro. Los maestros eran los únicos que podían abrir talleres.
Rasgos de una Economía Cerrada
- Trabas a la circulación de bienes inmuebles: La propiedad no podía cambiar de manos fácilmente.
- Pervivencia de monopolios: Derivados del régimen señorial sobre el uso de ríos, lagos y montes.
- Regulación artesanal: Los artesanos estaban obligados a inscribirse en gremios (en 1790 se liberó esta obligación).
- Manufacturas Reales: Se desarrollaron manufacturas reales dedicadas a artículos de lujo.
- Comercio Regulado: El comercio estaba regulado; el principio mercantilista era el principio justo.
- Mercado Nacional: España no tenía actualizado su mercado nacional.
Características Sociales: La Sociedad Estamental
La sociedad era estamental, jurídicamente desigual y dividida en tres estamentos:
- Nobleza: Se distinguía entre alta y baja nobleza. Tenía derecho sucesorio que facilitaba la acumulación de bienes. Se reinstauró la institución proveniente del derecho romano para pasar los bienes hereditariamente: el fideicomiso, un patrimonio a un solo hijo, generalmente al varón mayor (mayorazgo).
- Clero: Se dividía en bajo y alto clero.
- Tercer Estado: Incluía la alta, media o baja burguesía y campesinos (ricos o pobres).
El país quedaba fuera de mercado por la amortización; no se podía comprar, ya que los precios eran muy altos debido a su escasez. El “hambre de tierras” era una situación común. Así, el Tercer Estado sostenía a las demás personas con su trabajo e impuestos.
La Política Centralizada de los Borbones
La Guerra de Sucesión Española (1702-1715)
La muerte de Carlos II desencadenó conflictos debido a las dos candidaturas al trono: Carlos de Habsburgo y Luis XIV. Según el testamento de Carlos II, Felipe de Anjou (nieto de Luis XIV) fue proclamado rey. Dos años después, en 1702, estalló la Guerra de Sucesión, ya que Inglaterra y Austria no aceptaban el nombramiento de Felipe V por temor a una posible unión dinástica entre Francia y España.
El conflicto internacional (1702-1713) enfrentó a Gran Bretaña, Holanda, Portugal, Saboya y Austria contra Francia y España. En esta guerra se enfrentaban dos modelos:
- El de los Austrias, tradicionalmente pactista.
- El de los Borbones, que importaba el modelo francés absolutista, unificador y centralizado.
Castilla apoyó al rey Felipe de Borbón, mientras que Aragón apoyó al bando de los Austrias. La Paz de Utrecht, firmada en 1713, marcó la inauguración de la dinastía borbónica en España con Felipe V.
Los Decretos de Nueva Planta y la Unificación
El triunfo militar de Felipe V permitió aplicar a España el modelo de administración centralista y absolutista francés. Se eliminó la administración foral de los reinos perdedores de la Guerra de Sucesión, pero se mantuvo en Navarra y en las provincias vascas por haber sido fieles a la causa borbónica.
El primer objetivo de Felipe V era reducir la complejidad de reinos. Con el término “Nueva Planta de Gobierno” se expresaba la idea de una profunda reforma del gobierno y administración de los territorios de la Corona. Esta reforma se fundamentaba en la conquista tras la Guerra de Sucesión y castigaba la rebelión contra el rey. Se obligó al uso del castellano en todas las ciudades.
Los decretos se fueron aplicando progresivamente según avanzaba la guerra:
- Valencia (1707)
- Aragón (1711)
- Cataluña (1716)
- Mallorca (1716)
Castilla impuso el castellano. Los reinos de la Corona de Aragón perdieron sus instituciones político-administrativas. El resultado fue un territorio unificado. De esta forma, con los Decretos de Nueva Planta, se eliminaba el poder de los Austrias, dejándolo en manos del rey. Las consecuencias fueron:
- Desaparecieron los antiguos reinos (excepto Navarra).
- Se unificó el gobierno y la hacienda en todo el territorio.
- Solo quedó el Consejo de Castilla.
- Se crearon unas Cortes únicas.
- Se aplicó un solo derecho en todo el territorio.
- Se usó una sola lengua oficial.
Centralización Administrativa del Absolutismo Borbónico
La voluntad de imponer un modelo de centralización del poder llevó a una reforma integral de la administración de la Corona. El gobierno quedó en manos de secretarios de despacho que dirigieron la vida política del país durante todo el siglo. A finales de siglo, los secretarios se reunieron y el Secretario de Estado asumió el papel principal, actuando como primer ministro.