Epistemología Platónica: Doxa y Episteme
Doxa: El Conocimiento Superficial
La doxa es un conocimiento superficial, parcial y limitado, vinculado a la percepción sensorial. Es primario e ingenuo. El conocimiento doxástico versa sobre las apariencias, no sobre la realidad, y se trata de un conocimiento fenoménico, engañoso e incluso falso.
Niveles de la Doxa según Platón
Dentro de la doxa, Platón diferencia dos niveles:
- Eikasía (Conjetura): Corresponde al mito de las cavernas o creencia, cuyo objetivo son las imágenes de las cosas solidificadas por la imaginación.
- Pístis (Creencia): Se refiere a la percepción directa de los objetos sensibles.
Episteme: El Conocimiento Científico y Necesario
La episteme suele traducirse como conocimiento científico. Para los griegos, no tenía un carácter especializado, sino que era un saber absolutamente necesario porque penetraba hasta las causas y fundamentos de las cosas. Sus características principales son:
- Objetivo: Depende de la naturaleza misma, no de nuestras construcciones artificiales.
- Sistemático: Está organizado de acuerdo con parámetros lógicos y racionales.
En consecuencia, es un concepto pleno, total, no fragmentario ni parcial, ya que versaba sobre la realidad misma, comprendía sus conexiones profundas, necesarias y últimas, de modo que era capaz de dar razón del porqué íntimo de las cosas.
Tipos de Conocimiento dentro de la Episteme
Platón distinguió dos conocimientos dentro de la episteme:
- Conocimiento Discursivo (Dianoia): Parte de ciertas hipótesis y deduce lógicamente sus consecuencias. La dianoia procede por demostración y su prototipo se halla en las matemáticas.
- Conocimiento Intuitivo (Noesis): Considera las ideas en sí mismas, de las que se alcanza la visión directa e inmediata. La noesis accede directamente a la verdadera realidad, las ideas, cuya transparencia estructural las hace evidentes.
La Praxis y el Saber Hacer
Praxis: El conocimiento práctico se fragmenta en dos tipos de actividad:
- El saber hacer, que puede referirse a la actividad manual.
- La capacidad de gestión o dirección.
Culturas y Saberes Primitivos
Culturas Bárbaras y Civilizadas
Podemos caracterizar las culturas bárbaras por su carácter aislado y cerrado, frente al carácter cosmopolita y abierto de las culturas racionales. Sus relaciones son simétricas (comercio equitativo) y transitivas (circulación de monedas).
Los Saberes Primitivos: Mito, Magia, Religión y Técnica
El Mito
El saber mitopoético está basado principalmente en la vía oral. Los mitos explican el origen, la organización y el destino de la comunidad étnica y cultural, cuya identidad tratan de preservar, así como la totalidad de los fenómenos relevantes en la existencia cotidiana de la misma. Lo específico del conocimiento mitopoético es la dramatización de los fenómenos de la naturaleza, sobre la base de acciones de tipo humano y personal.
Las fuerzas naturales aparecen como vivas, conscientes e intencionales. Estas explicaciones antropomórficas y animistas tienen la peculiaridad de que su potencia no solo se nota en el tiempo originario, sino que siguen actuando, mandando e influyendo en el presente. Las narraciones míticas tienen carácter simbólico. Pueden ser luminosos u oscurantistas, de los que se extraen conocimientos y enseñanzas de carácter ético, político, etc.
La Magia
James Frazer resume que, si analizamos los principios del pensamiento sobre los que se funda la magia, encontraremos que se resuelven en dos:
- Que lo semejante produce lo semejante, o que los efectos son semejantes a sus causas (Ley de Semejanza).
- Que las cosas que una vez estuvieron en contacto actúan recíprocamente, aun después de haber cesado todo contacto físico (Ley de Contacto o Contagio).
El maná no es simplemente una fuerza; es además una acción, una cualidad mágica y un estado, o lo que es lo mismo, un sustantivo, un adjetivo o un verbo.
La Religión
Todas las religiones tienen en común la interacción. La nota genérica es que los seres humanos se relacionan con entidades que no son humanas, pero sí personales. Un numen es un centro de inteligencia y voluntad no humana. Los demonios no existen porque son vivientes incorpóreos.
La Técnica
Las técnicas más elementales se remontan a más de mil siglos. La diversificación del conocimiento técnico va emparejada con la creciente división del trabajo, y supone una progresiva especialización en dominios o categorías distintas. Debe insistirse en que implican siempre operaciones concretas que permiten la transformación eficaz del medio, aunque solo sea mediante una repetición mecánica y una ritualización de las operaciones. Es preciso distinguir la técnica de las culturas bárbaras y de los albores de la civilización de la tecnología, que sintetiza vitaminas y plásticos.
Pseudociencia y Pseudofilosofía
Pseudociencia
Puede definirse como un conjunto de creencias y prácticas cuyos cultivadores desean, ingenua o maliciosamente, hacer pasar por ciencia sobre la base de un acceso privilegiado a ciertos fenómenos y fuentes secretas de poder que se le escapan al común de los mortales. La pseudociencia posee objetivos primariamente prácticos, no cognitivos, pues pretenden influir en las cosas y en los seres humanos mediante prácticas o rituales, esencialmente confusos y mistificadores.
Pseudofilosofía
Una de las falsificaciones más habituales de la filosofía es la metafísica, que aborda los problemas del conocimiento desde una perspectiva dogmática y acrítica.
Rasgos Distintivos del Conocimiento Científico
La racionalidad científica, que distingue el conocimiento científico del que no lo es, implica un proceso crítico de análisis, reducción o trituración de un determinado sector o campo. Las ciencias son, por tanto, regionales o sectoriales. Toda ciencia requiere referentes materiales específicos categoriales.
El Materialismo Filosófico y los Tres Géneros de Materialidad (M)
El materialismo filosófico se propone tres objetivos fundamentales:
- Demostrar las limitaciones de la crítica ilustrada, que pretende destruir la divinidad ignorándola, en lugar de concederle un sentido ontológico ateo en M3.
- Recuperar para el materialismo la enorme masa de verdades filosóficas, construidas históricamente, que pasan muchas veces por ser simples errores espiritualistas o idealistas.
- Superar definitivamente el dualismo hegeliano, cuya herencia ha hipotecado y bloqueado el desarrollo del materialismo marxista.
En el plano ontológico general, se niega todo cosmismo mundanista que abriga la idea metafísica del universo, en la que «todo lo racional es real y viceversa». La Materia (M) es una pluralidad infinita; el materialismo niega tanto el monismo como el holismo armonista.
Los Tres Géneros de Materialidad
M1: Materia Físico-Exterior
Entendemos todas las entidades constitutivas del mundo físico exterior, tales como rocas, organismos, campos electromagnéticos, etc.
M2: Materia Psicológica e Histórica
Connota todos los fenómenos de la vida interior etológica, psicológica e histórica, como un dolor de muelas. Su reconocimiento no implica practicar el espiritualismo, puesto que las relaciones reflexivas no son originarias y se adjetivan a través del lenguaje.
M3: Materia Abstracta y Estructural
Comprende todos los objetos abstractos, tales como el espacio proyectivo reglado.
Relaciones Dialécticas de la Materia
Las relaciones entre la materia ontológica general (M) y los tres géneros de materialidad (Mi) son complejas, dialécticas y circulares, pues M no consiste en la suma de los Mi, ni se distribuye, sino que se constituye regresivamente a partir de las contradicciones constatadas en las partes de Mi. La idea de materia es una idea límite, crítica y negativa, de la que solo tenemos un conocimiento negativo, porque la negación dialéctica brota de la relación de la materia cósmica.
Este proceso implica la presencia de una conciencia o ego trascendental (E) por cuya mediación se ejercitan autocontextualmente hacia la simple dialéctica, o hacia el establecimiento de las legalidades racionales.